Claro! tod@s tenemos muchas cosas que hacer, muchas preocupaciones, mucho trabajo, y tantas inquietudes con la calidad institucional de la democracia en Argentina. Pero, según parece, con bombos y platillos, con una seguidilla de tapas de diarios, Gobierno y Corte Suprema quieren que todos nos fumemos un nuevo Bazterrica.
Bienvenido, y muchas gracias, pero les adelanto que seguiré preocupado por la pasividad de la Corte frente a la concentración de poder, frente a los abusos presupuestarios, frente a sus deudas pendientes, frente a lo que pasa en el poder judicial, frente a la intervención del gobierno con la ley del consejo de la magistratura (que le permitió saldar a la propia Corte su interna con el Consejo de la Magistratura) y ante la indiferencia por la implementación de las propias sentencias de la Corte, entre otros muchos temitas más.
La verdad es, si el gobierno tiene la voluntad política en el congreso y no hay posible veto ejecutivo, el fallo de la Corte será cosmético, lateral, menor en un sistema político con costos, fricciones y oposición para llevar adelante políticas. Parece mero show de la CS (relevante para generar protagonismo, crear un rol y proyectarse en el futuro como un actor de mayor peso - que es lo que puede haber estado haciendo durante este tiempo la CS), que el mismo gobierno dejará se constituya así refuerza su imagen de calidad institucional republicana, concentrada en un máximo tribunal de respetados jueces y bienintencionados fallos pero todavía carente de protagonismo real, de escasa relevancia en los problemas de alta intensidad política como un potencial poder del estado que pone freno, contrapesa (real excepción en la vida de cualquier Corte Suprema, e incluso cuando quiso ser esto, al menos en algunos casos típicos, fue pensamiento estratégico con bajo impacto empírico en el sistema político, think verrochi), puede proteger derechos, frenar la hegemonía hiperpresidencialista e implementar sus sentencias. No como un placebo institucional, mera generación sugestiva de poder. Incluso si esta u otra CS hiciese eso, intentase contrapesar, el resultado, desde mi perspectiva y con muchos fundamentos históricos, sería retórico, una nueva sentencia desconectada de la realidad, salvo que el costo político fuese mayor que desobedecer a la Corte, que me parece no tiene (ni genera en el marco de sus propias restricciones y capacidades) poder alguno para torcer el brazo del gobierno (que la nombró o de algún futuro gobierno).
O sea, bienvenido, este y otros fallos más en esa línea de reforzar la autonomía individual (a pesar de que haya mucho que reforzar, en general, también la precondiciones económicas para el ejercicio del autogobierno individual que alimenta al autogobierno colectivo), por supuesto. Siempre bienvenido. Aplauso corto. Pero moderación y nada de euforia. Bostezo y aplauso, en todo caso. Pienso que se puede celebrar modestamente. Sabiendo que, eso sí, original no es. Espero que lo sepan. Al menos Carlos Nino lo dijo, lo adelantó en su gran mayoría, casi treinta años atrás, en plena dictadura militar en la (no tan liberal, por ese entonces) revista La Ley. Después el fallo de la Corte Suprema, Bazterrica, copió sus argumentos, casi textualmente, y el mismísimo fallo Montalvo representó, casi idénticamente, cada postura (perfeccionismo, paternalismo y defensa social) que Nino había identificada como contraria a una liberalismo constitucional aceptable, negando los principios de dignidad, de autonomía y de inviolabilidad de las personas.
Es esperable, que en el marco de las restricciones a su originalidad, la Corte se autorestrinja de dictar siete fallos, cada juez/a con su voto, con su tratados con pretensión académica sobre el tema, para demostrarnos cuán liberales resultaron ser o cuán formada es su decisión. Tal vez, en el marco de las restricciones creativas, nos sorprendan gratamente. Quizás. Ojalá.
Se me viene a la mente la idea, el intento, de conciliar, constitución y democracia, autogobierno colectivo e individual, autonomía pública y privada, para pensar con Nino o Habermas, y con mis propios fundamentos que se distancian de mis queridos amigos Carlos y Jürgen, que el autogobierno individual es co-originario del autogobierno colectivo, el matrimonio Kant y Rousseau reloaded. En este punto, la Corte podría intentar (para demostrar que me equivoco en en mi hipótesis sobre la debilidad judicial) reforzar las instituciones que son precondición para la posibilidad de existencia y ejercicio del autogobierno colectivo en las que nuestro autogobierno individual (que la Corte alimenta con tanta tinta en sus fallos pero sobre todo en su faz de derechos negativos, y muy escasamente a los positivos, más alla de que todos los derechos cuestan) se expresa con la moralidad crítica transformada en diálogo colectivo y en discurso político deliberativo. Esa sería otra grata sorpresa de cualquier Corte suprema, de nuestra corte.
Lamentablemente hoy pienso que en unos años (5, 10 o 15 años, quizás, quién sabe) voy a extrañar este fallo (y algunos de esta Corte) que todavía no salió, como muchos extrañan la Corte de los 80's (aunque hay varias decisiones que no merecen ser extrañadas de esa Corte), pero me parece que ahí está parte del problema. Y la historia se repetirá.
Ni abriendo mi conejo de chocolate, propio de estas fechas, dejo de pensar y repensar, de preocuparme por estos temas. La Corte Suprema, como los conejos/huevos de chocolates, dan sorpresas previsibles, nada originales, efímeras, todo hueco, puro aire, algunos confites y algún juguete tonto. Mientras, la cosa pasa por otro lado.
Je, cuando salga el fallo, veré de conseguirme un buen "churro" para fumarme en honor a Zaffa y a Argibay ;-)
ResponderBorrarY espero que, el próximo paso de la corte, sea despenalizar el aborto. Amén.
Saludos.
Bueno, estimado Hernán, la cosa no es tan simple. Acá no termina nada. Sino simplemente comienza.
ResponderBorrarLos cambios legales nos deben resultar cosméticos siempre. Y me parece que toda reforma, sobre todo la despenalización, lleva su buen tiempo. Las sanción de nuevas leyes y reformas constitucionales, en un ejemplo similar, suelen ser el comienzo no el final del debate, de las políticas públicas.
Por lo pronto, en tus acciones privadas que no afecten concretamente a terceros, en conformidad al artículo 19 de la CN, muchos dirían que podés hacer lo que quieras.
Pero cabe observar que hay muchos temas que fueron dejados de lado por los fallos históricos y que este nuevo fallo no responderá, ni en el más sincero esfuerzo, dado que la cuestión es compleja e irradiará a la estructura administrativa que maneja estas causas.
Lo que parece que hay ahora es más sintonía entre Gobierno y Corte Suprema. Es esperable que las fuerzas de seguridad cambien, con un cambio legislativo de por medio, sus arraigadas prácticas -lo que efectivamente costará- al mismo tiempo, que el sistema federal de justicia se descongestione de las causas por tenencia para consumo personal. O sea, hay una gestión del cambio en los operadores del derecho, de todo nivel y esfera, en torno a este tema.
Pero, mi punto es que los cambios no serán automáticos, ni mágicos. Y la corte puede ayudar que esos cambios se aceleren, desde su tinta. Puede ayudar con palabras, al menos. Lo que a veces es poco, pero en este punto puede ser mucho.
Además, será de máxima relevancia el cambio legislativo si es que se realiza con seriedad y no rápidamente, superficialmente.
Pero en el medio, y hasta que eso suceda, el fallo, que puede ser un fallo novedoso, súper valioso y todo lo que la Corte quiera que sea, puede convivir con una estructura administrativa, sobre todo de las fuerzas de seguridad, que siga los patrones de conducta de la situación anterior. Diría que muy asentada.
La importancia de estos fallos se proyecta a futuro. Por eso, y esperando que mi pesimismo sea contradicho, espero no lamentar este fallo, como muchos lamentaron a Bazterrica-capalbo cuando salió Montalvo.
Pienso, sobre este tema, que más allá del dictado del fallo Bazterrica, el congreso había dictado una nueva ley (no la que había declarado inconstitucional Bazterrica) con lo que el sistema político no había tomado muy en cuenta, o lo contradijo frontalmente, el precedente judicial, ni la interpretación de la Corte del artículo 19 CN.
Por lo pronto, lo novedoso que puede tener este fallo es un tratamiento serio de la problemática de drogas. Sobre todo considerando temas como el tráfico ilegal, el mercado negro, la tenencia para consumo personal, no saldrá sino de ahí. Ni hablar de las nuevas drogas existentes y con gran impacto social en los sectores amplios de la sociedad (como el paco).
Efectivamente la despenalización es una avance pero hay mucho por delante.
Ni siquiera quiero comentar, la tarea que la corte podría hacer en reforzar verdaderamente la autonomía persona en otros aspectos. Aunque ese es otro tema.
En fin, larguísimo, lo sé. Lo lamento. Da para más. Sigamos,
Lucas.
Lucas:
ResponderBorrarBuen post, aunque la verdad que veo en tus opiniones, así como en las de Roberto, y en muchos (casi todos diría) docentes de mi mayor estima y respeto que son la honrosa excepción dentro de la Facultad que esperan un fallo sobre el tema Consejo de la Magistratura que venga a revertir la composición adoptada por el Gobierno como prueba de la calidad institucional y de una verdadera posición política respetable de la Corte. Sinceramente, me parece muy discutible. La composición no es abiertamente inconstitucional, y aunque no me gusten los argumentos que se dieron (mayor celeridad, menor corporativismo) no veo que tenga algún tipo de autoridad mi persona para contradecirlos en cuanto a su validez. Creo que esos cambios pueden ser considerados inoportunos, injustificados o incluso pensar que son antirrepublicanos. Pero su constitucionalidad me parece cuanto menos controvertible, por lo que no creo que un tribunal que la convalide sea un tribunal timorato o algo por el estilo.
Por supuesto tampoco consideraría un disparate lo contrario.
Por lo demás me gusaría si que fueran más rígidos en la conminación al gobierno al cumplimiento de los fallos más interesantes que han dictado, como los de Jubilaciones, cárceles y Riachuelo.
Saludos.
Gracias Martín por tu comentario, che. Bueno leerte por acá.
ResponderBorrarMirá, para hacerla corta mi postura es hay que exigirle a la corte, incluso dándole tiempo pero pidiéndole razones y acciones en ese tiempo. Otro tema es si uno espera, con real esperanza, de la corte un fallo y si tiene razones para hacerlo.
Las razones existen. La composición del Consejo de la Magistratura es debatible a nivel teórico. Sí, concedo. Equilibrida en el 114 es una palabra ambigua. Bien. La composición anterior tampoco me cerraba, pero era una composición más amplia y más diversa. Era más equilibrada. Ahora hay menos voces y más poder en esas pocos voces. A la vez que menos capacidad de reducir el corporativismo político y judicial del organismo. Ahora es menos equilibrada: 7 son políticos puros de 13 si no me equivoco. Parece haber una mayoría política sin minorías políticas (dado la reducción de las minorías en el consejo). Antes 9 eran políticos puros de 20 miembros.
Por otro lado, creo que hay mucho que decir sobre los incentivos de la corte como actor político del sistema y como cabeza de poder, que deben ser tenidas en cuenta para analizar el tema y para pensar cómo la corte podría decidir la cuestión.
Incluso en ese grado de debate, la corte podría marcar un argumento sustantivo, observando que aquella composición era más republicana, más diversa, mejor para el gobierno y la toma de decisiones en el consejo de la magistratura. Habría que ver cómo argumentarlo, pero me parece que las razones están. También en el dictado de los reglamentos de cada comisión, hay mucho muy importante que comentar sobre esto.
En conclusión, espero que mi pesimismo sea contradicho, porque se nos debe una sentencia que contrapese las medidas que empeoran el caracter pobremente democrático y deliberativo de nuestras instituciones. Pero la verdad, es que por razones diferentes a las tuyas, tus dudas legítimas, me parece que hay incentivos para que la situación pase de largo. De nuevo, ojalá no sea así.
En fin, sigamos. Salutes, che.
Lucas.
martin, entiendo tu punto. en lo que a mi respecta, no me cambia la vida que la corte decida como creo que deberia decidir en el caso de la magistratura. si espero, como lucas supongo, que -dada la excepcional coyuntura de su composicion- aproveche para marcar algunos puntos significativos, y se "moje" con cuestiones institucionales graves como las varias que la rodean. seria penoso que dejara pasar esa excepcional oportunidad. por como son las cosas aca, uno solo vislumbra composiciones menos atractivas de la corte. por eso es que ambiciona algunas decisiones mas jugadas de parte de esta
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