11 dic 2009

Del "estado de opinión" uribista, a la "unidad de poder" chavista



Queda mucho por contar de aquel evento con Chávez y el Tribunal Supremo. Lo más notable, para mí, fue la actitud de adulación incondicional hacia el Presidente, que se advertía en una mayoría de quienes lo rodeaban, y que presagia abusos crecientes para los años por venir. Ese penoso clima es sin dudas habitual en torno a una mayoría de los presidentes que conocemos. Se parece, por ejemplo, al que rodea a Uribe (caso con el que vemos enooooooooormes simetrías). Sin embargo, la situación se torna insoportable cuando alcanza también, y como en este caso, a las instituciones judiciales (entre paréntesis, es este clima el que, según creo, le daba sentido a la micro-anécdota anterior: no se trataba de decir "le mojé la oreja a Chávez;" o "un argentino le torció el brazo a Chávez;" sino de reivindicar el derecho a decir que no).

La presentación de Chávez frente al Tribunal Supremo permitió ratificar la impresión que uno tenía: parecía que estábamos en dependencias del Ejecutivo, no en el máximo organismo judicial. Algunos datos algo menos subjetivos ratifican lo dicho. Por un lado, ya contamos con algunos pronunciamientos críticos sobre la falta de independencia judicial en Venezuela, provenientes tanto de la Comisión Interamericana, como de la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos (la que ya dictó sentencia ordenando a Venezuela detener “la libre y discrecional” remoción de los jueces provisorios, por ser acciones “violatorias de los derechos humanos reconocidos en la Convención Americana”).

Durante la visita, sumamos algunos otros datos graves, al respecto, derivados de la propia y explícita presentación hecha por la Presidenta del Tribunal Supremo, una persona inteligente, militante, y aguerrida, pero a la vez seriamente alineada con el gobierno. En su discurso, ella esbozó una teoría preocupante, en crítica a la idea de la división de poderes, y favorable a la "unidad de poder"!! Minutos después, en su discurso, Chávez retomaría la idea, ni lerdo ni perezoso. Por la noche, en la cena, tuve la suerte de sentarme al lado de la Presidenta del Tribunal, y pedirle precisiones sobre aquello que había escuchado. Ella insistió entonces sobre lo que había dicho en su discurso (cito): la clásica división de poderes "impidió que el Estado se erija como uno (!!); con la fortaleza para desarrollar el interés colectivo por encima de los privilegios individualistas de todo orden, germen tal vez de un liberalismo que impregnó no sólo el ámbito del desarrollo constitucional burgués, sino que permeó la Ciencia del Derecho....Hoy en cambio hemos venido implementando un Sistema que apuesta por la intensa coordinación, interrelación y colaboración entre los Poderes Públicos." Esta "nueva doctrina" que ella reivindica, ya ha tenido expresión en fallos del Tribunal Supremo.

El tema, como siempre, es qué pasa con los disidentes, cómo se va a tratar a los que piensan distinto, quién va a frenar al Presidente de la Nación, en caso de abusos, y teniendo en cuenta la cantidad de recursos económicos, políticos, militares que maneja. Las represalias que han sufrido los jueces disidentes, y el trato diferencial (denunciado por organismos internacional) que se ha dado a los litigantes que han presentado casos contra el gobierno y a los que han litigado a su favor, muestra que estamos frente a riesgos graves, actuales, reales.

No sitúo a Chávez en el mismo lugar que a Uribe (Uribe me merece el peor de los conceptos, con Chávez hubiera seguido hablando de haber podido), pero veo rodeando a Chávez una lógica similar a la que rodea a Uribe, y que me lleva a resistir las invocaciones al "estado de opinión democrático" que hace el "monje negro" de Uribe, tanto como a la doctrina de la "unidad de poder" que enarbola la Presidenta del Tribunal Venezolano. Por ahí vamos mal. Se trata de dos desarrollos teóricos paralelos, muy influyentes en sus respectivos países, que reivindican para sí las máximas credenciales democráticas pero que, sin embargo, merecen ser criticados a través de las propias herramientas de la teoría democrática.

13 comentarios:

  1. RG podrías dar alguna referencia o link a estos fallos de la "nueva doctrina" venezolana?

    Saludos

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  2. Le pregunte a la misma jueza, que menciono esos fallos. ella quedo en pasarmelos a traves de una asistente, pero no me los pasaron todavia

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  3. Excelente Roberto, ahora me gustaría que nos expusieras una crítica sobre el Estado de opinión Uribista, o de porqué te merece el peor de los conceptos. Hasta el momento no he visto ningún ensayo escrito de tu parte respecto a la política de seguridad democrática de Uribe, si lo has hecho, me daría gusto leer tu perspectiva.

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  4. escribimos hace un tiempo sobre el estado de opinion, todo mal con eso

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  6. A propósito de Chavez, cuando te prgeguntó tercamente si eras capitalista recordé un artículo titulado "Recuerdos de Venezuela" del profesor chileno Fernando Mires publicado para la revista El
    Malpensante (Colombia)en el año 2007. El cual, en una de sus visitas narra el panorama venezolano con el que se encuentra y sobre todo el discurso ideológico y de contraataque que siempre suele usar Chavez cada vez que alguna minoría del pueblo venezolano refuta algunas de sus decisiones. Para mi gusto, y para tu anécdota sucedida, una lectura altamente recomendada.

    Te dejo el link: http://sicsemanal.wordpress.com/2007/07/03/fernando-mires-recuerdos-de-venezuela/

    PD: dónde tenés el ensayo sobre Estado de Opinion

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  7. Acabo de terminar de leer el libro de Bernard-Henry Levy "Left in dark times". Es interesante su crítica a cierto sector de la izquierda que no puede salir de la dicotomía Imperio/anti-imperio. Y cómo ello lleva a intelectuales como Harold Pinter a defender a Milosevic o a Chomsky a relativizar el genocidio de Pol Pot. En su crítica incluye también a la izquierda que ahora alaba a Chavez o a Ahmadinejad, por la única razón de ser "enemigos" de EEUU.

    Por eso, me parece positivo ver a otros intelectuales de izquierda que no caen en esta trampa y que evalúan un determinado régimen a partir de cómo trata a sus ciudadanos y no a partir de su amistad o enemistad con EEUU.

    En lo que respecta a la crítica a la democracia lberal burguesa que realiza la Presidenta del Tribunal, creo que refleja fielmente la ideología anti-liberal(o anti-iluminista, como diría Arendt)del régimen chavista. Por cierto, la misma frase tranquilamente podría haber sido dicha por algún digno representante de la derecha fascistoide argentina (como el amigo Abel).

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  8. Nueva doctrina? Cosas parecidas a esto,

    "la fortaleza para desarrollar el interés colectivo por encima de los privilegios individualistas de todo orden, germen tal vez de un liberalismo que impregnó no sólo el ámbito del desarrollo constitucional burgués, sino que permeó la Ciencia del Derecho...."

    ... las venían ya diciendo luminarias como el zar Nicolás I, quien sentía antipatía por las escuelas de leyes por su "espíritu liberal". La misma obsesión antiliberal de un Pio IX o de un Habsurgo cualquiera. Por no hablar del siglo XX...

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  9. Muy buena la nota. Estoy de acuerdo en que Chávez y Uribe sí son bastante parecidos. Creo que gran parte de la diferencia entre unos y otros es que Chávez opta por destruir a sus enemigos, mientras que Uribe simplemente les da muchísimas ventajas a los amigos. Por eso los principales defensores de su gestión son los medios de comunicación tradicionales.

    No en vano habla del Estado de Opinión. Maneja la opinión de quienes a su vez, manejan la opinión. No obstante, la tergiversación de la Historia que hace Chávez es abominable, y en su país, está literalmente reescribiendo la Historia según sus intereses y conveniencias.

    Felicidades, y saludos.

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  10. Anónimo4:58 p.m.

    http://www.elpais.com/articulo/internacional/Venezuela/amenaza/autoritaria/elpepuint/20091211elpepuint_14/Tes

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  11. Es una opinión que está de moda, la idea de que “el Estado soy yo”. ¿O acaso no es una situación análoga a esos discursos que habitualmente escuchamos de que el Poder Legislativo debe dar “gobernabilidad” y no poner palos en la rueda (léase, aprobar todo proyecto que venga del Ejecutivo sin debate ni modificaciones, y sólo los del Ejecutivo), o de que el Poder Judicial debe fallar según lo que le pide la “sociedad” (a través de sus voceros ejecutivos), y que cualquier cuestionamiento al Ejecutivo significa una injerencia indebida violatoria de la división de poderes? Cómo le he escuchado decir al negro Dolina más de una vez -y ya no más porque La venganza no va a salir más el año próximo- ¿cuándo termina la Edad Media?

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  12. Anónimo1:57 p.m.

    Estimado Roberto:

    Lo he tenido como docente y he disfrutado tanto su brillantez conceptual como de su pasión por lo que hace. Sin temor a equivocarme debo decirle que es el profesor que más bichitos de curiosidad me ha generado, que logró que leer para sus clases fuese un incentivo para aprender y no una obligación curricular, pero lamentablemente a veces no entiendo como toda esa brillantez decanta en algunos conceptos como "uribe me merece el peor de los conceptos...con chavez hubiese seguido hablano"
    Quiero creer que es una expresión simplmente...porque luego de haber incorporado, tras sopesarlo y discutirlo con familia y compañeros de facultad, gran parte del bagaje conceptual que tan fervientemente defiende...me irrita descubrir que para usted existen personas con las cuales no pueda discutirse y que, por extensión, todos asquellos (50% de los colombianos como minimo ue lo apoyan) no son dignos de contar con el placer de debatir con usted...sinceramente, y lejos de ser una chicana, no lo entiendo. Siento a veces que incluso las mejores ideas y los más brillantes intelectuales pueden caer en los mismos vicios que nuestros "denostados políticos"o una persona que no sobresale de la media como yo. Por favor le pido, demuestreme que todo aquello en lo que usted me hizo pensar tanto, no es en vano.
    Saludos,
    R

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  13. Hola Roberto: Algunas de las decisiones de la Sala Constitucional en las que se puede evidenciar la "nueva doctrina" --de dudosa constitucionalidad, dicho sea de paso-- de la que habla la presidenta del TSJ son éstas: número 1309, de 19 de julio de 2001, expediente 01-1362; número 1265, de 5 de agosto de 2008, expediente 05-1853; número 1939, de 18 de diciembre de 2008, expediente 08-1572... Todas pueden consultarse en la web del TSJ. Saludos desde Venezuela.-

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