21 abr 2017

Pensar a contrapelo (dedicado a José Aricó)

http://www.lanacion.com.ar/2014135-el-estimulante-ejercicio-de-cuestionar-las-propias-certezas

“Pensar a contrapelo”, dedicado a José Aricó

Hace muchos años, al término de un curso que dictaba en el subsuelo de una librería hoy ausente, el filósofo cordobés José Aricó ofreció, como al pasar, un consejo: “hay que pensar a contrapelo,” sostuvo. Quiso decir: debemos obligarnos a pensar en el sentido contrario al que nos lleva la inercia.
O también: se trata de no pensar del modo que nos quede más fácil, el que reafirme todos nuestros prejuicios, el que deje todas las piezas exactamente en el lugar en el que queríamos desde un principio. Fue natural recordar aquella frase luego de estas semanas de movilizaciones intensas, y después de que tantos oficialistas y opositores encontraran auto-satisfacción describiendo las marchas “propias” y “contrarias,” no conforme a lo que significaron, en su mejor versión, sino según lo que, de antemano, cada uno de ellos deseaba o esperaba que las mismas fueran.

Algunos funcionarios del gobierno, y aún el propio Presidente, se aventuraron a señalar, frente a las repetidas y numerosas demostraciones opositoras, que quienes marchaban no lo hacían por convicciones, con vigor y acompañados de buenas razones, sino arrastrados, movidos por un intercambio de favores. Llegaron a decir: “les pagaron 500 pesos”. Llegaron a denunciar: “A cambio de que marcharan, les dieron comida!” Y si en una sociedad política no fuera extraño, sino lo esperable, que mucha gente se movilizara por razones y con intenciones obviamente políticas (cambiar el rumbo de una política económica; avanzar ideales de un signo opuesto al prevaleciente)? Y si el hecho de que hubiera tanta gente dispuesta a movilizarse por un mísero pedazo de pan denunciara no el engaño en el que cayeron muchos, ni necesariamente la perversidad de los convocantes, sino los extremos de la miseria en los que tantos han quedado atrapados? Y si estas movilizaciones, como ocurre siempre, hubieran combinado impulsos malintencionados y motivos confusos, junto con razones también valiosas, relacionadas con decisiones injustas tomadas por el gobierno? Y si hubiera llegado la hora de repensar el orden de prioridades establecido por el gobierno, en la distribución de los principales costos y beneficios de las medidas que toma? Y si en medio del tumulto de las movilizaciones se pudiera leer también lo que es legalmente cierto, esto es, que las políticas que abraza el gobierno son no sólo controversiales sino también jurídicamente impugnables, a la luz de obligaciones constitucionales inexcusables que se muestra incumpliendo?

Lo mismo en torno a la fuerte movilización que se produjera en apoyo de la continuidad del gobierno. Ansiosos por descartarla –por negarle entidad, por confirmar que nadie puede movilizarse en las cercanías de este gobierno- muchos rieron su fracaso antes mismo de que la marcha empezara: simplemente, no era concebible que hubiera gente apoyando estas políticas. Luego, preocupados por los números que veían presentes en las plazas, pasaron a descalificar a quienes formaron parte de ella. Es que –sostuvieron algunos, con alivio- no se trataba de personas sino, en todo caso, de un rejunte de carcamanes. Baste mirarles las caras –dijeron, como dirían los racistas, asociando rostros con ideología, aspecto con carácter. Más luego, viendo que no todos tenían los mismos rasgos, pasaron a privarlos de una dignidad cualquiera: “se trata de meros golpistas” –una afirmación por demás curiosa, si se tiene en cuenta que quienes marchaban lucían pancartas proclamando exactamente lo contrario, esto es, que se movían por la democracia y contra la amenaza de un nuevo golpe de estado.

Generaron este tipo de manifiestas evidencias alguna duda? No, sólo se hizo necesario duplicar la apuesta, para hablar entonces de “golpistas que además pretenden engañarnos.” Fascistas aunque no lo sepan, y a pesar de que se proclamen republicanos. Es que no importaba lo que ellos dijeran, sino lo que se suponía que gente como ellos debía estar mascullando: importaba el odio golpista que delataban sus ropas caras. Por último, pero sin tardanza, apareció el argumento estrella de la última década, el más bobo y cómodo de todos. El que dice que quienes se manifiestan o mueven en contra de las ideas que uno sostiene, lo hacen no por voluntad propia, sino porque así se los impone la televisión o así lo decidieron los medios. Sorprendente que un argumento de este talante (el que nos refiere a los sujetos como autómatas o personas sin pensamiento propio que avanzan por las calles hipnotizados por rayos catódicos) apareciera en los mismos labios de quienes, días atrás, se horrorizaban frente a quienes asociaron las manifestaciones de protesta con el intercambio por comida o por unos pocos pesos. Era indignante, por completo inaceptable, que alguien les osara decir que se marchaba a cambio de un dinero o bocado, pero para ellos totalmente normal y sensato afirmar que todos los demás lo hacían porque la televisión así se los había ordenado: fueron zombies desfilando!

Y si en medio de aquella marea de gentes distintas hubiese miles de personas sensatamente preocupadas por la posibilidad de un quiebre institucional, angustiadas porque han sabido lo que implican los golpes de estado; personas que sufrieron en piel propia lo que significa la desestabilización de un gobierno; gentes temerosas de los efectos de una nueva crisis, golpeando esta vez sobre sus hijos? Y si miles y miles de entre ellos fueran parecidos a uno, esto es decir, personas que quieren un país más justo y solidario, que –no por egoísmo, sino con parte de la razón de su lado- tienen miedo a un cambio que vuelva a traer consigo algunos de los imperdonables fallos del gobierno pasado (pobreza creciente, corrupción, narcotráfico)?

Y si hubiera lugar para alguna duda? Y si alguno aceptara –de un lado u otro- alguna pregunta que pudiera ponerlo en aprietos? Y si no fuera cierto que lidiamos día a día con imberbes, fascistas y zombies, golpistas y reaccionarios, carneros y borregos? Entre tantos de nuestros conciudadanos de a pie –entre los que piensan como uno y entre quienes lo hacen en contra- una dignidad moral y energía cívica admirables. Una dignidad que les permite caerse y levantarse una vez, y otra, y otra. Ellos no merecen ser tratados como ganado ni descriptos como zombies: se mueven, muchas veces con la ilusión golpeada, o con las fuerzas que no tienen, en nombre de lo que creen correcto. Nada de esto implica candidez, ni desconocer el hecho obvio de que hay gente oportunista, que se aprovecha de los dolores o necesidades del resto: los hay a montones, y son habitualmente los que llevan el mando. La cuestión es aceptar, sin embargo, que son cientos de miles los que se quejan por lo que creen inicuo, y se manifiestan por ello No se trata, simplemente, de pensar en dirección opuesta al discurso que uno cree dominante, sino de arriesgarse a hacerlo en dirección contraria al relato propio. Se trata de resistir de una vez la narrativa de la auto-satisfacción, el cuento que sitúa las causas de los problemas lejos de las fronteras propias. Pensar a contrapelo es resistir el discurso auto-complaciente, que en estos tiempos de cultura blanda y narcisista, en un lado o en el otro predomina.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensar a contrapelo. Interpelarse a uno mismo. Cuan sabio y necesario.

Anónimo dijo...

Pensar. Ni los k ni los antik más recalcitrantes lo hacen. Solo se limitan a repetir consignas huecas y vacuas, de manera que yo haría referencia tan solo al pensar. Ya con ello es suficiente.

Anónimo dijo...

vos sos anti K pero haces una vueltas increíbles para defender una marcha de 20 mil tipos que te aseguro que por mas que sean muy pocos dan miedito, al lado de las cientos de miles que marcharon por el choripan (si fuera así la verdad que cuestan caras estas marchas, quien las paga?). Lo loco es que con tu pensamiento a contrapelo pienses que son lo mismo o comparables. Estoy seguro donde te sentirías mas cómodo y eso obvio me tranquiliza porque no es de mi lado.
gracias
ML

rg dijo...

jaja, es excelente lo tuyo ml, exactamente el ejercicio inverso al propuesto: el que no piensa como yo es un hdp, y si no se infiere de lo que dice, seguro que lo està pensando. excelente! sos un campeòn/a

Anónimo dijo...

ML: Hagamos una comparación entre "grados de miedo". Te aseguro que escuchar a Hebe reivindicar a la guerrilla o ver a Sabatella, Anibal, Boudou y los sindicalistas participar de esas marchas, lo provocan más que vistualizar a veinte mil tipos deambulando por las calles pacíficamente.

Anónimo dijo...

Esta nota de "Perfil" puede ir en tu línea: http://www.perfil.com/politica/cual-es-la-idea-una-modesta-polemica-con-horacio-gonzalez.phtml

Anónimo dijo...

A propósito y ya que mencionamos marchas y contramarchas. Qué poco habló "Página 12" de la feroz represión (letal) en su paraíso ideal Venezuela!! Paraíso en el que, por otra parte, ninguno de esus escribas permanentes o transitorios quiere vivir

Anónimo dijo...

Me parece que pensar a contrapelo, lo que es ciertamente siempre deseable, no debe ocultar el fondo de cada marcha o caer en una suerte de "subjetivismo" según el cual todo es lo mismo y todo queda igualado. A mi personalmente, me parece fantástico que alguna gente (25000-40000 según la policía metropolitana)fuera el 1 de abril a defender lo que creen defendible: desde una perspectiva política es irrelevante si se trató de una nube de zombies o si lo hicieron con la suma del conocimiento de la situación. Seguramente algunos creyeron que iban a defender la democracia y otros -seguro los menos- fueron a quitarse las ganas de afirmar en un ámbito público que "no fueron 30000" "mano dura" y otros pensamientos de ese estilo. Siempre es bueno que todos nos manifestemos y expresemos: se puede entender la línea de pensamiento que puede haber llevado al manifestante del 01/04 a pensar que la "democracia" estaba em juego aún cuando no hubiera (ni haya) ninguna base objetiva para hacer esa afirmación. Presentar al adversario político (en verdad sindical en este caso) como desestabilizador es un muy viejo recurso político que casi ningún gobierno ha rehusado emplear y este menos que ningún otro.
Dicho esto,resulta claro que la marcha del 01 fue pensada por sus organizadores para tratar de contrarestar las otras marchas y así lo celebró -a mi juicio erroneamente- el gobierno. Eso va mas allá de las intenciones y creencias de cada uno/a de los que marchó ese día (me pregunto si habrán tenido el famoso permiso ya que nadie se hizo cargo a priori de la organización: ¿alguien lo sabe?).
Las otras marchas, notoriamente mas numerosas (no igualemos lo que no es igual pués sino perdemos los puntos de referencia), tenían un objetivo mucho mas directo y basal: reclamar por derechos vulnerados es decir contrarestar el grueso de las políticas económicas que ejecuta el gobierno, las que afectan la calidad de vida de millones de personas y que deben ser revertidas pués comprometen el futuro de todos. La cuestión no es solo númerica (25000/40000 contra 500000/800000 tomando solo las del 01/04 y la federal, respectivamente), sino cualitativa. Visto en su mejor luz, en un caso el que marchó lo hizo por que percibió que la democracia(entendida creo como su gobierno) estaba en juego y en el otro en defensa de darle a la democracia un contenido humano a la vez que se reclamaba por llegar a fin de mes o tener trabajo. No es, de ningún modo, lo mismo. Por otro lado, celebraría que todos nos comprometamos a permitir que el otro, el que piensa a contrapelo mío, pero también el que piensa similar a mi, podamos expresarnos sin ser amenazados o reprimidos. Es mi esperanza que los que se manifestaron el 01 de abril, y los que no fueron pero comparten la visión del gobierno en muchos temas, al menos pudieran tomar como propio este principio básico, a partir del cual comienza la convivencia republicana.
La idea de igualar unas y otras marchas no me parece feliz; es presentar el tema como Boca-River y en definitva -a consecuencia de igualar lo que es cualitativamente distinto- confundir los tantos y tomar partido por el que tiene mas poder: el establishment económico y sus operadores.

Anónimo dijo...

¿Y si los que apoyamos al kirchnerismo tuvieramos muy buenas razones para haberlo apoyado y si ahora estamos no ya con el miedo sino con la certeza de que el actual gobierno está desandando todo lo (mucho) positivo que tuvo el anterior?. ¿Y si los que ahora marchan con justa indigación por millones son los verdaderos defensores de la democracia y no el pequeño grupo del 1 de abril?.
Pensar a contrapelo, entender el pensamiento del prójimo, es un ejercicio dificil para todos.

rg dijo...

pero ese ejercicio no te corresponderia a vos, porque puesto asi es la reafirmacion del discurso complaciente

Rodrigo dijo...

Coincido totalmente con el anónimo de 1:26 PM. Un amigo de mi viejo elogió la marcha del 1 de abril, porque nadie "cortaba el tránsito" cuando protestaba. Era una marcha "civilizada", digamos. Lo de "pasar el cepillo a contrapelo", que es una frase de Walter Benjamin (autor que seguramente Aricó leyó en profundidad, o leyó), está muy bien. Lo que creo expresa el artículo de RG no es tanto "pensar a contrapelo" sino teorizar una incomodidad: RG es un antikirchnerista emocional/visceral, y al mismo tiempo está teóricamente a la izquierda de Macri. Digamos que hubiese ido a la marcha del 1 de abril (muchos de sus amigos y varios de los comentaristas del blog expresan ese pensamiento), pero su conciencia teórica de izquierda lo hubiese hecho sentir "moralmente mal". Qué se yo, yo me quedo con las otras marchas y me parece bien que cada uno vaya a la marcha que tenga ganas.

Anónimo dijo...

No. Lo que digo es que vos, sobre la base de tus propios dichos, no ejercitaste tu propio discurso al hablar de los "imperdonables fallos del gobierno pasado". Eso es lo que no te correspondería a vos para evitar la autocomplacencia. Lo puse como un ejemplo que se aplica todos, incluyendote, de la dificultad de sostenerse en ese discurso sin dejar de lado lo que realmente se piensa.

Valeria dijo...

@RG ¿Y si en vez de partir del opuesto buscara en el opuesto las similitudes y así para empezar, quitar de a poco el polvo de prejuicios y assumptions de lo que creo en el fondo pretende el otro para llegar a las ideas puras y ver que tan incompatibles son? ¿Realmente hay tanta diferencia si todos nos creemos defensores de la democracia? ¿Qué es la democracia para unos y otros, no nos entendemos porque hablamos diferente idioma con igual sonido? ¿O acaso en el fondo hay muchas más similitudes que diferencias? O defendemos la democracia realmente o lo que creemos debe ser y para lo que nos conviene, cuando es un conjunto enorme que no permite quitarle cualidades y dejar sólo las convenientes según cada caso. Tal vez si se pudiera llegar al carozo de cada pensamiento quedaría mucho más claro y limpio el camino teniendo lo esencial solamente para recién poder empezar a preparar el abordaje de pensar a contrapelo pero conjuntamente, y aparece así el diálogo de pensamientos, no de personas hablando de lo que piensan.

Anónimo dijo...

El gobierno de kirchner y de cristinas fueron los mejores en terminos relativos desde el 83 para acá. Creo que no puede haber dudas de eso. ¿Las razones? Muchas: 1. Juicios de lesa humdnidad, 2. Revuperación del bolsillo de la gente, 3. Recuperacion de algunas industrias (calzado, textiles, etc) 4. Jubilacion de reparto, 5. Ley de medios, 6. Politica regional no yankee.

Puedo seguir. Por supuesto esto no significa ser acrítico. Podría marcar errores. Pero debemos partir de la base de q no fue tan malo (como sí lo fueron menem, de la rua y todo indica q macri). no reconocer esto habla de cierta de inmadurez (la actitud caprichosa de los nenes)

Anónimo dijo...

Perdon. Me olvidé de mencionar ciencia y tecnica. Algo que el gobierno actual está empezando a arruinar. Rg: vos sos investigador? Tenes alguna opinion?

Anónimo dijo...

Y Corea del Norte?? Cuándo tirara de una vez alguna bomba?? Así por lo menos por un tiempo hablaríamos de otra cosa... Me causan tanto hastío las discusiones de nuestro país (marchas sí, marchas no; corruptos buenos y corruptos malos; zaffaroni bueno, zaffaroni malo; importanción sí, importación no; pobres vagos, pobres pobres, chorros buenos, chorros malos; campo bueno, campo malo). Dios santo! Todo el día con estas cosas, en la tele, en el diario,en el facebook. Que hartantes que somos! Me parece que pedir que piensen a contrapelo es pedir mucho. Yo me conformaria con que piensen antes de hablar, de publicar, de escribir, así por lo menos estarían un rato callados! Son insoportables!

Atte,
Pirron

Anónimo dijo...

No puedo creer q los k sigan pretendiendo imponer su relato alienante. Ningun anti k se ocupo de pegarles en la matadura despues d los hechos d Sta Cruz xq da verguenza ajena q la ex presidenta,su cuñada, su hijo y su mayordomo hablen d intento destituyente d Macri y llegue a afirmar el instituto patria q no hubo represion!!! No registran contradiccion alguna con haber vociferado su golpismo a la vista de todos a traves d hebe y los piquetes q diariamente buscaban la represion porteña. Asi no se puede debatir. Creo q para el debate nacional q nos debemos, para pensar a contrapelo, o al menos pensar, habria q poner algunas reglas minimas, x ej, expresarse con autonomia y no ser una marioneta ventrilocuada, honestidad intelectual: y en primerisimo lugar, cordura

Anónimo dijo...

suscribo a Pirron, por fin un poco de aire fresco.

atte.
martha

Anónimo dijo...

Tal vez, lo imaginado, ideado… teledirigido y arrojado al éter por el querido polemista sociólogo y jurista internacional de Roberto, como ecuación matemática atendible y por descifrar por algunos incautos oficialistas y contras; pase por aquí, y porque sí o porque no, sin pena ni gloria. Pero me parece que las respuestas que hasta aquí se vertieran a la fecha, no dan en el blanco aquél-buscado-, que su mente agnóstica, libertaria y socialista pergeniara en post de algún plus ultra…en favor-duradero-de la mayoría de la plebe argenta y a tomar por parte de los políticos de turno que siguen dando vueltas como pollos al espiedo y nunca se hacen cargo de nada de lo que pasó o pudiera pasar en su propia rotisería.
Ver:
http://gnula.nu/politica/ver-le-confessioni-2016-online/
Salute.
Diego.

Anónimo dijo...

p.d: Ver:
http://gnula.nu/politica/ver-viva-la-liberta-2013-online/

Diego.-

Anónimo dijo...

Es el mejor artículo que he leído en mucho tiempo. Y sin duda el que más luz arroja sobre las debilidades de ambos lados de la grieta que viene dividiendo a los argentinos. Exhibe un portentoso equilibrio.

Ged dijo...

Muy acertada la nota! Auqnue se nota que muchos de los que comentan, siguen centrados en buscar legitimar "sus" marchas (!?), ninguneando a la/s otra/s por la supuesta cantidad de participantes, o por si fueron llevados en bondi o por el pancho y la coca, etc: prefieren seguir muy cómodos encerrados en su propio discurso dogmático y plagado de prejuicios que animarse a pensar a contrapelo.

Ricardo F. dijo...

Sin dudas que el 1A es la clase media movilizada, por supuesto que sí, con sus contradicciones y todo lo que queramos endilgarle, pero con una divisa inobjetable: la defensa del sistema democrático. Sí, aunque no haya riesgos o parezca un espejismo o tal vez no, tal vez estén en lo cierto y también por las dudas o para que no queden dudas.

Todos los actores políticos, sociales, sindicales, gobierno, oposición, etc. debieran reconocer -a pesar de convicciones ideológicas, interés partidario o la razón que fuera- la centralidad política de la clase media nacional desde el ‘83 hasta nuestros días. Repasemos: Semana Santa del ‘87, las jornadas de diciembre del 2001, las grandes concentraciones de Rosario y Palermo del 2008, el 8N y sucedáneos hasta el 18F.

Es clave analizar el rol relevante de la clase media en los hechos de la Semana Santa del ‘87 donde el Nunca Más se eleva al grado de rebeldía, para bien de todos, y al mismo tiempo sepulta definitivamente el pasado articulado en la antinomia peronismo-antiperonismo.

El kirchnerismo es el emergente de la crisis del 2001, su ocaso es consecuencia de las grandes movilizaciones del 8N al 18F que depositaron a Cambiemos en la Rosada en el 2015. En la impasse, las grandes concentraciones de Rosario y Palermo del 2008 le dieron relevancia electoral en 2009 al Acuerdo Cívico y Social y Unión Pro, y en los comicios del 2013 directos beneficiarios del 8N y sus réplicas fueron el Frente Renovador, UNEN y el FIT.

El kirchnerismo en el gobierno optó por desmovilizar el conflicto social, mediante pactos con sus interlocutores cuya prenda era la adhesión sin fisuras al oficialismo y quienes se negaban pasaban a ser etiquetados de enemigos (y dividió a los movimientos sociales, armó otra CTA y otra CGT). Gracias a esa estrategia durante 12 años, logró sumir la conflictividad social en un letargo. (continúa)

Ricardo F. dijo...

(...)

La caída electoral del FPV el 25-10-15, es el sanseacabó de las teorías sobre la invencibilidad del peronismo en elecciones libres y democráticas, una derrota más grave aún que la del ‘83, aquella vez salíamos de la dictadura más sangrienta pero en esta ocasión el peronismo llevaba una larga permanencia en el poder que esperaban fuera eterna. El kirchnerismo, que debiera rendir cuentas de esa situación, hace la del tero.

Desalojado del gobierno, ha llevado adelante una política de hostigamiento a las instituciones democráticas y de desmerecimiento de la voluntad popular y con la colaboración de los representantes sindicales y sociales que le fueron adictos, en su gran mayoría hasta el último día de su mandato, ha pretendido agitar las aguas del conflicto social para que el río revuelto le devuelva el poder perdido. Pruebas al canto, se trata de una estrategia fallida. El punto no es otro fracaso, ni la suma de fracasos, sino explicarse por qué se fracasó, por qué se fracasa y por qué no hay otro horizonte que el fracaso.

La disyuntiva no es kirchnerismo-antikirchnerismo, dado que su descomposición como fuerza política empezó a verse mucho antes que dejara el gobierno, siempre claro está como producto de su propia concepción del poder político, es decir de su mismo origen y por lógica había otro derrotero que lo acontecido. Mal puede interpretarse que toda crítica que es formulada sea de naturaleza anti-k.

Tampoco el clivaje es peronismo-antiperonismo, como si hubiera sido el ordenador de la contienda electoral del 2015 y como si debiera serlo de las próximas elecciones. Este tipo de pensamiento anacrónico que se pretende instalar omite deliberadamente la gesta antigolpista de Semana Santa del ‘87. Se ha extendido, desde una visión parcial, sus consecuencias negativas y no se ha puesto también el acento en sus aspectos positivos: la palabra escrita del Nunca más se hizo acción, clausuró la inestabilidad democrática, puso fin al militarismo en la vida política nacional, los condenados por el Juicio a las Juntas siguieron en las cárcel y reitero: sepultó definitivamente la antinomia peronismo-antiperonismo. Si la épica de la clase trabajadora es el 17 de octubre, la épica de la clase media es la Semana Santa del ‘87.

La magnitud de la derrota electoral del peronismo del 2015, abre la alternativa de pensar la realidad desprovista de ideologismos y de mistificaciones.