8 nov 2018

Bachianas Brasileiras 2: Votar al mal y sentarse a esperar




Terminando el evento, una Profesora me retorna a mi punto de partida: es mujer, abogada, joven, negra, activa. Votó a Bolsonaro. Me lo dice en voz baja, en una confesión que ocultó a casi todos los otros. Lo que cuenta resulta, para mí, iluminador sobre lo que entiendo fue una situación extendida, y a la vez confirmatorio de mucho de lo que escribí al respecto. Sostiene: “Lo que yo quiero es sólo ser capaz de volver a la noche, caminando a casa.” Agrega que no confiaba en “la mirada” de Haddad. Al mismo tiempo, considera “ruin” todo lo que le escuchó a su candidato, Bolsonaro, sobre las personas de su “nicho”: mujeres negras. Otros, pienso, lo sé, han hecho cosas parecidas: votaron asumiendo que Bolsonaro no era lo que alardeaba que era; votaron porque estaban cansados de la corrupción; votaron para obligar a un cambio. En todo caso, lo interesante está ahí. El voto masivo a un candidato racista, machista, homofóbico, y favorable a la violencia y el maltrato, no significa que Brasil se haya convertida en racista, machista, homofóbico y favorable a la violencia y el maltrato. Tal vez nada de eso, tal vez sólo un poco, tal vez sólo algunos, un poco. Brasil es más grande y diverso que eso. Bueno sería tener instrumentos democráticos que nos ayudaran un poco, a establecer algún matiz, uno solo al menos, en lugar de obligarnos al “todo o nada” para luego señalar acusatoriamente a quienes no han distinguido.

1 comentario:

julieta eme dijo...

igual mucho no entiendo. no es preferible votar a un candidato x no fascista y luego luchar contra la corrupción que votar a un candidato z fascista y luego tener que luchar contra el fascismo? volver a casa tranquila en un ambiente de hostilidad total hacia todo lo que no sea blanco y heterosexual? de qué tranquilidad podrá disfrutar? de verdad no entiendo...