7 sept 2011

Una buena: Audiencia pública por el caso de Quisbeth Castro

Venimos siguiendo desde hace tiempo el caso de la ciudadana boliviana Quisbeth Castro y su hijo, pidiendo por su derecho a la vivienda, en la Ciudad. Contra la horrible decisión que, en su momento, tomara el Tribunal de la Ciudad (remitiéndose a otra horrible decisión propia, "Alba Quintana"), la Corte acaba de convocar a una audiencia pública para la discusión del caso. Bien ahí, más info acá

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin intención de ser xenófobo, sólo por una cuestión de lógica, ¿Por qué reclama el derecho a la vivienda digna en un país extranjero y no en el suyo? ¿Por qué los contribuyentes argentinos deben hacerse cargo de este costo teniendo tantos otros compatriotas en la calle o habiendo tantas cosas para mejorar? Creo que es un error ver el caso como algo aislado en una burbuja y decidir en base a éso si corresponde que reciba una vivienda o no. Además las consecuencias del precedente podrían ser críticas económicamente.

Tomás

rg dijo...

no tendras la intencion, pero el comentario...

Anónimo dijo...

Sí, es políticamente incorrecto el comentario, pero es realista también ¿Ud. cree que en Bolivia tendría alguna posibilidad de recibir una vivienda? ¿Por qué Argentina debería hacerse cargo de las deficiencias del mundo? El mundo debería ser mucho más igualitario, en eso estoy de acuerdo (y tiende a eso), pero no lo es y creo que nuestro país con todo el sufrimiento que acarreamos y con toda la generosidad que ya posee para con los extranjeros, no esta en condiciones de hacerse cargo de semejante problemática mundial. Ayudemos a los nuestros y despues vamos por más, ¿O ud. cree que en Canadá, Nueva Zelanda o Perú podría esgrimir semejante reclamo? Lo deportan al segundo, y no digo que esté bien, sólo planteo un tit for tat.
Aunque reconozco que en este caso puntual la señora tiene un hijo realmente muy enfermo y hay una cuestión de solidaridad inescapable.
Tomás

Agustín Eugenio Acuña dijo...

Anónimo, leé el art. 20 de la CN y una serie de tratados del 75 inc. 22 y te darás cuenta que no es acertado tu comentario.

Anónimo dijo...

TOmás, si sos abogado o estudiante de Derecho....por favor!!!! Cómo tan siquiera a esta altura de la civilización y del derecho constitucional podés hacer semejantes comentarios ??. DOña Rosa, un poroto a tu lado.
Releete con humanidad al menos si no tenés conocimientos y te vas a dar cuenta cuán brutal es tu manera de pensar.

Anónimo dijo...

A mí me parece que lo peor que podemos hacer ante comentarios como los de Tomás es 'escandalizarnos' de la manera en la que muchos parecen hacerlo. ¿No es este un blog de FILOSOFÍA política? En todo caso, 'escándalo' mediante, lo que correspondería acto seguido es enunciar argumentos fundados (filosóficamente fundados) que le expliquen a Tomás y a cualquier otro por qué sus comentarios son tan desacertados como parecen a mirada de soslayo. Y con 'argumentos fundados (filosóficamente)' me refiero a argumentos que vayan más allá de una mera recitación de los artículos constitucionales, que vayan al por qué, al fundamento de esos artículos. ¿Tan difícil es hacer eso? A mí me da la sensación de que no. De nuevo, si lo de Tomás es xenofobia, me parece que con escandalizarnos lo menos que hacemos es contribuir a combatirla (aún desde un lugar tan humilde como éste, un blog que pretende ser de contenidos filosóficos).
José

fahirsch dijo...

Si mañana una extranjera llega a la argentina, y está en situación de calle, ¿es obligación del gobierno de la ciudad darle vivienda? ¿Del gobierno nacional?
¿Si está hace tres meses, 1 año, 2 años, 4 años, 8 años?
¿Sea inmigrante legal o ilegal?

Ulrich dijo...

Todo se va al demonio cuando, a un comentario como el de Tomás, se lo deja de lado porque "es xenófobo" o es improponible "a esta altura de la civilización y del derecho constitucional".

¿De qué altura de la civilización hablamos? ¿De la que tenemos, de la que queremos tener, o de la que podemos tener?

Yo no estoy a favor de este reclamo, pero no escucho buenos reclamos. Sólo argumentos MORALES. No veo una norma constitucional que obligue a una ciudad a otorgar solución de vivienda en su versión fuerte (entiendo que se pide el otorgamiento en propiedad o uso exclusivo y por tiempo indeterminado de una vivienda) a personas indeterminadas y, contemplando las circunstancias personales de la solicitantes, potencialmente ilimitadas en número. Porque si la no discriminación es la guía de las políticas, no veo motivo para excluir a prácticamente ninguna persona pobre de ningún lugar del mundo que tenga una situación personal dramática (un hijo discapacitado).

Lo que me gustaría que se diga es CUAL ES EL CRITERIO, EL POR QUË, y, cuestión no menor, CON QUÉ vamos a establecer, mediante sentencia judicial, un sistema de seguridad social internacional y universal. Y por qué el acto de justicia tan particular, y que sería absolutamente incumplible para cualquier país del mundo.

Si alguien plantea el tema de los tratados, ¿ellos deben ser interpretados así? Bolivia es parte de esos tratados, entiendo. ¿qué interpretación tienen ellos allí? ¿No es exigible cierta reciprocidad? Si no como un quid pro quo, al menos como una prueba de que ellos también comparten esta particular concepción de la justicia.

rg dijo...

tampoco confundamos falta de interes en un comentario con escandalizacion o "dejarlo afuera." no es que uno tiene que involucrarse en todos los debates, no?

marinita dijo...

Entiendo que el objeto del amparo es que se cese en la arbitraria omisión de garantizar el derecho a la vivienda adecuada reconocido por la CCABA y que la forma en que los jueces de mérito condenaronal gobierno a hacerlo fue mediante subsidios.

fahirsch dijo...

Hice una pregunta que no fue contestada.
En una época se podía contestar fácilmente. Existía el Hotel de Inmigrantes

Anónimo dijo...

José , ocupate vos de enseñarle a Tomás. A mí me agota explicar obviedades.

Anónimo dijo...

Sí, Roberto, pero si es como vos decís (y entiendo que no tengas tiempo para involucrarte en TODOS los debates; después de todo, tu agenda debe estar hasta el tope), ¿por qué proponés nada menos que en TU blog un tema como éste? Decirle a Tomás 'no tendrás la intención, pero el comentario...' es hacer precisamente eso que vos negás: escandalizarse.
Por otro lado, Ulrich, estoy bastante de acuerdo con lo que 'sugerís', sólo que tengo una diferencia: hablás de que acá se han esgrimido tan sólo argumentos morales. Pues bien, dejame decirte que, por lo menos en lo que a mí respecta (y excluyendo de esta crítica las directrices que vos alcanzás a esbozar), sigo sin ver argumento moral alguno. Ojalá la Corte logre complacernos con creces en este sentido, aunque después de leer los fundamentos presentados en algunos fallos por algunos de nuestros jueces (y pienso, por ej., en los presentados por Zaffaroni a propósito del caso Arriola) tengo mis dudas... Veremos qué pasa.
Por lo pronto, lo que me pasa a mí cuando leo comentarios como el que le hace a Tomás el Anónimo de las 10: 21 es que me retrotraigo automáticamente a medidas como las que imperan en algunos países de Europa en contra del discurso ofensivo, esas mismas que, por ejemplo en Austria, han condenado al historiador británico David Irving por negar el holocausto. ¿Es que acaso necesitamos apelar a al aparato represivo incluso cuando los argumentos de todo tipo sobran por doquier? Si bien escandalizarse cuando uno se manda un flatus vocis no es lo mismo que pegarle a alguien una trompada en el estómago, tanto un acto como el otro están sobrecargados de irracionalidad, o por lo menos denotan cierta abulia argumentativa. Recomiendo a modo de ilustración en este sentido un excelente texto de Thomas Nagel aparecido en un libro homenaje a C. S. Nino.
José

Anónimo dijo...

Anónimo de las 10: 10: Más que explicar obviedades, a vos lo que parece agotarte es el difícil arte de pensar. Por otro lado, ¿existe algo más difícil que explicar 'obviedades'? Todo el que alguna vez ejerció como docente, debe saber perfectamente bien de qué le estoy hablando. Podés haberte estudiado de memoria la versión alemana de la Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres, con el orden lógico de argumentaciones, las tres formulaciones del Imperativo Categórico y la relación de esta obra con la Crítica de la Razón Práctica y la Metafísica de las Costumbres. Ahora, basta que un pobre infeliz te pregunte '¿por qué no puede haber nada más bueno en el mundo que una buena voluntad?' para que se te caigan todas las estanterías. La pregunta de Tomás me parece más que legítima y tu incapacidad para contestarla no hace sino poner en evidencia esa legitimidad de la que te estoy hablando.
Por mi parte, lo confieso: no se me ocurre una respuesta que lo deje conforme.
José

rg dijo...

jose, lo que para vos era escandalizarse, para mi era reirme un poco, me parece que viste lo que tenias muchas ganas de ver

Anónimo dijo...

Y José, viste lo que querías ver y tenías ganas de preguntar lo que no preguntabas...
Cuando eras docente hacías lo mismo? Defendiendo a uno (que debe poder "defenderse solo" atacabas a los otros? No hubiera sido mejor que preguntaras vos, de una, diciendo que no sabías vos como defender el caso y te gustaría conocer opiniones?
No sé , me parece.
Te veo el 15!!!! Imagino que irás.

Anónimo dijo...

Puede ser, RG, que así sea y te juro que si es así me quedo mucho más tranquilo. El tema es que Tomás sigue esperando una respuesta que nadie supo darle. Quizá sea imposible hacerlo en este blog, o no valga la pena, o quizá ni siquiera cursando un año de filosofía política y teoría constitucional baste. Ahora, si es así, entonces me parece que, más que xenofobia, lo que denotan las preguntas de Tomás son problemas tanto teóricos como prácticos absolutamente legítimos que deben abordarse seriamente, sin prejuicios raciales ni de ningún otro tipo, incluyendo toda la barata moralina que brota de cierta gente (y aquí me refiero nada más que a la moralina que suelen exhibir muchos de nuestros legisladores nacionales, reflejada por estos días en la discusión por la ley de extranjerización de tierras).
José

Anónimo dijo...

En realidad, ni vi lo que quería ver ni me abstuve de preguntar lo que no me animaba a preguntar. Varias de las preguntas que se hace Tomás son preguntas que alguna vez me hice (seguramente vos también te las hiciste, no lo dudo) y para las que nunca obtuve más que respuestas meramente tentativas. Por eso me extrañó ver cómo le respondiste. Claro que no lo agraviaste ni mucho menos. Ahora, a mí me parece que ese tipo de respuestas como la que vos le diste en nada contribuyen al debate y a la deliberación, que es lo que pretende promover este blog (si mal no lo entiendo y salvando las limitaciones propias de un espacio semejante). En fin, me pasó lo que nos suele pasar a tantos en estos blogs: entré atraído por un tema (la audiencia por el caso Q. Castro) y me terminó atrapando otro (la supuesta 'escandalización' sobre una presunta manifestación de xenofobia). Ahora, si querés, discutimos lo que plantea Tomás.
José

miguel dijo...

José: Sí, es importante darle razones al ciudadano común y corriente. Aventuro algunas:
1. Desde hace 200 años, acordamos el ideal de que discriminar (negar derechos), por razones políticas, de NACIONALIDAD, sexo, 'raza', religión, creencias, está muy mal. Los países firmaron Acuerdos.
2. La Constitución NAcional permite reclamar derecho a la vivienda digna, y obliga al Estado. Los Art.14,16,20 establecen q todos los HABITANTES son iguales, y tienen iguales derechos, así como prohíbe cualquier privilegio por razones de NACIONALIDAD, 'sangre', etc.
3. Es muy poco probable que los derechos sociales y colectivos sean financiados por los impuestos de las clases medias. Su “financiación” es más el equivalente a la redistribución de la riqueza. 'Afectaría' a los grupos que concentran la riqueza.
4. Redistribuir la riqueza puede ser 'económicamente crítico' para una élite, pero económicamente beneficioso para la sociedad en general.

5. Además, se puede pensar que gran parte de la riqueza del éste país la genera el trabajo esclavo o precarizado de ciertos inmigrantes, por lo que la redistribución sería apenas algo justo.

Anónimo dijo...

Otra cosita: me extraña que cierta gente le reproche a uno 'el salir en defensa de otro' como si el otro fuera incapaz de valerse de sus propias armas. Me extraña sobremanera, tengo que decirlo. En la construcción de una verdadera deliberación conjunta, ¿qué más da cuál sea el fin que persigue uno cuando vierte un argumento? ¿Qué más da si lo que busco es defender a Juan o a Tomás, lucirme intelectualmente o intentar levantarme a Vilma Ibarra o a M. E. Estensoro? Cuando uno discute y argumenta en el seno de una asamblea deliberativa, lo único importante es cuánto puede aportar un argumento concreto en la búsqueda conjunta de la verdad y la imparcialidad. Eso es lo que yo intentaba hacer mediante mis posts, más allá de quién sea Tomás o de la capacidad mayor o menor que tenga para defenderse solo (y que nunca puse en tela de jucio; ¿por qué lo haría si no lo conozco?).
José

Anónimo dijo...

A lo que iba es que más allá del art. 20 de la Constitución y de todos los derechos y garantías que consagra la misma me parece un disparate que el Poder Judicial pretenda reglamentar pretorianamente el derecho a la vivienda digna. Somos un país que ni siquiera cumple con la simple y puntual claúsula del art. 18 del juicio con jurados, nada más que decir.
Creo que en vez de regalar viviendas porque sea simpático e intuitivamente justo, debería plantearse un real debate sobre como reglamentar y solucionar la emergencia habitacional.

Tomás

fahirsch dijo...

Miguel:
Un habitante es, en principio, un residente. Un inmigrante que llega hoy ¿tiene derecho a una vivienda hoy?¿Cuándo comienza a tener el derecho?
¿Importa si el inmigrante extranjero es legal o no?

fahirsch dijo...

Tomás: La pregunta ¿Ud. cree que en Bolivia tendría alguna posibilidad de recibir una vivienda? no me parece relevante. Las constitución nacional y las de las provincias son nuestras, y es nuestra la obligación de cumplirlas. Nuestras obligaciones no imponen una obligación de reciprocidad a otros países.