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Era el fin de la década de los '90 cuando leí La novela de los dos centavos en la todavía hoy sólida y fina edición de la Compañía General Fabril Editora. La encontré a dos pesos en la avenida corrientes, tapa dura encima. Me impresiona todavía mi suerte, la edición, su calidad. Misma calidad, misma colección que las obras "completas" de Roberto Arlt (después saldrían los cuentos -más- completos y las aguafuertes por Losada). La novela de los dos centavos fue editada por Fabril en 1961. Casi 50 años. En ella, Bertolt Brecht, narra una historia de entre/postguerras. Ex combatientes de la primera/segunda guerra mundial, con sus heridas físicas y sus cicatrices emocionales, son utilizados por una organización, una red de explotadores de los uso comerciales de la miseria y la dignidad humana. Una red que explota a mendigos y desafortunados, mutilados reales o ficticios de las guerras, necesitados todos, para lucrar en la calle. Organización con fuertes vínculos políticos y con la élite económica, especialmente con las industrias pesadas de la guerra. La historia tiene lugar en Londres pero imaginarla en la Berlín de entreguerras la vuelve más intensa.
De la historia de Brecht a los dibujos y pinturas de Otto Dix o George Grosz no hay distancia, no hay diferencia sino el mismo compromiso, estético y político, la misma sintonía. Son espejos de su tiempo. Las distorsiones son toleradas y bienvenidas en esos espejos porque reflejan a sus autores. Las imágenes, dibujadas con palabras, con pinceles o con carbonilla, demuestran lo mismo, cuerpos mutilados, espíritus rotos, pobres almas tiradas a la calle, explotación, alienación, desolación, familias mirando en una vidriera el pan, la ruptura de la comunidad, las fronteras ideológicas se esfuman, mientras tanto la clase política autista, endogámica y ambiciosa se cierra a negociar con la guerra, la miseria y la paz de la sociedad. Las imágenes y las palabras de Brecht, Dix o Grosz, de una u otra forma, son corrosivas, fuertes, punzantes, violentas, grotescas como todas las injusticias, duras pero reales.
De la historia de Brecht a los dibujos y pinturas de Otto Dix o George Grosz no hay distancia, no hay diferencia sino el mismo compromiso, estético y político, la misma sintonía. Son espejos de su tiempo. Las distorsiones son toleradas y bienvenidas en esos espejos porque reflejan a sus autores. Las imágenes, dibujadas con palabras, con pinceles o con carbonilla, demuestran lo mismo, cuerpos mutilados, espíritus rotos, pobres almas tiradas a la calle, explotación, alienación, desolación, familias mirando en una vidriera el pan, la ruptura de la comunidad, las fronteras ideológicas se esfuman, mientras tanto la clase política autista, endogámica y ambiciosa se cierra a negociar con la guerra, la miseria y la paz de la sociedad. Las imágenes y las palabras de Brecht, Dix o Grosz, de una u otra forma, son corrosivas, fuertes, punzantes, violentas, grotescas como todas las injusticias, duras pero reales.
Esa misma fuerza corrosiva, ácida, justiciera, luchadora se encuentra en la poesía de Brecht. Llegué a la edición bilingüe -editada en el año 2000- de 80 poemas y canciones del gran Bertolt hace relativamente poco. Con traducción de Jorge Hacker, en la colección de AH editora, el libro, que cabe en un bolsillo, es un librazo increíble. Amerita un par de posts, así que por ahora seleccionamos estos cuatro, pero seguramente volveremos por más. Disfruten!
Sobre la violencia
Al río torrentoso lo llaman violento
pero al lecho que lo comprime
nadie lo considera violento.
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Palabras de un obrero a un médico
¡Nosotros sabemos lo que nos enferma!
Cuando nos sentimos mal nos enteramos
que eres tú el que nos va a curar.
Durante diez años, nos dicen,
en hermosas escuelas
construidas con dinero del pueblo,
aprendiste a curar, y tu ciencia
te ha costado una fortuna.
Tienes que saber curar.
¿Sabes curar?
En tu consultorio
nos arrancan los harapos
y tu aplicas el oído a nuestros cuerpos desnudos.
Una mirada a los harapos te informaría mejor
sobre la causa de nuestra enfermedad. La misma causa
desgasta nuestros cuerpos y nuestras ropas.
Dices que el dolor en el hombro
proviene de la humedad, de la que
también proviene la mancha que hay en la pared de nuestra casa.
Dinos entonces:
¿de dónde proviene la humedad?
Exceso de trabajo y falta de comida
nos hacen flacos y débiles.
Tu receta dice:
"Tiene que aumentar de peso."
Es como decirle al junco
que no debe mojarse.
¿Cuánto tiempo nos dedicas?
Es evidente: la alfombra de tu casa
cuesta tanto como cinco mil consultas.
Probablemente dirás que eres inocente.
La mancha de humedad en la pared de nuestra casa
dice lo mismo.
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Nuestras derrotas no demuestran nada.
Cuando los que luchan contra la injusticia
muestran sus caras ensangrentadas
la incomodidad de los que están a salvo
es grande.
¿Por qué se quejan ustedes?, les preguntan.
¿No han combatido la injusticia? Ahora
ella los derrotó.
No protesten.
El que lucha debe saber perder.
El que busca pelea se expone al peligro.
El que enseña la violencia
no debe culpar a la violencia.
Ay, amigos.
Ustedes que están asegurados,
¿por qué tanta hostilidad?¿Acaso somos
vuestros enemigos los que somos enemigos de la injusticia?
Cuando los que luchan contra la injusticia están vencidos,
no por eso tiene razón la injusticia.
Nuestras derrotas lo único que demuestran
es que somos pocos
los que luchamos contra la infamia.
Y de los espectadores, esperamos
que al menos se sientan avergonzados.
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Elogio del estudio
Aprende lo más simple.
¡Nunca es tarde para aquellos
cuyo tiempo ha llegado!
Aprende el alfabeto. No alcanza
¡pero apréndelo! No te desanimes.
¡Empieza ya! ¡Debes saberlo todo!
Prepárate para gobernar.
Aprende, marginado, hombre del campo,
aprende, ocupante de la cárcel,
aprende, mujer atada a la cocina,
¡aprende, sexagenaria!
Prepárate para gobernar.
Ven a la escuela, hombre sin techo.
El saber es para ti que tienes frío.
Hambriento: toma con fuerza el libro: es un arma.
Prepárate para gobernar.
¡No temas preguntar las cosas, camarada!
No te dejes influenciar,
averigua tu mismo.
Lo que no sabes por cuenta propia
no lo sabes.
Revisa la cuenta.
Eres tú el que la paga.
Pon el dedo sobre cada cifra.
Pregunta: ¿Cómo llegó hasta aquí?
Prepárate para gobernar.
Más poemas de Bertolt Brecht, acá.
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Tarde pero seguro, salud!
La mancha de humedad en la pared de nuestra casa
dice lo mismo.
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Nuestras derrotas no demuestran nada.
Cuando los que luchan contra la injusticia
muestran sus caras ensangrentadas
la incomodidad de los que están a salvo
es grande.
¿Por qué se quejan ustedes?, les preguntan.
¿No han combatido la injusticia? Ahora
ella los derrotó.
No protesten.
El que lucha debe saber perder.
El que busca pelea se expone al peligro.
El que enseña la violencia
no debe culpar a la violencia.
Ay, amigos.
Ustedes que están asegurados,
¿por qué tanta hostilidad?¿Acaso somos
vuestros enemigos los que somos enemigos de la injusticia?
Cuando los que luchan contra la injusticia están vencidos,
no por eso tiene razón la injusticia.
Nuestras derrotas lo único que demuestran
es que somos pocos
los que luchamos contra la infamia.
Y de los espectadores, esperamos
que al menos se sientan avergonzados.
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Elogio del estudio
Aprende lo más simple.
¡Nunca es tarde para aquellos
cuyo tiempo ha llegado!
Aprende el alfabeto. No alcanza
¡pero apréndelo! No te desanimes.
¡Empieza ya! ¡Debes saberlo todo!
Prepárate para gobernar.
Aprende, marginado, hombre del campo,
aprende, ocupante de la cárcel,
aprende, mujer atada a la cocina,
¡aprende, sexagenaria!
Prepárate para gobernar.
Ven a la escuela, hombre sin techo.
El saber es para ti que tienes frío.
Hambriento: toma con fuerza el libro: es un arma.
Prepárate para gobernar.
¡No temas preguntar las cosas, camarada!
No te dejes influenciar,
averigua tu mismo.
Lo que no sabes por cuenta propia
no lo sabes.
Revisa la cuenta.
Eres tú el que la paga.
Pon el dedo sobre cada cifra.
Pregunta: ¿Cómo llegó hasta aquí?
Prepárate para gobernar.
Más poemas de Bertolt Brecht, acá.
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Tarde pero seguro, salud!
Excelenteeeee¡¡¡¡ y gracias por la seleccion tan buena. Cris
ResponderBorraragrego un comentario mas la posguerra llevo a Grosz y a Dix en su neorrealismo y crearon la nueva objetividad hacia 1925, impresionantes las imagenes es un estilo de pintura que admiro por el amplio contenido social. Lucas te mando un beso. Cris
ResponderBorrarGracias, Cris! Baccio!
ResponderBorrarel de la violencia es fantastic, y la frase "la incomodidad de los que están a salvo es grande" es excelente, ausgezeichnet, eccellente.
ResponderBorrarcambiando de autor, tengo el libro de Lamborghini que cuando pusiste dos poemas me había puesto colorada, y encontré muchos poemas que me gustan....los que vos habías puesto no es que no me habían gustado, ya los digerí un poco.
muy bellos
gracias lucas.