9 dic 2012

PJ


En su comentario dominical de hoy, el periodista Horacio V. dedica uno de sus recuadros a retomar la crítica al carácter contramayoritario de la justicia que hiciera en mi libro La justicia frente al gobierno (link a la nota de HV, acá:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/209521-61477-2012-12-09.html).

No tengo nada que decir frente a los recortes que hace del libro: sintetizan lo que pensaba entonces (el libro se publicó en 1996, pero proviene de mi tesis doctoral en la Argentina, que defendiera en 1991), y lo que pienso hoy sobre el Poder Judicial y la "dificultad contramayoritaria". De todos modos, si hoy re-escribiera el libro, agregaría algunos matices, para un lado y otro.

Por un lado para mejor: hoy estoy más convencido que antes (aunque, en esencia, esto ya lo decía explícitamente en el libro) de que existe una forma justificada del ejercicio de la función judicial en democracia, y que tiene que ver con un ejercicio dialógico de la tarea judicial, que la misma práctica judicial latinoamericana ha demostrado posible. En todo caso, hoy, como ayer, dejaría en claro un cierto escepticismo al respecto: dicho ejercicio es posible, pero no esperable como práctica habitual, dado que no existen incentivos institucionales para promoverlo. Se trata de una conducta judicial posible, más bien -aunque no sólo- para los márgenes de la misma, dado que los incentivos institucionales que existen empujan centralmente hacia ejercicios (digámoslo así) no dialógicos sino tradicionales o jerárquicos de la función judicial.

Por otro lado, para peor: hoy insistiría sobre la sociología del Poder Judicial, la proveniencia social de sus miembros y sus modos de socialización, que explican por qué sus fallos tienden a ser expresión de la elite dominante. Sin embargo, y al respecto, una aclaración crucial: ni entonces pensaba ni hoy pienso que el poder político sea ajeno a esa elite dominante. Más todavía -aunque no sólo- en América Latina, en donde, dado el modo "desbalanceado" (a favor del Ejecutivo) en que se organizó el sistema de checks and balances (desde Alberdi, un sistema de "frenos y balanzas" desbalanceado), todo el resto del sistema institucional tiende a vaciarse de contenido o a sesgarse sensiblemente en favor del gobernante de turno. Por eso es que -escribía entonces- "cualquier reforma judicial que se adopte, en la dirección aquí defendida, requiere estar acompañada de una reforma paralela en el sistema político. Sin esta reforma general, la primera (la reforma judicial) puede convertirse en algo indeseado e inconveniente".

Ello así, dado que el "contramayoritarismo" que afecta al Poder Judicial, se modera en, pero de ningún modo es ajeno al, poder político. En contra del sistema institucional que demandaban radicales, rousseaunianos y republicanos, el sistema político creado por nuestro pacto liberal-conservador hizo saltar por los aires todos los puentes tendidos o posibles entre ciudadanos y representantes, salvo el voto periódico (expresión de ello es la lamentable idea de nuestro artículo 22: "el pueblo no delibera ni gobierna sino por intermedio de sus representantes", idea por suerte socavada por el propio texto constitucional, luego de sucesivas reformas, aunque todavía hoy reivindicada por jueces y funcionarios oficialistas y conservadores).

En definitiva, quienes defendemos una postura democrático-mayoritarista, tenemos razones para persistir en la crítica al Poder Judicial, el modo en que está organizado, y la forma (habitual) en la que tiende a decidir. Y obviamente, y por razones semejantes, podemos y debemos mantener una similar línea crítica frente al poder político, preparado y capacitado para actuar, también, contra-mayoritariamente.*1*2

*1 Dejemos para otra oportunidad un desarrollo sobre lo que sería un actuar democrático-mayoritario. Aclararía, en todo caso, que en mi opinión dicho accionar tendría mucho que ver con lo que a veces llamamos una democracia dialógica.
*2 El actuar contra-mayoritario del poder político puede, otra vez, moderarse o agravarse en la práctica. El kirchnerismo, sin duda, agrava el problema, y se ha ocupado una y otra vez (desde la misma Presidencia), de aclarar por qué: El oficialismo considera -apegado a las interpretaciones más conservadoras y reaccionarias del concepto de democracia- que la democracia se define en las elecciones presidenciales. Luego de tales elecciones, la oposición debería callarse la boca, y los críticos formar su propio partido político y disputar la Presidencia, en lugar de seguir molestando con sus quejas (doctrina reafirmada recientemente por el filósofo político conservador -pero peor músico- Fito Páez).

28 comentarios:

  1. Hola Robert, Gran gran post. Y un placer que hagas estos ejercicios. No sé qué autor los hace pero sin duda para quién te lee es un privilegio inusual.

    Tu libro tiene una importancia vital en cómo el Poder Judicial es visto, legitimado y criticado en Argentina y Latinoamérica, mucho más allá de la coyuntura política local que te hace releer y reinterpretar tus ideas del ayer y presentarlas a la luz de hoy.

    Por eso es muy importante la relectura que hacés. Seguramente si hay nuevas ediciones, que son más que necesarias (porque el libro está agotado aunque reeditado en Ecuador) sería muy bueno que hagas algún nuevo prólogo, epílogo, post scríptum o cosa similar.

    No puedo dejar de aprovechar la histórica oportunidad y decirte que al menos yo, Lucas Arrimada, no te leo de forma tan lineal como vos te lees y me voy a permitir discutirte con razones eso. Tenía pensado hacerlo en un artículo pero empiezo acá para comenzar el diálogo.

    Me parece que se puede pensar en un Primer Gargarella (periodo 1992 a 2005, ponele) y un Segundo Gargarella. (Voy a evitar utilizar la idea de Joven Marx porque vos sos todavía jóven y sabés que soy Wittgensteniano, por eso primer y segundo LW o RG)

    1. Desde mi punto de vista, hay una clara impronta mayoritarista irreconciliable con la última palabra en el poder judicial en tu trabajo, que se observa claramente en tu búsqueda de opciones radicales no populistas.

    1. Bis. Coincido totalmente. Varias de tus otras publicaciones que se concentraron en el Poder Ejecutivo identificaron los problemas de contramayoritarismo en el Sistema Político.

    2. Ahora, me parece que vos mismo cuando profundizaste la teoría de la democracia (por ejemplo los artículos con Elster o el gran artículo de la Revista Sociedad sobre Democracia Deliberativa) y especialmente entre 2001 y 2004/2005 con todos tus trabajos sobre el Poder Judicial y las lecturas mayoritaristas del Rule of Law (en el Libro de Adam Przeworski) con tu evaluación de los 140 años de la Corte Suprema (en el Suplemento de Lexis Nexis) con tu crítica al artículo de NPSagués en (Abeledo/Lexis otra vez) estabas intentando buscar un constitucionalismo en clave más mayoritarista y bien alejado del Poder Judicial. Los varios e increíbles textos sobre la crisis del 2001/2002 y tu compromiso por el Derecho a la protesta van por ese camino.

    O sea, los libros de Waldron, Tushnet, Sunstein (en menor medida sobre minimalismo), la idea de Habermas, el caso Bush vs. Gore, te estaban impulsando hacia un rechazo a la intervención judicial en cualquiera de sus formas. Nunca dijiste eliminar el Poder Judicial, pero al menos quitarle la última palabra. Mi convicción es que estabas lejos de plantear un sistema mixto como el que hoy planteás, con una suerte de diálogo institucional que si bien deseable, no es posible en un sistema presidencialista y más imposible con una Corte Suprema igual de presidencialista y un Poder judicial con los problemas de legitimidad irreconciliables que tiene en latinoamerica, clasismo, elitismo, el inacceso a la justicia y miles de problemas más, en fin..

    En este tiempo estabas en búsqueda de una lectura mayoritaria en el Rule of Law y del Estado de Derecho. Y veías amenazas en el Constitucionalismo que afectaban el autogobierno mayoritario que hoy no ves. Hoy planteás una versión del constitucionalismo más igualitaria pero desde el poder judicial, no desde una teoría mayoritarista.

    3. Además, toda la biblioteca de Derecho Constitucional Argentino con la que te enfrentabas en "La Justicia frente..." podría abrazar gustosamente tu versión reformulada de hoy con algunos tintes menos democráticos y una retórica republicana moderada (aritocrática y no de republicanismo de Pettit) porque implica seguir legitimando el uso del control judicial de constitucionalidad en manos de los Jueces/la Corte. O sea, la ideas que vos le criticás a Ackerman o a Ely también se te aplican a tus nuevas ideas y posibles categorías del esquema de diálogo institucional, no?

    (sigue...)

    ResponderBorrar
  2. (viene de 3)

    4. Si es como vos decís, que el Poder Judicial puede reconciliarse con la idea de un Sistema Político de una Democracia, podrías haber dicho lo que dice todos los que vos ya conocés y mejor que yo, por ejemplo, Carlos Nino, que piensa en mecanismos de "diálogo" institucional citando el caso Canadiense. A pesar que el libro de Nino es de (supuestamente) 1993, y fue publicado en 1996 (en inglés) y 1997 (en español) me parece que terminás diciendo hoy lo mismo que Nino decía por ese tiempo.

    Pero al menos te leo que vos en 1996 estabas diciendo otra cosa bien diferente a Nino y su libro, libro que citás en la bibliografía de artículos del mismo año 1996, no? (como el de la Revista Sociedad) Por eso siempre leí tu libro, yendo más allá de Nino. Y más si vamos con Tushnet, Kramer, Waldron y tantos más en búsqueda de "retirar la Constitución de las Cortes" o de pensar que "Cortes Fuertes, Derechos Débiles" (el libro de Tushnet) todo ese contexto me lleva a pensar en profundizar un modelo democrático, lejos del populismo con retórica democrática, pero también lejos del elitismo y populismo judicial, que terminará siendo populismo con retórica democrática pero no democracia mayoritaria y autogobierno colectivo.

    Por eso siempre te leí en clave mayoritarista radical como los autores del viejo constitucionalismo, a lo Jefferson/Paine actual, incluso en esos años 1992/1996.

    Me parece que no es fácil de reconciliar tu postura actual, con la que muchos teníamos de vos mayoritarista convencido y duro como el de los artículos de 1994/2003. Lo hemos comenzado a hablar y quizás yo me estoy perdiendo algo o no entiendo algo. Quizás.

    Siempre te imaginé ganándole un discusión a Waldron sobre cómo las mayorías podrían vivir sin la tutela de los Hércules antimayoritarios. Y me parece que se la podés ganar, porque a mi Waldron me aburre con de tibio mayoritarista que quiere persudir a Dworkin. Puro teatro.

    Hoy temo que el Waldron y vos estén más de acuerdo que en el pasado. Y casi tengo que pensar que en esa discusión imaginaria terminaron empatando. Pero es una empate que tiene sabor a derrota. Una derrota de la teoría democrática y una victoria del viejo y rancio constitucionalismo que vos tanto, tanto siempre ayudaste y ayudás a criticar.

    Sigamos y gracias. Abrazo de gol,
    Lucas Arrimada.

    ResponderBorrar
  3. Alejandro Kafka3:57 p.m.

    Lucas, tal vez RG envejeció. :)

    ResponderBorrar
  4. Anónimo4:51 p.m.

    Buen post, Lucas. Coincido con tu análisis, y es una pena que la conclusión sea tan decepcionantemente cierta.
    ¿Tenés alguna teoría sobre cuál ha sido el motivo para el cambio de pensamiento en Roberto? ¿Por qué pasar de predicar un sistema en el cual la última palabra la deberían tener las mayorías democráticas, a abogar por otro en el cual el Poder Judicial es el último árbitro de eventuales "excesos mayoritarios" (que ahora encuentra por doquier)?
    Yo arriesgaría una explicación, que tiene raíces muy poco racionales y bastante emocionales.
    Creo que leer el sentido y objetivo de los posts de los últimos dos o tres años de este blog ayuda mucho a desentrañar esta incógnita.

    ResponderBorrar
  5. mil gracias don lucas. pero lo que hoy le citaba a h.v. es el capitulo 7 del viejo libro, que -lo digo con orgullo- no se comia el amague pro poder ejecutivo, ni la idea de que "matamos" a la corte total estan los poderes politicos para salvarnos.

    ayer, como hoy, sostuve-sostengo en que el pj no tiene que tener la ultima palabra (anonimo nunca dije otra cosa, pena decepcionarte), pero al mismo tiempo, enfaticamente, afirmo un mayoritarismo democratico CONTRA los poderes politicos expropiados. dije siempre esto, aunque ahora mire con mas simpatia que antes (pero ya lo decia en 1996) los mecanismos dialogicos que veo como posibles , deseables, reales, pero tendencialmente destinados a tener un lugar menor.
    fijate, por caso, el texto en la const 2020 contra el art. 22. es el mismo punto: mayorias por fuera del sistema politico, para vencer el caracter antimayoritario de la politica actual. por eso mismo tooooodos los textos sobre protesta, en defensa de los movimientos sociales, etc: porque hay que saltar por encima de la prision que representa el sistema institucional, la gran trampa con nombre de mayoritaria. en paises como el nuestro, la tumba del mayoritarismo esta en los poderes politicos que trabajan para las elites en nombre de las mayorias, mas que en el pj, que como mucho puede silbar off side

    ResponderBorrar
  6. y un punto mas, que ratifica por que la obsesion anti judicial es un error para quien defiende politicas mayoritarias (antes que la obsesion anti sistema politico). cambios que se han dado en los ultimos años, con los derechos, pero sobre todo a partir de los cambios que en algunos paises formalmente y en otros informalmente hubo con el standing o la legitimacion para litigar. tal vez el resultado mas importante de la investigacion que hicimos con los nordicos sobre el poder judicial, es que cada vez que hubo un cambio democratico en la legislacion sobre el standing, o en la practica, favoreciendo que los ma pobres, con menos formalidades, o ninguna, lleguen a los tribunales, estos se vieron inundados de demandas "populares" a las que el poder politico les mantenia la puerta cerrada. eso hizo que algunos tribunales, mas alla del origen de sus miembros, quedaran puestos contra la pared por presiones populares que los organos politicos no sufrian, y empezaran a canalizar demandas que en aquellos no llegaban. de ahi que el pj, contra la idea del enfoque tradicional o viejo (que creo que es el que mantenes) empezo a abrir espacios interesantes, insisto, posibles pero no necesarios. peeero,aca hay un punto estructural, que ya no depende del azar o la mera buena voluntad. es decir, mi "cambio" si es que alguno, tiene que ver con el registrar este tipo de cambio. en definitiva, el grueso de las ideas se mantiene intacto, sigo criticando como siempre la ultima palabra, sigo criticando el elitismo, pero advierto el caracter estructural que en algunos paises tiene este pequenio cambio, que merece ser registrado, y que otros paises, como argentina, se aproxuman a este tipo de datos mas via la practica que a traves de la estructura, por lo cual la apertura se mantiene con reservas fuertes. pero inssito, para un mayoritarista, el centro de la preocupacion debe estar en el poder politco que estrangula demandas populares y cierra puertas a la participacion popular, antes que en el pj

    ResponderBorrar
  7. Anónimo6:43 p.m.

    'la tumba del mayoritarismo esta en los poderes politicos que trabajan para las elites en nombre de las mayorias, mas que en el pj, que como mucho puede silbar off side'
    En serio estás hablando de Argentina? De verdad estás afirmando que acá los poderes políticos trabajan más para las elites en contra de las mayorías, que el poder judicial? Todo esto sólo para poder seguir criticando al oficialismo y favoreciendo cualquier decisión judicial con signo opositor, sin límite alguno? Me cuesta mucho leer estos comentarios, después de haber leído por tanto tiempo al otro Gargarella.

    ResponderBorrar
  8. lees lo que tus prejuicios tienen ganas de leer. no digo que la tumba son los poderes politicos y la salvacion el poder judicial. creo que estamos atrapados en un sistema en donde el poder economico y el politico pactan, y el poder judicial los avala. y luego hay en todos lados excepciones. es decir, estamos rodeados, y no hay salvadores, salvo el propio pueblo, peeeroo...
    en todo caso, politicamente, este gobierno es un buen ejemplo de la trampa. que carlos saul lo elogie como lo elogia es solo un sintoma de los tiempos. el establishment esta muy pero muy feliz

    ResponderBorrar
  9. Gracias Roberto por la respuesta y coincido en parte con lo que mencionás.

    Solamente, repito lo que ya sabés que pienso:

    1- Una teoría de la democracia y una teoría constitucional que se concentra en buscar más democracias a través de instituciones no democráticas -típicamente una Corte o el Poder Judicial- en lugar de política mayoritarias repite una de las tragedias (muchas veces voluntarias) más comunes del constitucionalimos liberal e igualitario porque el constitucionalismo se termina "comiendo" la democracia.

    Ese constitucionalismo democrático es más constitucionalista que democrático.

    2. Lo mismo sucede con los derechos sociales o el cambio social/político. Son vías y prácticas diferentes. Buscar derechos sociales con la lógica de los derechos individuales y reclamarlos en el Poder Judicial es hacerlos hablar otro lenguaje y básicamente neutralizar su potencial. Ese potencial es el de la comunidad política que lo construye fuera de la lógica del derecho individual y subjetivo, o sea desde lo político entendido como proceso colectivo, fijate que en eso me parece que estás estableciendo estrategias liberales que vos siempre criticaste. Por ahora eso nomás.. para que quede en claro.

    En todo caso la seguimos en persona, pero me parece que ahí quedaron algunas directrices de la discusión de una charla más que interesante.

    Kafka, Todxs envejecemos! Si bien siempre me dijeron que la Juventud es una enfermedad que se cura con los años, lo cierto es que envejecer, también es crecer, vivir es morir y cest la vie. Sarasa sarasa, sad but true.

    Anónimo, Creo que el plano político no tiene que ver con el plano teórico. Carlos Nino profundizó su modelo de democracia frente al Menemismo y el fracaso del propio modelo (el tercer movimiento Alfonsinista) y no se hizo un retrógrado antimayoritarista sino que se hizo un liberal igualitario y un demócrata deliberativo mientras todos era unos republicanos conservadores y/o constitucionalistas republicanos.

    O sea, no me parece que tenga necesariamente que ver los planos y solamente se entiende como una forma de embarrar la cancha y de mala fe.

    Sin duda es una rara oportunidad, repito, la que se da al discutir las ideas de Roberto con Roberto, ideas que se citan ante un conflicto de intensidad evidente, hoy, un domingo. Dudo que haya político o juez que esté dispuesto a hacer lo mismo, básicamente en cualquier día de su año, ni a ordenar a la persona que maneja su web o twitter, hacerlo ;-D

    Sigamos y salú!
    Lucas A.

    ResponderBorrar
  10. Caray, no solo el artículo de Roberto es super interesante sino que, los comentarios de Lucas son como exquisitas notas a pie de página, para comprenderlo más

    ResponderBorrar
  11. ok, sabemos que esto lo podemos seguir al infinito. yo estoy tratando de hablar en los dos planos, desde entonces a hoy. uno, el sistema ideal al que apuntamos. otro, el sistema que tenemos en desgracia. sobre este segundo, simplemente compruebo algo empiricamente cierto. los tribunales pueden abrir puertas que los poderes politicos mantienen cerradas. quiere decir esto que este es el modelo ideal? no. quiere decir esto que el pj es mas democratico que el poder politico? no. quiere decir: no me vengan con el cuento del pj elitista para justificar al poder politico que pacta con los grupos de poder. la critica se mantiene en las dos puntas, y al mismo tiempo reconoce el salvajismo de la politica antimayoritaria presente (uso el termino salvaje porque, hoy, el poder politico no solo esta con el establishment, sino que alega ser su enemigo).

    lo que decis de los derechos sociales parece tomado de lo que escribi sobre el constitucionalismo latinoamericano, asi que simplemente me planto en la posicion que ya escribi sobre el tema.

    pd.¨tanto jefferson como paine, a quienes citas, convivian con, y sugerian, instituciones judiciales, a las que criticaban, en todo caso, como uno. asi que ahi no esta el respaldo que buscas desde la teoria

    ResponderBorrar
  12. Alejandro Kafka12:40 a.m.

    Lucas, true.

    ResponderBorrar
  13. Anónimo9:37 a.m.

    Genial todo, el post y la discusión con LA. Desde mi lugar de estudiante de derecho les digo que en entradas como esta se aprende más -cualitativamente hablando- que en todas las clases que he presenciado en la carrera.

    En cuanto al debate en sí, creo vislumbrar que hay un contenido mucho más grande de acuerdo que de disenso: ninguno de los autores niega la naturaleza contra-mayoritaria y elitista del PJ -en cuanto a su composición, el acceso a él, sus intereses corporativos,los incentivos que mueven a sus funcionarios,etc.-, y los problemas que trae aparejados la cuestión relativa a la "última palabra".
    Pero últimamente creo que (aún partiendo desde la misma base ideológica que su "adversario") tiene razón Roberto al reconocer la posibilidad, aunque sea remota, de que el PJ abra las puertas a reclamos ciudadanos desoídos por el poder político, lo cual debería ser promovido a través de una reforma integral de su estructura y de sus mecanismos. Posibilidad que, sin duda, a la luz de los atropellos a las minorías que se llevan a cabo en el plano político -desde los poderes ejecutivo y legislativo- vale la pena considerar y promover.
    Tomás

    ResponderBorrar
  14. Anónimo10:04 a.m.

    Una nota al costado de esta discusión que, dejando de lado las cuestiones de fondo que legítimamente la animan, apunta a hacer hincapié en la mala fe de usar la objeción contramayoritaria ahora por parte de las propias autoridades y sus ideólogos. Cuando escucho al gobierno hablar de que el PJ debe respetar la voluntad popular plasmada en la ley... se olvidan acaso de las leyes de obediencia debida? Ahora hay que ir en contra de Simón? Claramente, nadie podría defender esto. Entonces, más allá de la discusión de buena fe que se da en la academia y en algunos activistas, cómo sostener esta objeción ad hoc como intento de socavar la independencia del PJ?
    Es justo darle a quienes actúan de mala fe una herramienta teórica que persigue otros fines (más democracia, más derechos, mejor representación) a quienes no están interesados en realizarlos (basta pensar en el encierro de los indios votantes en el litoral) sino solamente en conseguir sus objetivos de poder?
    No permitamos que se utilicen buenas herramientas teóricas, que buscan lograr mejores cosas, para malos fines. No seamos usados.

    ResponderBorrar
  15. ta, pero la objecion "leyes de obediencia debida" esta contemplada por lo que trato de decir en terminos de no asumir ni al pjudicial como sinonimo de justicia, ni al poder politico real como sinonimo de voluntad popular

    ResponderBorrar
  16. Gustavo Maurino10:17 a.m.

    què lindoooo.
    Irrumpo con mi lectura de las ideas de Robert (total, a quièn carajo le importa) (metiendo mi faceta de testigo -cuanto estudiante- de su desarrollo desde 1997 aprox.)

    1.- Robert tenía la crítica "contramayoritaria" (epitomizada en la crìtica a la "última palabra") como un aguijòn con el que pinchaba al constitucionalimso y demandaba màs (y mejor) a la democracia. 1.1.- Recuerdo un artìculo de Isonomìa donde muuuy claramente enfocò su crìtica hacia el tema de la ùltima palabra, a fines del siglo pasado.
    2.- Ahora bien, algo que sus pares le retrucaban cuando Robert los exasperaba con el aguijòn. Era algo asì como "pero vos, què propuesta tenès, que no sea màs o menos la misma del constitucionalimso liberal"?. Creo que a Robert esa pregunta, cuando estaba en su proyecto de destrucciòn del mito, le jodìa bastante -porque no era su agenda aùn,supongo. Y a veces retrucaba pidiendo que primero le concedieran su punto destructivo, con el que siempre era ganador.
    3.- Como dice Robert, las propuestas sobre el control de const. de aquèlla època temprana(estàn en el capìtulo al que casi siempre se llega medio cansado al leer un broli) eran del tipo deliberativo (reenvìo canadiense,algo de nino, etc.) pero no tenìan -creo yo- todavìa, un cemento teòrico consistente de sistema que las englobara bien (en particular, uan concepciòn de la democracia artriculadora, y diferente en algo al monumento que nino habìa construido con robert como uno de los arquitectos asociados...
    3.1.- ese cemento fue el rol dialògico/de apertura/inclusivo/de chequeo de razones pùblicas, etc. más radicalizado... (nada que no estuviera dando vueltas desde siempre en robert, pero que en cierto momento fue cristalizando en una teorìa que encajaba bien con la crìtica y con la visiòn de un constitucionalismo democràtico (no en el sentido mayoritarianista, sino inclusivista).
    3.2.- No es el caso ponerse con un detector de "originalidad" (en todo caso, a robert le debe importar un corno). Pero creo que diría que esa visiòn "inclusivista" es màs densamente emancipatoria en su acento que allì donde acentuaba nino su idea deliberativa; y creo -también- que lo peculiar del republicanismo de Robert no es su dimensiòn popular/mayoritarianisa/homogeneizadora/cmunitarista (como tiende a pensarse), sino su dimensión -como le gustaba decir a robert "genuinamente"- inclusiva (creo que esto yo nunca lo habìa pensado antes, lindo, me gusta, no sè si lo interpreta bien).

    4 (coda) Creo que el punto de lucas sobre Democracia/constitucionalismo -con lo interesante que ès- tal vez no sirva tanto para evaluar el recorrido de robert, sin mayores afinaciones.
    Dice lucas "Una teoría de la democracia y una teoría constitucional que se concentra en buscar más democracias a través de instituciones no democráticas -típicamente una Corte o el Poder Judicial- en lugar de política mayoritarias...".

    Tal vez lucas solapa demasiado "democràtica" y "mayoritaria"....Si en lugar de eso, se solapa "democràtica" con "inclusiva" (de voces, presencia, etc.)....lo particular de la democracia no es lo mayoritarianista sino lo inclusivista.
    Y entonces, el test es cuàntas garantìas de inclusiòn (emancipatoria) tiene el sistema y las instituciones (aun el poder judicial), y no cùanta polìtica mayoritaria tiene.
    4.1.- Yentonces, el rol del poder judicial, a la garga, puede justificarse muy bien, sin ofender a la democracia -que ahora es "inclusivista".
    Intuyo (si lo conozco bien) que lucas presupone "polìtica mayoritaria" en el marco de una polis inclusiva; y que sòlo en ese marco se interesa por la politica mayoritaria "en serio". Mas, creo que eso que lucas presupondría (si lo interpreto bien) es lo que tal vez Robert asume todavía como el gran desafìo pendientes de las instituciones para ser -genuinamente- democracias constitucionales.


    ResponderBorrar
  17. Muy, pero muy interesante. Tanto el artículo como las notas de Lucas Arrimada, con las que en principio me identifico. Voy a tratar de releer algunas cosas en la clave que rg plantea más abajo para ver donde me posiciono al respecto. Pero, de todos modos, muy bueno, pero realmente muy bueno el post.

    Pero como soy apurado y esto es un blog y no un congreso, me animo a preguntar: medidas como el juicio por jurados y la elección popular de jueces, no son maneras sencillas de hacer menos contramayoritario al PJ? Por qué hoy no son defendidas por casi nadie?

    ResponderBorrar
  18. que haces gustav. si, creo que es mas o menos asi. la verdad es que no me angustiaba mucho lo de la propuesta post-destruccion, pero si es cierto que la cuestion dialogica cristalizo, como bien decis, lo que estaba dando vueltas con el tema canadiense, que le entusiasmaba algo a nino, y me entusiasmaba a mi tambien.
    luego (y en esto, caray, reclamo alguna originalidad), recuerdo un articulo que escribi y nadie leyó, creo que a pedido de marcela r. , sobre derechos de las mujeres y la objecion democratica. ni recuerdo donde salio, pero ahi tenia una seccion sobre "lo que la objecion democratica no puede decir" o algo asi, que cuando la escribi me abrio los ojos sobre la pregunta de "que es lo que requiere, en materia de derechos e intervencion judicial, la democracia deliberativa." y de ese articulo ignoto me quedó la idea de que si uno iba por el tema de la democracia deliberativa, no era obvio a donde llegaba en materia de organizacion del poder. que la respuesta, mas que ser "no", sobre ciertas cosas, era "depende."

    de corazon, creo que todos los que estuvimos en la cuestion de democracia y derechos (incluyo a waldron y tushnet) llegamos al mismo punto por caminos distintos, mas o menos al mismo tiempo. yo no los habia leido en sus ultimos desarrollos, pero despues vi que decian mas o menos lo mismo por otros caminos. de hecho, la cuestion dialogica les quedaba mas lejos porque tenian menos apego o dependencia con el tema deliberativo.

    hoy, insisto, mantengo (como ellos, me resulta curioso), el rechazo al tema de la ultima palabra, y ademas (tal vez mas que ellos) el escepticismo por la proveniencia social y socializacion de los jueces. lo cual me lleva a mirar con desconfianza a todo el sistema institucional, a la vez que decir "no obstante ello, hay ciertos ejercicios del control judicial que, si se dan, y a veces se han dado, resultan en principio no solo irreprochables sino saludados desde una teoria deliberativa de la democracia"

    gracias por los aportessssssssssssss

    ResponderBorrar
  19. sdm, juicio por jurados, como esta pensado aun en los mejores casos (que el pueblo diga si o no juan mató a pedro) me parece una tomadura de pelo. y la eleccion de jueces es una buena manera de quedarse en la puerta de entrada del problema

    ResponderBorrar
  20. gustav. me quedaba un punto. lo de la inclusion, si, en efecto, vengo hace tiempo obsesionado con (dos no una) de las patas para mi decisivas de la dd: deliberacion e inclusion. inclusion implica muchisimo, y esta en la base de todas las cosas que escribi sobre protesta (como, con deliberacion son centrales, tambien, a la hora de pensar ley de medios). ahi esta, en efecto, el componente mayoritario. ahora, a la vista de algunas de las cosas que han pasado en bolivia, por ejemplo, el puro mayoritarismo deberia decir algo mas, acerca de las formas en que la cupula captura y se come el componente mayoritario, invocandolo

    ResponderBorrar
  21. ahi encontré el artículo que mencionaba, en donde pensé por primera vez el tema democracia deliberativa jueces. se llama activismo judiical en defensa de los derechos de las mujeres. lo que el argumento democrático no puede probar.
    apareció en una curiosa revista editada por amnesty argentina, donde escriben adela cortina, marcela rodriguez, por ejemplo. se llama razon publica la publicacion, y es del segundo semestre del 2004. asi que ahi tuve un pequeño click acerca de que no estaba pensando del todo bien la relación dd-poder judicial
    la idea de "lo que el argumento democrático no puede probar" pasa a ser central, luego, en lo que escribo sobre derechos sociales, por caso en el libro de catedra

    ResponderBorrar
  22. rg, entiendo que la elección de jueces no resuelve nada (sino en Estados Unidos no tendrían las desviaciones que tienen), pero no sé, no deja de parecerme importante desde una posición de principios. Yo no sé de cuestiones de derecho (tuve un par de materias en la facultad, pero eran medio de relleno, lamentablemente). Y por eso, por ignorancia, me quedo a veces en discusiones muy básicas... Porque, desde una posición extra-derecho, desde la ignorancia, me parecía más popular la elección de jueces vía senado/PEN que por el Consejo de Magistratura. En todo caso, alguna instancia de dependencia de la voluntad popular debería ser parte de las instituciones para fortalecer la instancia dialógica a la que vos aludís sin caer en la dependencia del poder de la elite política que con razón señalás. No sé, a lo mejor, remoción de los jueces por iniciativa popular? Na... no sé, pero sé que hay algo que no está del todo bien en este tema.

    Por otra parte, no entendí por qué el juicio por jurados aparece como zoncera... entiendo que en el mundo del derecho debe ser un tema ya recontrasabido, pero fuera de él sigue resultando inentendible el por qué del rechazo más allá de la lógica consecuencialista (los jurados tienden a ser muy duros en ciertos casos). Es la forma en la que se suelen implementar lo que está mal? o hay algo de fondo que me pierdo? podrías sugerirme algún texto que me ilustre sobre esta cuestión y que no sea un plomazo sólo para gente que ya sabe de derecho?

    ResponderBorrar
  23. gustavo maurino11:30 a.m.

    sìii. eso de Deliberaciòn + inclusiòn se respira en los textos. total...
    Y tu trabajo sobre D.Soc. es muy representativo en ese punto (me acuerdo que cuando empezaste a escribir allí, algunos amigos sentìan que habìas cambiado tu teorìa sobre el control judicial, pero no es asì, en el contexto de un poder judicial que deba asegurar sustantiva D+I)
    Por eso, supongo, el mayoritarianismo que resulta de D+I ta bien (pero porque surge de D+I, o en la medida en que surja de D+I)...más, el mayoritarianismo sin D+I será seguramente mejor que règimenes constituconalizados pero no-mayoritarianistas (por la libertad colectiva); y creo que ahì hay un punto del populismo constitucional, en el combate en el barro para ver qué es peor. Pero es un ideal democràtico poco valioso aspiracionalmente.
    Che, cuando terminemos la "Anti-Conferencia: Discutiendo a Carlos Nino" se impone la segunda "Discutiendo al Robert"...febrero/marzo?

    ResponderBorrar
  24. g., pasame che la data sobre la conferencia nino y la publicitamos por aca (o cuelgo tu mail convocatoria sino)

    ResponderBorrar
  25. Risieri12:07 p.m.

    totalmente irreal la conclusion. El mejor reflejo de ello es que al sacar un resultado "no positivo" en la 125, que fue su principal hito, acataron el resultado parlamentario sin mas, como todas las veces que no impusieron sus votos (inclusive para designar jueces, por si hace falta aclarar)

    ResponderBorrar
  26. Anónimo8:05 p.m.

    Quisiera saber cuál es la explicación sobre tu crítica a Fito Páez (no hablo de lo musical, sobre gustos no hay nada escrito...). Quisiera saberlo porque vivo en Francia y realmente me perdí qué fue lo que dijo o hizo que justifica tu definición de el. Merci ! ¡Muchas gracias!

    ResponderBorrar
  27. fito dijo exactamente eso: "que los criticos hagan su partido politico y ganen las elecciones". una tonteria de chupamedias millonario

    ResponderBorrar
  28. Anónimo1:47 p.m.

    Super interesante. Independientemente de los marcos teoricos y las citas de autores, subyace la discusión en clave política (¿hay otra?)acerca del rol de la democracia y la funcion de los poderes o poder de los poderes.
    Trabajamos en Neuquén acerca del Poder Judicial, Consejo de la Magistratura, vinculaciones institucionales y de las otras con el ejecutivo y el legislativo. E intentamos siempre enmarcar en el plano cultural.
    Roberto Gargarella y Lucas Arrimada ¿que les parece si armamos el año que viene un debate como el del post en Neuquén?. Nuestra pagina es www.convocatorianqn.org.ar; el mail de contacto es convocatorianeuquina@gmail.com. muchas gracias. Marcelo Medrano.

    ResponderBorrar