21 jul 2017

La teoría crítica de Rainer Forst

Termino una hermosa semana en Alemania, entre Berlín y Frankfurt participando en algunos seminarios, y encontrándome con grandes amigos, como el jurista Gunter Frankenberg (casi argentino), mi ex compañera de LLM en Chicago, Brigitte Haar (ahora vice presidenta de la Univ. de Frankfurt!), otro excepcional jurista, el maestro Dieter Grimm (trataré de volver sobre él pronto), y tal vez la voz más importante de la Teoría Crítica Alemana del momento, Rainer Forst. Sobre éste último quiero detenerme un poco.

Orgulloso discípulo de Habermas y Rawls (a cuyas teorías, de algún modo, busca presentar en síntesis), Forst acaba de ser traducido al español en uno de sus mejores libros (http://www.katzeditores.com/fichaLibro.asp?IDL=175).

En Frankfurt, inauguramos juntos la Escuela de Verano, y su presentación, que precedió a la mía, resultó espectacular. Resumo simplemente algunas de las ideas que presentara en su charla, con las que no pude estar más de acuerdo:

*Defendió una teoría procedimentalista de la democracia, pero “más que meramente procedimentalista”
* Se trata de una teoría informada por una visión sobre la justicia que tiene su anclaje en la genial idea Rawlsiana sobre la injusticia de ser tratado diferente por cuestiones “arbitrarias”.
* Su visión sobre la democracia se pronuncia (y piensa) en contra de toda forma de “dominación”
* La clave de la misma es que los individuos sean coautores del orden normativo al que están sujetos.
* Si las personas no son iguales -no tienen una igual participación- en la construcción del orden en el que viven, ese orden debe considerarse injusto.
* Ello, porque lo que importa para pensar la justicia de ese orden tiene que ver con lo que uno es, y no lo que uno recibe (who you are, not what you get).
* Por tanto resulta un insulto cuando uno es tomado como mero objeto, y no sujeto de justificación
* De allí que si un cierto orden social, le asegurase a uno los beneficios propios de la teoría de la justicia que uno prefiera (ahí bromeó sobre las visiones “luck egalitarians”), por ejemplo a través de un dictador benevolente, dicho orden no tendría NADA que ver con la justicia.
* Otra vez, se trata de que uno co-determine, junto con los demás, y como iguales, el contenido de ese orden. Se trata de que uno tenga una parte activa en la construcción de la “estructura básica”
* Hizo aquí entonces una reivindicación de los enfoques epistémicos en torno a la democracia (imposible mejor!). La primera cuestión de la justicia es -dijo- el debate democrático. La justicia tiene que ver -dijo- con lo que hacemos junto con los otros, desde una posición igual (equal standing).
* Una y otra vez criticó -para reivindicar el enfoque de la “teoría crítica” lo que llamó los enfoques "positivistas", que toman el estado de cosas como dado, en lugar de abrirlo a la discusión crítica (aunque se trate de "positivistas de la lucha" que toman y recuperan todas las formas de lucha -dijo).
* Reivindicó las actividades de resistencia (aunque se acercó a ellas con cierto cuidado, y discutió un poco conmigo al respecto), como forma de acercarse a la práctica, y como lugar desde donde empezar a pensar en los problemas de justicia (no desde la abstracción, sino desde la práctica). La justicia -dijo- es una pelea inacabada (a struggle that is never over). (En su conversación conmigo dijo que estábamos fundamentalmente de acuerdo, aunque él quería subrayar la existencia de “umbrales de respeto al otro, que corresponden también al resistente).
* De allí su reivindicación de los enfoques de la no-dominación (aunque, aclaró, no tanto en el sentido neo-republicano que defiende P. Pettit, sino en el sentido descripto, que requiere el que seamos co-autores del orden normativo al que estamos sujetos -bromeó también sobre Pettit). Defendió, en este sentido, una visión del republicanismo que asoció con Kant y Rousseau.
* La búsqueda de la justicia nos lleva a / nos obliga a perseguir y someter a crítica las formas de dominación que encontramos, y a pensar en modos de erigir un contra-poder democrático frente a la misma, para asegurar la transformación del orden marcado por la dominación. Dijo, citando a Haberma: “hay que rodear los círculos de poder y cuestionar su justificabilidad
* Defendió de modo interesante la existencia de una “esfera de privacidad” (se justifica el derecho a la libertad personal -enfatizó), que debe ser protegida para que el ingreso a ella, por parte del Estado, no se convierta en un “arma para la dominación”. 

4 comentarios:

Rodrigo dijo...

RH, cuando yo estudiaba (estudié comunicación social), le decíamos "teoría crítica" a Habermas, Adorno, Horkheimer, etc. ¿Tiene algo que ver con la Escuela de Frankfurt? Disculpas mi ignorancia, no soy abogado. ¿En qué consiste la teoría crítica? Si vos o alguno puede explicarla en pocas palabras...
¡Qué envidia! Tengo muchas ganas de ir a Alemania. Las personas que me conocen me dijeron que Berlín no es la ciudad más hermosa, pero que su cosmopolitismo me re gustaría.

rg dijo...

en efecto, es la version joven de esa tradicion. berlin, si, te encantaria, tremendamente cosmopolita

Anónimo dijo...

“…Lo que es absolutamente incomprensible es que representantes de algunos sectores de la izquierda –notablemente el trotksismo-, el progresismo y cierta intelectualidad atrapada en los embriagantes vapores del posmodernismo se inscriban en este negacionismo donde no sólo la CIA desaparece del horizonte de visibilidad sino también el imperialismo. Estas dos palabras, CIA e imperialismo, ni por asomo irrumpen en los numerosos textos escritos por personeros de aquellas corrientes acerca del drama que hoy se desenvuelve en Venezuela y que, ante sus ojos, parece tener como único responsable al gobierno bolivariano. Quienes se inscriben en esa errónea - insanablemente errónea- perspectiva de interpretación se olvidan también de la lucha de clases, que brilla por su ausencia sobre todo en los análisis de supuestos marxistas que no son otra cosa que “marxólogos”, esto es, cultos doctores embriagados por las palabras, como a veces decía Trotsky, pero que no comprenden la teoría ni mucho menos la metodología del análisis marxista y por eso ante los ataques que sufre la revolución bolivariana exhiben una gélida indiferencia que, en los hechos, se convierte en complacencia con los reaccionarios planes del imperio…”.

http://www.atilioboron.com.ar/

Anónimo dijo...

www.cervantesvirtual.com/.../marxismo-analtico-el-marxismo-claro-0/