El Mundial sirve, también, para tapar la impresionante represión policial (Gendarmería + Policía Federal) a las pobres mujeres -vinculadas con los trabajadores de la autopartista Lear- que se pusieron de escudo para evitar el avance de las fuerzas de seguridad: no lo evitaron, y sufrieron palos y balas de goma por parte de las fuerzas de seguridad de Berni. Más que un episodio más de represión k, merece verse en eventos como éste la política nueva propia de los tiempos de ajuste: impiedad plena. El CELS, por ejemplo, denunció el cambio que se está dando en la operatoria de los servicios de seguridad, acá, y acá
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