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Raymond Carver, tipo querible, cuentistas famoso, afortunado con sus editores y sus amistades, fenómeno literario postindustrial, producto del esnobismo literario, relator costumbrista de las "pesadillas" cotidianas del sueño americano, como poeta no lo conocí hasta el año pasado cuando me pasaron la edición bilingue de "Todos nosotros". Son más que recomendables sus relatos, en especial, "Catedral" o "Quieres hacer el favor de callarte", tanto esos cuentos y como las compilaciones que llevan esos títulos en coloridas ediciones.
Lamentablemente, está de moda (intentar) llevarlo al teatro, pero según hemos podido comprobar en carne propia (y en bolsillo propio), los resultados no son del todo buenos (ni recomendables, ni baratos). Más digno, me parece, el intento de Robert Altman con "Short cuts". Este documental todavía no pude verlo, pero mi recomendación es: a seguir leyéndolo!!!! Acá transcribimos dos poemas:
Miedo (acá en idioma original).
Miedo a ver un coche de la policía acercarse a mi puerta.
Miedo a dormirme por la noche.
Miedo a no dormirme.
Miedo al pasado resucitando.
Miedo al presente echando a volar.
Miedo al teléfono que suena en la quietud de la noche.
Miedo a las tormentas eléctricas.
¡Miedo a la señora que limpia por tener una mancha en la mejilla!
Miedo a los perros que me han dicho que no muerden.
Miedo a la ansiedad.
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo a quedarme sin dinero.
Miedo a tener demasiado, aunque la gente no creerá esto.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y miedo a llegar antes que nadie.
Miedo a la letra de mis hijos en los sobres.
Miedo a que mueran antes que yo y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre cuando ella sea vieja, y yo también.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día acabe con una nota infeliz.
Miedo a llegar y encontrarme con que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar lo suficiente.
Miedo de que lo que yo amo resulte letal para los que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.
Dinero
Para ser capaz de vivir
en el lado correcto de la ley.
Para usar siempre mi verdadero nombre
y número de teléfono. Para prestarle algo
a un amigo y que no me
importe si mi amigo se va de la ciudad.
Esperar, de hecho, que lo haga.
Para darle algo
a su madre. Y a sus
hijos y sus madres.
No ahorrar. Quiero
disfrutarlo antes de que se acabe.
Comprar ropa.
Pagar el alquiler y los servicios.
Comprar comida y algo más.
Salir a cenar si me apetece.
¡Y estaría muy bien
pedir algo fuera del menú!
Comprar drogas cuando quiera.
Comprar un coche. Si se avería,
repararlo. O comprar
otro. ¿Ve ese
barco? Podría comprar uno
igual. Y doblar
el cabo de Hornos, buscando
compañía. Conocer a una chica
en Porto Alegre a la que me encantaría
ver a bordo
del barco, a toda vela,
entrar en el puerto a buscarla.
Un amigo que pueda permitirse
venir a verla
de esa forma. Sólo porque
le gusta el sonido
de su risa
y su manera de mover el pelo.
Salud!!
Lamentablemente, está de moda (intentar) llevarlo al teatro, pero según hemos podido comprobar en carne propia (y en bolsillo propio), los resultados no son del todo buenos (ni recomendables, ni baratos). Más digno, me parece, el intento de Robert Altman con "Short cuts". Este documental todavía no pude verlo, pero mi recomendación es: a seguir leyéndolo!!!! Acá transcribimos dos poemas:
Miedo (acá en idioma original).
Miedo a ver un coche de la policía acercarse a mi puerta.
Miedo a dormirme por la noche.
Miedo a no dormirme.
Miedo al pasado resucitando.
Miedo al presente echando a volar.
Miedo al teléfono que suena en la quietud de la noche.
Miedo a las tormentas eléctricas.
¡Miedo a la señora que limpia por tener una mancha en la mejilla!
Miedo a los perros que me han dicho que no muerden.
Miedo a la ansiedad.
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo a quedarme sin dinero.
Miedo a tener demasiado, aunque la gente no creerá esto.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y miedo a llegar antes que nadie.
Miedo a la letra de mis hijos en los sobres.
Miedo a que mueran antes que yo y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre cuando ella sea vieja, y yo también.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día acabe con una nota infeliz.
Miedo a llegar y encontrarme con que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar lo suficiente.
Miedo de que lo que yo amo resulte letal para los que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.
Dinero
Para ser capaz de vivir
en el lado correcto de la ley.
Para usar siempre mi verdadero nombre
y número de teléfono. Para prestarle algo
a un amigo y que no me
importe si mi amigo se va de la ciudad.
Esperar, de hecho, que lo haga.
Para darle algo
a su madre. Y a sus
hijos y sus madres.
No ahorrar. Quiero
disfrutarlo antes de que se acabe.
Comprar ropa.
Pagar el alquiler y los servicios.
Comprar comida y algo más.
Salir a cenar si me apetece.
¡Y estaría muy bien
pedir algo fuera del menú!
Comprar drogas cuando quiera.
Comprar un coche. Si se avería,
repararlo. O comprar
otro. ¿Ve ese
barco? Podría comprar uno
igual. Y doblar
el cabo de Hornos, buscando
compañía. Conocer a una chica
en Porto Alegre a la que me encantaría
ver a bordo
del barco, a toda vela,
entrar en el puerto a buscarla.
Un amigo que pueda permitirse
venir a verla
de esa forma. Sólo porque
le gusta el sonido
de su risa
y su manera de mover el pelo.
Salud!!
Hola Lucas, que buenas ¡¡¡ me gustaron mucho¡¡¡¡ una humilde sugerencia y el miedo al miedo. besos. Cris
ResponderBorrarLuc, después te cuento sobre un liete que se armó sobre su obra. Según algunos, su tono seco y legendario no era tan... de él, digamos. Para otros, claro, esto es una boludez.
ResponderBorrarj.
Me gusto el poema "Miedo"; es un poema que refleja a un ser sumamente humano.
ResponderBorrarPor cierto, también me habian recomendado la lectura de "Catedral".
Interesante post.
Buenisimas las dos.
ResponderBorrarCatedral es una obra maestra. Ese tono tan suyo, de contar una anecdota insignificante (un almuerzo, una charla en un cafe) y revelar tantas complejidades, tantas pequeñas miserias humanas, pero sin decirlo asì, directamente, sugiriendolo apenas, tanteando el tono, el ambiente de un detalle, de una atmosfera. Ya casi nadie escribe como Carver, o mejor dicho ya nadie puede llegar a escribir Carver (porque hay muchos que lo imitan). Estupendo acierto Lucas, un abrazo.
ResponderBorrarHeber Joel
Gracias Cris! Buena sugerencia.
ResponderBorrarSí, Juan, me parece que tenía en mente eso cuando puse lo de su suerte con el editor y varios amigotes en el círculo literario, pero principalmente porque me su editor de The New yorker (?) parece que le filtraba mucho su estilo, no? A veces, eso parece una nota al pie, porque los editores hacen su trabajo (sucio, igual que los traductores) pero nosotros vivimos hablando de notas al pie!!!!!!!!! See Carolene, je!
Gracias Efraín, me alegro que hayan gustado. Saludos para Lima.
Salut Estudiante!
Heber, estimadísimo!!! Tenés razón, hay muchos que lo intentan imitar (y con poco genuino éxito) y coincidimos con que Catedral es tan suyo, y muy representativo de Carver. Abrazo para vos desde Buenos Aires.
Salud para tutti!
Lucas.
Realmente hay gustos para todo. A me me asombra que a alguien pueda gustarle algo asi.
ResponderBorrargenial raymond carver, yo una vez leí un cuento de él que me gustó mucho, se trataba de un hijo que iba a visitar a su padre. El padre se había separado de su madre hace ya varios años, por razones que el hijo desconocía. En su visita, el padre le cuenta toda la historia (terrible historia de infidelidad hacia su madre), y le pide que lo perdone, y le da un regalo en señal de arrepentimiento. El hijo tiene que tomar un avión y se olvida el regalo. Bah, que importa (piensa el hijo antes de irse).
ResponderBorrarTerrible realismo crudo con pequeñas historias cotidianas. Un capo Carver.
Mi hermana me mandó a comprar a la feria del libro un par de libros de Carver y no los encontraba por ningún lado, hasta que después de horas encontré algunos! gracias a ella conocí su nombre, pero no tuve oportunidad de leer ningún libro, ahora me alegro tener en la biblioteca más libros para poder conocer mejor al autor. "Miedo" es genial genial genial genial, es perfecto.
ResponderBorrarbuenos poemas, es extraño leer las formas del miedo sin sentir que fluye y se despierta una rebelión interior. mi pregunta luego del poema "miedo", por ejemplo es y qué puede suceder-nos si todo eso sucede. QUÈ si no volver a empezar. Tal vez los miedos aflojen el nudo, y si llegamos tarde nadie muere, y si perdemos todo, con menos alcanza, y si nos equivocamos está la chance de hacerlo diferente..
ResponderBorrardejo éste, me gusta
Los días van tan rapidos (Gonzalo Rojas)
Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.
Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura
donde termina el hueso, me voy a mi semilla,
porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía.
Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado en este juego delirante,
pero el espejo cruel te lo descifra un día
y palideces y haces como que no le crees,
como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo allá en el fondo.
Si eres mujer te pones la máscara más bella
para engañarte, si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:
así es que lo mejor es ver claro el peligro.
Estemos preparados. Quedémonos desnudos
con lo que somos, pero quememos, no pudramos
lo que somos. Ardamos. Respiremos
sin miedo. Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo ahora, y en la última hora
beso! =)!!
Sl, muy bueno. Cómo se llamará ese cuento, che. Me genera intriga
ResponderBorrarMe alegro Fernanda que haya gustado. Copié mis dos favoritos del libro. Más lecturas darán nuevos favoritos, seguramente.
MM! Gracias por Gonzálo Rojas.
Salut!
L.
Me parece que ese cuento está en "de qué hablamos cuando hablamos de amor" y por lo que describe sl creo que se llama "Bolsas".
ResponderBorrarBuenísimo, Fernanda! Grazie
ResponderBorrarVos segui dedicandote al derecho constitucional Lucas.
ResponderBorrarUh, che, pero justamente eso es lo que está en duda, estimado Anónimo! Qué dilema!
ResponderBorrarestimado Lucas:
ResponderBorrarYa hay demasiados choripaneros en Baires.
No coincido en nada. Para mi estás totalmente equivocado, anónimo. Choripaneros sobran, los que faltan son de los buenos!!! Faltan bondioleros como los de la reserva ecológica.
ResponderBorrarGracias por los consejos =)
Salut!
Lucas.