25 feb 2009

Propuesta de reforma de la Corte estadounidense

Un grupo de 33 de académicos de diferentes escuelas de derecho de EEUU, entre ellos Jack Balkin, Frank Michelman, Robert Burt, Sanford Levinson, Eric Posner, Peter Strauss, etc, realizaron una propuesta consensuada (pero no unánime) de reforma de la Corte Suprema, concentrándose sobre todo en la frecuencia de elección de l@s jueces supremos, las votaciones y hasta la extensión del mandato de los jueces (propuesta no incluída pero sugerida).

Suena muy interesante la idea de elegir un juez de la corte suprema (de una corte de nueve jueces) cada dos años y limitar el mandato de los jueces a 18 años (lo que supuestamente tendría problemas constitucionales y eso implicaría enmendar la Constitución) usando la figura del Senior Justice. Todavía, mucho, mucho, no lo veo pero suena interesante, incluso la propuesta sin que llegue a buen puerto, es muy positiva, rompe quietismos y cánones.


La propuesta del límite de 18 años fue realizada por uno de nuestros pollos, Sanford Levinson. En sintonía nuestra, Levinson se preocupa de la salud de las instituciones democráticas preocupándose de la salud de las personas que cumplen esas funciones, porque en estos casos, las instituciones dependen mucho de las personas y de su salud, además de sus personalidades y cosmovisiones, as usual.

Su proposal puede estar relacionada con varios conocidos episodios de enfermedad crónica o salud frágil de supremos que comentó en este artículo de The Guardian. Situaciones similares tanto a nivel de las cortes provinciales como en la mismísima Corte Nacional podrían recordarse en el pasado local.

Por supuesto, nadie le quitará lo bailado a Juan Pablo Stevens, que está desde 1975 en la Corte y que cumplirá 90 en un tiempo, 34 años en la Corte (como J. Marshall, el primero, no John Marshall Harlan) y que va a equiparar o -quizás- romper el record internacional (?). Shhhhh, hablen bajito! No repitan los records, a ver si alguien quiere equipararlos o romperlos. No den ideas, che, por favor!

33 comentarios:

juani bertomeu dijo...

Juan Bert:

Luc, hay un dato que sería bueno sumar a tu nota. A primera vista, bajar de life-tenure a 18 años no parece algo muy revolucionario. Desde luego que en la historia de la Corte de Estados Unidos hubo ejemplos de gente que estuvo mucho más que eso, pero esos casos han sido relativamente poco frecuentes.

Hoy (o en los últimos tiempos) hay dos circunstancias nuevas. Primero, un dato que parece trivial pero que no lo es. La gente vive más que antes. Segundo, como los jueces tienen life-tenure, y como en el país hay fortísimas divisiones ideológicas y a la vez renovación electoral frecuente (hay solo dos partidos pero rotan), existe una gran ansiedad en cada nombramiento. Los nombramientos importan y mucho.

Esto, en los últimos años, ha conducido a la designación de jueces cada vez más jóvenes. El gobierno que llega y tiene una vacante tiene que aprovecharla bien, y una de las mejores formas (presuponiendo que el juez no se va a "warrenizar" luego) es designar a alguien muy joven. Los ejemplos recientes de Roberts y Alito son clarísimos. Salvo contratiempos, ambos podrían estar en la Corte por treinta años, tranquilamente.

Quería agregar entonces este dato. Es en este marco que hay que analizar esta propuesta.

juani bertomeu dijo...

Juan Bert:

Entre paréntesis, ¿sirve tu referencia final al contexto local? Me vas a nombrar los casos de ... y de ..., pero el promedio histórico a nivel de la corte argentina es muy inferior a 18 años.

El período actual post 83 es de los más estables, y si no recuerdo mal (tengo el dato pero no acá) es de poco menos de 9 años.

Lucas A dijo...

Yo no coincido Juan. No me parece un dato relevante.

Lo que me parece relevante es que ya no es life-tenure. Justamente que es de 18 años con nombramientos bianuales que aseguran a cada gobierno de 4 años dos nombramientos pero le da a todos los gobiernos más o menos (dependiendo la composición de las cámaras) una participación en una esfera institucioanl de cierto peso.

Además el dato importante es que se preocupen de la salud de los jueces, como Levinson, mientras en nuestra historia y en la de ellos es muy común que los jueces espicharan siendo jueces, y que tenga sentido límites de edad para ser juez supremo, no tal vez para ser profesor o algo similar, pero sí para tomar decisiones que afectan -supuestamente- la vida de millones o legitiman a gobiernos dando piedra libre para políticas de estado sin freno ni contrapesos.

Para reformular, me parece que el dato etario, de la expectativa de vida, es un dato. No me parece relevante. Por lo contrario, me importa la reforma del life-tenure y acortar los mandatos. 18 años con 9 jueces y los nombramientos bianuales mantienen una práctica, y una renovación interesante. ESE es el dato.

Sobre todo si pensamos en el caso argentino, nombramientos todos de golpe (más o menos rápido), por cada gobierno que llega. O sea, lo pienso a largo plazo y me imagino una buena práctica, pero no lo sé, veremos.

En fin, sigamos, che,
Lucas.

Lucas A dijo...

Juan, no entiendo tu pregunta. Pero la intento responder.
Me parece que sí, sirve y mucho, che. Más allá de que no sea una cuestión de utilidad.

Ante la posibilidad de que la salud o la vida sean frágiles, que los jueces de la Corte Suprema hayan muerto en el cargo o días después de renunciar, me parece que esos datos no son menores, en la línea de Levinson, pero sobre todo bajo una intuición bien democrática, preocupada en las instituciones, en la forma de designar y en los diálogos intergeneracionales.

Me parece que obviamente Fayt, el mismo Stevens, habiendo nacido en 1918/1920 respectivamente representan una generación, que siguiendo los parámetros de Jefferson por ejemplo, es la cuarta (para quinta) generación desde la que se está formando ahora (de ahora para atrás es la regresión), en la actualidad. Y eso no es menor.

En ciertos casos,(no me refiero a los que comenté porque mucha gente me habla de la lucidez o trabajo constante de esos jueces), me parece que se puede dar otra que el gobierno de los muertos que temía Thomas Paine. Alguien podría decir: el gobierno de los muertos vivos.

Sigamos, che.
Lucas.

juani bertomeu dijo...

Es que no puede no importarte. No estarían haciendo esa propuesta si los jueces duraran en la practica menos de 18 años. Es imposible negar ese dato, junto al dato de que cada vez los jueces son más jóvenes. Levinson et al, lo digan o no, no están preocupados per se por garantizar renovación cada dos años en la Corte. La preocupación siempre es la misma: cómo hacer que los jueces no se eternicen, quedando en ciertos casos muy lejos de mayorías actuales. (Presuponiendo que esto sucede, lo que sabemos que no es tan así en la práctica.)

La renovación cada dos años es obviamente interesante, pero depende para qué la queres. Que exista una práctica no quiere decir que sea buena. Citar el ejemplo argentino (que cada presidente ha nombrado a toda la Corte) es incorrecto, porque es un ejemplo disfuncional. El sistema no está formulado para eso, y el caso norteamericano es el ejemplo obvio de esto. Y nada indica que las cosas hubieran cambiado en la historia argentina si la Corte se hubiera renovado de esta manera.

Si tu preocupacion es los frenos y contrapesos, como sostenes, entonces esta propuesta seria mala para Argentina. Un gobierno de dos mandatos (los Kirchner) designarían a casi todo el tribunal, y el gobierno que viene atras (probablemente del mismo partido) podria continuar en la misma dirección. Justamente, la idea de Levinson et al no es promover frenos y contrapesos sino algo muy diferente (alguien dirá que es lo opuesto, pero no necesariamente): acercar la Corte al sistema político.

A veces es mejor perfeccionar lo que uno tiene, y el sistema argentino de designaciones con participación ciudadana sabemos que está funcionando bien.

juani bertomeu dijo...

No estoy de acuerdo, Luc. Siguiendo tu criterio, sería incorrecto designar a un juez porque tiene, digamos, setenta años, sólo porque pertenece a otra generación? Qué quiere decir esto exactamente? El tema de la fragilidad de la salud hay que evaluarlo caso por caso, por qué preocuparnos ex ante por este tema, digamos, médico?

Podes desde luego construir el argumento de que es malo que alguien sea juez por cincuenta años, pero esto no tiene que ver con la edad. Es justamente al revés! Si designás a alguien más viejo como juez, va a estar menos años en el tribunal!

Entonces vuelvo al principio, el problema es cuando, como en Estados Unidos, designas a alguien que tiene 50, y que puede estar treinta años como juez.

rg dijo...

coincido en que las propuestas valen si la alternativa es, como hasta hoy, la nada, el status quo, el inmovilismo. pero ni la baja en la edad ni alguna eleccion sirven /desde el pv que puede interesarnos a varios aca en el blog/ si no hay controles en el medio, si hay ultima palabra, si la distancia con la ciudadania se mantiene, si la forma de decidir sigue identica

Lucas A dijo...

Uh, Juan, sólo espero que no estemos discutiendo malentendidos.

No niego el dato. Niego su relevancia. Puede no importarme tanto como a vos. Porque me parece que la reforma se podría explicar por esa razón pero también por muchas otras. No me parece que sea un dato relevante, autoexplicativo, me parece sin relevancia, te juro. Tal vez lo veo como dentro del paisaje, lo de por dado. Quizás.

Sobre todo el más importante, es la renovación, la propuesta. La ruptura de la inercia, de lo petreo en estas garantías. No me importa que piensa Levinson, de hecho, si piensa lo contrario. Tengo mis propias razones para pensar lo que pienso. Para mi lo más importante es la renovación, la reducción del life-tenure y que haya un espíritu de cuerpo y de trabajo de cuerpo. La reducción del mandato, eso es lo importante, ese dato me parece el dato político institucional de importancia. Incluso con proyección al derecho comparado.

A todo esto, en la propuesta, veo muchas ausencias y pocos nombres. O sea, tampoco le veo mucho peso. Muchos constitucionalistas demócratas no están acá, me extraña pero también habla de la ausencia de ideas, y por eso es relevante la propuesa la renovación (que es sólo de Levinson).

El caso Argentino es disfuncional, tenés razón, pero me parece que generar una práctica habitual en nuestro país ayudaría a la estabilidad de la corte en el largo plazo. Estabilidades de corto plazo generan las cortes nombradas por los presidentes de turno (y tampoco la pavada), hasta que cambia el escenario. Por eso la mencionaba.

Me parece que tampoco el sistema original funciona bien (varios casos históricos por allá y por acá), por eso la renovación bianual podría ser mejor. Simplemente eso. Por eso la propuesta que comento en el post, me parece -en teoría- buena, che.

Juan, el proceso de designación en Argentina mejoró, mejoró muchísimo, pero no sé si está funcionando bien o si la designación repercutió en la independecia de los jueces o en su rol de freno al ejecutivo. Eso lo dirá el tiempo, porque tenemos que decir qué quieren decir muchas de las cosas que tenemos en cuenta ("funcionando mejor", "independencia", "participación ciudadana") y muchísimas otras cosas más.

Por eso, si se nos ocurre otra idea mejor al respecto, sobre designaciones, no voy a dudar, ni un segundo, en considerarla o al menos en intentarlo, no?

Te respondo por separado lo otro, che. Seguimos, obvio.
L.

Lucas A dijo...

Juan, lo mío -al respecto- no es ningún criterio. Justamente me preocupan los dos casos. Jueces nombrados viejos, o jueces que se mantienen 35 años (más allá de las excepciones, que puede haberlas). Como profesor te jubilan o te quita la titularidad -muchas veces- forzosamente a los 65, porque alguien puede trabajar 25 años más en una alto cargo sin control alguno sobre la salud o sobre su salud mental -o consiguiendo de sus pares una sentencia innecesaria a su favor, que de paso, declara la inconstitucionalidad de una reforma constitucional-.

Una de las tragedias históricas del constitucionalismo, son estas irracionales asociaciones entre EDAD y SABIDURíA, cosas por el estilo, que además de anocrónicas, son funcionales y suman desconexión, distancia y muchas otras cosas más. Mínima edad para esto, más edad para esto otro. Me parece que hay razones para criticar esto, no impedirlo, criticarlo y discutirlo. Además de afectar la igualdad (aunque acepto excepciones, no sé si estamos en una o no) va de la mano con los peores temores de los demócratas (históricos y actuáles). Recomiendo -vos lo conocés- el libro de Lenvison y Eskridge "Constitutional tragedies, Constitutional Stupedieties" que tiene un comentario sobre las edades en la constitución de estados unidos. Lo mismo y más fuerte se podría decir en nuestro caso.

Mi intuición, va por ese lado, nada más. No quisiera tomarlo como un criterio. Si algo sugiere que lo es, me equivoqué y no debe ser tomado como tal.

Me fui.. Sigamos,
Lucas.

juani bertomeu dijo...

Luc, es que vos le pedis todo a la Corte, y al mismo tiempo.

Pedis espiritu de cuerpo (deberiamos ver qué quiere decir esto), aunque para mi es obvio que una renovacion constante esta lejisimos de promoverlo. No digo que esto sea bueno o malo.

Pedis mayor independencia, diciendo que el 222 no sirvió para promoverla (cuando hay indicios de que esto no es así; tímidos, sí, pero los hay). Nuevamente, la propuesta alternativa te garantiza que en dos mandatos el presidente nombra a todos los jueces menos a uno, y chances are de que el siguiente presidente sea del mismo partido. Cómo podría entonces la propuesta promover frenos al ejecutivo? Tal como la veo, sería muy mala para lograr este fin.

Pedis cercania entre sociedad y justicia. En un sistema en el que las instituciones representativas funcionaran, la propuesta podría servir. En Argentina, dudo.

juani bertomeu dijo...

Está bien, pero nuevamente, son dos supuestos muy distintos.

Cuarenta años como juez = juez a los cuarenta años.

Si nombrás a alguien mayor, va a durar menos. Desde luego, esto no es un alegato en favor del nombramiento exclusivo de personas mayores.

Primero, en Argentina no tenemos un problema de eternización de jueces. Tomar un ejemplo o dos no basta para marcar un problema institucional.

Segundo, el nombramiento no debería depender de la edad; ahí estamos de acuerdo. Pero ni edad menor ni mayor.

El tema médico es independiente. Yo estoy por morirme en cualquier momento y soy más o menos joven, o me gustaría creerlo, y justamente el ejemplo tuyo es uno de (al menos en apariencia) cuasi inmortalidad.

j.

Lucas A dijo...

Juan, espíritu de cuerpo pido siempre. Lo que digo es que en el corto plazo, una corte nueva puede ser un cuerpo, pero porque fue nombrada de nuevo, cuatro, casi cinco recién nombrados, todos por gobiernos peronistas. Casos de mayorías automáticas o mayorías no adictas pero no conflictivas como las actuales.

Lo que digo es que la renovación periódica podría, podría, potencial, podría favorecer que haya una práctica así. Poner incentivos en nuestro sistema. Además de sacar la práctica de intentar nombrar una corte a cada rato, cuando los jueces que están adentro no son dialoguistas o casos similares.

Y lo podemos decir porque es lo que falta, no?. La actual corte me repite tres o cuatro veces el fallo principal en los votos de los jueces cambiando un párrafo y me hacen tratados de cada tema, innecesarios y contradictorios pero con los mismo resultados (por mi voto o concurrente). Eso no es cuerpo. Todos lo pueden ver.

No pido ni todo, ni todo al mismo tiempo. Pero sí, pido -y creo que vos también pedís y más allá del debate hay un nudo de consensos- lo que creo que hay que pedir, exigir a las instituciones, más y mejor, nada de abolir sino perfeccionar. Y siempre hay de eso.

Entonces, ¿dije que el 222 no dio más independencia? No, no afirmaría eso, ni su contrario. Simplemente dije que es muchísimo mejor el proceso, sin duda. Necesitamos más de eso y no menos.
Y necesito que funcione eso, en coyunturas que no sean como las que NK tuvo. O sea, que no esté con baja legitimidad y una crisis de la institucionalidad. Que se haga en un contexto, normal, standard, para que siga la práctica. Me gustaría que ese mecanismo no sea un decreto también sino una ley y en ese ley salgan más reformas pero hay posibilidades que el sistema político no quiere abrirse ni comprometerse tanto.

Necesitamos más y mejor de eso, nuevamente. Y que hay que ver. Falta tiempo. Todavía me parece prematuro terminar el cuadro. Lo que sí me parece, es que la imagen se está aclarando en el tema de la independencia de la actual corte. Las cosas se ven más nítidas y ya estamos ante 5 años de gestión y de creación de poder, de precedentes, con aciertos y errores. Ahora la Corte puede demostrar sus propios límites y sus propias fuerzas, en un buen caso donde demuestre real independencia. Eso es lo que pienso..

De lo demás, no sugerí la línea que vos comentás y tampoco coincido, sino que creo que es prematuro todavía.

Seguimos, Juan. L

Lucas A dijo...

Vos no te mueras nunca ídolo!! Todos morimos constantemente, a cada segundo. El tema es que muera esa parte que no queremos y que sobreviva la mejor.

Che, volviendo al tema. Bien, coincidimos en algo, más allá de que sean dos casos distintos. Suponé que el juez de 40 dure 18. Que cuando se jubile, que escriba sus memorías, sea académico por un ratito y que me diga qué mejorar al Poder Judicial y a la CS, porque extrañamente no veo mucho ex juez de la corte suprema intentando reformar, mejorar, dando clases, y ni sé donde están.

35-40 (y deberían/debería explicar porqué mínimos de 35 años) con life-tenure reformado, suena interesante.

Eternización. Que sean aislados o contados con los dedos de las manos no me parece irrelevante Juan. Institucionalmente uno no puede evaluar cuantitativamente las cosas. Nos pueden preocupar dos casos y mucho, sobre todo en lugares de espacios reducidos como la corte suprema (siete lugares), la presidencia (un lugar) o el senado (72 lugares) entonces.

Fijate lo que dice Pasquino acá:
http://www.clarin.com/diario/2009/02/17/opinion/o-01860392.htm

De paso, te digo, no me extrañaría que en los superiores tribunales provinciales, sucedan cosas similares, pero realmente conozco muy superficialmente.

Sigamos,
Lucas.

juani bertomeu dijo...

Pero aun si coincidieramos en el diagnostico de la Corte actual, y dejo esto bien claramente a un lado para discutirlo mejor en otro momento, fijate que no hay nada que sugiera que una propuesta como la que defendías pudiera lograr mejoras. Podríamos especular un poco, pero justamente no hay un rasgo de la propuesta que permita imaginar ex ante que las cosas puedan funcionar bien. Ni en términos de espiritu de cuerpo (¿por qué la renovación echaría necesariamente por tierra la existencia de diez votos concurrentes, o promovería que los jueces hablaran más entre sí?), ni de independencia, ni de cercania con la sociedad. Por supuesto que se pueden mejorar las instituciones a cargo del control judicial, pero las reformas deberían ser mucho más profundas que reducir el mandato de los jueces. Y no es solamente una cuestión de ineficacia de la propuesta de Levinson. Como te señalé, puede ser incluso peligrosa para Argentina, de acuerdo con los mismos fines que vos buscás promover.

Lucas A dijo...

Juan, tal vez tenés razón. No lo sabemos porque no vimos la nueva performance con las reformas. Por eso siempre el potencial. Tal vez debamos profundizar los diseños institucionales para lograr esos fines, y debamos imaginar cosas nuevas. Pero por ese lado, va mi intuición y mis razones: si quiero conseguir diferentes resultados intento diferentes cosas.

Me parece que estamos más de acuerdo, pero es interesante seguir discutiendo, che.
Lucas.

juani bertomeu dijo...

Mi contestación era al comentario anterior. Una de las reformas del blog debería ser que uno pudiera comentar al margen las entradas de los otros, tipo glosa, como Napoleon con Maquiavelo. Hubiese respondido a tu primer párrafo diciendo que corría a abrazarte.

El resto no me convence, pero yo tampoco a vos, así que me remito a lo dicho. En realidad me estoy yendo, así que seguiremos.

juani bertomeu dijo...

Ultima. No digo que no haya que hacer reformas. Miles, miles, miles (iba a decir, "miles, davis", pero me pareció un chiste pésimo).

Lo que digo es que justamente no pasa por la de Levinson, que así aislada me parece muy mala para Argentina.

Lucas A dijo...

Las reformas institucionales son como los chistes, dependen del contexto. No es tan malo el chiste de miles davis!!! che =)
La seguiremos, obvio!

sl dijo...

Hola, llego tarde a este debate, que me parece super interesante, y tiendo a coincidir con Juan en la idea de que el término no es lo único importante, y con Lucas en la idea de que sí puede ser interesante bajar el término de mandato (pero si eso va combinado con otras reformas).
Yo he intentado estudiar los mecanismos de selección de magistrados y la verdad es que me cuesta defender un mecanismo "ideal" para cualquier contexto. Exigir un mandato limitado (a 18 años) puede ser bueno, pero tampoco es la panacea, sobretodo si, por ejemplo (como sucede en EEUU) la selección termina en manos de la mayoría del Senado, y si las renovaciones son grupales. Comparto la idea de que las renovaciones sean individuales, y que las mayorías sean calificadas para la selección de magistrados. En Estados Unidos, rige la regla de la mayoría absoluta, pero por una regla interna del Senado se requiere una mayoría calificada para dar por terminada una cuestión y pasar a otra, entonces el partido opositor puede negarse a finalizar el debate y prolongarlo hasta llegar a un candidato consensuado. Pero en cualquier lugar, la posición negociadora de la oposición siempre es mucho menor a la del partido del Presidente.
Los mandatos vitalicios tienen el problema, por otra parte, de que ofrecen incentivos para la renuncia "estratégica", es decir, los conservadores tienden a renunciar en períodos de gobierno republicano, y los liberales en períodos de gobierno democrátas. En fin, abrazos

Lucas A dijo...

Sl, buenísimo lo que decís. Muy bien, pero aclaro algo que me parece confundís/te hice confundir al comienzo, y si hice algo para confundirte, pido disculpas y ahora la aclaro también: no afirmo que sea lo único que hay que hacer. Para nada, todo lo contrario, te diría, pero digo que es importante la propuesta en el marco del silencio constante y de la nada que tenemos.

Ahora, bien, más allá de las coincidencias, me parece que hoy en día, deberíamos aprovechar las razones para que el senado tenga esa potestad junto al ejecutivo, porque más allá del texto, no sé qué razones tenemos para que el senado sea el lugar de discusión. Históricamente tenemos las peores razones, pero no sé hoy: 2009.

Sigamos, abrazos,
Lucas.

Lucas A dijo...

Aprovechar para revisar las razones de porqué el senado tenga esa facultad con el PEN. Eso quise decir. L.

sl dijo...

si claro, comparto tu idea de que el senado no es el órgano más democrático (al menos el senado argentino, debido al malapportionment bestial que lo caracteriza) para seleccionar jueces de la Corte. Debería ser la Cámara de Diputados. Perdón si te interpreté mal.
Yo creo que el mejor sistema (siempre imperfecto, claro) es aquel que combina mandatos largos, renovaciones individuales escalonadas (se elige uno por cada vez), mayorías calificadas, y audiencias públicas en las que los candidatos se expongan a las preguntas de los diputados.
El riesgo es el bloqueo, obviamente, pero bueno, hay maneras de idear mecanismos para evitar el bloqueo, por ejemplo, establecer una regla que si no se llega a un consenso en tres rondas, se elige automáticamente el magistrado con más antigüedad de la Cámara Federal de Apelaciones. No sé, ahora se me ocurren esas cosas.

mm dijo...

Hola, les envío el link que está al pie..si bien no corresponde al tema de este post es un nuevo material para Martín Caparros supongo, ahora, en línea con el ejemplificador "tirón de orejas" que el Estado debió imprimirle a Graciela Aguirre, por no dejarse matar, o por no dejarse matar lentamente a golpes, dia tras día.
Al tiempo que salpica con la tinta de su pluma periodística al "setentismo" -¿démodé?- de la teoría de la dominación, enfocada en la relación opresor/oprimido.
( recordará Caparrós que la pedagogía del opresor está inscripta también en el tirón de orejas del Estado?)

En la nota es paradójico el análisis qe hace porque al tiempo que desconoce la actualidad del enfoque teórico,singularmente sitúa a Graciela Aguirre en el lugar del oprimido pero desde una posición pasiva, "en sí". Y luego interroga sobre la legitimidad de la violencia del oprimido!. Digamos Martín, que la violencia del oprimido en el campo de las teorías de la dominación, no es legítima, es NECESARIA.

Y no es esa violencia del Estado de Naturaleza ,imaginario político, al que remitís con la suavidad de tu pluma. El despliegue de la violencia, en el proceso de lucha ( que es violento porque a la pasividad a la que nominás a Graciela debe interponerse la praxis política) aparece como disruptora de un orden en el que se objetiva la dominación como relación, y por la cual el sujeto adquiere dimensión de su finitud.
Desde la perspectiva fanoniana, por ejemplo, la lucha por la liberación es más que la lucha por un cambio en la posición dentro del los terminos de la relación. es más que el proyecto por la construcción de una nueva hegemonía en el orden de la dominación. de allí la necesidad de comprender la política no como practica pedagógica e ideológica, sino como parte de la vida cotidiana.
¿Recordás esto, Martín Caparrós, esta necesidad de interponer el cuerpo, como instancia para objetivar la situación de opresión (que es violenta)? no es en el golpe que a diario recibia Graciela en donde afirmaba su condición,sino en la reacción, en el punto final a la situación.

Pero fijate que buscó desde su pasividad en las insituciones del "orden" , diciendo -ey! soy golpeada.( Qué mas Caparrós, qe más?)

De hecho esta salida abierta,a su nueva situación, es realmente novedosa. De la novedad entendida como aquello (im)pensado pero posible
Salut!

Aquí va el link.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-120619-2009-02-27.html

juani bertomeu dijo...

Hola, gente. Yo nunca dije que no había que bajar el mandato de los jueces en Estados Unidos. Tal vez sí. Mi punto fue minimalista, a partir del comentario de Lucas a esta propuesta en particular. Dije que para Argentina no tiene sentido y puede ser peligrosa (si queremos promover las virtudes que Lucas mencionaba), y que para Estados Unidos tal vez, pero por los rasgos que señalé, que creo que son centrales. (Si un juez durara un promedio de diez años en la práctica, fijar 18 no tendría mucho sentido.)

Justamente, el tema de la renuncia estratégica es la otra cara de mi punto sobre la ansiedad de las designaciones. Hay tanto en juego que uno no se puede permitir renunciar en cualquier momento (tengas o no vínculo con él, el partido te mata). Es cierto, esto en la práctica puede alargar algun que otro mandato; pero también puede, como sostenía antes, hacer que se designe a un juez que dure para siempre. Esto es lo que pasa hoy en Estados Unidos.

Por otro lado, no estoy convencido que analizar el sistema de designación en forma aislada a otros (muchos) rasgos sea muy útil.

Por eso el comentario era chiquito.

Lucas A dijo...

Sl, no problem, che. Simplemente para aclarar.

El único problema de la solución al bloqueo es que si la Corte la quiero más para que funcione como tribunal constitucional, con perfil corte política, no sé si el perfil es un camarista. No sé si es el mejor perfil hoy, prefiero (con todos sus límites) un político-académico, no sé, una celebridad del derecho y/o un abogado.

MM, grazie por el link, che. Te noté indignada. Raro lo de caparrós.

Salutes!
L.

mm dijo...

hola lucas(lucáks!),sí,tal vez un poquito, es algo así como un.. no caparrós, vos también ahora!

sl dijo...

si si, yo tambien prefiero un académico, incluso hasta te diría un tipo especialista en filosofía política, pero yo me refería al caso en que los partidos no se pongan de acuerdo y no puedan reunir una mayoría calificada, entonces hay que pensar en una manera de salir del atolladero, porque alguien hay que nombrar, y es una manera de meterles presión el establecer que si no se ponen de acuerdo en tres rondas se elige uno automáticamente, sea el que sea. abrazos

Lucas A dijo...

Mm, estimadísima, yo también ahora?

mm dijo...

no, no,para nada!por?(ah lo de lucaks??)nnnaaa,chiste. me retracto.

Lucas A dijo...

Mm, no entiendo tu "vos también ahora" del comment anteúltimo. Eso, no te retractes.. aclare nomás.

Salute! L.

mm dijo...

hola lucas. a ver desenredemos la madeja:
la expresión: no caparrós, vos también ahora!alude a la valoración de MC sobre la actualidad de algunas teorías que adjetiva como "setentistas". Expresión que oscurece bastante y que en ciertos personajes es también una mudanza ideológica sin crítica.
Luego, interpeto tu ¿yo también ahora? asociado al "lucaks" y por eso digo "me retracto", asumiendo que no te simpatiza.

eso es todo,nada más por aquí,..

Lucas A dijo...

Ah, pero no, todo lo contrario Georgy Lukacs me gusta y también el personaje de REP, Lukas, creo, pesimista y oscuro.

Al contrario, lo peor es que el Pato Lucas y el Tío Lucas originalmente no se llaman Lucas, sino Duffy Duck y Tío Fester, respectivamente, fraudes a nuestro gremio de Lucas.

Por ahora, desde que nací, salvo George Lucas, no vi un dirigente de campo, político o juez, ni un publicista o dueño de restaurant de palermo, (según conozco hay pocos profesores -LG y LR y son buena gente- ) con el nombre Lucas. Cosa que es muy beneficiosa para nuestro selecto club social. =)

Entonces, nudo liberado, salute enviado!
L.

mm dijo...

el pato lucas!!!, genialísimo ( yo llegaba tarde a la escuela por mirar los dibujitos que odiosamente ubicaban al mediodía, junto con la pantera rosa...aunque a veces mi hermana me llevaba en bicicleta a mil por hora y evitábamos un mal mayor en el cuaderno de comunicadoss!!=)
Los locos adams palabras mayores,no? que lindo..
y en serio que honorífico tu club..!!!