En esta nota publicada hoy en Página 12, acá, el titular de la autoridad de aplicación, AFSCA, hace algunas aclaraciones sobre su aproximación a la Ley de Medios, varias de las cuales son paupérrimas. Su esfuerzo principal es el de dejar en claro que, contra los temores, la aplicación de la Ley no implicará el desplazamiento de voces. Esas son "mentiras infundadas," dice, porque en caso de que una empresa se desprenda de una determinada señal, "otra firma se hará cargo de la licencia", y la oferta será cada vez más amplia y plural". Agrega que "siempre son los licenciatarios quienes tienen la decisión acerca de la programación de un canal o de qué señales están en la grilla", y que las afirmaciones en contrario de la prensa opositora son tan falsas "como lo sería indicar que una autopista dejaría de existir si cambia el concesionario". Breves comentarios sobre estos despropósitos:
1) Comparar los contenidos expresivos de una programación con una autopista, lo dice todo. El cemento duro, firme, plano, uniforme de una autopista no admite paralelos con la riqueza y diversidad crítica que debe tener una programación. Es exactamente lo contrario, y por eso hace toda la diferencia del mundo quién administra los contenidos. Ello, otra vez, salvo en el caso de que se asuma que la programación y la información pase a ser como una autopista, de contenido y direcciones únicas. Una gaffe semejante requiere de un tratamiento psiquiátrico de urgencia.
2) La idea de que la programación sea responsabilidad "siempre" de los "licenciatarios" es otra barbaridad, para quienes pensamos que la programación no es mera mercancía, ni está sujeta a los meros impulsos del mercado. Necesitamos siempre, y en todos los casos, voces diversas, voces críticas, voces disidentes, contra lo que digan el gobierno, el mercado y sus respectivos dueños.
3) La idea de que los contenidos no cambian porque cambie el concesionario, y que la oferta será entonces "cada vez más amplia y plural," es pura mentira. Es esperable que se produzca todo el cambio del mundo -y tenemos sobrados ejemplos desde la administración Sabatella- cuando un canal de tv o una radio pasa de las manos de la oposición al gobierno: esperamos entonces que las críticas se acallen, y que los aplaudidores proliferen. No hay, hoy por hoy, la mínima garantía de mayor pluralidad a través de los cambios administrados por este gobierno, sino todo lo contrario. Decir esto es compatible con decir que tampoco hay garantías de pluralidad con un mercado segmentado entre pocos o muchos dueños: la libertad de expresión, el ideal del debate robusto, requieren exactamente lo opuesto a la pluralidad de dueños, o al ideal sabatelliano del gobierno k como empresario de medios.
Primero vale la pena una consideración sobre el concesionario, la autopista y el cemento: A los concesionarios de las autopistas NO les está permitido la manutención del cemento (se ocupa Vialidad Nacional) y solo pueden ocuparse de mantener el parque y cobrar (tampoco retener) el dinero. Y el mal (e|E)stado es obvio.
ResponderBorrarEn una nota anterior escribió:"La visión de la libertad de expresión defendida por autores como Owen Fiss parte de un supuesto pro-estatal muy fuerte, que desafía el paradigma liberal-conservador que ha sido dominante en países como el nuestro. La visión deliberativa no presume (como sí lo hace el liberalismo conservador) que el Estado es el gran “enemigo” de la expresión, ni cree que la libertad de expresión quede garantizada cuando el Estado se ata las manos en materia expresiva (cuando no dicta leyes relacionadas con la libertad de expresión)"
Si hay algo que este gobierno sobre todo desnuda es que considerar "gobierno"="Estado"="enemigo de la libertad y de la igualdad" es bastante útil. En siglo XIX Estado había poco y gobierno era débil (pero sin embargo con gran capacidad de daño). Hoy el Estado es gigante y el gobierno peligroso.
Y los liberales nunca fueron conservadores. Conservador es y fue el peronismo, sea en versión "facha" o "progre"
Bueno el problema aqui es que tal vez Sabatella confunde <> con el <> o via de comunicación. La libertad de expresión protegería -haciendo un paralelo- la libertad de los autos de circular, no a la permanencia de la autopista en si que es harina de otro costal.
ResponderBorrarEs lo que digo, largan cualquiera, eso pasa por tachar las fotocopias en la facultad.
...por otra parte a diferencia de una autopista donde puede circular el que quiere (o al menos el que puede pagar), en el <> de comunicacion concesionado solo circula aquel que quiere el dueño de la licencia.
ResponderBorrarPor lo tanto si a determinada empresa que emite ciertos <> críticos que incomodan al gobierno se le quita la concesión, yo debería presumir, como jueza, que se esta intentando ejercer censura almenos debería presumirlo y encargarme de investigar que no es eso el caso, que el gobierno no esta intentando ejercer censura mas aun luego de expresar su hostilidad contra ese emisor de mensajes criticos. NO se me parece alo mejor me equivoco sería bueno conocer un defendor de esta ley que dice
Lo que quise decir es que Sabatella confunde "mensaje" con "canal" de comunicacion.
ResponderBorrarDonde dice <> debe decir canal o mensaje,segun el contexto...bueno que cada uno lo rellene a gusto. Saludetes