1 jun 2020

Impuesto a las grandes fortunas


https://docs.google.com/spreadsheets/d/1UeHS8H2vqjjSHko3Dt796mke5WFo3QFWLx0LMu73Plo/edit?usp=sharing

Integrantes del sistema científico, universitario e intelectuales en apoyo a un impuesto a las grandes fortunas
A la Presidenta y al Presidente de las Honorables Cámaras de Senadores y de Diputados del Congreso Nacional,

Las siguientes personas, integrantes del mundo de la ciencia, la universidad y la academia en general, expresamos nuestro apoyo al debate en el Congreso Nacional y en la sociedad sobre un impuesto a las grandes fortunas. En el marco de la pandemia de COVID-19 se vuelve necesario discutir cómo se van a distribuir los costos de la salida de esta crisis sanitaria, económica y social, para que estos no recaigan sobre los hombros de los sectores históricamente más vulnerados.

La concentración de la riqueza es un problema estructural en Argentina. Las últimas estadísticas del INDEC muestran que el 10% más rico de la población obtiene ingresos 2.215% más elevados que el 10% más pobre. A su vez, el quintil más rico de la población obtuvo la mitad de los ingresos del país. En términos de riqueza, según la revista Forbes, las 50 personas más ricas de la Argentina poseen fortunas valuadas en unos US$ 57.340 millones. Según la UCA, a diciembre del 2019 el porcentaje de personas por debajo de la línea de la pobreza es del 40,8 y el de personas indigentes del 8,9.

Para 2020, la CEPAL proyecta una caída del PBI del 5,3% en América Latina y el Caribe, y del 6,5% para la Argentina. Paralelamente, el Estado argentino llevó adelante una serie de medidas económicas que buscan sostener los ingresos de loss y las trabajadoras y evitar el cierre de las empresas, una inversión que equivale a casi el 3% del PBI. Esto se suma a los refuerzos presupuestarios en el área de salud, tanto de infraestructura como de personal para aumentar la capacidad de respuesta del sistema sanitario. Esta caída proyectada del PBI y la necesaria expansión de la inversión pública hacen imprescindible que el Estado deba buscar nuevas fuentes de financiamiento para recomponer la economía y el tejido social.

La Universidad Pública y las instituciones de Ciencia y Tecnología, pilares fundamentales de la producción de conocimiento, han vuelto a demostrar, en este contexto de pandemia, el enorme aporte que pueden hacer a la hora de encontrar soluciones a las necesidades de todas las personas que habitan el suelo argentino. Docentes, investigadores, especialistas y demás trabajadores y trabajadoras del sector están cumpliendo roles indispensables en el manejo de esta emergencia, y deberán cumplirlos aún más en el futuro para la reconstrucción de una Argentina que no volverá a ser igual. Estas actividades se  sostienen mediante la inversión pública y hoy necesitan más que nunca de un financiamiento y un apoyo prolongado en el tiempo como política de Estado.

El impacto socio-económico de esta pandemia nos lleva a pensar en la importancia de recuperar un valor imprescindible como sociedad, la solidaridad. Para salir de esta situación, el mundo y nuestro país deberán discutir y abordar sus problemáticas más urgentes sobre la base de un modelo que no excluya y que se preocupe de todas las personas que hoy están sufriendo las consecuencias de esta pandemia. Por ello, creemos que ha llegado la hora de que la sociedad argentina, y quienes nos representan en el congreso, asumamos la responsabilidad de discutir este tema de manera honesta y transparente. Necesitamos sentar las bases de una Argentina sostenible y socio-ambientalmente justa para afrontar los desafíos del futuro.

3 comentarios:

Maxi dijo...

Bravo!

Anónimo dijo...

Por suerte el congreso es garantía de diálogo racional: https://www.lapoliticaonline.com/nota/127074-euforia-en-cambiemos-porque-creen-que-frenaran-el-pliego-de-rafecas/

rg dijo...

quien dijo semejante tonteria?