“La reforma de 2005 fue el último intento de apropiarse de la Constitución de 1980, pero fue un caso que se reveló rápidamente como autoengaño, no de apropiarse de la Constitución, sino de tratar de convencerse de que la trampa no era la trampa. Por eso 2005 es el año en que la pérdida de la inocencia constitucional comienza”. Lo anterior es un extracto del libro “La Constitución tramposa”, escrito en 2013 por el abogado y convencional Fernando Atria (Frente Amplio) como un análisis crítico de la Constitución de 1980. Ahora, el concepto —“Constitución tramposa”— es usado una y otra vez por sus colegas constituyentes en los debates, ya sea para referirse a la Constitución vigente o a la propuesta que se está redactando. Es que algunos textos parecieran estar en la biblioteca obligada de los convencionales. Ocurre con “La casa de todos” (2015),del académico de la U. Católica Patricio Zapata, o con “La sala de máquinas de la Constitución: dos siglos de constitucionalismo en América Latina (1810-2010)” (2014), de Roberto Gargarella, ambos frecuentemente citados.
Por eso, en el contexto del Día Internacional del Libro, que se conmemora mañana, “El Mercurio” preguntó a los convencionales qué libros los inspiran. Territorio y feminismo Amaya Alvez (Frente Amplio) rescata la obra de Gargarella “pues ayuda a comprender la historia constitucional de la región poniendo el acento en un centralismo autoritario, la concentración del poder y la existencia de derechos sociales desde inicios del siglo XX”. Agrega que si bien “es una de las metáforas que más se usan, se refiere muchas veces a la comisión de Sistema político, pero Gargarella dice que la comprensión moderna es más bien la forma jurídica del Estado, o al menos ambas dada la histórica concentración del poder que ha llevado a un centralismo nocivo en América Latina”. Hay libros que han servido para inspirar la redacción de normas o defender su aprobación en comisiones y plenos. Han sido citados textos como “El Federalista” (1788) o “El espíritu de las leyes” (1748).
El lunes, en el debate del tercer informe de la comisión de Principios constitucionales, Tammy Pustilnick (INN) destacó la importancia del derecho a una vida libre de la violencia de género, ya que “por años se nos dijo que la violencia que sufríamos dentro del hogar era un asunto donde el Estado no podía ni debía intervenir (...). No por nada, Miguel Lorente escribe hace más de 20 años ‘Mi marido me pega lo normal’”. Para Pustilnick hay al menos dos obras “que han influido en mi percepción, comprensión de la vida y me han guiado en el trabajo profesional: ‘El segundo sexo’, de Simone de Beauvoir, y ‘Una habitación propia’, de Virginia Woolf. Ambos recogen de una significativa e intensa forma la importancia del rol de la mujer y su independencia, sentando las bases del feminismo y la erradicación de los estereotipos de género”, explica. En cuanto al debate de Sistema político, Hernán Larraín (Independientes-RN-Evópoli), miembro de esa comisión, destaca que “para un primer acercamiento”, algunas obras que ha consultado son “Cinco repúblicas y una tradición”, de Pablo Ruiz-Tagle; “Diez miradas sobre el sistema de gobierno”, que recopila conversaciones realizadas por diversos centros de estudios en el CEP durante 2021, y “El costo de los derechos. Por qué la libertad depende de los impuestos”, de Stephen Holmes y Cass Sunstein. Guillermo Namor (INN), de la misma comisión, acude a “Por qué fracasan los países”, de Daron Acemoglu y James A. Robinson, e “Ingeniería constitucional comparada”, de Giovanni Sartori. El primero, dice, “da una perspectiva histórica sobre la importancia de los procesos de construcción, del contrato social, de tener instituciones sólidas, y desconcentrar el poder político y económico”, y el segundo sirve para la construcción de un sistema político “observando de forma comparada la experiencia internacional”.
Elisa Loncon (mapuche) enumera la plurinacionalidad, el lenguaje, el feminismo y la modernidad como los temas de los libros que ha estudiado para la Convención, en autores como Rita Segato, Salvador Millaleo y Enrique Dussel. También recurre a un trabajo que realizó junto a Francesco Chiodi, “Por una nueva política del lenguaje”. Algo similar señala Constanza Hube (Unidos por Chile), quien relee “La Constitución en disputa”, en la cual aportó con un ensayo. Los estilos son varios: a Malucha Pinto (Colectivo Socialista) la inspira “Recado confidencial a los chilenos”, del poeta Elicura Chihuailaf; Carolina Videla (PC) señala que el texto “Rompiendo el cerco: el movimiento de pobladores contra la dictadura” sirve para entender la importancia de la demanda por el derecho a una vivienda digna; mientras que Cristóbal Andrade (independiente) tiene a la Biblia como libro de cabecera para enfrentar el proceso, aclara.
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