23 oct 2015

Micro-crónicas neocelandesas 11: John Pratt, populismo penal

En la Universidad de Victoria, Wellington, enseña John Pratt, autor de Penal Populism, uno de los libros más influyentes en el estudio del tema (cuyo nombre fue acuñado por el profesor de Cambridge Antony Bottoms). En su libro, Pratt examina sobre todo el impacto de la intervención de los medios, en el fomento de un clima de pánico penal, que la clase política retoma, retroalimenta, promueve. El resultado: más penas, más extensas, sobre todo sobre los jóvenes "criminales," los reincidentes, y los que realizan "comportamientos antisociales."

En la materia, NZ tiene uno de sus peores, más oscuros resultados: políticas que siguen a los Estados Unidos en sus peores aspectos (increíble, en los "three strikes and you are out"); punitivismo duro; y una sobrecarga represiva sobre los maoríes, que están altamente sobre-representados en las cárceles (un 40 por ciento vienen de allí). La híper-civilizada, protectiva NZ, falla gravemente en la materia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El populista penal habla de los presos y de sus ddhh, y hace carrera burocrática, y se llena de plata y títulos y viajes, ejemplo, zaffa. El resto es puro cuento, del poder que oprime, y todo ese viejo cuento, que ya conocemos hace tiempo. Marcos

Anónimo dijo...

No me interesa ahora John Pratt. Solo vengo a manifestar mi algarabía porque Anibal perdió la elección. La mafia pudo ser derrotada

rg dijo...

comparto la alegria. la mafia no se fue, pero se fue el peor

Anónimo dijo...

SE FUE? NO SABEMOS.....VEREMOS QUÉ PASA CON SCIOLI Y SUS AMIGOS DE LA CÁMPORA QUE SON PEORES QUE ANÍBAL

Pablo M dijo...

Actual discurso sobre el hiperpunitivismo:
"La verdad que en las ciudades hay fijadas penas de muerte para muchos delitos, y no tan graves como éste, sino menores; sin embargo, incitados por la esperanza (los que delinquen) se arriesgan y nunca fue al peligro nadie que se creyese condenado a fracasar en lo que tramaba ¿Qué ciudad al sublevarse llevo a cabo su intento con unos efectivos inferiores a los que creía precisos? Todos, eso, puesto que los hombres han ido recorriendo todos los castigos agravándolos, a ver si recibían menos injurias de los malechores. Es de suponer que antiguamente fueran más suaves las penas para los delitos mas importantes, pero al irlos contraviniendo, la mayoría ha venido a parar en pena de muerte; y con todo se contraviene (igual). Entonces, o se encuentra un temor mas temible que ese o, lo que es éste, no refrena, sino que la pobreza, por infundir atrevimiento ante la necesidad, la abundancia, que por soberbia y orgullo induce a la ambición, y otras circunstancias humanas que acompañan a la pasión, en la medida en que cada una es dominada por algo inevitablemente más fuerte, impulsan el peligro. Y en todo momento, la esperanza y el deseo , éste dirigiendo, aquella secundando, el uno que planea el ataque, la otra que supone el favor de la suerte, causan daño y, aunque son invisibles, son más fuertes que los riesgos evidentes…. Sin más rodeos, es imposible, y además la gente muy ingenua, creer que una vez lanzada la naturaleza humana a hacer algo con ardor se la pueda apartar de ello, sea con la fuerza de las leyes o con algún otro temor." En Tucídides - Historia de la Guerra del Peloponeso - Circa 410 BC