27 ene 2010

Inseguridad

Marcelo Saín, bien, sobre el tema policía-inseguridad, en la Ciudad, pero también en la Provincia y a nivel nacional. Acá.

3 comentarios:

werte dijo...

Siempre es un gusto leer a Saín. Les pregunto, sin ningún afán retórico, quién sería o podría ser el Saín de la derecha, algo que se deje leer sin sentirse apaleado por una batería de consignas y lugares comunes.

Anónimo dijo...

¿Saín? ¿El agente de la CIA?

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1216453

Intelektual pastelero - por PIC dijo...

El delito del gaucho no es sino una forma de rebelión contra lo establecido, contra la civilización burguesa e individualista de las ciudades, de las classes moyennes, que ha perdido sus raíces para ser en el mundo desde nuestro mundo criollo. Pues es en las ciudades donde Dasein se desarraiga (entwurzelt) constantemente, y vuelve inaccesibles las vivencias de lo gaucho, ya que practica la autodenigración de nuestras raíces criollas, de la que tanto se quejaba Jauretche. A esta existencia impropia de las ciudades, nosotros oponemos una filosofía que comience por el existenciario Befindlichkeit. Este Encontrarse no puede enseñarse en los libros, sino en la escuela de la vida de nuestras costumbres gauchas, que es nuestro modo de ser más primario: como nos dice Heidegger, este Befinlichkeit "No viene ni de 'fuera' ni de 'dentro', sino que como modo de In-der-Welt-sein emerge de este mismo. Así se establece una estructura dinámica del ser-con encontrándose-comprendiendo, que es comunicación del descubrir o el abrir aquello de lo que se habla. Por ello, el hablar del Dasein "no es nunca nada como un transporte de vivencias, por ejemplo, opiniones y deseos, del interior de un sujeto al interior de otro", ya que la comunicación de lo hablado por el Dasein lo es con otros Dasein. O como nos repetían nuestros viejos padres criollos: Lo que Natura non da, Salamanca non presta. Tal expresión de lo gaucho se manifiesta primariamente de manera espontánea, no como un interior que se exterioriza, sino porque el Dasein es ya fuera, ahí, en estado de yecto, y éste abrirse mismo es el abrirse su existencia, su mundo y su ser-con los otros, en el encontrarse y el comprender. La clase media está radicalmente abierta de un modo opuesto a la actitud existencial del gaucho, y en cambio permanece maniatada a la comprensión por la metáfora del Sujeto (que todo lo calcula, todo lo medita, todo lo mide, en términos institucionales, en la "ética del trabajo", en la mecánica de las sanciones).
Por ello, nosotros nos oponemos a la aplicación del Derecho penal burgués a nuestros paisanos contemporáneos, cuando arrebatan su portafolios, su auto o llevan a hacer una salidera bancaria a esos representantes de la civilización de levita que son la clase media. Esto no es sino una pequeña porción de lo que sus ancestros --el populacho europeo que llegó a estas pampas--, les quitaron a nuestros paisanos gauchos. Luego, como dice el Cro. Prof. D'Elía (que de revisionismo histórico sabe), estos blancos citadinos deben pagar por la injusticia de la Generación del '80, que trajo a estas pampas a sus ancestros, los inmigrantes europeos, para reemplazar al gaucho y al indio.
Y es que, frente a la cultura de la galera y levita, nosotros debemos oponer lo más profundo que tenemos en Nuestra América. Como nos enseña el maestro Fermín Chávez: "[Los caudillos] patentizan la superioridad de sus valores morales, por encima de la 'civilización de levita'. El bárbaro americano es, salvo excepciones, un testimonio de conducta en el que resaltan virtudes de solidaridad social, de fidelidad al pueblo y de rectitud política incomparable". Por ello, es hora de que venga un criollo a mandar a la Ciudad, a gobernar a estos gringos alborotados.

Saludos,

Intelektual pastelero
Grupo Sobre Abierto
Profesor de Ontología política y teoría social peronista