15 nov 2014

Horacio G. y la ley

Hoy, don Horacio González escribió una nota en Página en donde critica, entre otros, a un texto mío. Su artículo se encuentra acá. En un escrito meandroso, como es habitual, resiste una idea que yo presento, cuando presento mis quejas a la "ficción de debate" parlamentario. En mi opinión, la importancia del debate no se encuentra en el tratar de ser caballeritos ingleses, sino en una certeza: cuando se cierran las puertas al debate público, cuando se desprecian los argumentos contrarios, cuando viene el automatismo aprobatorio, es porque hay intereses particulares a los que satisfacer. Y no los intereses del pueblo, precisamente, sino los que fueron siempre: los de los grandes y poderosos amigos. Lo vimos mil veces. Para no irse tan lejos: cuando se empezó a ridiculizar el debate en torno al Código Civil, fue porque funcionarios corruptos (ley de responsabilidad del Estado), mineras y petroleras (derecho al agua), o la Iglesia (debate sobre la concepción) estaban al acecho. Punto. Lo demás es verso.

González termina su artículo diciendo "El liberalismo sólo entiende de leyes que sacrifiquen el entusiasmo colectivo; las leyes más nobles, en cambio, se dedican a reparar a los sacrificados."

Y es una mentira atroz, si lo que quiere sugerir es que lo que uno propone es "limitar" a la producción normativa de este gobierno, que de algún modo se dedicaría "a reparar a los sacrificados". Me resulta descorazonador tener que salir a argumentar al respecto: durante buena parte de los últimos diez años, pero indudablemente, y de modo arrollador, en los últimos cinco, el gobierno se ha cansado de aprobar leyes a favor de sus negocios con los grandes empresarios que apañó y prohijó: desde Cirigliano y los 50 muertos de Once hasta Pedraza y el asesinato de Mariano Ferreyra, o el juego y el narco asesinos. Me agria tanto tener que salir a decir esto otra vez -como si no fuera obvio- que doy un paso al costado y lo dejo hablando a don Claudio Lozano:

"Impresentable el final del supuesto Gobierno Nacional y Popular. Mientras le regala los hidrocarburos a las mismas petroleras que nos llevaron a la actual crisis energética; mientras pone a YPF otra vez bajo las órdenes de una nueva petrolera privada, (ayer Repsol, hoy Chevron); mientras pone Argentina Digital en manos exclusivas de Telefónica y le otorga a los exportadores un seguro de cambio a cuenta de una maxidevaluación a realizarse luego del cambio de Gobierno (los dollar linked), le niega un aumento de emergencia a los jubilados. Este gobierno no se hace cargo de impulsar políticas públicas concretas que actualicen los montos de las distintas políticas sociales hoy corroídas por la inflación, ni tampoco impulsa la reapertura de paritarias que han quedado rezagadas frente al aumento de los precios.
Por más que la Presidenta sugiera que algunos hablan de crisis para justificar un ajuste futuro, quien trabaja hoy incansablemente en el remate de nuestras riquezas y en el ajuste presente y futuro es el gobierno nacional."


Lo siento tanto que los colegas de entonces hoy queden al servicio de un gobierno que regala el petróleo; se vende a Telefónica; le hace la Universidad a Milani-Massera; le lava las manos al empresariado asesino y a los funcionarios corruptos; mientras le deposita una flor al Papa que aborrecía hasta ayer. Cuando más los necesitábamos, estuvieron del otro lado.

7 comentarios:

Rodrigo dijo...

Me parece contradictoria tu postura de supuesta "defensa del debate" por un lado, y tu tendencia a tirarle muertos a quienes apoyan en mayor o menor medida al gobierno. ¿Qué debate pretendés conseguir de esa manera? Si apoyar al kirchnerismo es sinónimo de ser cómplice del mal, el debate nace muerto.

rg dijo...

pasa que me malentendes: todo lo que vine escribiendo es sobre la importancia del debate en las instituciones que toman decisiones sobre como se usa el dinero, como se usan las armas. sino, las armas terminan utilizandose para reprimir la protesta, las leyes para proteger a los empresarios.

con horacio no tengo que tirar ningun muerto. discutimos mas de una vez, en la biblioteca y fuera de la biblioteca, y esta todo bien con el, aunque esta nota -que no salgo a incendiar, sino a criticar- me parece que es el el que vende gato por liebre

Anónimo dijo...

ademas "illex" en ningun caso viene de bellota, burrada de hg.

ale h

Rodrigo dijo...

Borges decía que la etimología nos sirve para saber lo que las palabras ya no significan. Más allá de la broma, tu aporte de "policía literario", ¿es suficiente para concluir que HG es un burro? No creo que sea sencillo averiguar la etimología de una palabra. ¿Cuál sería el documento concluyente que te permite aseverar que dijo una burrada? No digo que no tengas razón, sino que yo no pondría tanto énfasis.

Eduardo Reviriego dijo...

Para poder darle la razón a don H.G., en la parte en que dice que: "las leyes más nobles, en cambio, se dedican a reparar a los sacrificados.", sería imprescindible conocer las leyes que este gobierno ha venido ocultado, las que dan la impresión de que los "reparados" vuelven a ser sacrificados.

Anónimo dijo...

decir que alguien dijo una burrada no es equivalente a decir que es un burro (aunque en mi opinion, en el caso de gonzalez pasan ambas cosas, es un tipo que nunca encontro una oracion subordinada que no le gustara).
"No creo que sea sencillo averiguar la etimología de una palabra" uno va, abre el corominas, y la encuentra. o no va, no busca, y no habla del tema. la unica postura no valida es hablar por arriba del hombro como si uno supiera, para encandilar a la gilada.

Desocupado mental en la era del blog dijo...

Anónimo, a vos lo único que te importa de HG es que es kirchnerista, y por tanto es burro, cómplice del mal y alguien que escribe muy mal porque su prosa no se parece a la de Isaiah Berlin o a cualquier liberal anglosajón. Probablemente seas un gorila irremediable y fuiste al Corominas a confirmar tus prejuicios, no a ilustrarte. Destacar de todo un artículo la etimología de una palabra para apurarte a decir que es una burrada es hacerlo para tratar de demostrar que HG es un burro. No me vengas con pavadas.