9 oct 2013

Se viene: EL seminario Nino


El seminario se realizará los días miércoles 16 y el jueves 17 de octubre, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Palermo, sede Mario Bravo 1259.
Programa
Miércoles 16 de Octubre
12:00 - 13:00 Almuerzo de bienvenida
13:00 - 14:30Mesa 1Carlos Nino: Inspiración para una agenda de cambio en la enseñanza del Derecho
Martín Bohmer 
Paola Bergallo
Alberto Bovino
Modera: Paula Arturo
15:00 - 16:45Mesa 2Ética y Derechos Humanos y la agenda política actual
Marcelo Alegre 
Laura Saldivia 
Marcela Rodríguez
Inés Jaureguiberri
Modera: Victoria Ricciardi 
17:15 - 19:15Mesa 3Fundamentos de Derecho Constitucional: Democracia, Presidencialismo, Constitución y Poder Judicial
Gustavo Maurino
Jorge Barraguirre
Carlos Rosenkrantz
Carlos Balbin
Modera: Guillermo Moro 


19:30 - 20:30 hsConferencia destacada: Democracia y Límite Constitucional
Presenta: Roberto Saba
Orador: Ricardo Lorenzetti
Vino de honor
Jueves 17 de Octubre
14:00 - 16:00Mesa 4Nino y el Derecho Penal: castigo, Democracia y Derechos Humanos 
Martín Sabelli
Roberto Gargarella
Leonardo Filippini
Modera: Gustavo Beade
16:30 - 18:30Mesa 5A 20 años de su publicación, ¿Argentina sigue siendo un país al margen de la ley?
Roberto De Michele
Manuel Garrido
Ezequiel Nino
Paola Bergallo
Modera: Atilio Grimani
19:00 - 20:30 hsConferencia destacada: Responsable ante el Derecho
Presenta: Martín Farrell
Orador: Owen Fiss

8 oct 2013

Otro Peralta


El caso “Peralta” generó una amplia polémica doctrinaria y constituye el principal fallo posterior a 1983 sobre las restricciones admisibles al derecho de propiedad en situaciones de emergencia económica.
Aspiramos con esta obra a revisar, a través de la crítica especializada, los fundamentos centrales de tan polémica e importante decisión, repensando la difícil relación entre propiedad constitucional y derecho de emergencia. A la vez, pretendemos mostrar a los lectores el funcionamiento de un proceso dialógico de toma de decisiones y, tal vez, llamar la atención sobre posibilidades alternativas respecto de la manera en que nuestros tribunales fundan sus decisiones.
Para ello propusimos a los autores “ponerse en los zapatos” de los jueces de “Peralta” y hacer el ejercicio de decidir la causa, con el desafío de prescindir de la perspectiva histórica, de lo que conocemos hoy, para tomar la decisión.
De esta manera ofrecemos un material útil tanto para la reflexión profunda sobre las diversas temáticas involucradas como para la enseñanza del derecho constitucional. Los puntos y contrapuntos entre las diversas “opiniones de los jueces” y las preguntas sugeridas que se agregan al final aspiran a facilitar el trabajo de reflexión sobre lo que los tribunales hacen y dicen, sobre las distintas metodologías interpretativas de la Constitución, y sobre una variada gama de temas vinculados al derecho constitucional, la teoría constitucional y la filosofía política y moral.
Sumario: 1. Introducción. Qué, por qué y cómo. 2. Breves notas histórico-contextuales. 3. Guía analítica de los votos emitidos por cada juez. 4. Los votos: 4. 1. Primer voto del juez Marcelo Alegre. 4. 2. Voto concurrente de la jueza Susana Graciela Cayuso. 4. 3. Voto concurrente del juez José Sebastián Elias. 4. 4. Voto concurrente del juez Alberto F. Garay. 4. 5. Voto concurrente del juez Lucas S. Grosman. 4. 6. Voto concurrente del juez Roberto Gargarella. 4. 7. Disidencia parcial del juez Santiago Legarre. 4. 8. Disidencia parcial del juez Carlos F. Rosenkrantz. 4. 9. Disidencia del juez Martín D. Farrell. 5. Cuestionario final. Sobre los autores.

Monsanto/ derecho de protesta

El seleccionado Mario Juliano, Horacio Etchichury, Claudio Guinazu, sobre derecho protesta, frente a Monsanto, y otra horrible decisión judicial, acá

6 oct 2013

Jozami 2


Bueno, algunos comentarios brevísimos -apostillas más bien- sobre la réplica de Jozami a mi critica.

1) Importante: Jozami dice que él "no abogó -como Gargarella me atribuye- por que se otorguen facultades a los Ejecutivos para gobernar por decreto de necesidad y urgencia, por la simple razón de que las otorga la Constitución". Esta réplica combina una falsedad y una mentira. La falsedad es que la Constitución autorice a los Ejecutivos a gobernar por medio de decretos de necesidad y urgencia. La Constitución habla de los mismos en su art. 99 pero, contra lo que dice Jozami, dicha normativa de ningún modo le permite a los Ejecutivos gobernar con ellos: i) fulmina  esos decretos en ciertas materias (penales, tributarias); ii) sostiene que el Ejecutivo "no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo,"y iii) sólo admite a los mismos para casos excepcionalísimos, para cuando resulte "imposible" (imposible, insisto) seguir los trámites ordinarios. Es decir, la afirmación de Jozami es falsa. Pero además, en su réplica miente (aunque no quiero presionar con esto), porque él dio como ejemplo de lo que proponía -Ejecutivos con más libertad, con menos limitaciones- el que se terminen de una vez por todas las discusiones leguleyas sobre lo que no se puede hacer con decretos de necesidad y urgencia, y que se deje decidir tranquilos a los Presidentes, a través del uso de los mismos. Es decir -contra lo que sostuvo en la réplica- Jozami abogó por un uso más extendido de los mismos -fue éste, repito, su ejemplo específico sobre el significado concreto de aquello de lo que estaba hablando.

2) El nudo: Jozami utiliza como única fuente a Laclau (a Laclau, que de otras cosas sabe, pero no de historia latinoamericana), para afirmar que en América Latina, "en la mayoría de los casos, las reformas populares nacieron de los Ejecutivos". El punto es muy importante, pero -lamentablemente- está basado en una tontería. Ocurre que, en los sistemas híper-ultra-presidencialistas latinoamericanos, TODO nació de los Ejecutivos, porque los Ejecutivos siempre concentraron todo el poder. Por tanto, él puede decir esto, como yo puedo decir que los Ejecutivos fueron los responsables de reformas impopulares, y también puedo decir que fueron los responsables del desmantelamiento del Estado Social (repito, Menem, Fujimori, Collor de Mello). Por tanto, la evaluación de los Ejecutivos fuertes no puede partir de ahí.

3) Tema menor sobre Roosevelt: Jozami sostuvo en su presentación que Roosevelt había reformado la Corte. Todo el mundo se dio cuenta de ese error, y Vicente Palermo se lo dijo en público: Roosevelt no reformó la Corte, sino que fracasó en su intento por hacerlo. Ahora Jozami dice que yo niego la evidencia de que Roosevelt "logró modificar la integración de la Corte, nombrando nuevos miembros." No, no niego esto. Niego la que fuera su equivocada afirmación en la charla. En todo caso, el punto es otro: Roosevelt fue un Presidente activo, pero que actuó en el marco de un sistema de controles que funcionaba, no un Presidente que desmanteló los organismos de control. Esto es lo que importa.

4) Tema menor sobre el título de mi artículo (dado que Jozami advierte una tensión entre lo que digo en el texto y el título): mandé la nota sin título, y el título que pusieron fue un error, porque lo que allí se dice yo lo niego en mi texto. No soy responsable de ese error, lamentablemente.

5) Tema menos sobre su participación en el gobierno de de la Rúa: a los archivos me remito (saludos de Aníbal Ibarra)

6) Sobre mis trabajos: Jozami reconoce que en mis trabajos reclamo "por la extensión de los derechos y la real participación del pueblo en el poder", pero dice que luego muestro "temor a la construcción de mayorías populares y a la intervención estatal." Es una simple chicana. En absolutamente TODO lo que escribo, abogo por el intervencionismo estatal, aún en áreas que muchos quieren ver como ajenas a dicho intervencionismo (intervencionismo en materia de libertad de expresión, intervencionismo para el "cultivo de la virtud personal", intervencionismo para cambiar la estructura judicial). Chicanas, por tanto, afuera.

7) Todo termina en el kirchnerismo: La gran queja de Jozami es que, teniendo una línea de trabajo igualitaria, yo no pueda apreciar "las grandes transformaciones igualitarias" de "los gobiernos de Néstor y Cristina". Cómo puedo considerar de derecha a estos gobiernos, me dice, si "enjuició a los genocidas, terminó con las relaciones carnales, estableció el matrimonio igualitario y la asignación universal". El error, me parece, es querer evaluar al gobierno con algunas medidas "progresistas"importantes, que las ha tenido cualquier gobierno (Menem abolió el servicio militar obligatorio, impulsó la ley de cupo femenino...). Se necesita mirar el territorio: ver en manos de quiénes están las intendencias (las mismas mafias que denunciaba Néstor). Se necesita ver en manos de quiénes dejaron a las provincias (fascistas, chupacirios, represores, servicios de inteligencia). Se necesita ver qué se hace con los recursos naturales (y acá Chevrón, y acá la megaminería, y acá el país sojero). Se necesita ver cómo se trata a los más débiles: a los trabajadores (y acá trabajo en negro, y acá hostigamiento a la CTA, y acá ART); a las comunidades indígenas (pura represión); a los presos (cada vez más represión). Se necesita ver qué política de seguridad se sigue (mano dura), qué política de transporte (puro negociado, contra la vida de los trabajadores). En fin, se necesita, de una vez por todo, pensar en las estructuras y en las alianzas que  ha fomentado el gobierno: mayormente mafiosas, lo quiera ver Jozami o no.

2 dominicales

2 notas que me llamaron la atención este domingo
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I

Un interesante reportaje a Steven Levitsky, gran politólogo contemporáneo (a quien yo criticara recientemente desde el blog -acá- por su libro sobre la izquierda latinoamericana, y que fuera "gurú" político de Página 12, para hablar sobre peronismo y clientelismo, hasta que vieron que no simpatizaba demasiado con el kirchnerismo...esos cambios extraños del periodismo local). El reportaje se puede encontrar acá, e incluye algunos diálogos como el que sigue:


La Presidenta estuvo en una charla abierta ante estudiantes de Harvard el año pasado. No le fue bien...
-Me sorprendió mucho su rendimiento aquí, no sé si estaba pensando en su base en la Argentina o estaba muy mal asesorada. Un presidente peronista de centroizquierda que viene a Harvard, no es tan difícil predecir que los estudiantes que van a escucharla no son peronistas ni de centroizquierda, sino más bien macristas o algo parecido. No le iban a preguntar sobre fútbol, sino sobre inflación, tipo de cambio, la re reelección ¡hasta mi abuela lo sabía! Fue muy mal asesorada. La Presidenta parecía no esperar ese tipo de preguntas. Éste es un gobierno que vive en una burbuja desde hace años, y si uno no escucha termina cometiendo errores.
-¿Cómo se explica esta cerrazón?
-Claramente es un gobierno que no escucha, y que hoy no tiene asesores que le digan a la Presidenta cómo están las cosas. Vivir en una burbuja va a hacer que este gobierno termine mucho peor de lo que debía hacerlo.

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II

También esta nota (acá) sobre la depredación de los recursos naturales, durante el kirchnerismo, con reflexiones de la amiga Maristella, como la que sigue:


"El kirchnerismo no tiene proyecto estratégico de desarrollo; sólo un extractivismo desenfrenado, dependiente y depredatorio, orientado a la exportación a gran escala de commodities , cuyas consecuencias sociales, ambientales y políticas son minimizadas o invisibilizadas", dice la socióloga Maristella Svampa, editora del libro Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales . Svampa recorrió el país en los últimos años en diálogo con las asambleas autoconvocadas que se extienden de Sur a Norte y considera que expresan una crítica a la idea dominante de "desarrollo" que comparten gobiernos y empresas. "Los resultados están a la vista: conflictos por la tierra y el agua, desplazamientos de poblaciones, promesas incumplidas de empleo, destrucción del ambiente y los territorios, aumento de las desigualdades, problemas de salud", enumera.

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Jozami: de la República al kirchnerismo

En esta nota, acá, Eduardo Jozami responde a la crítica que le hiciera en esta nota, publicada en el blog hace unos días (acá). Después trato de volver sobre ella, pero lo cierto es que agradezco que hayamos comenzado este debate, con algunas chicanas pero respetuoso, sobre un tema super importante en la época: es necesario concentrar poder para llevar adelante "grandes transformaciones"?

Muere luego de ser reconocido inocente: 41 años en prisión

El sistema penal norteamericano, de los peores del mundo, acaba de sorprenderse por esta noticia: el afroamericano Hernan Wallace estuvo 41 años en prisión, proclamando su inocencia (acá). Finalmente, la justicia reconoció que era cierto: se lo acusaba de un delito gravísimo que no había cometido. Wallace salió de la prisión y murió.  Horrenda metáfora de aquello en lo que se ha convertido el sistema penal: atrapa a los más vulnerables (negros, pobres, menores); condena a los inocentes; maneja sólo el lenguaje del encierro; se equivoca permanentemente. La peor vergüenza del sistema institucional. Dicen que las últimas palabras de Wallace fueron: "soy libre."

Pistolero presidente

Ya sabemos que cada gobernador k (sin excepciones) es un malhechor, y ya sabemos que la mayoría de los intendentes k siguen siendo de la misma mafia que en su primer año denunciara, de modo valiente, Néstor K. Ahora también veremos, de modo más descarnado aún, de qué se trata el Poder Ejecutivo en nuestro país. Un bandolero como Presidente, durante el próximo mes. Otro resultado de las decisiones inconsultas, no deliberadas, elitistas al extremo.

5 oct 2013

Hugo Santiago

La vuelta de un maestro, autor de una película mítica, extraordinaria (de la mano de Borges y Bioy), y poco más, que ahora vuelve a filmar (de la mano de Llinás)
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-30115-2013-10-05.html


4 oct 2013

Murió Juan Linz, oh

Juan José LinzPremio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 1987, falleció ayer, a los 87 años. Tras una intensa trayectoria que lo llevó a ejercer como profesor en varias universidades estadounidenses y a convertirse en maestro de numerosos sociólogos y politólogos. Según informa la Fundación Príncipe de Asturias, Linz murió en un hospital de New Haven, la ciudad del estado de Connecticut en la que residía desde hacía muchos años.
Hijo de padre alemán y madre española, Linz recibió el Príncipe de Asturias por sus aportación a la sociología política contemporánea, como demuestran sus publicaciones sobre "el estudio del funcionamiento y estabilidad de las democracias, los regímenes autoritarios y fascistas, la transición a las democracias, las actitudes electorales y los partidos políticos", según se afirmaba en el acta del jurado del citado galardón.
Nacido en Bonn, Alemania, en 1926, Linz estudió Derecho en la Universidad de Madrid y alternó esos estudios con los de Sociología y Ciencias Políticas. Gran parte de su carrera la desarrolló en Estados Unidos. Tras completar su formación en la universidad de Columbia, en 1961 fue profesor de Stanford y Berkekey, para pasar, en 1968, a la de Yale, de la que fue catedrático durante muchos años. Este último año ejerció también la docencia en la Universidad Autónoma de Madrid.
Enseñó, además, en las universidades alemanas de Heidelberg, Munich, la Humboldt de Berlín y en el Instituto Universitario Europeo de Florencia. En 1981 fue galardonado en Roma con el premio Europa-81 de ensayo por su libro La caída de los regímenes democráticos.
En 1992 el Nobel de Medicina Severo Ochoa le hizo entrega del V Premio de la Fundación CEOE, concedido "por su contribución al desarrollo de la investigación sociológica sobre la economía y la empresa".
Linz fue miembro de la Academia Americana de las Ciencias y las Artes, de la Academia Europea y de la Academia Británica; presidente de la Asociacion Mundial para el Estudio de la Opinion Publica, miembro de la ejecutiva de la Asociación Internacional de Sociología y presidente del Comité de Sociología Política de la misma.
Fue también miembro de honor de la Federación Española de Sociología desde 1992. Perteneció al consejo de redacción de distintas revistas especializadas. Investido doctor honoris causa por las universidad de Granada, Georgetown, Marburgo, Aútónoma de Madrid y Oslo. En 1996 le fue otorgado en Uppsala el Premio Johan Skytte en Ciencia Política.
Sus investigaciones y publicaciones han versado sobre regímenes totalitarios y autoritarios, sociología comparada del fascismo, la quiebra de las democracias, las transiciones a la democracia, los tipos de regímenes democráticos especialmente el presidencialismo, los nacionalismos, religión y política, la sociología electoral, las élites políticas, locales, empresariales e intelectuales y la historia social de España.
Sus obras se han publicado en inglés, italiano, alemán, portugués, francés, ruso, turco, japonés y coreano. Destacan: An Authoritarian Regime: The case of SpainTotalitarian and Authoritarian Regimes,Some notes Toward a Comparative Study of Fascism in Sociological Historial PerspectiveLa quiebra de las democraciasPolitical Space and Fascism as a Late-ComerProblems of Democratic Transition and Consolidation.

También fue autor de Democracia presidencial o parlamentaria ¿qué diferencia implica?El sistema de partidos en EspañaInforme sobre el cambio político en España 1975-1981Élites locales y cambio social en la Andalucía ruralConflicto en EuskadiEarly State Building and Late Peripheral Nationalism against the State".

3 oct 2013

Noriega/Raffo

Don Gustavo Noriega y don Huili Raffo acaban de hacer despegar esta curiosa nave espacial (parecida a un libro) sobre el progresismo, en donde, también, lo cuestionan a uno - y a pesar de ello, supongo, seguimos siendo amigos. Mucha suerte con el libro, y abrazo a ambos!

Alucinó (Feinmann)

A veces no lo entiendo mucho a H.González, pero en general me interesa: cuando estudiaba Sociología tomé varios cursos con él, puedo todavía aprender. A Jozami, como el otro día, le puedo criticar algún argumento, pero eso es así porque -aunque disiento hoy con él, en casi todo- encuentro argumentos en lo que dice. Pero esto es otro cantar. Desde el minuto 60.55, acá, puede escucharse la entrevista que le hicieran a JP Feinmann (sobre todo desde el minuto 65, en que habla de la "tesis central de este libro"). Por favor díganme que es un chiste.

2 oct 2013

La mujer en su lugar

El primer candidato k para la ciudad, sostuvo que


"A la edad de los 24 años, hay 86 mil mujeres que no trabajan ni estudian y hay 14 mil hombres que no trabajan ni estudian. ¿Qué pasa? Es buenísimo lo que nos pasó ". Y agregó: "la mitad de las mujeres ni-ni tienen niños menores de 5 años; gracias a la Asignación Universal por Hijo, están en el lugar que tienen que estar, cuidando a los chicos porque tienen recursos para hacerlo "... "Es un avance, porque hace 10 años teníamos mucho más y eran varones que no conseguían trabajo". El progresismo k viene cada día más de derecha

1 oct 2013

Jozami, Carta Abierta, y la crítica al "gobierno limitado"


Se publica hoy, acá, la nota que sigue, en torno al debate sobre el kirchnerismo, que se realiza días atrás, en la Universidad Di Tella.

Días atrás, en la Universidad Di Tella, se celebró un interesante debate acerca del legado del kirchnersismo, en el que participaron tanto amigos como críticos del gobierno. El debate fue muy rico pero aquí, por razones de espacio, me ocuparé sólo de uno de los importantes argumentos que se escucharon en dicha oportunidad. Me refiero, en particular, a uno presentado por Eduardo Jozami, integrante de Carta Abierta. Jozami sostuvo entonces que el kirchnerismo había promovido en estos años una significativa discusión en torno a qué tipo de democracia queremos. Y agregó que él –como kirchnerista- rechazaba la idea del “gobierno limitado”, porque estaba interesado en promover “grandes transformaciones”; mientras que un gobierno limitado conducía a la torpe inacción (supongo que sobrevolaba entre el público la triste imagen del gobierno de Fernando de la Rúa, respecto del cual el propio Jozami, como tantos otros kirchneristas, no fuera ajeno). Jozami ofreció entonces como ejemplo al caso del presidente Franklin Roosevelt (1933-1945), que realizara grandes transformaciones, concentrando un enorme poder en sus manos, y reformando a la Corte Suprema; a la vez que sugirió, también como ejemplo, que se permita de una vez por todas el gobierno a través de los “decretos de necesidad y urgencia”, en lugar de perder el tiempo discutiendo sobre la legalidad de tales decretos.

Las afirmaciones de Jozami resultaron particularmente reveladoras, para conocer mejor lo que piensa (al menos, una parte relevante) del kirchnerismo sobre ideas tales como las de democracia, república o gobierno limitado. Aún haciendo un esfuerzo por poner su presentación a la mejor luz, resulta claro que su rechazo a la idea de “gobierno limitado” es problemático (por más que no le atribuyamos a Jozami lo que él dejara sugerido, esto es, la defensa de un “gobierno ilimitado”!). Asimismo, parece claro que su postura se basa no sólo en información falsa (Roosevelt, por ejemplo, no reformó a la Corte, y además resultó severamente limitado por la misma), sino que además se apoya en una versión engañosa sobre lo que significa un gobierno limitado.

En efecto, para Jozami, como para tantos kirchneristas, la defensa del poder limitado parece remitir a la promoción de un gobierno prolijo, temeroso, finalmente bobo. Por ello mismo, el término “republicanismo” (que alude, en verdad, a una doctrina radical-revolucionaria) se ha convertido en esta época en algo así como un insulto político, que insólitamente parecería referirnos al sostén de políticas conservadoras, antipopulares, o directamente reaccionarias (de hecho, y para respaldar su extraña concepción del republicanismo como conservadurismo, Jozami no aludió a Rousseau, a Paine, a Marx, a Bolívar o a Artigas –figuras habitualmente asociadas con el republicanismo- sino al conservador Federico Pinedo y su libro “En tiempos de la República”!). Partiendo de esta reconstrucción caricaturesca de la historia y la teoría política, no extraña entonces que para muchos kirchneristas, defender valores republicanos no implique sostener políticas emancipatorias, radical-democráticas, basadas en la virtud cívica y el compromiso público de la ciudadanía puesta de pie (lo cual requiere también, por supuesto, el respeto de las reglas de juego democráticas), sino escandalizarse por niñerías. Ser un republicano, según parece, implicaría en verdad estar preocupado por los zapatos poco lustrados de Néstor Kirchner; indignarse por el modo en que la Presidenta pronuncia el inglés; o asustarse por la existencia de “conflictos” (cabría recordar que nociones tales como las de “republicanismo francés” o “republicanismo norteamericano” no remiten a un grupo de aristócratas tomando brandy, sino a dos movimientos profundamente revolucionarios). Es decir, la versión que defendiera Jozami sobre el significado de “gobierno limitado” o “republicanismo” resulta, más que errada, enternecedora en su candidez. Lo que importa, de todos modos, no es tanto la inexactitud histórica de sus dichos, sino la apelación a una historia y una política que resultan absurdas o engañosas, al servicio de prácticas contemporáneas que violentan derechos.

En efecto, si hoy muchos criticamos la corrupción no es porque nos preocupe que una funcionaria de primer orden se compre una cartera nueva, sino porque aprendimos (especialmente con este gobierno) que la corrupción mata a los trabajadores. Si exigimos controles, no es porque nos de miedo el “descontrol” de unos jóvenes cantando, sino porque le tememos a un gobierno capaz de entregarle el aparato coercitivo o las fuerzas armadas, a oficiales comprometidos con la represión y la dictadura. Si criticamos los “decretos de necesidad y urgencia”, no es porque nos indigne la presencia de un gobierno activo, sino porque recordamos lo que Menem y sus sucesores hicieron con esos decretos. Jozami quiere enseñarnos que el Estado Social fue resultado de un presidencialismo sin controles. Habría que recordarle, primero, que al Estado Social se lo llama Estado regulador (porque controla y es controlado); y segundo, y lo que es más importante, que si en América Latina el Estado Social fue desmantelado y destruido, ello no fue por obra de los jueces, los fiscales, o los políticos “denuncistas”, sino por la decisión arrasadora de gobiernos híper-presidencialistas como los de Menem, Fujimori o Collor de Mello, actuando a partir de decretos de necesidad y urgencia, burlándose de los controles públicos, y riéndose de la exigencia en apariencia ridícula del debate democrático.