* Otra visión que me fascinó siempre,
paseando por Barcelona durante el invierno (di clases durante varios inviernos,
en la Pompeu Fabra), se vincula con el uso de las bufandas de (o imitación de) Burberry.
Pero esperad! No se trata tanto del hecho de que cantidad de gente decida, al
mismo tiempo, portar bufandas (o carteras, pero ahora pienso en las bufandas)
horrendas. No. No se trata tanto o tan sólo de una cuestión de imitación y
(mal) gusto. Se trata, sobre todo, del hecho que hijas, madres y abuelas puedan
vestir la misma bufanda de cuadrículas amarronadas. En los peores casos, y esto
ya es muy grave, puede ocurrir que las tres –hija, madre y abuela- aparezcan
caminando juntas por la calle, portando la misma bufanda. Me pregunto entonces:
Qué drama colectivo puede explicar semejante hecho? Qué trauma social profundo
puede dar cuenta de un resultado semejante? Y sobre todo, cómo es que el Ayuntamiento permite todo
esto? (El hecho me recuerda el testimonio de un anarquista español, al que
juzgan por haber matado a tres frailes. Interrogado al respecto, el anarquista
responde: “Estoy parado en el bar, y veo que por la calle vienen bajando tres
frailes. Ante semejante provocación…”).
* En otro momento debería hablar de los
jóvenes de pelo cortísimo y equipos de gimnasia, en las barriadas laterales, y
en los estadios de fútbol, pero éste no es el momento ni el lugar apropiado para meditar sobre la violencia.
* Aunque es claro que hay muchos aspectos
que resistiré siempre, de Barcelona (el nacionalismo de ricos; la gran
burguesía; las dolorosas menciones al “hecho de la diferencia” que los
distinguiría de sus hermanos sureños; los comentarios despreciativos hacia
Extremadura), también es cierto que allí encontré a algunas de las almas más
bellas, honestas y solidarias que he conocido en mi vida. Más todavía, fue en
Barcelona en donde vi florecer a decenas de argentinos que llegaban
esperanzados a nuevo destino, después de ser humillados en su patria. Pero
atención: no hablo de una ciudad que, por su riqueza e indiferencia, lo permite
todo. No: eso es New York. Hablo de otra cosa: hablo de una ciudad que tenga el suelo
fértil para que germinen opciones alternativas de peso. En Barcelona vi a
cantidad de homosexuales asumiendo la sexualidad que en la Argentina ocultaban;
vi a citadinos refunfuñantes haciendo estallar sus adormecidas potencias
creativas; vi a golpeados desocupados porteños poniéndose al frente de exitosos
emprendimientos cooperativos; vi a activistas desencantados reconvertidos en
los okupas más militantes –siquiera ernestos, en la Argentina, devenidos los
ches más principistas afuera (algo de esto también se lee en Amor y anarquía,
el libro de Caparrós, que describe el tránsito –real- de quien era una abúlica
paseadora de perros, en Barrio Norte, y llegara a ser líder okupa, salvaje y
digna, en Milán, apenas un año luego).
foto: luz de la tarde sobre barcelona
Con respecto a 1 no olvidar nunca que aquí, en argentina, existe un producto para quitar la cera de la oreja que se llama "Sin-Cerum".
ResponderBorrarY, segundo, tus postales españolas son muy lindas y con belleza literaria. El único punto es que un país con la tradición filo-católica como ese, con una dictadura sangrienta por más de 40 años y cuyo presidente actual es Mariano Rajoy, no creo que pueda ponerse de ejemplo de nada.
che hace falta citar al Che? Qué tiene Guevara que genera ese fetichismo tan absurdo en América Latina? Un flaco que adoraba la violencia y que fomentaba el odio. Está tan lejos de tu idea de democracia deliberativa, que me impresiona la cita, aunque no me sorprende. El comentario va sin ánimo crítico, sino a los fines de debate.
ResponderBorrar10 cajas de stopronquidos por aca...
ResponderBorrarYo tengo una de esas bufandas "horribles".
ResponderBorrarestos post son increibles.. me traen un monton de pensamientos.. recuerdos ..
ResponderBorrarq lindo eso q decis q conociste q mucha gente se encontro a si misma en barcelona... ser quien uno es.. no es tan facil eso
la vida es un largo camino donde tratamos de encontrarnos con nosotros mismos ...
me puse filosofa barata y zapatos de goma .. .parezco ese de los aforismos... jaja..
besito
p.d: ... y yo q estaba tan contenta con mi kilt burberry... :(
(nooo.. mentiraaa.. jaja)
y la foto.. con esos contrastes.. esas sombras ... esa luz... re acompaña lo q decis.. impresionante
ResponderBorrarY si tienes Glaucoma el medicamento se llama Chatarra, saludos Xavier
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