Aunque la ley se empieza a votar hoy, y estamos como tantos, tensos por el resultado, lo cierto es que lo importante ya ocurrió: en materia de género (como, más específicamente, en el tema del aborto), hace rato que ya se ganó. Gracias al feminismo, la militancia política, el ni una menos, y al trabajo de tantas, el país en poco tiempo, cambió, y para mejor. Eso ya está, y ese logro extraordinario no tiene vuelta atrás. Lo importante ya se dio. Hoy podemos hablar de temas que hasta hace semanas eran tabú; podemos escuchar a jóvenes y viejos hablando más abiertamente de temas que antes no trataban o escondían bajo la mesa; encontramos posiciones más tolerantes por doquier; y sabemos que, por las razones que sean -desde el oportunismo (y el valor civilizatorio de la hipocresía) hasta los principios y la convicción- ya hay conductas que todos rechazamos, y nunca más volveremos a normalizar. Mucho mejor, a partir de los debates de estos días (y otra vez, por esa mezcla de razones virtuosas y no), muchos han cambiado de posiciones, y han pasado a adoptar posturas de respeto al otro y tolerancia hacia el que actúa distinto, de las que no tendrán vuelta atrás. Eso se dió en la Argentina, un país, en muchos sentidos, retrógrado como tantos otros, e intolerante como pocos otros. La victoria ya se concretó, y sólo nos queda ir hacia mejor. Con la ley aprobada en estos días o dentro de muy poco. Eso no es lo realmente valioso: lo importante ya pasó.
Por Ernesto Tiffenberg:
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Muchos diputados han leido tu texto de unos posteos atrás. Escuché varios argumentos adelantados por vos. Bien ahí! El intelectual público aporta argumentos para estos debates
ResponderBorrarRoberto, ¿la marcha multitudinaria de ayer y todo lo que ello generó podría considerarse un "momento constitucional"?
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