Probablemente,
el peor servicio de este gobierno a nuestra vida democrática se vincule con el
nivel de degradación al que ha sometido a la palabra pública. No se trata,
solamente, de las promesas incumplidas: plantearse aspiraciones difíciles de
alcanzar resulta un rasgo más bien natural de la política. No se trata,
tampoco, de eventuales faltas a la verdad: podemos convivir con ellas. El
problema tiene que ver, en parte –pero sólo en parte- con que la mentira se
haya convertido en idioma dominante dentro del lenguaje del oficialismo. Ya todos
sabemos que son falsas las estadísticas sobre la inflación, pero aún así
insisten cada mes con ellas. Y todos sabemos que son falsas las cifras sobre la
desocupación, pero persisten en dárnoslas. Como son falsos los indicadores de
la desigualdad; falsos los números sobre la pobreza; falsas los inventarios
sobre la inseguridad; falsas la mayoría de las inauguraciones que siguen
inaugurándose.
Y sin embargo…Sin embargo hay voceros que repiten esos datos
como ciertos y, mucho peor, más voceros que los defienden porque, en definitiva
–dicen- “quién tiene los datos verdaderos”. El oficialismo parece nadar a gusto
en esas aguas turbulentas, gritando feliz que todos están embarrados, que todas
las cifras están sucias, que no hay persona con autoridad para ser escuchada (siempre
se podrá demostrar que uno tiene un pasado oscuro, o que no pagó todos sus
impuestos, o al menos que no presentó sus declaraciones juradas a tiempo: todos
mienten).
Sin
embargo, el peor aspecto de esta práctica denigratoria de la palabra es otro, y
tiene que ver no tanto con la mentira –con mentir y convertir la vida pública
en puras mentiras- sino con la apelación a los mejores ideales para fines que
le son contrarios. Eso es lo más doloroso. Eso es lo que rompe los límites de
lo perdonable. El caso de los qom y derechos indígenas representa sólo un
ejemplo –pero un ejemplo notable- en la materia. Así, la televisión oficial
inunda sus pantallas de apelaciones a los pueblos originarios y a los derechos
comunitarios, a la vez que muestra imágenes de indígenas sonrientes, danzantes
en sus trajes típicos, pintarrajeados con colores vivaces. Como tantas veces,
esas imágenes y esas palabras sobre los pueblos indígenas son sólo la
contracara del fabuloso desdén, la explotación o la misma muerte, que distingue
a los modos con que el gobierno se ha venido relacionando con ellos.
Dijo ayer la Presidenta:
ResponderBorrar“(…)sí que, nada, quería agradecerles a todos por el apoyo, por el afecto, porque se necesita muchas veces, ante tanta cosa, ante tanta mala onda propalada, propalada yo creo cada vez con más intensidad hasta el 1º de diciembre, fecha en que finalmente deberá cumplirse de una buena vez por todas, señores, la Ley de Medios en la República Argentina, de modo tal que haya multiplicidad de voces y mayor democracia y cumplimiento de la ley.”
Aunque intentó ocultarlo, con la gastada muletilla de “la multiplicidad de voces”, creo que el sueño de la Presidenta, de que se terminen con las críticas a su gestión (?), ha quedado bien en evidencia y pronto podrá convertirse en la pesadilla de la sociedad.
Como escribe Eliseo Verón, la Presidenta tiene “(…la convicción implícita según la cual hay una sola palabra que tiene acceso a las cosas, un discurso privilegiado: el propio.” y “Hacer política a partir del supuesto que la propia palabra es la única que accede a la realidad, no tiene por desgracia nada de paradójico: es la definición del autoritarismo.” Papeles en el tiempo. Paidós. Bs. As. 2011. página 32.
Si, mentira... y una gran hipocresía
ResponderBorrarDe acuerdo con la descripción del "relato" del oficialismo aunque hay que decir que el mismo vicio contamina las páginas de los diarios que se oponen al gobierno. No por nada aparecen sitios web como chequeado.com (muy recomendable, por cierto) para echar un poco luz.
ResponderBorrarMiguel
Si, mentira.. y una gran hipocresía
ResponderBorrarvhg
muchachos España los espera con los brazos abiertos, dejen de sufrir por estos lados
ResponderBorraradios y buena suerte
En la época de los milicos también te decían que te fueras a vivir afuera.
ResponderBorrarEsta perlita también se la debemos al kirchnerismo.
También en tiempos constitucionales, las Tres A se encargaba de confeccionar las listas de los que debían abandonar el país. Y bueno, son del mismo palo ¿o no?
ResponderBorrarestuve con mi hijo repsando algunos cds de Silvio Roriguez y cuando escuche este tema http://www.youtube.com/watch?v=LPs_hjQ7UmY
ResponderBorrarme acorde de este blog y de todos los que aca escribimos.
vhg
p.d el tema es CANCION EN HARAPOS.
La veracidad del indice de inflación es indefendible. Se puede argumentar a favor de la operación Indek por el ahorro que nos genera, pero nunca por lo que le hizo a este índice y a cualquier estadística basada en él.
ResponderBorrarPero porqué incluís el índice de desempleo en la ¨mentira¨? No me parece que reciba mas críticas de la comunidad que la utiliza que las que recibe el mismo índice en EEUU o Alemania. Los índices siempre pueden incluir criterios objetables, pero mientras sean conocidos y mas o menos reflejen lo que se espera que reflejen, gozan de razonable salud. El desempleo oficial es muy parecido al que estima Miguel Bein o Miguel Kiguel, que nadie podria sospechar a sueldo de Moreno (lo que no significa que no lo esten, pero si lo estan lo hacen muy bien).
Utilizar valores supremos, compartidos por todos (o que creemos compartidos por todos) para argumentar cualquier acción de gobierno por mas boluda que sea, es parte de este juego que llamamos republica. Lo que sin duda es una critica es cuando sostenes que la mentira es la esencia de este gobierno y que sus acciones serian consideradas aberrantes vistas desde esos valores supremos. Y aquí no hay atenuantes posibles. Porque cada uno, según su historia, toma determinados puntos y construye con ellos el todo, los define como esenciales, como la representación del todo y su opinión sobre el todo se remitirá a la opinión sobre esos puntos, muchos o pocos. Lo haces vos, lo hago yo e, inevitablemente, lo hace cualquier que se tome el trabajo de juzgar algo.
Para vos el tema de los Qom es emblemático, es la esencia de este gobierno o gran parte del todo (sé que no basas tus conclusiones solo en esto). No lo comparto, pero al menos, no es lo hecho con la comunidad Qom una de las razones por las que yo simpatizo con este gobierno y en general no lo es para ninguno de los simpatizantes que conozco. Quizas no juzgamos la acción de gobierno en este asunto como criminal, ni tampoco nos parece esta su esencia o el nucleo de su política, pero no la listamos como sus momentos estelares. Infran no es el aliado político que vemos como emblemático, como la apuesta K en el norte, asi como quizás vos no juzgues a Estela de Carlotto como la esencia de la aliada K o que Martin Sabatella es el paradigma de baron del conurbano K. Todos son parte, nadie lo puede negar, pero cuales definen el proceso es una entelequia que depende del analista.
El incorporar lo de las tierras de pueblos originales, con la restricción a vender o especular, no fue un buen paso en esta materia? Mas alla de la critica de no incluir las tierras urbanas y la duda sobre como registrar a quien represente al pueblo originario. Nunca se legisló sobre el tema y creo que nunca han estado mas cerca de recibir la propiedad sobre sus tierras que cuando se incorpore este punto al código. Pero como es un tema que me es menos sensible, no lo sigo con el detalle que lo seguís vos.
Hablando de los Qom, http://tinyurl.com/cc7c2kw
ResponderBorrarEl gobierno parece haber leído "1984" y hace uso de su propio newspeak
Aburrís, El bosnio, date cuenta. Por eso nadie osa ya contestarte. Si Hume notó para siempre que los argumentos de Berkeley no admiten la menor réplica y no producen la menor convicción, como dijo Borges, entonces acá hace rato que todos notaron lo mismo con respecto a los tuyos. La mentira es la única política consistente de este gobierno. Miente, miente y miente que algo quedará.
ResponderBorrarRoberto Battaglino
Roberto, si acepto tu idea de ser el representante de todos y poder hablar por todos, debería concluir que "todos" osan contestarme mientras sostienen lo contrario. "Todos" mienten?
ResponderBorrarPrefiero creer, a riesgo de equivocarme, que solo hablas por roberto, y que Roberto como tantos de nosotros, sueña con hablar por todos.
Hume y Berkeley? No conozco. Borges me suena.