8 ago 2019

Comunidad científica, cultura y política


(publicado hoy en Cl



Las elecciones que llegan ofrecen varios elementos llamativos. El primero tiene que ver con la asombrosa similitud de antecedentes y propuestas entre los dos contendientes principales, seguido por el radical antagonismo que acentúan sus partidarios: como si los inmensos parecidos que los unen no existieran realmente.  Las analogías entre los candidatos son tan explícitas, que sólo puede negarlas el que se obstina en no verlas. Ambos candidatos muestran, ante todo, i) similares antecedentes en cuanto a su pensamiento económico (lo cual se advierte, entre otros lugares notorios, en su “pecado original” junto al “cavallismo”); ii) continuidades sustantivas en el desarrollo de su carrera política (el candidato opositor rompió con el kirchnerismo por exactamente los mismos temas que dieron fuerza vital al macrismo: la defensa del campo frente a la “125”; el repudio a la Ley de Medios; el rechazo al tratado con Irán; la crítica por el tratamiento de la muerte de Nisman; la defensa del gran empresariado local frente a los modos más duros del estatismo); y  iii) una identidad notable en relación con todos los ejes centrales de esta campaña: en materia medio-ambiental, basta escuchar lo que dice cada parte frente a los debates más divisivos (medio ambiente, Vaca Muerta, glaciares o glifosato); en materia económica, basta con revisar las posturas históricas de cada uno de los referentes económicos de los candidatos; en materia de aborto, basta con ver en la ambigüedad que manifiestan ambas partes, amontonando irresponsablemente a pañuelos verdes junto a celestes.

Sorprende, por tanto, la indignación o condescendencia con que los adherentes de cada bando hablan de los adherentes contrarios. Asombra el terror con que cada uno de ellos anuncia la llegada posible de sus contrincantes. Dicen unos: “si reeligen van a implementar, ahora sí, el plan de exterminio de Martínez de Hoz”. Y los otros: “si vuelven, van a llevarnos, ahora sí, adonde está Venezuela”. Increíblemente, ambos grupos atribuyen al otro “la Mentira y el Odio” como motor de cambio. Cito a una de las partes: ellos quieren “perpetrar mezquinas vendettas clasistas”. Cita a la otra: lo que está preparándose es el “Ministerio de la Venganza.”

Que sostengan semejantes extremos unos políticos de la vieja guardia, en el tramo final de la campaña, vaya por hecho. Que lo sostengan, sin sonrojarse, científicos, académicos y referentes de la cultura resulta, en cambio, angustiante. Porque: cómo es que personas formadas pueden avanzar juicios semejantes, tan ajenos a la historia, al contexto internacional, a la coyuntura política? Si el kirchnerismo llegó en su tiempo tan lejos como llegó, ello se debió a una incontenible mayoría parlamentaria, respaldada en un contexto económico insólitamente expansivo. Si el macrismo resultó tan insustancioso en sus políticas ello se debió, en buena medida, a su carácter minoritario en el Congreso, sumado a un contexto económico restrictivo. Necesitamos volver sobre las bases materiales y estructurales de cada gobierno, para salir del lugar insólito en que los “intelectuales” de cada lado proponen situarnos: el lugar de las buenas o malas intenciones de los distintos grupos partidarios (¡). Como si al kirchnerismo y al macrismo lo explicaran mejor la bondad o maldad intrínseca de sus candidatos, antes que la estructura de alianzas y negocios sobre la que están parados.
Créase o no, desde el campo de las ciencias duras argentinas, normalmente afín al kirchnerismo, se escucha hablar (cito) de las motivaciones “cínicas y perversas” que explicarían al macrismo, frente a los impulsos amorosos (¡) que moverían a los líderes del viejo gobierno. Créase o no, desde ciertos círculos de intelectuales cercanos al oficialismo, se habla del “odio destructivo,” como razón capaz de dar cuenta del kirchnerismo. Otra vez: sorprende que representantes de las ciencias sociales y exactas suscriban discursos no sólo desopilantes (o, en el mejor de los casos, reservados a pobres comandos de campaña en plena lucha electoral), sino además teóricamente insostenibles, que ocultan lo que cualquiera sabe, y silencian todo lo que necesita saberse.

Lo dicho hasta aquí de ningún modo niega la existencia de diferencias significativas entre los principales grupos enfrentados. Sin duda, la llegada de una u otra facción al gobierno vendrá seguida de consecuencias muy distintas. Sin embargo, nadie, y mucho menos los sectores vinculados a la comunidad científica, merece tomar el lugar de político en campaña, para esconder la auto-crítica bajo ofensivas generalidades (“hubo algunos errores”; “no todo se hizo bien”); evitar dar nombre a los horrores cometidos; volver a hacer silencio público sobre referentes “propios” que (en privado) reconocen como impresentables; o –directamente- fundar sus análisis políticos sobre tonterías moralizantes. Si muchos resistimos a ambas alternativas de gobierno, ello es porque tomamos nota de los sectores con los que están aliados; porque recordamos la diferente historia negra de la que cada uno proviene; porque entendemos que la corrupción es el resultado de un modo de organización escogido; porque –finalmente- reconocemos que la política se explica mucho menos por la moral personal, que por intereses y estructuras. Se trata, en definitiva, de lo que aprendimos a los golpes: lo que se calla mientras se construye (porque “lo importante ahora es ganar las elecciones”), no se manifiesta (y por tanto no se remedia) mientras se gobierna (porque entonces sería “hacerle el juego a los opositores”). Apostemos a que nuestros mejores científicos nos ayuden a pensar este momento de modo crítico, lejos de sesgos y silencios comprensibles, en todo caso, en los militantes partidarios.





16 comentarios:

Anónimo dijo...

Para que los científicos pensemos tranquilos necesitamos cobrar bien y garantizar estabilidad a nuestros becarios.

Unknown dijo...

La comunidad científica argentina cuenta con presupuesto para hacer ciencia en la actualidad?
Tiene el mismo contenido ideológico destinar un presupuesto mínimo o uno máximo a esos fines?
Para la ciencia argentina fueron iguales estas dos opciones de gobierno?

rg dijo...

pero me parece perfecto que un científico vote a quien quiera, y también que lo diga, o que haga su campaña. pero otra cosa es renunciar al pensamiento, a la crítica, a la denuncia de los horrores pasados o presentes porque atentan con su compromiso político. hoy la comunidad científica toma la cuestión de la corrupción anterior en solfa, o usa sus conocimientos para desmentirla, o para impedir que se investigue. ve en la causa de los cuadernos a clarín, y no a una expresión de lo que ha sido la relación empresariado-estado en todos estos años , algo que obviamente abarca a la familia macri y allegados. esa es la barbarie: que en lugar de ayudarnos a pensar ("este es el modo en que está operando el empresariado, y el modo en que se mezcla con la política") sirve al ocultamiento. es inaceptable.

Rodrigo dijo...

"El PO, primero y después el FIT han rechazado la consigna de ¡Fuera, Macri!, que había propuesto el fundador del PO, Jorge Altamira. En la misma línea de Scioli y Macri “son lo mismo, votamos en blanco”, dicen ahora que gane Macri o Fernández “sigue el FMI”. Lo que significa que insisten en apoyar en los hechos al neoliberalismo. Para eso, y para cosechar diputados –Altamira dice que les interesa más que hacer la revolución – piden en las PASO y en octubre el voto a sus listas, incluidos sus candidatos presidenciales, que van a restar los votos necesarios para vencer al enemigo del pueblo argentino. Si hubiese balotaje, los argumentos que plantean indican que volverán a votar en blanco, como en el 2015.
Saben, nadie lo ignora y estúpidos no son, que el FIT no puede ganarle a Macri ¿ignoran que los EEUU y el FMI quieren su reelección? A tal punto –es un escándalo y el periodismo oligárquico lo reconoce hoy– que Christine Lagarde, por presión de Trump, autorizó usar los dólares girados por el FMI para congelar su precio y ayudar al triunfo electoral del presidente ¿Trump y el FMI saben menos que Nicolás del Caño, Pitrola y Cía. sobre cómo cuidar el interés imperialista? Si el triunfo del Frente de Todos les diera “lo mismo” que la reelección de Macri ¿porqué está todo el poder de los centros financieros y sus medios de prensa empeñados en que Alberto pierda las elecciones?

A una secta “trotskista” que opinaba igual en la política china (decía que había que luchar contra el Japón y contra “los burgueses” chinos al mismo tiempo, sin unirse para enfrentar la ocupación del país por el ejército japonés) Trotsky le señaló que en una semicolonia, como era China, y es la Argentina, debe defenderse el interés nacional contra el imperialismo mundial. Y, como es sabido, apoyó en Méjico al General Cárdenas, una suerte de Perón azteca. No hay dudas de que atacaría indignado, hoy, la negativa del FIT de unirse a Maduro, contra la amenaza militar de intervención norteamericana, que Macri secunda. Esas premisas no han variado, aunque hoy el saqueo use especialmente la especulación financiera. Los años de Macri, de todos modos, muestran que también siguen usando “la apertura al mundo”, para destruir nuestra industria, reducirnos al rol de productores primarios y reservar para sí la producción de mercancías más elaboradas. (SIGUE)"

Rodrigo dijo...

Trump y Paul Singer son más “científicos” que estos “trotskistas”. El divisionismo ultraizquierdista les sirve en los hechos a Singer y Trump, aunque el FIT quiera confundir a los argentinos y prometa (a lo Macri) una ilusoria “revolución”. Gritan lo más, sin hacer lo mínimo. Son charlatanes. Hay que votar desde la izquierda por Alberto Fernández; ignorar a la “izquierda” que ignora al país, y lo da en bandeja a Macri, EEUU y el imperialismo mundial. Parecen no entender que desaparecerán las industrias y la clase obrera, si triunfan los oligarcas. Y sin industrias y sin obreros se debilitarán las fuerzas que pueden sostener una estrategia socialista ¿o será que apuestan a la única “izquierda” que tuvo en su tiempo la Argentina agroexportadora, que también combatía a Irigoyen, primero y a Perón, después? Es para pensarlo: porque si la sensibilidad no les sirve para unirse al pueblo que quiere dejar de sufrir ya, la teoría marxista debería dictarles esta conclusión: si gana Macri, gana el imperialismo.

Fuente: http://aurelioarganaraz.com/politica-argentina/la-izquierda-imperialista-las-elecciones-y-el-fmi/?fbclid=IwAR2hgprQikKl5PtrUt3k_tfVPzbTlvF99JRATEg26MPuC2f66vpVj4Dabrs

Anónimo dijo...

Soy científico y, como comparo estadísticas, voto a alberto

rg dijo...

me parece perfecto, pero no entendiste de qué va el artículo. un científico puede votar a uno u otro, y eso no es problema. el problema que señalo es que argumente en base a las categorías "amor" "perversidad," etc.; que no use la información que dispone para criticar también a su sector; que oculte información en nombre de "hay que impedir que ganen"
pd: capaz que comparando estadísticas perdés información adicional central, como la relacionada con el modo en que la política usó la droga como moneda de cambio; o el modo en que apretó empresarios para sacarle dinero, según toda la evidencia de que se dispone.

Damian dijo...

Nosotros no entendemos Roberto. Suerte que vos entendés todo. Eso sí. Pienso que finalmente te vas a inclinar por la fórmula dónde está el "terrible cuadro"cuando llegue el momento de optar. Nosotros somos idiotas que no nos damos cuenta que son iguales en antecedentes y propuesta y además de idiotas somos mafiosos corruptos y narcotraficantes.

rg dijo...

tu agresividad me da tristeza. no se de dónde sacás tanta bronca, qué te lleva a estar todo el tiempo a las trompadas. y no, hace 20 años que sólo voto a la izquierda, o en blanco. nunca otra cosa

Anónimo dijo...

Una refutacion a tu hipótesis basada en datos cuantificables: https://www.infobae.com/economia/2019/08/09/la-pesada-herencia-para-el-proximo-gobierno/

rg dijo...

no refuta nada porque OBVIO que se puede comparar a este gobierno con el anterior, con datos cuantificables! el problema es que los científicos insistan en la argumentación de "somos el amor y ellos vienen con el odio", negándose (otra vez) a meterse con los datos que pueden traerles problemas

Raúl C. dijo...

1.
El manifiesto de los científicos ***no es un paper científico***.
Están manifestando como ciudadanos.
Entre otras tantas cosas, están expresando la extrema diferencia entre la política de uno y otro gobierno en relación con la ciencia.
Y la extremísima diferencia entre los efectos de la política de uno y otro gobierno para la gran mayoría de la población.
2.
Cito textualmente: "Si el kirchnerismo llegó en su tiempo tan lejos como llegó, ello se debió a una incontenible mayoría parlamentaria, respaldada en un contexto económico insólitamente expansivo. Si el macrismo resultó tan insustancioso en sus políticas ello se debió, en buena medida, a su carácter minoritario en el Congreso, sumado a un contexto económico restrictivo."
Aquí se ve ¡una vez más! la benevolencia extrema hacia el macrismo: "pobres, les tocó un contexto restrictivo"...
Por favor, el tema del contexto expansivo y el restrictivo es una leyenda urbana más, que ha sido refutada con los números correspondientes por una cantidad de economistas.
Los números demuestran fehacientemente que ***Macri contó con muchísimos más dólares que los Kirchner***.
Dejemos de lado que los Kirchner los "cosecharon" de las exportaciones (forma virtuosa) y Macri los "cosechó" endeudándonos (forma perversa). Tuvo muchísima más disponibilidad de divisas.
La diferencia es que las divisas se fugan, porque cuentan con libertad absoluta para hacerlo. Por eso no llegaron a la gente, simplemente.
No se ve ningún contexto restrictivo para los terratenientes, los bancos, las financieras, las mineras ni las energéticas. Que aumentaron exponencialmente sus ganancias a costa de... imaginémosnos quiénes.
Parece increíble que desde la izquierda no se considere ni remotamente el problema de las clases sociales, ni de cuál clase es la que ahora tiene el poder, ni de la verdadera lucha de clases que emprendió contra las demás.

martha casas dijo...

Fui a votar finalmente. Me toca votar en una misma mesa con un hermano,el. ultramacrista. Nos pusimos de acuerdo en ir juntos. El otro, el ultak esta de fiscal general.
---¿A quien vas a votar? A lavagna, ya te lo dije. Y en el ballotage, si no sale Lavagna no me voy a presentar, para que no haya ninguna suspicacia, para que no me digan gorila ni me digan te pasaste al kirchnerismo.
---Le hacés el juego a Cristina.
---No le hago ningún juego, mi voto es insignificante en el recuento total. Lo que sí puede hacer una diferencia, un poquito menos insignificante es mi opinión y mi opinión es que macri está fugando divisas como loco y está empeñando el país.
Mi hermano ultramacrista reflexiona un momento (es un tipo reflexivo) luego me contesta.
--Tenes razón, este gobierno es un desastre en lo económico y está fugando divisas a lo loco. Pero no te olvidés que el gobierno kirchnerista también fugaba divisas a lo loco, sólo que no tomó deuda externa porque tomó otra deuda, la interna, los fondos del Ansés, que se ha rifado incluso para pagar el fútbol. Acordate.
Me quedé de una pieza. Tiene razón, claro, no creó deuda externa pero sí deuda interna.. y...
--Y acordate --siguió el-- lo que nos costó recuperar la democracia. Fijate lo que pasa en venezuela. EL kicherismo es ir hacia venezuela donde mueren todos los dias personas ejecutadas por causa porlíticas....etc...etc...etc.c..

Fin del diálogo. Me dejó pensando.
Exagera desde luego. Lo mismo que el otro, el ultrak que dice que si gana Macri colapsa todo. Ahora los dos coinciden en que «no vas a poder conseguir tus remedios ni con la plata» porque veterana como soy tengo que tomar...pero... Nada. Fin de la discusión.

Abreviemos. Tenés razón RG lo suscribo a dos manos: son lo mismo, el país se hunde igual con uno y con otro. El país será colonia lo mismo con uno y con otro, en distintos lados del juego geopolítico mundial.

Sólo espero que haciendo honor a su origen haga una diferencia y despierte de una vez y siga el camino que trazó Yrigoyen.
Yrigoyen, rodrigo. Y no te olvides que el peronismo nació como una manera de eludir sumarnos a los aliados y que las opciones eran aliados-fascismo.
La realidad es esta: no hay opciones. Adios y suerte.

G.C. dijo...

Raúl C., los gobiernos kirchneristas contaron con toda la plata de la seguridad social, que usaban como propia. El Macrismo cuenta con muchos u$d, endeudándonos. Ambos contaron con las retenciones. Ambos favorecieron energéticas, mineras y contratistas afines. Desde la izquierda vemos todo esto. Vos sólo ves una parte. Saludos,
G.C.

Raúl C. dijo...

El "uso de la plata de la seguridad social como propia" se contradice totalmente con el aumento exponencial del Fondo de ANSES (aumento de fondos que contribuyó a que la movilidad jubilatoria superara a la inflación hasta 2015; esos son números, no literatura). Ese Fondo comenzó a deshilacharse con este gobierno.
Y ese es solo un detalle de toda la guerra de clase que emprendió el macrismo.
Reitero: la izquierda que no ve el tema de las clases favorecidas y las no favorecidas con cada modelo, es una izquierda muy peculiar.

SFN dijo...

Soy médica (ex científica)y atiendo pacientes independientemente de lo que cobro,que es muy poco.Es la manera de impactar en la sociedad, algo de lo que la comunidad científica no sabe de que se trata, su pensamiento ombliguista los sitúa en un gueto estéril desde el cual intentan explicar con juicios pasionales y arengas impropios de un científico el porqué de la élite en la que creen que deben estar. No me fui porque no me gustara ni por dinero sino por la "idiosincasia" de la comunidad que aclaro sólo la vi en Argentina