Nuevo librazo para la colección de Igualitaria/ Siglo XXI. Un autor y una obra que cambiaron el entendimiento sobre el litigio de derechos. Orgullosos de tenerlo con nosotros!
(de la presentación del libro):
¿Qué tipo de litigios son los que llegan a la Corte Suprema y pueden,
por eso mismo, volver visibles ciertos temas, ampliar los derechos y
las garantías e incidir en la interpretación del texto constitucional? A
partir de los años sesenta, se advierte un cambio significativo en los
máximos tribunales de varios países: si antes sólo accedían a ellos las
corporaciones o los grandes empresarios, siempre que estaba en juego el
derecho de propiedad o de contratación, en las últimas décadas esos
tribunales comenzaron a admitir litigios cuyo propósito es defender o
reivindicar derechos individuales como la no discriminación por género o
raza, la libertad de prensa o expresión, los derechos previsionales,
laborales y ambientales, el derecho de cualquier persona a un debido
proceso administrativo o penal.
¿Qué hizo posible semejante “revolución de los derechos”? Charles
Epp, un referente de los estudios jurídicos y políticos contemporáneos,
sostiene que esta democratización del acceso a la justicia no surgió
“desde arriba” sino “desde abajo”: no fue el activismo judicial el
principal motor del cambio, sino los movimientos de la sociedad civil,
las organizaciones que se especializan en los derechos, y las políticas
públicas que apuntan a financiar agencias u organismos que permitan
contar con recursos para litigar a quienes carecen de ellos. Epp saca a
la luz un presupuesto olvidado: para sostener una demanda se requieren
recursos, y si no hay un apoyo oficial a quienes no los tienen, sólo
pueden litigar los poderosos o los millonarios.
Contra quienes cuestionan este proceso de transformación, porque
entienden que las cortes supremas se abocan a defender los derechos
individuales en detrimento de las mayorías democráticas, Epp demuestra
que los derechos no son un don sino que hay que luchar por ellos, y que
es la sociedad civil, por su tenacidad para sostener y canalizar
reclamos de justicia, la que puede garantizar el carácter democrático de
esta apertura.
A partir de un estudio comparado de los sistemas de justicia de
varios países, el autor logra situar las cortes y los derechos en el
contexto social, político, cultural y económico de cada sociedad, para
abogar por una más eficaz democratización de esos sistemas.
Yo ya voy por la mitad y la verdad es que es muy interesante el enfoque que propone para aproximarse al litigio estratégico como instrumento de transformación, sus limitaciones y el verdadero sentido de los cambios. Está muy bueno el libro.
ResponderBorrarDeberían editar en esa colección the last dangerous branch. ¿O está en español Roberto?
Saludos,
m.
es notable la extracción realizada en la revista noticia, sin editorializar los contenidos que le pueden servir para sustentar la orientación de sus notas críticas al gobierno. Digo, porque demuestra objetividad de la editorial, o, que no le leyeron sus redactores, ya que le serviría de mucho. La Corte como herramienta de democratización...p.ej., hace caer todo el andamiaje del discurso oficial
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