6 jul 2017

La nueva Corte en la Argentina: La primera pregunta es sobre la agenda

En su "nueva composición" (...) la Corte Argentina ha vuelto a tomar decisiones polémicas, la última sobre los juicios laborales y los derechos de los trabajadores. La primera pregunta a formularse es, otra vez, y como venimos diciendo reiteradamente, la pregunta sobre la agenda. Siempre, pero en particular en esta etapa (dado, entre otras razones, por el modo especialmente "cuidadoso" en que realiza el ejercicio -volveré sobre ello) tenemos que preguntarnos, antes que nada, POR QUE LA CORTE SELECCIONA ESTE CASO, y no el de al lado. Entonces, ante todo: qué nos quiere decir la Corte, cuando elige decir algo sobre este caso, entre los miles que la agobian? La primera pregunta es sobre la agenda que construye, y qué la explica (algo sobre el tema, bien en este caso, en un art. de MWainfeld, hoy en Página, acá).

Dicho lo primero, paso a lo segundo a decir por ahora: La metodología es sorprendentemente parecida en la mayoría de sus casos (importantes), desde "Fontevecchia," a "Muiña" a "López c/ Compañía de Seguros". La Corte decide decir algo MUY relevante, sobre un tema MUY relevante, y socialmente divisivo, pero escoge un caso (que entiende es) sencillísimo, o no polémico -incontrovertible. La idea es i) escoger un caso que entiende es CLAVE para su nueva agenda, ii) sentar un principio MUY fuerte, y iii) hacerlo de un modo que resulte socialmente desapercibido. Como supimos en "Muiña", el gran riesgo es el (tremendo, notable) error de cálculo (explicable, como vimos también en su momento, por otras razones). En "Fontevecchia," la idea era "quién se va a quejar, con un caso ya casi resuelto por completo, y que afectaba a Menem?". En "Muiña" era "quién se va a quejar, si Muiña ya está libre?" En "López" es "quién se va a quejar, si siempre se dijo algo parecido, y el trabajador cometió una serie de torpezas inenarrables"? El Método sobre la Forma del caso, como decía TS, "puede fallar", y viene fallando. Lo más preocupante, de todos modos, y más allá de la forma del disimulo, es la sustancia, el problema de fondo, que se evidencia a partir de la agenda que se construye ladrillo a ladrillo. Veredicto final: muy preocupante.

p.d.: Muy curioso, y para contrastar metodologías, cómo difiere este procedimiento, del que empleara la Corte Lorenzetti primera etapa, cuando la consigna era "reconstruir legitimidad." Entonces, la metodología era la de i) escoger un caso sencillo y poco divisivo, pero ii) espectacular, para iii) decir algo de alto impacto (decisiones en "Mendoza" sobre la causa Riachuelo, decisiones sobre las amnistías en juicios de lesa, etc.) que iv) le permita a la Corte recuperar la perdida credibilidad social. Notable.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Disimulo en la elección de casos? No hay ningún disimulo. Sencillamente se cambió el foco de lo que a la Corte le parece importante en este momento. Que no te guste es otra cosa.

Anónimo dijo...

Buen post, buen análisis de wainfeld!!
saludos

rg dijo...

disimulo en el sentido de "no levantar olas," aunque e Muiña le haya salido un tsunami

Anónimo dijo...

Alguien tenía cifradas verdaderas expectativas positivas en las dos nuevas incorporaciones? Ambos siempre estuvieron ubicados del centro a la derecha, de modo que resultaba una ilusión pensar en una agenda con preocupación social. No sé cuál es la sorpresa. El único potable que queda en ese tribunal es Maqueda. Ya no están Fayt y Petracchi que fueron, junto con Genaro Carrió y Bacqué, lo mejor que dio la Corte luego del regreso de la democracia.

Anónimo dijo...

disimulo? agenda? tenemos todo el aparato estatal hablando de "mafia laboral", el discurso mas rancio de la derecha de los 80s hasta aca, encabezado por su presidente en la plaza publica. Y este caso es al descuido, disimulado, casi sin querer? la elección del caso (al margen de si le correspondía perder al trabajador) es lo mas cerca que vi de la mayoría automática acompañando el poder de turno

Anónimo dijo...

Para Anónimo 3:38 pm:
Qué injusticia cometes con Roberto y con quien te escribe al omitir en tu cuadro de honor al prócer supremo (3 años, mamita querida!!!) de Rodolfo Barra:
http://seminariogargarella.blogspot.com.ar/2013/04/reeleccion-barra-lo-quiso-evo-lo-pudo.html
Seguramente coincidiremos con Anónimo 9:28 pm en que si de “rancio” se trata, superar esa marca será muy difícil.
Diego.

Anónimo dijo...

Puf. Por un fallo sobre costas en el proceso laboral hacemos esta alharaca? En serio? Alguno leyó la sentencia de Cámara? Es de lo más impresentable que se ha visto en estos pagos, lo cual es mucho decir.
Además parece haber cierta contradicción en tu crítica Roberto. Decís que hay disimulo en el sentido de "no levantar olas" y creo que es exactamente lo contrario a lo que quiere hacer esta Corte. Elige casos de mayor o menor relevancia y los pone sobre la mesa. Sin ir más lejos, esta pavada procesal está en el CIJ y cosas mucho más importantes a nivel sistémico han pasado desapercibidas -i.e. un fallo de fin del año pasado sobre el régimen de ejecución de sentencias contra el Estado que dice con precisión cuándo se puede embargar un fondo presupuestario, que ni siquiera figura en novedades del sitio de la Corte-.
Critiquen, en todo caso, los fundamentos de las sentencias. Pero parece excesivo dar a entender que hay una suerte de conspiración entre esta Corte y el gobierno. Parecen olvidarse que de 2003 a 2015 la Corte convalidó TODAS las medidas económicas importantes del gobierno anterior (tarifas, deuda pública, pesificación, reservas del BCRA, licencias no automáticas) y que al nuevo gobierno le dio dos mazazos dentro del primer año de haber sido elegido (conflictos Nación - provincia; tarifas de gas).

Anónimo dijo...

No puedo menos que aplaudir al último anónimo.

rg dijo...

no suscribo la tesis de la conspiracion, no se de que hablas

Anónimo dijo...

Es la tesis de MW y está implícita en tu noción de disimulo.

rg dijo...

no es lo que pienso, en absoluto

Anónimo dijo...

Yo creo que el compromiso con el "Nunca más" siempre fue superficial en este país. Basta ver las cárceles y el accionar de las policías que no han cambiado en nada en décadas. No nos quedemos con las declamaciones.
Rosa