15 ene 2020

10 películas que me gustaron en 2019, y 3 de yapa



(no necesariamente estrenadas en el 2019, aunque lo sean en la mayoría de los casos)

The Edge of Democracy (Brasil, 2019, de Petra Costa). Elogiada directora, que desde este blog premiamos este año, y que viene haciendo una carrera extraordinaria: políticamente comprometida, culta, incisiva. Maravilloso film sobre el derrumbe político de Brasil.

La virgen de agosto (España, 2019, de Jonás Trueba), film amable y joven, como su director.

Del palestino Elia Suleiman, It must be heaven (Francia, 2019), en homenaje a John Bergen, con el propio Suleiman en tránsito entre Palestina, París, Nueva York: mirando.

Los días de la ballena (Colombia, 2019, de Catalina Arroyabe Restrepo), película pequeña y poco ambiciosa, pero también luz en medio de la oscuridad de Medellín.

De nuestro premiado Santiago Loza, Breve historia del planeta verde, película pequeña y amorosa, sobre el cuidado mutuo (Argentina, 2019).

1945 (Hungría, 2017, de  Ferenc Török, 2017), me sorprendió muy bien, la vi este año, aunque es de hace un par de años

Jojo Rabbit, de Taika Waititi, extraordinario director neocelandés, en una película querible, más allá de sus limitaciones (Nueva Zelandia, 2019).

Happy as Lazzaro (Italia, 2018, de Alice Rohrwacher), mejor de lo muy bueno que suele hacer esta talentosa actriz y directora italiana.

Tarde para morir joven (Chile, 2018, de Dominga Sotomayor), anteúltima en mi lista. Película con cierta gracia, jóvenes que maduran mientras cae Pinochet y se ganan de a poco más libertades.

Portrait of a Lady on Fire, de Céline Sciamma (Francia, 2019), queda última en mi lista, pero tiene cierta delicadeza, buenos paisajes, y un interesante abordaje de género. Coloco empatada, en esta última línea, a otra francesa poco destacada, pero que me gustó mucho, Nos batailles (Francia, 2018, de Guillaume Senez), sobre una madre que se pierde, y padre e hijos que desesperan.
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Agrego 3 películas "viejas", como yapa, de las que también disfruté este año: una de Brasil, una de Colombia, una de Chile

Casa de arena (Brasil, 2005, de Andrucha Waddington), notable película sobre la desolación nordestina, y la historia de una generación de mujeres poderosas.

Confesión a Laura (Colombia, 1990, de Jaime Osorio Gómez), una historia de amor ambientada durante el "Bogotazo", de 1948

Chicago boys (Chile, 2015, de Carola Fuentes y Rafael Valdeavellano), de lo mejor que vi este año: una lección de cómo hacer un documental crítico y revelador, sin mala fe hacia los entrevistados, ni bajar línea burdamente.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Jojo rabbit es formidable. Su estetica y la profunda sensibilidad de jojo. Creo que es un buen ejercicio para que los mas jovenes puedan aproximarse sin estridencias al horror absoluto. Viste knives out? Es medio pavada pero recoge la mejor tradición de Agatha Christie y Connan Doyle