10 jun 2019

Moro, Lava Jato, Cuadernos


https://elpais.com/internacional/2019/06/10/actualidad/1560128085_319045.html

Según una investigación del periodista estadounidense Glenn Greenwald, para el diario The Intercept Brasil, el ahora Ministro Moro, y entonces Juez instructor de la causa del Lava Jato, mantuvo conversaciones privadas con el fiscal, destinadas a asegurar la prisión para Lula.

Las revelaciones, de ser ciertas, terminan de manchar la ya opaca trayectoria del ex Juez, y aconsejan su retiro de la vida pública (y, por supuesto, sería mucho peor que fuera al STF con estos antecedentes).

Tales datos tiñen de oscuro, también, la prisión de Lula, cuya condena debería ser revisada. Si lo que se revela es cierto, tal como parece, él no debería estar en la cárcel.

Sin embargo, de ningún modo, como sugieren algunos -sólo porque lo desean- lo dicho significaría que los datos del caso sean falsos; o que parecían culpables sean inocentes; o que los condenados no deban serlo, por ésta y otras causas. En Brasil, por lo menos desde el "mensalao", y por el mismo, buena parte de la dirigencia más importante del PT debía ser penalmente sancionada. Lo que la revelación hace es socavar el proceso llevado a cabo contra Lula, y lo que cae duramente, además, es la ya alicaída imagen del Ministro ex Juez.

Lo mismo para la Argentina: Contra los deseos de los fanáticos, las dudas que genera el dúo Bonadío-Stornelli (fiscal que no se explica cómo no declara en la causa para la que se lo ha citado) no vienen a afirmar que la causa de los Cuadernos sea falsa, ni que los procesados no deban ser procesados, ni que los encontrados culpables no lo sean. Mi impresión es que la causa es esencialmente verdadera, y que los presuntos culpables son efectivamente culpables.

La mafia no deja de existir, ni sus crímenes desaparecen, si la condena a Al Capone se demuestra injusta (evasión de impuestos), o procesalmente mal llevada. Al Capone, en ese caso, debería ser liberado, por supuesto, pero de ningún modo, por ello, lo verdadero se convierte en falso, y el demonio en ángel.


5 comentarios:

rgargarella dijo...

para quien preguntaba: no, Lula no es Al Capone. Usé la metáfora sólo para hacer visible el punto (que en todo caso parece más aplicable directamente a la Argentina)

Sebastián L. Teodori dijo...

Comentario imprescindible frente a tanta degradación analítica

Anónimo dijo...

Tu impresión es una prueba? Sos genial

rgargarella dijo...

no entendiste nada. no soy juez, ni puedo condenar a nadie. mi impresión significa mi opinión política, basada en presunciones. pero sólo importa como mi opinión: si no te importa, cosa tuya, y no hay problemas. el juicio es otra cosa. ahí, en todo caso, aclarar otra cosa: uno no puede saber qué pasa en las catacumbas de la justicia. procedimentalmente, la condena fue supervisada por la corte suprema, que de modo irreprochable, por lo que sabemos, dijo (con la opinión de los jueces nombrados por lula) que el proceso había sido impecable. luego, si me dicen que hubo llamados indebidos, etc., lo condeno, pero uno no podía saber que había de ello más de lo que hay siempre

Eduardo Reviriego dijo...

Quienes organizan una asociación ilícita para saquear los bienes de Estado no celebran un contrato de sociedad y lo inscriben en el Registro Público correspondiente. La labor de jueces y fiscales en la investigación de estas asociaciones no es fácil, debe acudirse a presunciones, arrepentidos, etc. Esta clase de delitos requiere de medios de investigación más sofisticados, y se enfrenta con el problema que los legisladores, muchos de ellos cómplices de los delincuentes, se niegan a facilitárselos a los jueces, por lo que algunas veces, erróneamente, se acude a personas non sanctas, muchas de ellas vinculadas a los propios investigados, lo que podría originar cuestionamientos, pero que no pueden ser motivo para poner en dudas la marcha de los procesos y tratar de imponer la idea de que los imputado/procesados/condenados son inocentes o son perseguidos políticos.