UNA MIRADA IGUALITARIA SOBRE EL CONSTITUCIONALISMO. Coordinador: Roberto Gargarella.
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1 abr 2012
Cierre de cursos en escuelas pùblicas de la Ciudad de Buenos Aires
El cuatro de abril produce el reencuentro de docentes, estudiantes, trabajadoras/es, obreras/os que se aglutinan detrás de las banderas que reclaman justicia para Carlos. Justicia para Carlos, pero también -y fundamentalmente- para todas/os las/os que salen a la calle a luchar por el cumplimiento de los derechos que les son suyos.
Estar en la calle, en el piquete, en el puente, en la ruta es el último recurso al que un/a luchador/a apela. Nadie llega a una ruta por el banal deseo de sentirse el/la más extremista. Cuando se llega a cortar, al piquete, es porque se han agotado todas las instancias de diálogo, porque se está dispuesta/o a todo.
Las negociaciones en el conflicto docente fueron muchas: tres meses en los que el gremio ATEN se sentó a hablar con el gobierno. Sin embargo, Sobisch priorizó la confrontación, porque como buen hijo del neoliberalismo, lo último que le interesa es la educación. Después de este asesino, al que lograron correr del Ejecutivo con una fuerte presión social, vino otro, que se disfrazó de un benevolente kircherista. Las cosas no han cambiado mucho. Ayer, como hoy, las/os docentes y las/os trabajadoras/es estatales siguen en la calle reclamando por un aumento proporcional a la inflación y los salarios petroleros, por justicia por todas/os las/os desaparecidas/os, por las fábricas que se cierran por la especulación y negligencia de las patronales, por la salud y la educación. Y los reclamos, siguen siendo reprimidos..
La protesta social es una característica de Neuquén. No sólo porque esta ciudad se constituyó en los 70´ como la capital de los DDHH, donde se radicaron militantes exiliados del Chile pinochetista y los exiliados internos; sino porque hoy las calles siguen siendo el lugar para defender y luchar por los derechos. Es por esto mismo, que el gobierno, junto con sus aliados empresariales, ponen el aparato represivo del Estado en cada esquina. Es una disputa de la ciudad. Una disputa en la que se tensa la acción militante y dinastía instituída del orden que pretendia reglamentar el MPN. Es una disputa en donde se tensan los derechos a la educación, a la salud, al trabajo, a la dignidad humana con los intereses mercantiles turísticos, con la ganancia, la explotación y la opresión de la clase trabajadora.
Esta lucha en la que hay intereses antagónicos no cesará mientras rija este sistema. Pero podemos dar fe de que la única manera de combatir estas injusticias es reclamando juicio y castigo para Sobisch y todos los represores y asesinos a los que ayer como hoy no les tiembla la mano en gatillar... en este caso .. por la espalda..
El cuatro de abril produce el reencuentro de docentes, estudiantes, trabajadoras/es, obreras/os que se aglutinan detrás de las banderas que reclaman justicia para Carlos. Justicia para Carlos, pero también -y fundamentalmente- para todas/os las/os que salen a la calle a luchar por el cumplimiento de los derechos que les son suyos.
ResponderBorrarEstar en la calle, en el piquete, en el puente, en la ruta es el último recurso al que un/a luchador/a apela. Nadie llega a una ruta por el banal deseo de sentirse el/la más extremista. Cuando se llega a cortar, al piquete, es porque se han agotado todas las instancias de diálogo, porque se está dispuesta/o a todo.
Las negociaciones en el conflicto docente fueron muchas: tres meses en los que el gremio ATEN se sentó a hablar con el gobierno. Sin embargo, Sobisch priorizó la confrontación, porque como buen hijo del neoliberalismo, lo último que le interesa es la educación. Después de este asesino, al que lograron correr del Ejecutivo con una fuerte presión social, vino otro, que se disfrazó de un benevolente kircherista. Las cosas no han cambiado mucho. Ayer, como hoy, las/os docentes y las/os trabajadoras/es estatales siguen en la calle reclamando por un aumento proporcional a la inflación y los salarios petroleros, por justicia por todas/os las/os desaparecidas/os, por las fábricas que se cierran por la especulación y negligencia de las patronales, por la salud y la educación. Y los reclamos, siguen siendo reprimidos..
La protesta social es una característica de Neuquén. No sólo porque esta ciudad se constituyó en los 70´ como la capital de los DDHH, donde se radicaron militantes exiliados del Chile pinochetista y los exiliados internos; sino porque hoy las calles siguen siendo el lugar para defender y luchar por los derechos. Es por esto mismo, que el gobierno, junto con sus aliados empresariales, ponen el aparato represivo del Estado en cada esquina. Es una disputa de la ciudad. Una disputa en la que se tensa la acción militante y dinastía instituída del orden que pretendia reglamentar el MPN. Es una disputa en donde se tensan los derechos a la educación, a la salud, al trabajo, a la dignidad humana con los intereses mercantiles turísticos, con la ganancia, la explotación y la opresión de la clase trabajadora.
Esta lucha en la que hay intereses antagónicos no cesará mientras rija este sistema. Pero podemos dar fe de que la única manera de combatir estas injusticias es reclamando juicio y castigo para Sobisch y todos los represores y asesinos a los que ayer como hoy no les tiembla la mano en gatillar... en este caso .. por la espalda..