30 jun 2014

Griesa/Chevrón

En nota publicada hace unos días, en Página 12, Horacio G. (acá) defiende la actuación presidencial en el asunto de los fondos buitres. Su nota, con cierto dolor, se puede leer, a diferencia de otras publicadas en los medios oficialistas, que (como las de Eduardo A.; o Mempo G.) son indignantes simplemente, u otras más (típicamente, todas las de Raúl K.) que son directamente redactadas en conversación con la Secretaría de Inteligencia.

En lo personal, veo en la decisión de Griesa un resultado no obvio pero previsible a partir de cómo está organizado el poder económico mundial (no está preparado para ceder un ápice de sus intereses); la  conexión directa del poder económico con el sistema político y judicial (que no obedece a conspiraciones sino a un entramado de relaciones personales y profesionales que existe desde siempre); el tipo de juego que la Argentina decidió jugar, y el modo en que prefirió jugarlo (que incluyó ansiedades y atolondramientos que nos remontan al cavallismo; impericias obvias de este gobierno, tanto como arrogancias y prepoteadas que funcionan a nivel local, para asustar a algún rival medio dormido, pero que causan pena, pudor y molestia en el exterior). La decisión de Griesa no es claramente "contraria a derecho," pero sí resulta políticamente irresponsable (y en este sentido, la política no es ajena al derecho); y desatenta a algunas razonables consideraciones contextuales (aunque demasiado atenta a otras, lo cual, otra vez, tampoco es ajeno al derecho).

Ahora bien, cualquier amigx del gobierno que (pobre gente) quiera salir a defender al oficialismo, también y todavía en estos casos insalvables, tiene que dejar definitivamente de lado el discurso (que es el de González, tanto como de todo el frente oficial) según el cual "estamos acá porque acá nos dejaron los gobiernos anteriores, entregando la soberanía, y transfiriendo el poder de decisión al exterior."

Cualquiera que quiera insistir con esa torpe línea argumental (la última línea defensiva oficial) tiene que vérselas con múltiples y constantes decisiones de este gobierno, en sus negocios y negociados con el poder económico mundial. Podemos hablar de muchos casos (Barrick Gold es uno especialmente famoso), pero empecemos por Chevrón. El gobierno entregó al país con los brazos encadenados, firmando un acuerdo tan vergonzoso, y cediendo la soberanía a niveles tales, que debió ocultar el acuerdo, y negárselo reiteradamente a la justicia: el kirchnerismo, para sostener su discurso, no puede permitir saber qué es lo que firmó (i.e., acá). Es increíble pero es así. Este acuerdo, como todos los demás similares, son inconstitucionales por el modo en que negaron la participación del Congreso y de las fuerzas opositoras; y por la descomunal -única en el mundo- falta de transparencia que los distingue. Simplemente, la democracia -una democracia que es el gobierno del pueblo; y que se basa en la alternancia de partidos- no tolera acuerdos económicos de este tipo, firmados en secreto y tan extremos en sus cláusulas que pueden sostenerse sólo en el ocultamiento: nadie debe enterarse de lo que el gobierno firmó. 

En definitiva: la cesión de soberanía económica y jurídica está -no en los márgenes- sino en el centro de las políticas oficiales (el acuerdo YPF- Chevrón no es una política lateral del gobierno, sino su principal medida económica en años, tal vez en su historia). Si lo que digo no es cierto, que se animen a mostrar lo firmado. Si es cierto, entonces dejen de presentarse como víctimas, porque son victimarios, y principales responsables de el entuerto de hoy. Finalmente, la decisión de Griesa es producto de acuerdos y políticas inaceptables, de cesión de la soberanía, que sin embargo podrían considerarse nacionalistas a la luz del acuerdo firmado por el kirchnerismo con Chevrón. Quien, desde el gobierno, critique a Griesa (como yo puedo criticarlo) que primero me explique por qué en cambio se justifican las cesiones de soberanía hechas a pedido de Chevrón. Frente a los Griesa del futuro, el momento para quejarse es hoy. Luego, como hoy con Griesa, ya es demasiado tarde para lo fundamental. Pero hoy todo el oficialismo calla.


28 jun 2014

Destitución a Campagnoli 3: No todos se han vendido

Finalmente, el Tribunal de Enjuiciamiento contra Campagnoli se quedó sin el voto clave: la defensora de menores MCMC no vuelve al juicio, cuando todo indicaba que estaba en ella todo el peso de la decisión final (info, acá). Alegó un cuadro de estrés. En mi barrio le dicen vergüenza. Mucha gente dentro de la comunidad jurídica, aún entre los grupos afines al gobierno, saben que este juicio es una payasada promovida por la Procuración, y empujado desde arriba.  Por cálculo, miedo o por restos de dignidad que todavía persisten, la cosa se les empieza a complicar a los impostores. Que así sea: ya no les creen ni desde adentro. Un saludo a MCMC.

26 jun 2014

Destitución a Campagnoli 2

Excelente la página que dedica ACIJ al tema de la destitución de Campagnoli: información dura, objetiva, buena (que -es mi parecer- deja muy en claro la maniobra vergonzante en la que se ha involucrado la Procuración, impulsada por el ala superior del gobierno). La página de ACIJ, acá. Gracias Gus por el dato, y felicitaciones a ACIJ por el esclarecedor, didáctico trabajo.

23 jun 2014

Destitución a Campagnoli

Siento un gran rechazo por la mayoría de los funcionarios públicos argentinos. Entiendo que este sentimiento es algo que tiene que ver sólo parcialmente con las personas, y mucho con un marco institucional que i) ofrece enormes oportunidades para el enriquecimiento ilícito, ii) da incentivos para que los funcionarios ocupen sus días haciendo negocios, tanto con los miembros de la propia u otras ramas de poder, como con los grandes poderosos de la Argentina; iii) priva casi por completo de voz institucional a los ciudadanos; iv) deja casi nulas herramientas de control en manos del pueblo; y v) radicaliza, gracias a este particular gobierno, todos los defectos anteriores.

Dentro de tal escenario, tampoco siento simpatía particular por el fiscal Campagnoli, hoy sometido a un parcializado, vergonzante enjuiciamiento. Supongo que Campagnoli es un hombre comprometido, ideológicamente, con ideas que rechazo, y que ha desarrollado prácticas habituales en el Poder Judicial, con las que en ningún caso comulgo.

Sin embargo, no dudo de lo que aquí está en juego: lo único que importó aquí, a la Procuradora que impulsó el enjuiciamiento, y a quienes la exaltaron, desde atrás, es que el fiscal se animó a investigar lo que ya sabemos todos, esto es, el modo en que la familia Kirchner se ha enriquecido ilícitamente a costa del pueblo, durante todos estos años. Tenemos pruebas de ello por todos lados, gracias a las desprolijidades que, amparados por la impunidad y la borrachera del poder, han cometido los k: constancias del dinero negro que han enviado al exterior; intermediarios ya presos (Fariña); funcionarios de máxima categoría (el vicepresidente¡) procesados y con las manos enchastradas de suciedad; una larga lista de pillos judicialmente señalados por su tráfico con dinero narco (conexión efedrina); testimonios de decenas de ex funcionarios y allegados que revelan lo obvio. 

Hoy, un equipo de excitados, fanáticos e inexpertos empleados del poder, allegados a la Procuración ,han impulsado un torpe enjuiciamiento, que muy probablemente (pero no obviamente, dado que todo lo han hecho, como de costumbre, muy mal) terminará con la destitución del fiscal. Lo más increíble es que se han animado a admitir que hay una sola causa que motiva el enjuiciamiento, esto es, el "exceso en la investigación" al poder, por parte del fiscal. Notablemente, una y otra vez, esa causal fue desmentida durante el procedimiento seguido hasta hoy. Lo único que está en juego, entonces, es esto: el poder va a aceptar que la democracia puede perseguir a los corruptos y criminales que están en  el gobierno, o va a impedirlo de cualquier manera, derribando a golpes a quienes los investiguen? 

Como esto es lo único que importa, entonces me alineo en la defensa incondicional de un fiscal con quien no simpatizo. Luego de terminado este ridículo proceso, veremos qué hacer con todas las otras razones que motivarían enjuiciar a una amplísima gama de funcionarios judiciales, la mayoría de ellos dependientes hoy del gobierno, o autómatas que actúan motivados por las amenazas a que los someten los servicios de inteligencia. Contra el poder impune, hoy estoy incondicionalmente alineado con Campagnoli. Dentro de unos días ya no.

21 jun 2014

Reportaje a Duff

Buen reportaje a Duff, con errores, pero bien, en Infobae, acá

19 jun 2014

La voz popular

Nota que publico en Clarín, hoy, acá

18 jun 2014

Comenzó el Seminario: Duff en la Argentina


Ayer tuvimos una primera gran jornada con Antony Duff (primero, un almuerzo informal; luego, una multitudinaria charla). Tuvimos tiempo de hablar y preguntarle de todos los temas que nos interesaban. 

En el almuerzo, dedicamos un largo rato a discutir sobre las "precondiciones de la responsabilidad penal," y la gran pregunta de Duff: "Yo puedo ser responsable de este crimen, pero quién es usted para reprochármelo? Cuál es la base de su autoridad, cuando me ha maltratado sistemáticamente, cuando no ha hecho nunca nada por mí?" (el problema del "moral standing" de los tribunales)

Hablamos también sobre democracia y derecho penal: "Cómo se justifica impedirle al pueblo (como lo hace la Constitución argentina) el involucrarse en la discusión de cuestiones básicas sobre derecho penal?" (tema sobre el que vamos a volver en los próximos días)

Hablamos de las exigencias de su enfoque ("call to account") a la hora de pensar situaciones extremas, relacionadas por caso con los crímenes masivos. Un dato al respecto, sobre el que también hablamos: una solución "a la sudafricana" -buena o mala, trasladable a la Argentina o no, eso por ahora no importa- es vista, desde su perspectiva, como perfectamente aceptable, dado que el centro de su atención está en el juicio, en el llamado de los acusados ante el Estado, para que asuman su responsabilidad (es decir, el centro de la atención está en ese llamado, antes que en el castigo particular). En cambio, para la Corte Interamericana, luego de "Gelman", una solución a la sudafricana parece (inmoral), ilegítima, jurídicamente inválida

Hablamos luego acerca de la posibilidad de un derecho penal "incluyente," es decir, opuesto al derecho penal "excluyente" que hoy predomina en la práctica y doctrina de países como el nuestro

Excelente jornada¡ Gracias a Duff y a todxs lxs participantes¡¡

Aprovechando el mundial

Legislativamente, los días del mundial de fútbol parecen activísimos. Hay que aprovechar la distracción para hacer todo lo malo posible. El kirchnerismo no decepciona entonces:

* Avanza la farsa del juicio contra el fiscal Campagnoli, por investigar al poder, sólo por eso, sólo por eso.

* Avanza el proyecto para la regulación de la protesta, impulsado por Remo Carlotto.

* Avanza el proyecto de limitación de la responsabilidad civil del Estado.

Seguimos avanzando¡¡ Vamos que el mundial sigue, y vienen días más confusos todavía¡

Game of Thrones

Hace unos días decíamos que la teoría crítica argentina andaba medio perdida (acá), haciendo la vista blanda frente a una década dura en materia de abuso y manipulación del derecho. Tal vez me equivoqué, y en ese caso pido disculpas. O tal vez no, no sé. 

p.d.: me parece excelente acercar al derecho a otros territorios, explorar otros caminos. me preocupa, en cambio, que perdamos el sentido crítico y nos quedemos sólo en los caminos laterales, siendo quienes somos.



12 jun 2014

Constitucionalismo sin principios II. La escuela británica (LSE)

Por razones diversas a las examinadas en el post anterior sobre el tema, en Inglaterra también se desarrolló un constitucionalismo sin principios, que tuvo su época de auge entre 1919 y 1979, es decir, durante 60 años (sigo en esto a M. Loughlin, una de las cabezas actuales del constitucionalismo local). El período señalado, extenso como es, obedece a razones bastante claras: va desde el fin de la Primera Guerra Mundial y el ascenso del laborismo, hasta el año en que llega el Thatcherismo al poder. Se trata de un constitucionalismo (o, más bien, de un derecho público), interesado por lo que "realmente funciona," por cómo hacer eficiente al gobierno, y desconfiado de toda apelación a principios y derechos. Por ello, en la actualidad, puede verse a ésta como una escuela anti-teórica, anti-Dworkiniana, anti-judicialista, y desconfiada ante el discurso de los derechos. 

Durante años, y todavía hoy, dicha escuela tiene un pie muy fuertemente puesto en la London School of Economics (LSE), y en una tradición impulsada por Harold Laski y W.I.Jennings, retomada por John Griffith, y en parte en la actualidad por el mismo Loughlin, pero que tiene sus raíces, según entiendo, en el propio Jeremy Bentham y su desprecio -luego de la Revolución Francesa y la Declaración de Derechos- en la idea de los derechos universales. 

Loughlin compara lo ocurrido en el período citado con la evolución que se dio en otras disciplinas artísticas, incluyendo en particular la arquitectura: diseños poco sofisticados, sin adornos, simpleza, la "ornamentación como crimen", la idea de "menos es más", la importancia de que la construcción funcione en el día a día. (En la academia, este movimiento apareció como uno de estilo anti-Cambridge/anti-Oxford, escuelas estas que se interesaban más por las tradiciones y los precedentes).

Pero, todo tiene un final y, luego de este período de más de medio siglo, lo que llegó fue uno movido por impulsos contrarios, interesado en las políticas de mercado, la desregulación, la privatización, el fin del gobierno administrador. En lo personal, entiendo y valoro aquel movimiento jurídico "labor", en respaldo a un gobierno que pueda implementar políticas, pero desconfío de la tendencia anti-teórica, anti-derechos, que se percibe todavía en segmentos importantes de la academia británica. No por una fe en los jueces, que no la tengo; ni por una gran ilusión con los derechos, que tampoco. Pero me parece que algo importante se está perdiendo en el camino, tanto en materia de reflexión democrática, como en materia de reflexión sobre la justicia y los derechos.

Amor eterno a Sicilia


Ni Palermo Hollywood, ni Palermo Soho, ni Palermo Brooklyn: Palermo sólo es posible como capital de Sicilia. Dura y llena de vida, hermosa y sucia, exagerada en historia en cada rincón, en cada esquina. En Sicilia durante los días en que se rememoraban las muertes de los jueces Falcone y Borsellino, podría acercarme a la isla desde varios lados, pero tomo uno menos tradicional pero revelador lo mismo: mi experiencia conduciendo en el área. Cuento sólo cuatro historias, que van más allá de las conocidas, esto es, gente que conduce enloquecida; que le grita al auto de al lado por no prestar atención, mientras manipula su teléfono y gesticula; que gira en U sin mirar atrás; que sale de su estacionamiento hacia la calle sin preguntarse siquiera si alguien viene detrás; que en calidad de peatón cruza la avenida lentamente, obligando a que se avengan a él o ella los autos que vienen acelerados: lo que ya sabemos. Van las historias entonces.
   1)   Estoy en Bagheria, ciudad vecina a Palermo, intentando un difícil ingreso en la ciudad capital, desde mi impericia conductiva. La cuestión se complica por la furia de coches, el descontrol de pequeñas calles que se entrecruzan ciegas. A los gritos, le pido a un automovilista vecino, en su camioneta deshecha, que me diga cómo entrar en Palermo. Tal vez reconociendo que no soy local (aunque mi italiano es impecable¡) suelta el volante, con las dos manos señala su pecho y me grita: “Vieni con me, io ti porto”. Me deposita en el centro de Palermo y se retira amistoso, tocando bocina. Genial.
2       2) Estoy en medio de la nada, tratando de llegar a Piazza Armerina. Aunque las autopistas tienen indicaciones precisas, me confundo lo mismo. Llego a una apertura de caminos amenazante por demás: promesa de perderme por siempre, en medio de la llanura casi desierta. Será éste el fin? De modo instintivo e irracional, detengo el auto al costado de la ruta, y apostando al milagro levanto la mano en la autopista vacía. A lo lejos se divisa un bólido que no puede parar ni si quisiera. Pero sin embargo quiere y el auto frena enseguida. Una mujer joven y audaz  al volante me dice “Claro, voy para allá, vamos¡”. Ella acelera y yo apenas, a duras penas lo consigo y la sigo. Ella va tan rápido que la pierdo varias veces, pero sorpresivamente, cada vez, avanzo y la veo al costado del camino, detenido el auto y esperando ella a mi máquina lenta que apenas camina. Cuando ve el último cartel que me asegura un acceso directo hacia el pueblo, me lo señala desde la ventana y se despide. Casi media hora de gratuita ayuda. Gloriosa.
        3) Es mi primer minuto en Catania, ciudad difícil y desigual, cuna de los más duros miembros de la mafia, poblada de los inmigrantes europeos más pobres: rumanos, eslavos. Tomo por la avenida principal para ir a mi albergue, pero es domingo y la calle se convierte en peatonal el fin de semana, está llena de gente, no hay posibilidad de avanzar alguna. O sí. Se acerca un policía que parece un príncipe: ojos claros, espalda recta, altivo. Ve que estoy en una situación complicada y enseguida conoce que, en efecto, me convendría ir vía la strada principal. Me mira impávido y me dice enfático, con la certeza de que el orden que custodia se mantendrá sin máculas, inalterado: “Avanzá por la peatonal. Pero eso sí, a paso de hombre, paso a paso”. Un espectáculo.
         4) Es mi minuto cuatro en Catania. El avance por la peatonal fue casi un éxito, pero las calles laterales también están cerradas, o con la dirección cambiada, por lo que el tránsito sencillo deviene complejo. Preocupado por cómo llegar a destino, le pregunto a un peatón, apoyado cómodo sobre un auto municipal. El peatón me mira con cara de “esto es realmente difícil”, y me dice que espere. Busca sus llaves, sube a su auto, lo pone en marcha y con un gesto simple, seguro, me dice “seguime.” Extraordinario. Amor eterno a Sicilia.


Secretaría del Pensamiento Nacional

Declaración de Plataforma 2012 sobre la creación de la tan inocua como boba Secretaría del Pensamiento Nacional, acá. Y muy linda nota de A.Gorelik sobre el tema, acá. Y tal vez la mejor nota sobre el tema, acá

11 jun 2014

Se viene el seminario/ SE VIENE DUFF, ya¡¡

ATENCION, CON PARLANTES: SE VIENE DUFF AL SEMINARIO, EL MARTES QUE VIENE, 17hs, SALON ROJO, coordinado por Gustavo Beade y quien escribe. Y el jueves otra vez. A anotar, por acá la info:
 http://www.derecho.uba.ar/institucional/deinteres/2014_conferencias-de-antony-duff.php

Y Sandra Marshall (su mujer y coautora) en la U. de Palermo, info acá.

Constitucionalismo sin principios/ La Constitución del riesgo

Cuanto más lo leo a Adrian Vermeule menos me gusta. No me gusta nada: cómo escribe, de qué escribe, qué dice. Sin embargo, cada día es más influyente dentro de la academia constitucional, y cada vez ocupa posiciones de poder más relevantes. Por lo demás, muchas de las autoridades académicas que conozco tienen algún tipo de deslumbramiento con él. En su último libro, The Constitution of Risk, critica la posición que considera dominante dentro del constitucionalismo, que sería una posición "precautionary," sobre-preocupada por los riesgos, los abusos, la tiranía (no olvidemos que él se inscribe, como parte de la salamidad argentina, en un cierto schmittianismo constitucional). Ésta sería una posición madisoniana -aquella a la que él se opone, al menos en parte. Vermeule desarrolla frente a ella una posición diferente, menos obsesionada con el riesgo, y a la que llama la "posición madura," que encontraría más apoyo en Hamilton, Story, Frankfurter, Marshall el viejo. Esta posición aboga por "precauciones óptimas, no máximas," siendo consciente de que la preocupación por el riesgo genera sus propios riesgos. Ejemplo: la defensa de Story de las "standing armies". Con tanto temor de montar este tipo de ejércitos, se terminaba asumiendo riesgos peores: lo que hay que hacer es controlar a estos cuerpos armados, en lugar de impedir que se creen. 

Estas posiciones pragmatistas, del utilitarismo ultra-calculado, pretendidamente omniconsciente, pecan en mi opinión por su confianza en la propia razón, y su desprecio a los principios, valores, reglas generales e ideas abstractas, de las que se burlan, pero que terminan infiltrando su posición por todos lados. Para decirlo de modo simple: dados los infinitos e irremediables déficits de racionalidad que tenemos (la dificultad de reconocer todos los problemas, la dificultad de sopesarlos bien, la dificultad derivada de querer agregar más y más variables, la dificultad de no poder prever nunca lo...inesperado, la dificultad de balancear bien los riesgos que vienen de todos lados, las dificultades propias de la hiperracionalidad de la que hablaba Elster), lo que termina ocurriendo es que obsesionados, en este caso, por calcular bien, calculamos mal, y en el medio aborrecemos y tiramos por la ventana las reglas y principios, y lo que pasa es que terminamos decidiendo, contra lo que anunciábamos, conforme a nuestros valores y prejuicios: seleccionamos siempre sólo ciertos riesgos, y los sopesamos de un cierto modo, conforme a ideas preconcebidas ("el Presidente no va a terminar abusando porque..."). En definitiva, se trata de una vía más o menos elegante (no mucho en mi opinión) hacia sistemas de organización institucional más discrecional-schmittianos. Es decir, es hora de ponerle el cascabel a Vermeule. 

10 jun 2014

Derechos humanos en la Argentina

Excelente entrevista al sicólogo Hugo Vezzetti (ex Pasado y Presente), acá

9 jun 2014

La década blanda de la teoría crítica argentina



Años atrás, a principios de los 80 y luego de uno de los primeros congresos de Filosofía del Derecho realizados en Vaquerías, Carlos Nino regresó a nuestro Centro de Estudios comentando, con cierta interna satisfacción, el siguiente hecho. El amigo español Manuel Atienza había aprovechado la ocasión del evento para hacer una dura crítica a la lógica jurídica local. Cómo podía ser –se planteaba MA- que durante la década que incluyó a los peores años de la Argentina, la impresionante fuerza de la lógica jurídica local no hubiera ayudado a poner en cuestión al derecho atroz dominante entonces. La crítica de MA no era ni boba ni ingenua: MA sabe bien que se puede hacer teoría sin hablar directamente de la realidad del momento; y sabía bien que era muy difícil hablar en los años cuestionados. Tampoco se trataba, necesariamente, de una impugnación hacia la moral personal de sujetos concretos. Más bien, él manifestaba su incomodidad ante las acciones y -muy sobre todo- las omisiones de una teoría con la que se sentía vinculado. En todo caso, la reivindicación del valor de la teoría pura (de la pura teoría) no le resultaba compatible con el desarrollo de una disciplina que pretendía mostrarse apropiada para pensar mejor el derecho pero que, al mismo tiempo, aparecía incapaz de ayudar a entender y someter a crítica al derecho actualmente existente, en momentos en que -dada la podredumbre del derecho vigente- era especialmente importante hacerlo.

Si uno suscribe lo dicho por MA sobre la lógica jurídica en tiempos en que era muy complicado hablar, cómo no va a decir lo mismo sobre una teoría que se reivindica, con el pecho henchido, como teoría crítica, y que está situada en el centro de un derecho por completo corrompido, en tiempos en donde se puede decir, pero no se dice.

Hay un problema cuando uno se encuentra con textos o autores propios de la teoría aquí referida, que no dialogan críticamente ni pretenden entablar un diálogo crítico con el derecho que los circunda[1] En otros términos: hay un problema si la teoría crítica argentina convive mansamente con el poder; si lo que produce no se orienta a poner en cuestión a los más poderosos del aquí y ahora; si sus escritos y aportaciones no ayudan a enfrentar las injusticias del tiempo; si lo que expresa no cuestiona el sentido común jurídico dominante; si lo que dice y hace no se transforma en un arma cargada contra los peores agravios del derecho de su era.[2] El problema es mayor si lo que hace en tiempos de crisis es, por el contrario, cultivar el silencio o, directamente, legitimar los peores atropellos de la época. (El estudiantado percibe las tensiones que se producen cuando, al mismo tiempo en que se habla del “derecho como discurso legitimante” se hace un guiño de laissez passer frente a prácticas políticas y judiciales funestas; cuando se habla del “derecho como ficción,” al momento en que se encubren las peores formas en que la política de hoy manipula al derecho (i.e., invocando la “democratización” para socavarla); cuando se enarbola el discurso de la “microfísica del poder” al tiempo en que se habla en voz baja frente a los enriquecidos ilícitamente en esta década, se encubre o, desde la práctica profesional, se hace lo posible para des-impugnar a los peores corruptos de nuestro tiempo. A qué ha venido a servir, entonces, la teoría crítica? Pueden aprender a ser críticos quienes estudian con ellos? Sinceramente no lo creo).

Decir esto no importa un juicio general frente a todos los críticos argentinos, quienesquiera sean (yo mismo me siento incluido entre ellos). Los hay de muchos tipos: algunxs de ellxs vienen haciendo sin dudas un trabajo interesante, concentrados en algún aspecto restringido del derecho; otros nos ayudan a pensar desde lados inhabituales; a los más veteranos se les agradece el modo en que iniciaron el camino. Me interesa más, por el momento, pensar en la disciplina. Y aquí sí creo que, del mismo modo en que MA impugnara en su momento a la lógica jurídica argentina, es posible avanzar un juicio negativo sobre la contribución que ha hecho, y muy en particular sobre lo que no ha dicho ni nos ha ayudado a pensar, la teoría crítica, en una década marcada por la corrupción estructural y la manipulación del derecho y del discurso del derecho, desde el poder.



[1] Don Christian C., en su momento, representó una gran promesa para la teoría crítica local. Ello así, no sólo a través de los cursos que dictó y los casos judiciales que promovió sino también –y especialmente tal vez- a partir de sus escritos (más allá de sus ya clásicos trabajos en el área de los derechos sociales). Primero, su edición de los trabajos de Robert Cover (símbolo del pensamiento crítico anglosajón); luego, su pionero libro sobre el litigio estructural (en el caso “Verbitsky”); y sobre todo, la compilación de la que fuera editor, “Desde otra mirada,” que apareció como resumen y valioso pilar en la construcción y consolidación de un pensamiento crítico local. “Desde otra mirada” incluyó escritos de extranjeros notables por sus aportes al pensamiento crítico (en particular, Frances Olsen, Gordon, Boaventura, Duncan Kennedy); y luego, un seleccionado de lo que CC veía como representando al pensamiento crítico local (Viturro, Pautassi, Bovino, Ruiz, Cárcova, Marí, Tedeschi, Martyniuk, y quien esto escribe). Del trabajo de CC resaltaría dos cuestiones. Primero, el temprano e interesante mapa que supo trazar sobre la teoría crítica local, a través de su selección de temas, casos y autores; y sobre todo, los modos diversos en que se involucró con la teoría crítica. En general, lo hizo de modo muy consistente, y poniendo a dicha teoría en vínculo con la realidad circundante –algo particularmente relevante cuando hablamos de teoría crítica (por caso: escribió y enseñó teoría crítica, y al tiempo de litigar lo hizo de forma cuanto menos no contradictoria con aquello que enseñaba y escribía; a la vez, enseñó sobre temas que eran particularmente urticantes en ese momento; y escribió sobre temas que ponían en cuestión el sentido común jurídico de la época).
[2] Cada uno que haga su lista de los “peores agravios,” pero desde mi perspectiva, la situación no tiene retorno si los representantes de la teoría crítica, ante el dictado de la ley antiterrorista, callan; ante el ascenso de militares golpistas, callan; ante la aprobación de las leyes blumberg, callan; ante la degradación de las medidas cautelares, callan; ante la masacre al pueblo qom, callan; ante la minería contaminante, callan; ante la veintena de muertos por enfrentarse al poder gobernante, callan; ante la corrupción estructural, callan; ante el nombramiento vil de conjueces, callan; ante los centenares de criminalizados por protestar, callan. Es decir, si la teoría crítica de esta década no sirvió para cuestionar los peores excesos del poder, no me quiero imaginar para qué ha servido.

La majestuosa igualdad de la ley

Conferencia del amigo y notable colega argentino, profesor en Texas, Daniel Brinks (de lo mejor que se encuentra en el barrio universal), esta semana en la Universidad de Palermo. Sobre El impacto distributivo de la judicialización, en casos de derechos sociales y económicos. Quien pueda...está obligado a ir

10 de junio, 16 horas, Mario Bravo 1050
Toda la info, y el trabajo a discutir, se encuentran por acá


8 jun 2014

Hablar y no decir (con pd)

Leo con pesar este editorial del ilustre colega don MF, referido a la indagatoria a que será sometido Boudou (acá). Un hecho inédito en la historia latinoamericana, un delito gravísimo en juego, que involucra al vicepresidente de la nación y a varias secciones del gobierno (desde la presidencia misma, a algunas provincias, economía, afip, la secretaría de comercio) utilizando el aparato del Estado para hacer un negociado con empresarios privados, contra la ciudadanía, apropiándose nada más ni nada menos que de la impresión de los billetes nacionales, forzando a todito el oficialismo en el Congreso a aprobar una ley para encubrir el delito...De los peores delitos cometidos en la historia argentina, por el nivel de los poderes involucrados, y los objetos comprometidos en el crimen. Y lo que nos encontramos en el artículo son referencias a:

Clarín, la oposición, el juez, los fiscales, Macri, Oyarbide, la Cámara Federal, Menem, De la Rúa, el Frente Unen, la AMIA, la servilleta de Corach, la espada de Damocles, Ciccone, la tele, Kirchner, el Mundial, el truco, el fiscal Di Lello, el cuarto árbitro, el técnico Sabella, Lanata, Luis Cabral, la Asociación de Magistrados, Clarín otra vez, el grupo, Lucas¡, Julián Domínguez, tribunales, la dictadura, Martín Lousteu, Sanz, el Foro, los jueces federales, la condena de antemano, los problemas en el proceder de Lijo, el Código Procesl Federal, el multimedios, Freiler, Comodoro Py, el Frente Renovador, Nueva York, la Vulgata mediática, los poderes fácticos...

PERO EL DELITO DESCOMUNAL, EL ROBO A MANO ARMADA AL PUEBLO NO ESTA, NO EXISTE, NO APARECE SIQUIERA MENCIONADO¡¡¡¡¡ Decime por lo menos de qué se lo acusa, si hay razones para creer en la acusación, quiénes están involucrados, por qué la inmensidad de pruebas que avalan el procesamiento resultarían falsas. DI QUALCOSA DI SINISTRA¡¡¡¡¡¡¡¡

pd.: digo esto sin mala leche, y a la luz de lo que perfectamente dijera don MF esta misma semana, al recibir el premio al periodismo "Rodolfo Walsh". Dijo entonces:

"Vivimos en un momento de audiencias segmentadas, nos escuchan los que nos quieren, pero el deber que tenemos es no darles a los oyentes y lectores sólo aquello que ya saben. Nuestra dignidad es agregar valor a lo que ellos ya tienen”

Pero cuál es el valor agregado desde la dignidad, en esta nota? Cuál la idea que no esté ya absolutamente asumida y digerida por quienes tienen su visión parcial y oficial sobre el tema? Que hay un fusilamiento mediático, que ya está todo decidido de antemano, que el juez viene haciendo las cosas mal, que la oposición se aprovecha, que hay intereses de los grandes grupos? Y el valor adicionado? Y la lectura a contrapelo? Y lo que ya no forme parte del sentido común oficial dónde está por favor?

5 jun 2014

Conferencia sobre constitucionalismo latinoamericano en Glasgow

Para quien quiera y tenga la posibilidad de ir, la información se puede obtener acá abajo:



https://latinamericanconstitutionalism.wordpress.com/

4 jun 2014

Juicios de lesa

La nota de Gastón Ch. (CELS) en La Nación de hoy (cómo era, se puede o no escribir en La Nación?), en defensa de los juzgamientos a los responsables de crímenes de lesa humanidad está muy bien, y tal vez sea lo mejor que alguien que defiende lo hecho hasta el momento pueda decir en favor de los juicios. La nota está acá. Gastón hace un reconocimiento histórico de lo actuado hasta el momento (la política de derechos humanos no nació con el kirchnerismo); toma en cuenta muchas de las objeciones existentes en la materia; da cifras relevantes. Bien. Creo, de todos modos (y lo digo por no perder nunca la perspectiva crítica/molesta), que el texto falla en su ánimo de blindar a lo hecho frente a toda objeción, para presentar a la política en la materia como un muro sin fisuras, cuando -me resulta bastante evidente- hay muchas rajaduras, grietas, pintura caída, y emparches mal hechos, que en términos menos metafóricos implican violaciones de derechos sobre personas concretas, por mas que se trate de las personas a las que menos queremos (i.e., tenemos procesados sin condena durante largos, imperdonables años, algo que no aceptamos en ningún caso; personas de edad avanzada y en condiciones de salud precaria que no reciben, a diferencia de "otros presos comunes", arresto domiciliario) Dice también GCh: "la situación de los detenidos por estos crímenes no es peor que la de los detenidos por otros delitos", lo cual no suena como un buen argumento, siendo que los pobres en condición de encierro viven en situaciones que definiría sin duda como "tortura" -aclaración dentro de la aclaración: esto no significa que los militares merecen privilegios que los presos comunes no, sino que ninguno de todos ellos merece estar sometido jamás a situaciones símil-tortura, muchísimo más cuando es perfectamente posible asegurar esto). En todo caso, insisto, la nota vale y es un necesario aporte a la discusión. 

Convocatoria. Seminario Políticas de la Memoria

Convocatoria para presentación de trabajos, acá abajo:
http://conti.derhuman.jus.gov.ar/2014/02/e-vii-seminario.shtml
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti

3 jun 2014

Entrevista sobre protesta social

Finalmente, y luego de varios meses de curioso bloqueo, sale publicada en Tiempo Argentino (ejem) una entrevista que me hicieran sobre el tema de la protesta social (gracias Lucia A.). La entrevista, aca

2 jun 2014

No serás rey, Felipe

Buena nota (acá). Por la democracia, abajo a las monarquías de todo tipo, de una buena vez.

Debate Marxismo y Derecho Penal, en Ideas de Izquierda

El debate completo (largo¡) entre Matías Maiello (Ideas de Izquierda) y yo, sobre Marxismo, derecho penal, castigo, en la siempre interesante Revista Ideas de Izquierda puede encontrarse por acá¡

Incluye:


Por Matías Maiello, IdZ 8, abril de 2014.
Por Roberto Gargarella, IdZ 9, mayo de 2014.
Por Matías Maiello, IdZ 9, mayo de 2014.
Por Roberto Gargarella, a publicarse en IdZ 10, junio de 2014.
Por Matías Maiello, a publicarse en IdZ 10, junio de 2014.

Correr por derecha

Horacio V., acá, coincidiendo en los hechos en la condena a las espantosas declaraciones que fuéramos punteando por aquí en días pasados (Pichetto contra los senegaleses y los inmigrantes; Julián Domínguez bastardeando a la mujer; Kunkel hablando de bataclanas; Randazzo enloquecido contra los grafitteros). Es curioso el modo en que la misma gente que se escandaliza cuando desde el blog llamamos la atención sobre la gravedad de todos esos dichos ("por qué poner la atención ahí¡" "es la agenda de los medios¡"), se derrite cuando HV afirma los mismos dichos. En todo caso, bienvenido el listado de HV, y bienvenido también el tardío deshielo. 

1 jun 2014

Dulce de leche salado

Siendo domingo, y en homenaje a la artesanal tradición heladera de mi familia, una temprana reivindicación del gusto "dulce de leche salado" en todas sus variantes (aún más allá de las heladerías), y un esperanzado clamor por su llegada y consolidación al/ en el país que dio nacimiento al buen dulce de leche.