UNA MIRADA IGUALITARIA SOBRE EL CONSTITUCIONALISMO. Coordinador: Roberto Gargarella. CANAL YOUTUBE DEL SEMINARIO: https://www.youtube.com/channel/UCytpairtEH8asvyYRt6LQBg/
2 jun 2009
Escraches, de ayer a hoy
Quisiera hacer algunos comentarios sobre los “escraches” que se han dado en los últimos tiempos, en manos de grupos o sectores sociales distintos a los que, inicial o tradicionalmente, supieron llevarlos a cabo. En su momento, en efecto, muchos nos preocupamos por sostener, más allá de algunos matices, el sentido de los “escraches” desarrollados por agrupaciones como H.I.J.O.S. (conformada por hijos de “desaparecidos”), contra personas involucradas en la represión ilegal. Defendimos tales “escraches,” entre otras razones, y fundamentalmente, porque sabíamos que los agentes de la represión que eran insultados y señalados no llegaban a los estrados de la justicia por la sola razón de que el poder político de turno había consagrado su impunidad. Hoy, tales “escraches” han cambiado de manos y motivos. Así, se han producido “escraches” en el interior de la Provincia de Buenos Aires y otras zonas del país, en manos de productores agropecuarios, contra funcionarios del actual gobierno, y en disconformidad –sobre todo, y aparentemente- con las políticas agrarias llevadas a cabo por el mismo. Quisiera referirme al tema porque me parece que hoy, con el noble objeto de aventar cualquier manifestación política violenta, nos están llevando a "tirar al bebé con el agua," y socavando las formas de protesta política no-tradicionales, y más desafiantes para el poder.
Algunas aclaraciones previas, para despejar el terreno de interpretaciones apresuradas e indebidas:
i) En todo caso, y en todo lo que vaya a decir, debe quedar en claro que uno condena la violencia, asumiendo una definición de violencia vinculada con el uso común del lenguaje (violencia incluye así, y por caso, golpear a un candidato; arrojarle una piedra; destruir su vehículo)
ii) Hay sectores vinculados al agro que promueven o han promovido, abiertamente o no, medidas anti-democráticas inaceptables; como los hay que se han enriquecido en formas no legítimas ni legales, también condenables.
iii) No es lo mismo una protesta contra un miembro de las fuerzas de seguridad involucrado en la represión ilegal y en libertad por la impunidad consagrada políticamente, que la protesta contra políticos democráticamente electos. El primer tipo de protesta es, seguramente, más necesaria y justificada que la última.
Todo lo dicho no obsta a reconocer que:
i) Todo sector tiene derecho a expresarse en contra de las políticas a las que se opone, ya sea a través del voto, en época de elecciones; ya sea a través de protestas realizadas entre elección y elección.
ii) Las protestas pueden incluir críticas expresadas a través de la prensa, panfletos, mensajes televisivos, pero también manifestaciones callejeras, bulliciosas o no.
iii) Los carteles con críticas, los insultos, los gritos, forman parte habitual y “natural” de tales manifestaciones. Tales expresiones pueden resultar desagradables para quienes son objeto de la crítica, pero a la vez representan un componente inseparable de la política, particularmente en contextos como el nuestro, en donde escasean los mecanismos institucionales para la participación política, y los medios formales para lograr acceso a la dirigencia.
iv) Tales manifestaciones bulliciosas pueden sucederse en el contexto de mítines políticos, o no. El hecho de que la mayoría de los miembros de nuestra clase dirigente sean virtualmente inaccesibles para la ciudadanía torna necesario, en muchos casos, que tales críticas se realicen en lugares no tradicionales, en donde el público pueda encontrarse –por fin!- con el político.
v) Las manifestaciones del caso se han desarrollado habitualmente en lugares públicos, y durante eventos político-partidarios llevados a cabo por los políticos oficialistas, lo cual torna inobjetables a muchas de las contra-manifestaciones realizadas por los opositores. Sin embargo, podría darse que tales manifestaciones de protesta llegasen hasta el propio vecindario donde el político vive, o aún hasta las inmediaciones su propio hogar. Por supuesto que sería indeseable e inaceptable que un político no pudiera reunirse y re-encontrarse con su familia, tranquilamente, por el acoso persistente e infatigable que sufre, en manos de sus críticos. Sin embargo, los “escraches” que vemos de modo habitual no implican un acoso semejante, y -sólo en casos excepcionalísimos- incluyen breves manifestaciones de protesta en los pagos del político criticado, o en las inmediaciones de su vivienda, que de ningún modo deben ser prohibidas (salvo, insisto, si tales manifestaciones fueran recurrentes, y privasen de toda intimidad al político de turno, en cuyo caso deberían buscarse forma para –por ejemplo- formar cordones que libren al mismo de tal hostigamiento opresivo).
vi) Por supuesto que, en todos los casos que sea necesario, debe asegurarse y protegerse la integridad física del funcionario cuestionado, como debe reprocharse, aún penalmente, cualquier agresión física sobre el mismo.
Dicho esto, concluiría mi comentario con algunas precisiones adicionales frente a comentarios escuchados o leídos en estos días:
i) Es una zoncera volver con la idea de la “pendiente resbaladiza,” para sostener, por caso, que estas medidas, hoy semi-pacíficas, terminarán mañana con “fuerza de choque” y muertos. Tal tipo de asociaciones son interesadas, sesgadas y perniciosas, y corren por cuenta de quien las presente. Democráticamente, en todos estos años, hemos ido aprendiendo a separar lo legal de lo que no lo es, y no tenemos que tener miedo de seguir haciéndolo, para reservar el reproche jurídico sólo para los últimos casos. Uno defiende la protesta contra políticos que son del agrado de uno o no, mientras se mantenga –como se ha mantenido hasta hoy, en una enorme mayoría de los casos- dentro de ciertos límites, y mientras se garantice la integridad física de la persona objeto de la crítica pública. Del mismo modo, uno condena los excesos que puedan producirse en tales casos, volviendo a aclarar que buena parte de la protesta no tradicional que hoy presenciamos (insultos en un espacio abierto, por ejemplo), merece plena protección legal.
ii) El hecho de que las protestas del caso resulten “preparadas de antemano,” en lugar de ser “espontáneas,” no le quita valor ni legalidad a las mismas. La política se trata de eso: de gente que se junta para aplaudir o criticar a ciertas políticas públicas y a quienes las encarnan. Juntarse de antemano para preparar tales expresiones de protesta no debe verse como expresión de una conspiración anti-democrática, sino como una forma perfectamente valiosa y defendible de hacer política.
iii) Uno no debe aceptar la idea que dice que, al sostener que las protestas del caso deben ser protegidas, uno “le hace el juego a la derecha.” Uno debe defender sin cortapisas una concepción robusta de la protesta, que incluye –obvia y especialmente- protestas contra quien hoy esté en el poder (sea quien sea). Defendimos tal visión aún en la época de Alfonsín, cuando se nos decía que la democracia era demasiado frágil y podía caer en cualquier momento, y debemos defenderla también hoy, cuando la democracia se encuentra consolidada. Debemos defender la crítica, en los diarios y en la calle, amistosa y enojosa, siempre, incondicionalmente.
iv) Los seguidores del gobierno deberían convencerse de que al gobierno –a ningún gobierno- le hace bien que se silencien las críticas, que se oculten sus actos de corrupción, que se escondan las cifras, que se autoricen sólo los elogios. Es todo lo contrario: el buen gobierno necesita alimentarse de críticas, blandas y duras. La complicidad siempre ha creado monstruos, sólo monstruos.
v) Ser de izquierda es ser crítico del poder. Del poder político establecido, del poder económico incorporado en el gobierno o enemigo de aquél. Ser de izquierda es criticar impiadosamente las políticas de injusticia social promovidas desde el gobierno, tanto como las prácticas de la desigualdad extrema defendidas desvergonzadamente, y desde hace decenas de años, desde muchos de los sectores ligados al campo. Se pueden hacer ambas cosas al mismo tiempo, sin ningún problema, sin “entregarse” a ninguno de tales actores. Ser de izquierda exige que no seamos complacientes frente al poder.
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Addenda/Post-data
En sus notables escritos sobre la protesta y los piquetes, el académico Owen Fiss, tan citado en estas páginas, defiende la política en los tiempos intermedios, es decir, entre elección y elección. En particular, en su texto “El carácter indócil de la política” Fiss sostiene la importancia y el valor de la protesta (y, en este caso, de los piquetes) como un verdadero “suplemento electoral.” Las elecciones, nos dice Fiss, “se llevan a cabo en intervalos regulares,” y las protestas “permiten que los ciudadanos puedan sacar temas de importancia pública durante ese ínterin, ya sea como respuesta ante un cambio o giro en las políticas públicas, o como una manera de mantener viva la controversia entre elección y elección.”
Las protestas, nos dice Fiss, “también tienen como función fijar la agenda” ya que los políticos “no tienen incentivos para tomar postura sobre temas controvertidos, ya que si lo hacen, cualquiera sea la postura que adopten, tendrán en contra a una parte del electorado.” Las protestas, nos aclara Fiss, “son una gran herramienta para señalar dichos temas y así fijar la agenda decisiva para el resultado de futuras elecciones.”
“Como casi ninguno de los asuntos públicos relevantes se define a través de un referéndum –agrega- los ciudadanos rara vez tienen la posibilidad de expresar sus puntos de vista sobre cuestiones particulares” –algo que logran entonces con las actividades de protesta.
Para él “la democracia otorga derechos pero también impone deberes –quizá el deber de escuchar- y niega la posibilidad de escaparse de las implicancias morales de las propias acciones con sólo regresar a la casa.”
Rg:
ResponderBorrarSeguramente es innecesario aclararlo, pero te respeto mucho como constitucionalista y como - en especial - teórico del derecho a la protesta social.
Seguramente, también, sos quien más sabe en la Argentina sobre esa temática, dado que la has abordado con cierta continuidad en el tiempo.
Sin embargo, no puedo dejar de advertir cierto sesgo de parcialidad en el tratamiento que ahora le das a los "escraches" que han producido en los últimos tiempos los "ruralistas" - y que han llegado a niveles importantes de violencia física contra personas y cosas - y el tratamiento que hace ya algún tiempo le diste a, por ejemplo, las actitudes y comportamiento de Luis Ángel D'elía en la Plaza de Mayo en Marzo del 2008.
En este último caso, se suele hablar de "patoterimo" o de "matones que el gobierno saca a la calle".
(Creo recordar una polémica que mantuviste al respecto con Sebastián Etchemendy y Philip Kitzberger a propósito de un artículo de estos en P/12: "El argumento de los liberal-demócratas").
Me pregunto: ¿Qué hay con la libertad de expresión de D'elía y sus seguidores? ¿Por qué son aceptables esta "espiral" de "escraches" contra múltiples funcionarios y es absolutamente inaceptable y "patotera" la actitud de D'elia que fue a manifestarse y a defender lo que él creía válido, y en el interín, trompeó a un tipo que lo agravió?
Téngase en cuenta, además, que se "manipuló" en alguna medida la información cuando un conocido medio repetía sin cesar una y otra vez las imágenes de la ñapi en off:
http://www.youtube.com/watch?v=qrAWT063fLQ&feature=related
Mientras que en la versión con audio uno se puede que el tipo lo venía "hostigando" desde varios metros junto a otras personas y, finalmente, le espetó: "mercenario".
http://www.youtube.com/watch?v=WIEu87epn_M&feature=related
Para más, resultó que el "ciudadano" agredido por D'elía (Alejandro Gahan) y que "simplemente se estaba manifestando" no era tan sólo un "simple ciudadano"...
http://hijosr.blogspot.com/2008/11/el-trompeado-por-dela-defiende-un.html
Aclaro, aunque supongo que también es innecesario, que no estoy haciendo, y probablemente tampoco me interese hacer, la "apología" de D'elía.
Sí me interesa alertar sobre la posibilidad de no sea la "misma vara" con la que se juzga una u otra situación, dependiendo de quien nos gusta (o nos disgusta) más.
Yo, por supuesto, creo que el derecho de libertad de expresión debe ser amplio, y puede incluir - como que no - agravios e insultos.
Pero creo también como cuestión de hecho que el lock out patronal fue verdaderamente "salvaje" - por caso, fue el más largo de la historia argentina, hubo una cantidad de cortes de ruta como ninguna organización social ("piqueteros") o conjunto de ellas logró realizar nunca, ni aún en los períodos de mayor desocupación y crisis economico-social -.
(Y de paso, también apunto, que el art. 14 bis protege el derecho de huelga, pero distinto es el caso de un lock out patronal).
Una última cosa, ya sobre tu punto v (aclaración, la pregunta es abstracta):
vos decís que "ser de izquierda es criticar impiadosamente al poder establecido y al poder económico aliado o enemigo de aquél".
Ahora bien, no resulta inconsistente un argumento que propone enfrentarse al "poder político" y enfrentarse al "poder económico"?
Digo, para enfrentarse al "poder económico" con chances hay que contar con "poder político"; y para "domeñar" al "poder político", ¿qué más eficaz que detentar el suficiente "poder económico"? (sí, algo que Llambías y Biolcatti seguramente saben re-bien...).
Un abrazo.
hola, gracias cv. d elia tiene todo el derecho del mundo de manifestarse, de gritar, aun de aparecer cuando hay una manifestacion a pero hacer una manifestacion no-a. distinto es si el o los ruralistas hacen uso de a fuerza fisica o amenazan con hacer uso de la fuerza fisica (lo que ocurre cuando "se corre a alguien" de una manifestacion). el de izquierda tiene que ser siempre critico. si eventualmente llegas al poder, y conozco pocos casos, tenes que usar el poder para combatir al poder economico, y es esperable -al menos es lo que yo espero- que quienes esten cerca tuyo no se conviertan en tus adulones, en tu patota o en tus complices, y sean implacables con vos si te pasas del lado de los corruptos, o te convertis en complice del mantenimiento de la desigualdad
ResponderBorrar"distinto es si el o los ruralistas hacen uso de a fuerza fisica o amenazan con hacer uso de la fuerza fisica (lo que ocurre cuando "se corre a alguien" de una manifestacion)."
ResponderBorrarRg, es que, precisamente, yo creo que los ruralistas con sus, por ponerlo de algún modo, "escraches in crescendo" han hecho uso de la fuerza o amenazado con hacer uso de ella (por caso, "corriendo" con tres docenas de huevazos a funcionarios, allegados y otros manifestantes, rompiendo el vidrio de un auto, etcétera, etc).
¿Por qué sus prácticas serían escraches aceptables mientras que lo que hizo/hace D'elía es de "patotero"?
¿Por qué no se puede razonablemente temer que algunas de estas prácticas de los ruralistas deriven - argumento de la "pendiente de resbaladiza" mediante - en "fuerzas de choque y muertos"; y sí sería en cambio razonable temer - como muchos lo hacen - que lo que hizo/hace D'elía (que repito, en la Plaza pegó le pegó una sopapo a un tipo y ví por la tele alguna que otras "escaramuzas", algunas quizás graves, con palos y amenazas) derivaría - con el mismo argumento mencionado - en una especie de "policía política paragubernamental" embrionaria.
(Por caso, me parecen igualmente exageradas las alusiones que hizo el ex-presidente Néstor Kirchner a la existencia de "comandos civiles" como a la comparación que muchos periodistas serios hicieron de D'elía con ¡las SS!)
Decís en tu punto ii) que no importa que los escraches estén organizados de antemano - y yo tiendo a pensar que tenés razón -
¿Por qué entonces molesta tanto a muchos que un movimiento político o una organización de desocupados y subocupados se organice y coordine para efectuar un repudio o una manifestación o "defender la plaza de mayo", y se usa como si fuera un parámetro normativo que la "gente decente" se congregó "espontáneamente" para protestar?
Un abrazo.
pero decis que incluyo como aceptable lo que explicitamente rechazo, la violencia, amenaza de violencia directa, la rotura de un auto. comienzo el texto rechazando expresamente esas formas. no se convierten en aceptables porque las haga un ruralista o un no ruralista.
ResponderBorrarGargarella: No entiendo porque los escraches de agrupaciones como H.I.J.O.S deben ser legitimiados y qeudan fuera de discusión ¿adonde quedan los derechos de los terceros afectados? por ejemplo los derechos de los familiares del "escrachado" o sus vecinos.
ResponderBorrarC.V: Los derechos existen para ejercerce contra el poder, no desde el poder, D'Elia es un mercenario del poder de turno como todos los patoteros que salian a "limpiar" las calles cuando la poblacion salia a ejercer su derecho a expresarse. El propio D'Elia acepto que Nestor Kirchner lo llamaba por telefono para que salga a romper manifestaciones. Give me a break!
Anómino: claro, cuestionemos o restrinjamos la posibilidad de expresarse de familiares de víctimas de la violencia estatal, en nombre del derecho de dormir la siesta de los vecinos o de la aflicción que podría causarle a los familiares del escrachado (!). ¿No te parece que de esta forma vacías de contenido el derecho a la protesta? Más cuando rg plantea como inaceptable la utilización de la violencia, o sea no se le pide a nadie que tolere que le destrozen la casa o siquiera que le pisen los malvones del jardín... Saludos
ResponderBorrarbueno, desde ya que no acepto la demonizacion de nadie, tampoco la de d elia. hijos tiene derecho de criticar, y los derechos de los terceros importan pero importa saber cuales son. si es el derecho a no ver gente enfrente de su casa, es un derecho en el mejor de los casos demasiado debil frente a las implicaciones de una ilegal restriccion de la justicia.
ResponderBorrarComo dijo Ernesto Guevara cuando le preguntaron -al capturarlo- si se daba cuenta que el pueblo boliviano no quería una revolución, que no la compartía ni lo acompañaba,
ResponderBorrarÉl le respondió al Sargento, quizá ahora que nos acallaron ellos se despierten, se den cuenta de la necesidad de un cambio.
Quien lucha contra el poder siempre va a ser discriminado hasta por sus propios pares, lo importante es que exista la
"posibilidad" de manifestarse, lo demás es condicional.
todo bien, pero asumamos que entre los ruralistas y el che hay una distancia
ResponderBorrarSi, creo que hay una diferencia cuando desde el estado se promueven los escraches, (el caso de D'Elia y Persico con sus fuerzas de choque digitados por Kirchner para hostigar a los opositores) y otra cuando se trata de un grupo como el de los productores agropecuarios reclamando un cambio de politicas.
ResponderBorraresa no es la diferencia que yo hago. el oficialismo tiene gente que lo apoya, y que esta bien que lo hagan, que se manifiesten, y aun que hagan una contramanifestacion. ahora, un problema serio aparece si, como en el caso de delia, lo que hace el gobierno es darle la orden a la policia para que en lugar de proteger ambas marchas, se borra de la zona, la despeja, y permite el enfrentamiento o el riesgo de amenaza. ahi, en lugar de favorecer la convivencia entre las dos marchas, favorece que una amenace y se coma a la otra
ResponderBorrarEl comentario del Che estaba dirigido a las críticas que se hacen a los grupos de izquierda, cuando los que los critican no pueden siquiera ver -o entender- la cosmovisión en la que se enmarcan sus reclamos, la fuerte diferencia existencial que los separa.
ResponderBorrarLos reclamos ruralistas son reclamos sectoriales, los cuales, a diferencia de los sociales, reclaman mas derechos de los que ya tienen, los sociales -reclamos- no tienen siquiera los derechos básicos y por "ser" ya se los ataca desde una posición sesgada que piensa "si ellos pueden reclamar porque nosotros no podemos".
Lo que no advierten es que los reclamos sociales el único medio que poseen para manifestarse es la "protesta", mientras que los reclamos sectorial tienen otras vías de manifestar su reclamo por el sólo hecho de pertenecer a un "sector".
Rg:
ResponderBorrarNo, me quedó re-claro tu punto i) arriba, que comparto.
No quise implicar algo que claramente vos no sostenés.
Mi argumento sería algo así como: si (al menos algunos de) estos últimos escraches ruralistas no son "patoteros", entonces (al menos algunas de) las prácticas de D'Elía no fueron "patoteras"; pero si se considerara que (al menos algunas) de las prácticas de D'Elía fueron "patoteras", entonces debe considerarse también "patoteros" (al menos algunos de) estos últimos escraches ruralistas.
(Si querés, se puede reemplazar "patoteros/as" por el más sobrio "inaceptables").
Me alegra saber que tampoco "demonizás" a Luis D'Elía.
Si tuviera que hacer algún tipo de "valoración política" de cosas como lo de Plaza de Mayo te diría que es una rara mezcla de "honestidad brutal", "infantilismo" y cierto "vedettismo político"...
Un abrazo.
Anónimo 10.38: ¿Cuál es tu argumento?
Por otro lado, el poder no es sólo "poder político", sino también, por ejemplo, "poder económico". R. Dahl o G. W. Domhoff lo deben explicar mejor.
Puede ser que altos funcionarios o quien sea hayan dado "luz verde" o "hagan la vista gorda" frente a algunas cosas que hizo/hace D'Elía. Realmente, no lo sé.
Claro que también es posible que determinados candidatos polítiocs o referentes sectoriales (digamos, Biolcatti) den "luz verde" o "hagan la vista gorda" frente a los escraches de "las bases que se desbordan".
Give us a break too!
Mi argumento esta expuesto, y con el adicional de las 11.45: el problema principal de aquella marcha estuvo en el gobierno, que libero la zona y permitio las amenazas, en lugar de hacer posible la convivencia de las dos marchas
ResponderBorrarAdicionalmente me parece interesante analizar las protestas en las cuales las personas que participan no se identifican personalmente con el objeto del escrache o participan movidos por otros intereses -que pueden resultar legítimos- pero no hacen a la esencia del escrache
ResponderBorrarA: Que yo sepa agrupaciones como H.I.J.O.S no se manifiestan solamente molestando a la hora de la "siesta", o "pisando los malvones" del frente de una casa, mas bien tiran bombas, piedras, huevos, hacen pintadas sumado a la situacion que crean ya de por si aflictiva para los terceros que tienen que soportar la situacion porque si, porque solamente algunos tienen la razon historica, para manifestarse como quieran.
ResponderBorrarAnonimo de las 11:27: No podes poner al Che Guevara como ejemplo para defender el derecho a la protesta, un hombre como él que instauro en un pais un sistema politico donde el derecho mas pisoteado es el de la libre expresión. Es el colmo de la hipocresia.
RG: Entre los ruralistas y el Che hay una distancia efectivamente, hasta ahora que yo sepa Biolcatti y De Angeli no han fusilado a nadie.
CV: Que bueno que el beneficio de la duda se lo des a "altos funcionarios" que hacen la "vista gorda" como Nestor Kirchner que tiene al Ministro del Interior, a la SIDE, y a algunas "agrupaciones y movimientos populares", en definitiva a todo el aparato estatal y "privado K" a su disposción que al poderosisimo presidente de la Sociedad Rural y a sus "comandos civiles organizados".
¿Por que en del concepto de derecho a la protesta de algunos hay razones mas validas que otras? Un tipo que labura todos los dias para mantener a su familia y a aspira a un mejor futuro sin pedirle nada al Estado tiene el mismo derecho a protestar que aquel que en la pobreza mas extrema exige que el Estado lo socorra. El problema surge cuando de las valoraciones personales de algunos intentan darle mas valor a los derechos de unos sobre los derechos de otros y destruyen cualquier idea de igualdad ante la ley. Me pregunto si se puede aspirar a convivir en el marco de un Estado de Derecho basado en esa idea. ¿como se materializa esa idea? ¿Quien va a ser la razón superior que determine que derechos valen y cuales no cuando la igualdad ante la ley no exista?
la igualdad ante la ley requiere tratar de modo diferente situaciones diferentes
ResponderBorraranónimo de la 1:23
ResponderBorrarTres cosas: 1)el concepto es diferente, precisamente porque una persona que tiene un esquema de vida en el cual -te cito- "labura todos los dias para mantener a su familia y a aspira a un mejor futuro sin pedirle nada al Estado", tiene otras posibilidad (culturales, materiales) de acceder o materializar sus reclamos que otras personas que no poseen dicho esquema de vida, no tienen, o sea, que el único recurso que poseen es "la protesta" y por eso creo que es mas válido. Llevandolo al extremo si todos tuvieran el mismo tipo de validez los dueños de Techint cortarían una calle para quejarse que se les nacionalizo la empresa (es mas, no digo que no puedan hacerlo sino que es menos asequible)
2) En lo que hace a las personas que reclaman derechos básicos, no se puede hablar de igualdad ante la ley cuando el dictado de una ley no tuvo en cuenta a esas personas, son personas al margen (en el sentido de marginadas) de la ley.
3) en cuanto a HIJOS, siempre seran repudiables las manifestaciones que incluyan violencia.
y che...aguante el Che!
slds
Anónimo 1.23:
ResponderBorrarViste? Con todo eso que decís que (supuestamente) tiene a su disposición no pude sostener una resolución que crucialmente le interesaba, como la 125.
Ergo, hubo otros "poderes" más "poderosos"...
Pero bueno, yo creí que estabamos discutiendo de otra cosa: acerca de los alcances y límites de la protesta social.
Dice el anonimo "Entre los ruralistas y el Che hay una distancia efectivamente, hasta ahora que yo sepa Biolcatti y De Angeli no han fusilado a nadie".
ResponderBorrar1. Bolcatti, digo, la Sociedad Rural, digo, los sectores que historicamente ha representado la sociedad rural tratataron, historicamente a sus peones como esclavos, castigando con cepo, lonja, deguello o fusil sus rebeldias o perezas, bancaron la conquista del desierto a costo de exterminio y se beneficiaron con sus resultados, apoyaron golpes de estados, etc. Ergo decir que no han fusilado a nadie o es ignorancia o es bm (bad milk).
2- El che nunca fusilo a nadie, el que fusilaba era Benicio del Toro.
buenisimo alejandro. de todos modos, benicio solo cumplio ordenes de sodebergh
ResponderBorrarProfesor:
ResponderBorrarEncuentro muy interesante su defensa incondicional del derecho a la protesta social. Encuentro igualmente interesantes los argumentos del profesor Fiss.
Sin embargo, discrepo con algo que Ud. expone en el post.
Ud. dice: "Debemos defender la crítica, en los diarios y en la calle, amistosa y enojosa, siempre, incondicionalmente."
Yo pregunto: ¿Siempre, incondicionalmente?
Cuando, como alumno suyo, leí a Owen Fiss, recuerdo que de el me había gustado mucho la idea de que, en sociedades como la nuestra, ya no servía proteger al orador de la esquina, ya no alcanzaba con eso para satisfacer un "libre mercado de las ideas". ¿Por qué? Bueno, porque la gente accede a la información de muchas otras formas: televisión, radio, diarios, etc. El rol de los simples oradores de esquinas en la estuctura social disminuyó mucho. El problema es que ahora las personas necesitan comunicarse de otra forma y no tienen acceso a los medios (muchas veces "monopolios" u "oligopolios").
Así, se justifican nuevas formas de protesta, porque sólo así el mensaje de los antiguos oradores resulta verdaderamente escuchado. Debemos tolerar estas nuevas formas de protesta para garantizar un debate "amplio y robusto".
Ahora bien: ¿Qué pasa cuando gente con acceso a los medios, con posibilidad de ser escuchado de muchas formas, recurre a los nuevos métodos? Por tirar un ejemplo descabellado: ¿Deberíamos siempre, en todos los casos, defender el escrache de Daniel Hadad a un diputado, siempre y cuando su integridad física o la paz permanente de su familia no se vean amenazadas? ¿Debemos siempre, en todos los casos, tolerar la protesta de un sector fuerte y organizado como el sector rural? Y no me refiero a cinco horticultores de un pueblito perdido, porque si bien en algunos casos las protestas son de pequeños productores auto convocados, muchas veces esto no ocurre.
Entiendo que muchas veces no podamos confirmar quienes están verdaderamente detrás de los escraches y ataques a funcionarios. Pero, supongando que pudieramos, ¿deberíamos tolerar toda forma de protesta de grupos poderosos que podrían hacerse escuchar de otra manera?
Es una duda que me quedo de cuando leí su post.
Un saludo.
pero fijate que tu pregunta final es la equivocada, de ningun modo aceptar "toda!" forma de protesta, de cualquiera. decia que la forma violencia no la justificaria, y que para los que tienen menos medios hay mas defensas, etc etc
ResponderBorrarNo habrá algo de que ya no respetamos a nadie?, de que ya no creemos que los canales tradicionales de representación política representen a alguien? Sino porque se le habrá ocurrido a alguien lo de las testimoniales? No habrá dicho “sino le importa a nadie”, compromiso? Que compromiso? metele!. Coincido enteramente con el derecho a la protesta, pero en esta, como en todas, subyace una falta de representación y una gran bronca que solo se puede en este estado de cosas – desgraciadamente- canalizarse por la protesta!. Y ojo que Biolcati es a la inmensa mayoría de los “ruralistas” los que Del Toro al Che!
ResponderBorrarNos damos cuenta de que todas estas discusiones están a años luz de la vida cotidiana de la mayoría de ciudadanos argentinos, no? (me refiero a que los temas y/o las discusiones no son percibidas)(no quiero decir que haya que dejar de hacerlas).
ResponderBorrarHoy me sucedió algo aún más bizarro: en abril me inscribí como voluntario para autoridad de mesa en las proximas elecciones. Hoy envié un mail consultando a la junta electoral, porque no se había comunicado conmigo de ninguna manera. Me respondieron que no hay ningún registro de mi inscripción y que si quería participar me dirija a x (x=dirección del lugar donde yo ya había estado).
Ni que decir que este tipo de cosas hechas por un organismo estatal ensanchan un poco más la franja a la que aludía al inicio...
pero que queres decir hugo? que hay que hablar de susana gimenez porque la ven todos los argentinos? hay grupos pequenios de argentinos que protestan y son procesados por eso. eso puede interesarle a poca gente, pero nos da todas las razones del mundo para ocuparnos de la cuestion, aunque la mayoria no lo haga, y mas todavia si piensan lo contrario que uno (creen que "bien procesados estan")
ResponderBorrarGarga, así te respondieron en la nazión de hoy:
ResponderBorrar"La Justicia
Señor Director:
"Como ciudadana argentina felicito al doctor Roberto Gargarella por su columna publicada en LA NACION del 26/5, en la cual, entre otros conceptos, manifiesta que el derecho no necesita ni debe amparar engaños electorales, sino ponerse al servicio de los votantes.
"Del mismo modo, espero que la Justicia deje de amparar a los delincuentes de cualquier orden y defienda a los ciudadanos honrados de nuestro país."
Susana L. de Jung
DNI 4.074.903 "
La inferencia que hace el Sr. Hache es alucinante, tipico ejemplo del razonamiento del "psicobolche" argentino promedio, ya que sabe tanto ¿por que no denuncia a Biolcatti por homicidio? con ese criterio todos los judios son responsables de la muerte de Cristo y se deberia, como minimo, aplicar retenciones moviles para que aprendan. Despues dicen ser los unicos poseedores de algo denominado "pensamiento critico".
ResponderBorrarImperdible este videito de Benicio del Toro hablando de su peli para todos los fans del Che que hay en este blog ¿me pregunto si tambien estaba fumado cuando filmo la pelicula? http://www.youtube.com/watch?v=IZGTV6FbBXM
anonimo, proximo comentario insultante, fuiste
ResponderBorrarNo soy amigo de los escraches y no comparto ese sesgo aparente de algunos son tolerables y otros no.
ResponderBorrarPero además en el caso de los diputados (y senadores) hay una artículo de la Constitución Nacional específico:
Artículo 68.- Ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador.
Se podrá argumentar que en realidad fue pensado para proteger a los diputados de la oposición de las acciones de gobiernos, pero quiero creer que es para todos los legisladores
ingenioso pero lastimoso. con esa interpretacion /no limitar el art. a actos graves de acoso desde el Estado sino extenderla a los ciudadanos, que no pueden criticar acida o duramente a sus legisladores/ bajemos la cortina y entreguemos la democracia
ResponderBorrarUna pregunta que no tiene nada que ver con el post pero que me surge de lo dicho en algunos de los comentarios: ¿porqué no se reconoce que el Che era intolerante y que mandó a fusilar a mucha gente (e incluso ejecutó el mismo) por pensar distinto? ¿Que tiene su figura que impide que mucha gente con espíritu crítico no lo "critique" o incluso lo justifique? Aclaro que es una pregunta sincera, sin ánimo de ofender ni de ponerme del lado de nadie. Simplemente siempre me provoca curiosidad esa cuestión y nunca me han dado una respuesta que me cierre.
ResponderBorrarUna cosa es criticar y otra es molestar.
ResponderBorrares obvio que las críticas molestan, así que según tu teoría un legislador podría decir, con razón, frente a sus críticos, "me están molestando." está en vos trazar la línea de diferencia
ResponderBorrarPara nada. La Constitución no impide criticar a un legislador. Y un escrache no es una crítica. Es un acto de violencia. Le pregunto: Usted ¿alguna vez fue escrachado? ¿Alguna vez tuvo que enfrentar a personas furiosas con usted por sus opiniones? Si la respuesta es sí, ¿se siente igual que cuando lo critican? El escrache está demasiado cerca del linchamiento.
ResponderBorrarpero que cosa. si se acerca al linchamiento es violencia, que en el post excluyo de lo aceptable, y si se acerca a la critica enojosa, aun en las inmediaciones de tu domicilio, es expresion protegida. y dale con pensar que todo escrache es violencia. tipicamente, en el 2001, la gente veia a un politico y le gritaba algo, o iban frente a la casa de nazareno y lo abucheaban. esos son escraches y expresiones protegidisimas
ResponderBorrarEs obvio que usted nunca ha sido escrachado
ResponderBorrarque tendre que hacer, segun tu criterio, para hablar del aborto, de la homsexualidad, del consumo de drogas?
ResponderBorrarTengo la impresión de que lo he molestado.
ResponderBorrarAsi que "reiniciemos".
Usted, por lo que escribe, es partidario de las protestas multitudinarias como método de acción política. Le parece bien los escraches del pasado "porque sabíamos que los agentes de la represión que eran insultados y señalados no llegaban a los estrados de la justicia por la sola razón de que el poder político de turno había consagrado su impunidad."
Usted juzga y condena a personas porque "sabe que son culpables" pero "no llegaban a los estrados de la justicia por la sola razón de que el poder político de turno había consagrado su impunidad." Las condena al escrache. A falta de justicia legal, justicia popular (naturalmente sin llegar al linchamiento físico).
Hoy es diferente: "productores agropecuarios, contra funcionarios del actual gobierno, y en disconformidad –sobre todo, y aparentemente- con las políticas agrarias llevadas".
Dejemos de lado el tema de disconformidad (para los productores agrarios es un tema de supervivencia).
Usted le reconoce a ambos el derecho al escrache. Estima que [el escrache] esta de este lado de la violencia.
En mi caso detesto las multitudes. Soy liberal individualista. Acepto, muy a regañadientes, que a veces puedan ser necesarias. A veces, no como costumbre. Y que me caigan más simpáticos los del campo que el diputado Rossi, o el gob. Scioli, no me hace aceptar a la metodología del escrache como aceptable.
El escrache no fue inventado por los argentinos de los últimos años. Tiene muchos antecedentes: cómo esos caballeros con capucha y túnicas blancas del siglo xix del sur de EEUU o los europeos de los años 20.
Usted discrepará, pero para mi son métodos similares.
pero empezas de nuevo y subis la apuesta. dije mil veces que violencia no, y ahora escrache es igual al racismo asesino del kk klan? ademas, nadie dice, como la justicia funciona mal, justicia popular (menos siendo justicia popular, no se por que, sinonimo de violencia). digo algo sobre omo deberia reaccionar el derecho en esos casos dificiles, si con furia punitivista o con mano suave
ResponderBorrarrg: mi comentario sobre el abismo entre estas discusiones y la vida cotidiana de la gente se aplicaba a todo el blog, no a este post en particular (el esquema del blog nos conduce al atomismo).
ResponderBorraryo mismo escribí "no quiero decir que haya que dejar de hacerlas", y quería decir precisamente eso.
lo que me gustaría es que no perdamos de vista esa distancia, así hacemos algo por reducirla (por ejemplo, discutiendo más? discutiendo mejor?, no se).
saludos
RG, interesante ver la defensa mas amplia de tu posición con respecto a los escraches y acepto que me propuso ciertas dudas con respecto a mis ideas previas, mas que nada por algunos de los argumentos referidos a la protesta.
ResponderBorrarSin embargo sigo sin compartir finalmente tu aceptación del escrache como metodología aceptada. Me parece primero que descartás arbitrariamente la objeción que vos denominás "pendiente resbaladiza". La calificás como "zoncera" y a la mera exposición de su argumento como "interesada, sesgada o perniciosa". Fuertes calificativos pero al lado de ellos no veo que expongas razones válidas para sacarte de encima una objeción que entiendo tiene suficiente peso a la luz de varios episodios históricos como para darle algunas vueltas mas antes de desecharla (¿cuántas manifestaciones de repudio hacia alguna persona terminaron en el linchamiento de esa persona a lo largo de los siglos? ¿o en combates encarnizados de grupos opuestos en sus posturas?) Tampoco veo consistente que por un lado destaques con vehemencia que condenás la violencia pero que por otra parte estés legitimando medidas "hoy semi-pacíficas". Si algo es semi-pacífico ¿no es a la vez semi-violento?
Luego, compartiendo varias de tus premisas sobre la protesta, no veo que sean aplicables a la realización de un "escrache" puesto que allí el nivel de violencia utilizado en la persona del escrachado (aunque sea verbal) por un conjunto de personas me parece inaceptable como norma social y de convivencia, sean las razones que ese conjunto de personas invoque y sea cual sea la posición que uno tome respecto de esas razones. En todo caso la protesta debe correr por otros canales y la creatividad humana ha dado buena cuenta de que es posible generar canales efectivos y eficientes para generar protestas e instalar temas en la agenda pública.
ta, cafio, pero ves que para hablar del resbalon en la pendiente te vas a cualquier sociedad o a siglos atras. quiero decir: tenes razones para pensar, hoy, aca, que de esas manifestaciones - silbidos - tumulto tenemos que esperar maniana o pasado linchamientos? pensa lo que ocurrio en el caso de la dictadura: hubo gente que se encontro en la calle con astiz, lo insulto, alguno lo escupio, pero no se mato a nadie, no se hirio a nadie. si se expreso un repudio. esto es, si ni en ese caso el escrache paso a violencia fisica del tipo linchamiento, entonces tengo razones para poner la carga de la prueba del otro lado
ResponderBorrarRG, recién puedo ver tu respuesta y darte la mía. No use otra sociedad o me fui varios siglos al pasado para ejemplificar mi posición. Por el contrario sostengo que a lo largo de los siglos y hasta el día de hoy hay ejemplos de que esa “pendiente resbaladiza” comienza con episodios de violencia que uno podría calificar de “menor” y que la sucesión de esos episodios devienen en sucesos de mayor gravedad en cualquier sociedad, aún las que alguna postura podría denominar “civilizadas”.
ResponderBorrarSostengo que la historia respalda argüir seriamente que un conjunto de personas reunidas con el objeto de repudiar, despreciar o vituperar a otra u otras en algún punto (que no podés determinar “a priori” y por ello prevenir) concluye en episodios de mayor violencia contra esa otra u otras personas y creo que eso es parte de la condición humana cuando actúa bajo la forma de “masa”. Y aquí es donde creo que la carga de la prueba en rigor te cabe a vos, que estás tal vez más optimista sobre la condición humana en esos escenarios de “escrache” que lo que la historia, a mi juicio, te permite.
Comprendo tu postura a la luz del argumento “Astiz” pero mas allá de ser aquel (el de los escraches de H.I.J.O.S) otro contexto histórico (tal vez menos crispado que el actual) me pregunto cuál habría sido la evolución de los hechos si Astiz o cualquier otro de ellos hubiera reaccionado o hubiera defendido su despreciable posición. Creo que vos le tenés más confianza a la casuística, al contexto y a la capacidad de autolimitarse de los escrachantes que yo. Y aquí otra diferencia esencial para mí es que aún si no me asiste razón y mi temor a la escalada es infundado, yo apenas deslegitimo el “escrache” como práctica, la prohibo y como mucho obligo a que la protesta social se canalice por otros medios. Si no te asiste razón a vos, las consecuencias me parecen que son mas graves.