26 oct 2010

Algo personal

















Algo personal
Joan Manuel Serrat






Probablemente en su pueblo se les recordará
como cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.

Probablemente que todo eso debe ser verdad,
aunque es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.

Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.

Se gastan más de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verles fanfarronear
a ver quién es el que la tiene más grande.

Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y la culpa es del otro si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Y como quien en la cosa, nada tiene que perder.
Pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer
nos ponen la pistola en la cabeza.

Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.

No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños.
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión
de declarar públicamente su empeño
en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo

que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,

donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz.

4 comentarios:

  1. se echó al monte la utopía
    perseguida por lebreles que se criaron
    en sus rodillas
    y que al no poder seguir su paso, la traicionaron;
    y hoy, funcionarios
    del negociado de sueños dentro de un orden
    son partidarios
    de capar al cochino para que engorde.

    ¡Ay! Utopía,
    cabalgadura
    que nos vuelve gigantes en miniatura.
    ¡Ay! ¡Ay, Utopía,
    dulce como el pan nuestro
    de cada día!

    Quieren prender a la aurora
    porque llena la cabeza de pajaritos;
    embaucadora
    que encandila a los ilusos y a los benditos;
    por hechicera
    que hace que el ciego vea y el mudo hable;
    por subversiva
    de lo que está mandado, mande quien mande.

    ¡Ay! Utopía,
    incorregible
    que no tiene bastante con lo posible.
    ¡Ay! ¡Ay, Utopía
    que levanta huracanes
    de rebeldía!

    Quieren ponerle cadenas
    Pero, ¿quién es quien le pone puertas al monte?
    No pases pena,
    que antes que lleguen los perros, será un buen hombre
    el que la encuentre
    y la cuide hasta que lleguen mejores días.
    Sin utopía
    la vida sería un ensayo para la muerte.

    ¡Ay! Utopía,
    cómo te quiero
    porque les alborotas el gallinero.
    ¡Ay! ¡Ay, Utopía,
    que alumbras los candiles
    del nuevo día!
    http://www.youtube.com/watch?v=-b0m4u-raKQ

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  2. Anónimo1:00 p.m.

    La belleza
    (Luis Eduardo Aute)

    Enemigo de la guerra
    y su reverso, la medalla
    no propuse otra batalla
    que librar al corazón
    de ponerse cuerpo a tierra
    bajo el paso de una historia
    que iba a alzar hasta la gloria
    el poder de la razón
    y ahora que ya no hay trincheras
    el combate es la escalera
    y el que trepe a lo mas alto
    pondrá a salvo su cabeza
    Aunque se hunda en el asfalto
    la belleza...

    Míralos, como reptiles,
    al acecho de la presa,
    negociando en cada mesa
    maquillajes de ocasión;
    siguen todos los raíles
    que conduzcan a la cumbre,
    locos por que nos deslumbre
    su parásita ambición.
    Antes iban de profetas
    y ahora el éxito es su meta;
    mercaderes, traficantes,
    mas que nausea dan tristeza,
    no rozaron ni un instante
    la belleza...

    Y me hablaron de futuros
    fraternales, solidarios,
    donde todo lo falsario
    acabaría en el pilón.
    Y ahora que se cae el muro
    ya no somos tan iguales,
    tanto vendes, tanto vales,
    ¡viva la revolución!
    Reivindico el espejismo
    de intentar ser uno mismo,
    ese viaje hacia la nada
    que consiste en la certeza
    de encontrar en tu mirada
    la belleza…

    MSG

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  3. Anónimo8:35 p.m.

    Me ganaron de mano con el de Aute! muy buen tema
    Un saludo.

    Pato

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  4. Tiempo de ser fantasma (Silvio Rodriguez)


    Mientras la noche viajaba
    lentamente hacia su fin,
    vimos caer a emisarios del alba
    arrojando tizones hacia el porvenir,
    para encender las almas.

    Hoy que la sombra engorda
    como un voraz tambor,
    nadie común se asombra
    de lo que ya pasó.

    Entra un milenio con sus cadenas
    poniendo música al andar,
    como un fantasma de viejas penas
    y nueva sed por degollar.

    Tiempo de ser fantasma,
    tiempo de maldecir
    y no entregar el alma,
    para sobrevivir.

    Una vez más acompaña la muerte:
    es hora de siempre.
    Una vez más el espacio se adunca:
    es hora de nunca.

    Hoy es tiempo de ser fantasma,
    tiempo de no entregar el alma.

    Tiempo de ayer,
    tiempo de hoy,
    tiempo de ser fantasma.

    http://www.youtube.com/watch?v=gx9lLUsJtFw

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