17 may 2009

Los nuevos monstruos


Esta nota, como siempre interesante, de Eva Giberti "Ni monstruo ni abusador" (acá), se refiere al padre mendocino que durante 20 años violó a sus hijos. El comentario de Giberti me hacía acordar a lo que me decía Nils Christie, en la idea de que, luego de décadas visitando prisiones, nunca había "visto a un monstruo," sino a personas, a pesar de que los policías que lo acompañanaban hasta esas celdas de seguridad especial le anunciaban siempre "acá encerramos a los monstruos," "acá está el monstruo."

Me pregunto, en ese contexto, qué es lo que debe decir alguien como uno, abogado que rechaza, con Giberti, el uso de la categoría de monstruo. La cito "Se habla de monstruo por el terror que produce reconocer lo que es y lo que sucede. Hablar de monstruo es alejarse de los hechos y adjudicarle al delito categoría de lo inasible y distante. Es de otro planeta, de otra raza humana. Sabiendo sin embargo que estamos hablando de un hombre y de una niña ambos estrictamente conocidos por cada uno de nosotros."

Me pregunto, en este contexto, qué hace uno, como teórico del derecho, que como Christie desconfía de las virtudes "curatorias" y "preventivas" del castigo, y ve personas donde otros señalan monstruos. Leía además, con alguna sorpresa, acerca de la defensora oficial que tomaba el caso, desconociendo qué hacer con él, y en razón de que ningún abogado quería hacerse cargo del mismo.

Aunque muchas preguntas morales básicas, de las que rodean a la teoría penal, me parecen fáciles, en este tipo de casos intuyo algunas respuestas posibles, pero tengo menos certezas. Es éste nuestro caso difícil? No lo creo. Entonces?

17 comentarios:

Alfonso dijo...

Hola R

Esta categoria de monstruo me suena tanto a Foucault, tal vez el problema va mas alla de la condicion del abogado y nos situa en el problema de una sociedad tendiente a la otredad, otredad que dia a dia avanza y en donde al no ser disciplinados (en terminos obvio de Foucault, es decir de ser normalizados) quedamos fuera del mundo y somos atrocidades del sistema social, a lo mejor solo a lo mejor esa expansion de la diferencia que hablaba lyotard en su libro postumo ha llegado a cauces tales que hoy resulta dificil conciliarnos, saludos

Anónimo dijo...

Es monstruoso lo que dice Giberti en su nota. Quizas esa sea la intencion de la autora justificando al victimario sin imporarle la justicia. Donde queda la menor de 10 anios en todo esto, destruida para siempre?

rg dijo...

anonimo, no tenes idea de lo que decis, ni de quien es giberti, lee la nota sin prejuzgar por favor. pocas personas hicieron tanto como ella contra la violencia familiar

CAR. dijo...

No entiendo el comentario de Anonimo, porque justamente la autora escribe en defensa de esa niña....

En realidad decir que no son monstruosidades, es devolverle un poco de humanidad tambien a las victimas,

saber que no es algo que pasa 1 vez en un millón, permite a la niña o ya mujer (o niño o ya hombre) denunciar o tratar el tema, poder dejar de padecer en soledad lo indesible...

“¡Es una exageración! ¡Yo nunca conocí a alguien violada por su padre!”. Así será porque durante siglos se silenció el tema y actualmente se busca digerirlo a partir del monstruo –lo espectacular al borde del linchamiento– y del abuso –la tibieza de la letra b, apenas sostenida entre los labios semicerrados al pronunciarla, la antítesis perfecta del desgarro brutal contra la genitalidad de la niña–.

creo que replantear el tema claramente, y con los nombres bien puestos (como lo hace en la nota Giberti), es la única forma honesta de enfrentarse contra estos crimenes que nos descolocan, de cualquiera que sea la postura que tengamos, y que como sociedad nos dá tanto miedo enfrentar que seguimos escondiendo en conjunto porque asi molesta menos...

saludos

mm dijo...

hola rg,dejo este link para pensar asociado a la nota de Giberti.
Hace unos dias mientras lo leía, pensaba - "touche a EL TABU". Pensaba en sus implicancias, justamente, sobre los patrones de normativización tales como el tabu del genero y el tabu del incesto.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-742-2009-05-09.html

Hay preguntas que podrian demoler la posicion de Giberti, otras que vuelven sobre la debilidad del derecho para regular relaciones sociales, otras que vuelven sobre la asociacion entre poder, derecho y prohibicion del incesto...

La nota de Giberti es un grito social, PROHIBICION DEL INCESTO.PATRÓN NORMATIVO.

No obstante, nombrar LA COSA, no agota lo qe LA COSA ES.
Volvemos a la pregunta antropologica, cuál es la función social de la ley de la prohibición del incesto? ..
Que está sucediendo para que LO PROHIBIDO se enuncie redefinido(atenuado?): de INCESTO a ABUSO.
Giberti DENUNCIA EL CORRIMIENTO y reclama el ANCLAJE. Pero paradojicamente LO PROHIBIDO aparece como practica no DENUNCIADA.
Y lo denunciado (abuso) es LO QUE LA COSA NO ES .Mientras que EL INCESTO ES,y permanece OCULTO, INNOMBRABLE

Se me ocurre entonces que debemos mirar sobre los niveles que estan regulando la relacion INCESTO- PROHIBICION y este deslizamiento hacia el ABUSO

:)umm..

Anónimo dijo...

Nadie es igual al peor de sus actos.

Gustavo Maurino dijo...

Me temo que el problema va más allá del derecho penal. Interpela por los fundamentos básicos de nuestra comunidad (juridizada). Por los límites de la fraternidad.
Bello análisis de estos problemas se encuentra en el cálido libro "Hiding from humanity Disgust, shame, and the law", de Martha Nussbaun -la más fraternal de los/as liberales?.

Alfonso dijo...

Muy buen libro Gustavo de lo mas interesante de Nussbaum, ese material lo sacaron en español editorial Katz bajo el nombre de El ocultamiento de lo humano, repugnancia, verguenza y ley

rg dijo...

hay muchas cosas por decir pero, por ahora una cosa a gustavo. estamos de acuerdo con que la solucion no es penal, pero no le tenemos que correr el cuerpo a la pregunta dificil: que tipo de reproche hacer, en estos casos (porque asumo que corresponde un reproche)?

Alejandro Haimovich dijo...

quizas mas que en terminos de reproche habria que pensar en terminos de modelos de resolución de conflictos donde los actores del conflicto recuperen libertad & autonomia teniendo en cuenta la diversidad de conflictos posibles y la diversidad de actores posibles.

rg dijo...

pero que implicaria esto, alejandro? porque este es de los casos complicados, tambien, para propiciar encuentros entre victimas y victimarios. de que cosa concreta hablas?

Alejandro Haimovich dijo...

había que hablar de algo concreto? pero justamente eso es lo mas difícil, igualmente no pienso en nada que no este en la literatura habitual: decriminalizacion, medios alternativos de res. de conflictos, justicia comunitaria, privatización del conflicto, conciliacion, mediacion, soluciones composicionales, sanciones civiles etcs.

rg dijo...

lo digo para hacer(nos) la pregunta dificil, porque sobre todo en este tipo de casos es cuando esas formas alternativas mas sufren: puede ser una solucion el reencuentro victima-victimario, ahora? que se hace en el largo mientras tanto? digo, otra vez, para no sacarle el cuerpo a las preguntas mas duras que se nos pueden hacer a quienes queremos pensar el derecho de otro modo

Graciela dijo...

Ante este hecho aberrante y en presencia de una "persona perversa" que padece algún tipo de patología mental o de personalidad disociada. SI, le damos la categoría de ser "el Monstruo" es verdad lo alejaríamos del hecho delictivo y de la posibilidad de la aplicación de todo el peso de la Ley. Por supuesto es difícil el caso para el o los abogados penalistas.
Saludos
Graciela Tostzian

Alejandro Haimovich dijo...

pero tambien es en este tipo de casos donde con mayor intensidad queda en evidencia la ineficiencia e inutilidad del sistema penal a la hora de resolver conflictos (no hablemos ya de desigualdades violencia, imposicion de dolor). En este contexto quizas a quienes quieren pensar el derecho de otro modo como decis les cabe la tarea de deslegitimar y deconstruir, de desarmar, de pensar otras opciones, la "fabrica de palabras" como decia Hulsman pensando en comentarios como los de la amiga graciela aqui arriba..

Cintia - Montevideo, Uruguay dijo...

Calificar al otro como "monstruo" es el camino más fácil. Si el otro es un monstruo, entonces se justifica todo. Los monstruos no tienen derechos; si son monstruos, justifico la pena de muerte, la cadena perpetua, justifico la violencia, la falta de garantías, el hacinamiento y los abusos. Si son monstruos, entonces está bien la justicia por mano propia, los linchamientos, los golpes, la anulación social. Si son monstruos, que se pudran en la cárcel. Yo no soy monstruo, soy persona; a mí esto nunca me va a pasar. Es lo más fácil de sostener sin reflexión y sin implicancias morales ni éticas de ningún tipo. Y lamentablemente es cada vez más común, creo. Es una fórmula que permite no solo la ausencia total de análisis de la fenomenología relacionada, sino que además nos tranquiliza interiormente, nos posibilita un feliz "doublethink" orwelliano sin problema ninguno.

tano dijo...

El post es brillante porque le agrega un gran signo de pregunta a cada una de las teorias desarroladas por el pensamiento penal .
Creo que no es el tipo de conflicto en el que la victima deba hacer su reaparición triunfal al proceso penal. Tampoco creo que sea el tipo de conflicto que se resuelva satisfacotiramente por las llamadas soluciones alternativas.

Como abogdao defensor, pensaria en 2 cosas:
1)el lenguaje del proceso(en este sentido seria traductor del imputado); Nunca mas me atrevería a hablar de igualdad, si abandono a un imputado frente a los tecnisismos de la burocracia punitiva.
2)entender el proceso como el ambito que protege "al monstruo" de la revancha privada.