En un post de hace unos meses (acá) daba cuenta de las críticas que me comentaba Joseph Raz, en relación con la academia británica: condiciones de enseñanza explotativas, sobre-exigencias de publicación, producción acelerada, etc. Luego de una (muy agradecida¡) estancia académica en México, me siento en condiciones de dar un primer paso, al menos, en la evaluación de las condiciones de producción en la academia de ese país. Ello, destacando antes que nada un contexto en todo sentido extraordinario: un país políticamente devastado (o condenado), socialmente quebrado, pero de una cultura sin igual (Muy lejos, por caso, de todo lo conocido en la Argentina. Algo que se advierte en cada artesanía, en la música, en la comida, en los dulces, en los vestidos: cientos y cientos de años de tradiciones y saberes acumulados, expresados en una increíble maestría cultural -así, frente a lo que en la Argentina parece ser tierra arrasada: en mi país, todas las tradiciones resultan ignoradas, pisoteadas o transformadas en su peor contracara).
En la academia mexicana (sobre todo, pero no sólo, en la academia jurídica), pasa otra cosa, también curiosísima, muy excepcional (en la Argentina podemos vivirlo a escala muy diminuta, por ejemplo, aunque el proyecto sea en el fondo similar). Uno de los males que golpean a las condiciones de producción académicas en México, no es -como en casi todo el resto del mundo- el de la creciente falta de recursos, sino más bien el contrario: la cantidad extraordinaria de dinero que utiliza el Estado en el área, y el modo en que lo usa. Con posiciones dulcemente pagadas; centros de investigación a los que les requiere informes constantes, muy bien recompensados; invitaciones generosas; y eventualmente llamados para integrarse temporalmente al elenco gubernamental, el Estado ha conseguido aquietar a una academia levantisca, y lavar la potencia crítica de muchas de sus mejores cabezas. Se trata de una gran maquinaria que parece preparada para la cooptación y el adocenamiento. Para muchos buenos colegas, conscientes de la amenaza, el gran desafío es mantener las condiciones del trabajo independiente y la reflexión crítica, en un ámbito que dirige todos los incentivos a generar exactamente lo contrario. Sé que van a intentarlo -lo están haciendo con un enorme y generoso esfuerzo, de hecho- y les deseo realmente la mejor de las suertes. Aunque pienso por dentro: cómo van a hacer para aguantar semejantes cañonazos de dinero? Cómo van a hacer para generar conocimiento profundamente crítico, en relación con los modos en que opera un poder profundamente injusto? Mis mejores deseos: se lo merecen¡
Cuando a mí me dicen que para la investigación no hay dinero suficiente yo pienso que es mejor que sea de ese modo. La investigación debe hacerse de la manera más austera posible y evitar, desde todo punto de vista, grandes inyecciones de dinero que terminen corrompiendo los resultados y el discurso de los investigadores. Cuanto más austera sea, de mayor autonomía será la investigación. No me insulten, pero el ejemplo que da Roberto es muy significativo a este respecto.
ResponderBorrarbueno, ahí está un poco el dilema: el sub financiamiento o falta de financiamiento, que tanto padecimos, es un desastre, y la intervención del estado seduciendo investigadores para que no lo molesten, es otro riesgo horrible
ResponderBorrarMe dicen que el título de juan abal medina es engañoso; parece de una universidad EEUU, pero es de un joint-venture con una mexicana.
ResponderBorrarPregunta:
Hay algo en que esta gente no mienta?
Fernando
Lo que dices es totalmente cierto. Me alegra que lo digas.
ResponderBorrarSaludos.
Roberto Niembro
Gracias Roberto. Todo lo salva el trabajo de ustedes, que son muchos también
ResponderBorrarHola Roberto. Lo que dices es cierto pero es importante recalcar que no es cierto para todos los casos, y que hay casos muy diferentes. Ni en todas las universidades públicas ni en todas las áreas pasa eso. Las posiciones "dulcemente pagadas" existen en varias universidades del DF (UAM y UACM entre ellas) y también de provincia (como UdeG), pero en muchas más el pago es amargo... En la Autónoma de Puebla, donde estuve hasta el año pasado, los sueldos son bastante malos (para casi cualquier cosa relacionada con academia) y los recursos para lo editorial, por ejemplo, están entre la no abundancia y la mala distribución de lo que hay (por decisiones de los políticos-directivos). El Sistema Nacional de Investigadores es básicamente en los hechos un mecanismo para complementar o aumentar sueldos desde el gobierno federal, los mediocres sueldos que pagan una gran cantidad de universidades -y un mecanismo poco bueno para la calidad. Lo que me lleva a lo de Raz: en México también existen muchos de los problemas que menciona. Y de qué forma! Así que aquí coexisten la escasez y el subfinanciamiento con el sobrefinanciamiento y los excesos,´y con un sistema de producción cuantitativa (se privilegian todas las cantidades...). A lo que hay que sumar mucha simulación y también corrupción. En ciertos otros casos, locales, hay otro gran problema: la relación "íntima" entre universidades o elites "universitarias" y tal o cual partido político... En general, el panorama es más complejo, para nada se limita a académicos buenos o excelentes y críticos o potencialmente críticos "versus" agentes estatales que siempre dan mucho dinero en todos lados y a todos lados. Insisto, para acabar, en que a veces el fuerte flujo de dinero no tiene que ver con cooptar o callar intelectuales sino con otras necesidades u otros arreglos previos.
ResponderBorrarUn abrazo.
mil gracias JR. lo mio fue una primera impresion, que -como bien dices- necesita ser complementada, reforzada, precisada y desambiguada para muchos casos particulares. desde ya que no asumo ni asumia que era asi para todos los casos. si que me llamó la atención ese tema, que contrasta con lo que vi...aun en noruega¡¡ donde hay crisis de financiamiento tambien¡ asi que agradezco cualquier aporte y precision que puedan hacer. y se tambien (lo traté de dejar en claro) del enorme esfuerzo que hacen un montón de amigos para llevar adelante investigaciones independientes y de calidad, que claro que tambien hay de eso. abrazo grande
ResponderBorrarEstamos de acuerdo, Roberto.
ResponderBorrarOtro abrazo.