22 ago 2008

Lucrecia



Pensé que la última y mejor película de Lucrecia Martel trataba de la artesanía individual del olvido. Pero no -y lo que hace al film mucho más aterrador- "La mujer sin cabeza" trata de la construcción colectiva de una negación.

Con esta película, Martel confirma no sólo que es la más extraordinaria directora del cine nacional, sino que además es la más extraordinaria directora política que ha dado el cine argentino: sin hablar jamás de política, sin mencionar a ningún partido, sin aludir a ideologías, sin hacer proclamas, sin retórica comprometida, sin alegatos, su cine es política pura. Asombro!

Lucrecia, esta noche, me dejó sin cabeza.

1 comentario:

Miguel Dao dijo...

Sí, ante una página en blanco, uno puede imaginarse lo que se le de la gana.