La paradoja que señalaba en el post anterior es la de gobiernos que llegan al poder, en América Latina, con discurso popular o social o de izquierda, y que -en parte por su trayectoria, en parte por su discurso- muestran "anchas espaldas" para afrontar la toma de medidas de derecha o ultra-derecha (ley antiterrorista en la Argentina; políticas de seguridad basadas en la mano dura; protección desde la Procuración a Milani, frente a la investigación de crímenes de lesa humanidad), que un gobierno de derecha no se animaría a tomar. Mientras tanto, aquellos que llegan al poder con una tradición y/o discurso de derecha, gobiernan con "el rabo entre las patas", temerosos de ser acusados de ser muy conservadores, y se abstienen de tomar cantidad de medidas que posiblemente preferirían tomar, o aún toman otras medidas de tipo social o progresista con las que tal vez no se identifican plenamente. Así, aparecen los gobiernos "populares" con políticas activamente pro-empresarias (menemismo, kirchnerismo), y gobiernos de derecha corridos hacia el centro, y aún con gestos progresistas. Finalmente, siempre nos gobierna alguna versión de la derecha: más moderna, más popular, más bullanguera, más chapada a la antigua, más reaccionaria. Versiones diferentes de lo mismo, frente a las que hay que trabajar en contra. Espero que los ingenuos de siempre, luego de tantos años, empiecen a admitir los errores que han cometido, a la luz de países cada vez más marcados por el narcotráfico, la corrupción estructural, y dirigidos por los grandes grupos económicos (la foto que incluyéramos acá, hace dos posts, es simplemente excepcional como marca de lo que significa este momento).
¿Y cuál será la conclusión del silogismo? ¿Qué votemos a la derecha que se presenta con su nombre, que no votemos a nadie, o que privilegiemos a la paleoizquierda?
ResponderBorrarpor que tiene que tener una conclusión? mi propia conclusion es votar a la izquierda, caiga quien caiga, contra viento y marea. en todo caso, y como mínimo, diria que hay que despertarse y perder la ingenuidad: que la terminen con la idea de "votemos a nosotros porque sino viene la derecha." son la derecha, y para evitar que venga otro grupo de derecha, se derechizan todavia mas
ResponderBorrarEl comentario anterior preguntaba qué hacer con el voto (yo vengo haciendo lo que rg responde). Pero pregunto qué hacemos con la democracia si "siempre nos gobierna alguna versión de la derecha" que gana elecciones limpias (no 100%, pero en fin). Recuerdo a los de Revista Barcelona diciendo con algo de ironía que "la democracia era el mejor sistema inventado por la humanidad". ¿Seguimos apostando por la misma?
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