27 abr 2020

Sobre el valor de los procedimientos de discusión democrática


Como tantos, el sábado por la noche me sentí interpelado (bien) por el discurso del presidente, quien presentó las nuevas medidas frente al COVID-19, respondiéndoles a quienes (como yo mismo) lo criticaron por "estar improvisando, y haciendo las cosas a los tumbos". Contra esa crítica, él sostuvo que ahora quedaba en claro que "todo formaba parte de un protocolo, y un plan programado desde el primer día". Su principal anuncio, en esa línea (la nueva fase del plan preconcebido), fue la de la "salida recreativa de una hora por día." Qué bien, me dije: me equivoqué. Horas después, la medida era rechazada por todos los gobiernos de las principales ciudades (que negaban la autorización recreativa), a la vez que quedaba desmentido que desde el gobierno se hubiera hablado de ese tema con tales autoridades. Esto es: una nueva instancia de la improvisación con que se viene haciendo todo, y una nueva muestra de la importancia de respetar los preestablecidos protocolos de la deliberación democrática.

p.d (Ni qué decir de su discurso de 5 minutos a los niños, a los que pudo entusiasmar con una esperada promesa que quedó trunca a los pocos minutos)

4 comentarios:

Damian dijo...

La verdad es que fue una desilusión la marcha atrás en la salida recreativa de todos chicos medianos y grandes. En error o improvisación o lo que fuera pero mal. De ahí a decir que "es una nueva instancia en la improvisación con que se está haciendo todo" de ninguna manera creo que sea así. Una cagada, a corregir y hacerse cargo.

David dijo...

La única vacuna es el confinamiento. Deberíamos deliberar sobre su administración? Muchos barrios se organizan: sus comedores, sus clubes, sus empresitas, sus salidas. ¿Cómo podría sostenerse esto si los sectores que no padecen el hacinamiento y las carencias de las villas salen y circulan por las plazas, parques, paseos? La deliberación de ese "ganar la calle" no sería más que la imposición de una "normalidad" de un sector social sobre otro con gravísimos riesgos.

Martha C. dijo...

Si,... muchos nos ilusionamos con la salida de una hora. Yo no tengo muy claro cómo es que estas decisiones se dejan a cargo de la discrecionalidad de los gobernantes y en los paneles de expertos me pregunto si hay lugar al debate.
El encierro, la falta de contacto social y emocional con personas y actividades que nos dan soporte están minando los recursos internos de mucha gente.
Hagamonos a la idea que esta pandemia va a dejar secuelas de trauma psicológico en gran parte de la población lo que implica en términos gráficos heridas emocionales profundas. No veo el sentido de agravar ese cuadro con una discrecionalidad absurda de querer extremar el encierro. Me gustaría ver los números de esos modelos epidemiologicos, creo que nos merecemos saber.
Por otra lado casi todos los especialistas (ej.Larry Brilliant) han dicho que un buen sistema de diagnóstico temprano es la respuesta.
Y yo digo, si no podemos conseguir kits para testear a la población a gran escala, porqué no construir un índice diagnóstico basado en los síntomas mas propios del cuadro que son Tos y fiebre que se dan en el 80% de los casos. Los kits tienen una fiabilidad del 70%. Si se testeara nada mas a estos dos síntomas a una escala masiva podemos ya derivar casos sospechosos que se pueden descartar con el recurso de una radiografía. Y así podríamos obtener resultados muy similares a aquellos que estan usando kits. ¿Por qué la salida facil?
Podríamos agregar a estas medidas el testeo de pulso y oxigeno en trabajo y escuelas y aumentaríamos más la eficacia de nuestro índice de detección temprana.

Temo que nuestros gobiernos están optando una solucion que, efectiva a corto plazo, es cómoda para ellos. Y dudo que sea efectivo a mediano o largo plazo, en cuanto a que la gente comience a abandonar paulatinamente el acatamiento.

Saludos cordiales

Pablo J. dijo...

Bueno Roberto, te diste cuenta que somos un pais improvisado y con un estado e instituccionalidad endeble. Creo que a esta altura nadie deberia hacerse demasiadas ilusiones al respecto... Con respecto a los protocolos, te cuento una anecdota que muestra como estamos (y fue hace como 8 añoss). Mi hermana trabaja en Cancilleria y una noche estaba "de guardia", es decir tenia el celular donde se reciben los llamados de la Argentina y del mundo consultando o para que le resuelvan problemas de todo tipo relacionados con las relaciones con el extranjero. Ese dia de guardia, la llaman de la PSA (Policia Aeroporturia) para decirle que necesitan entregarle algo que se dejaron en el aeropuerto de Ezeiza, que pasarian por la casa a dejarsela (la guardia se puede hacer en el domicilio o en Cancilleria). Fueron dos policias y le entregaron un sobre con una carta que aparecio en Ezeiza y no sabian que idioma (de medio oriente) era. Y le deron la carta y se fueron... asi. Un protocolo espectacular, para un pais que tuvo dos atentados terroristas. En fin, nada me sorprende.