5 jul 2009

La estética de las formas institucionales por Juan GB

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Juan nos envía este texto, que está recién cocinado, con el calor de las ideas, producto del día que está terminando. Muy bien escrito, con claridad que ayuda a estructurar un debate más que necesario. Se abre la discusión. Nos vemos en los comentarios.

Sobre la Estética de las Formas Institucionales.
Juan González Bertomeu.

Desde hace tiempo, pero con renovada fuerza luego de la derrota oficialista, voces ligadas al gobierno, si es que no el gobierno mismo, insisten en que varios de quienes se oponen a él lo hacen esgrimiendo argumentos vacíos. Se refieren a las críticas sobre las formas institucionales, una cuestión que definen como ‘meramente’ estética. Así, nos dicen que estamos desorientados. Pues sólo debería importarnos la sustancia de las propuestas políticas del gobierno (unas propuestas que, dicho sea de paso, y tal vez por la propia falta de respeto por las formas, no siempre se definen con precisión). La inquietud por el respeto de las formas institucionales sería superficial, vacía y tonta, o incluso burguesa y de derecha.

Esta actitud de cierto desdén por las instituciones democráticas no es completamente nueva. Después de todo, no es que a lo largo de nuestra historia los argentinos hayamos mostrado mucho respeto por ellas. Lo que resulta inaceptable, en este caso, es que el discurso pertenezca a un gobierno (y sus defensores) que se auto‐proclaman progresistas. Porque a diferencia de lo que sostienen, el respeto por las formas de la democracia no es un discurso vacío o de derecha. Al contrario, forma parte del corazón mismo de la izquierda republicana democrática. En este caso, como en el arte, la estética es sustancia.

Cometeríamos un error grave si asociáramos este discurso institucional con el discurso de algunos medios conservadores. Es cierto que lo que subyace a varias voces críticas del gobierno es un intento por convencernos de que la institucionalidad sólo pasa por mantener vigente el status quo, por respetar a rajatabla el derecho de propiedad de los que más tienen, el poder represivo del aparato de justicia criminal, el orden y la previsibilidad en la toma de decisiones, sea quien fuere quien gobierne, sea o no democrático su origen.

Pero el discurso republicano no tiene que identificarse con esto. No debería identificarse con esto. El discurso democrático‐republicano es de naturaleza distinta, mucho más rico y exigente. Tiene que ver con la aspiración de que todos y todas nos desarrollemos de modo pleno –y paralelamente— como personas y ciudadanos/as. Por esto es que nos interesa especialmente que los gobernantes no se aferren al poder; que desconfiamos del poder omnímodo de un grupo reducido de representantes ilustrados (sea cuales fueren las medidas que defiendan); que exigimos elegir libremente a quiénes queremos que nos representen, mantenerlos cerca nuestro durante todo su mandato, y que nos rindan cuentas de modo continuo; que confiamos en el espacio público y el poder emancipador de las instituciones de la democracia, en su capacidad de transformar posibles errores, miserias y egoísmos en virtudes públicas, a veces por medio de la negociación política pero especialmente mediante el diálogo y el consenso. Respetamos a quienes disienten con nosotros. Y apostamos a la transformación de los desposeídos en ciudadanos y ciudadanas titulares de derechos.

¿Cómo aspirar a esto si sospechamos que las instituciones son poco creíbles y sus funcionarios poco honestos? ¿Cómo sentir que estamos al mando si el oficialismo gobierna en secreto, y se niega sistemáticamente a dialogar con nosotros? ¿Cómo confiar, si no tenemos información oficial a la que podamos aferrarnos? Deberíamos sospechar de un gobierno que se dice de izquierda pero que usa a los excluidos clientelarmente, en vez de tratarlos como ciudadanos y ciudadanas con derechos cuyo goce no debe depender de su apoyo circunstancial a una causa política. Un gobierno que había comenzado de modo muy auspicioso en 2003, pero que hizo todo lo posible por dinamitar las pocas instancias de control político en pie. Y que al poco tiempo de llegado al poder detuvo el proyecto de reformas institucionales que, paradójicamente, antes defendía como algo rebosante de contenido.

No soy inocente: la práctica política es bastante menos limpia que el discurso teórico. Pero resulta curioso que para avanzar un modelo emancipador se utilice a los mismos representantes del orden al que se quiere reemplazar, al servicio de cualquier proyecto. Esto, justamente, nos da razones para sospechar que lo ocurre es el fenómeno inverso de las críticas apuntadas: con frecuencia, las políticas que se defienden quedan cubiertas por un discurso sobre el cambio que es más forma y representación que sustancia, con los viejos actores de siempre como protagonistas.

Los que tenemos estas preocupaciones debemos preguntarnos por qué hace quince años había razones sobradas para condenar desde la izquierda los ataques de Carlos Menem contra las instituciones, pero en cambio no las habría hoy para criticar la despreocupación de este gobierno por ellas (como mínimo) o sus ataques similares a los que impugnábamos (a esta altura, una opción más realista). ¿Es sólo porque este gobierno dice promover causas populares? ¿Sólo porque buena parte de la oposición es entre mala y lamentable? Comparto algunas de aquellas causas, pero siempre con desconfianza, y creo que una desconfianza racional. Mi apoyo sería más generoso si es que pudiera creer en ellas, en sus métodos y sus objetivos; si pudiera confiar que no son una fachada para ocultar un enjambre de improvisaciones, avivadas, engaños y faltas de respeto a la ciudadanía.

La preocupación por las formas no es vacía. La preocupación por las formas tampoco es de derecha. Como dije, se relaciona con el núcleo mismo del proyecto democrático, un proyecto que quienes sostenemos ser de izquierda (a quienes nos interesa que todas las personas –especialmente las que peor están— sean libres para escoger planes de vida dignos; la posibilidad de convencer mediante el diálogo, de confiar en el otro y respetarlo; la necesidad de controlar a los gobernantes y discutir con ellos, y no sólo asentir pasivamente; la igualdad política y económica; la vigencia de los derechos) debemos defender. Naturalmente, esta misma preocupación permite que ganen elecciones unos candidatos que no nos gustan nada. Pero, ¿no es ésta la esencia de la democracia? ¿Hay alguna alternativa que podamos defender con cara seria? El poder se conquista y mantiene con buenas propuestas, con un ejercicio continuo de reflexión crítica. Y las mentiras por derecha no pueden ser combatidas con mentiras (que se defienden como) de izquierda.

El discurso sobre las formas democráticas es progresista. Es un discurso en contra de la mentira y el autoritarismo, y a favor de la igualdad. La culpa de que, en todo caso, haya sido apropiado por la derecha es sólo atribuible a la torpeza del gobierno, que ha dado la espalda a preocupaciones tan obvias como cruciales sobre la fortaleza de nuestras instituciones. Debemos reivindicarlo, pues nos pertenece.

JGB.

54 comentarios:

rg dijo...

empecemos por un elogio. que bueno, juan!

mm dijo...

muy muy interesante. excelente juanib! (con gesto de sacarse el sombrero..-chapeau!)

=)!!

Anónimo dijo...

esto es muy bueno !!! el dispositivo democratico limita el ejercicio del poder: su función es esa !!!! ...siempre hay que rediseñar esas limitaciones que hoy vemos anuladas por este presidencialismo imperial que hace de la democracia un mero procedimiento de sustitución de candidatos... y que dadas las falencias de limitación reiteran la defraudación una y otra vez... y crean este clima de desconfianza y daño social y psicoindividual imperante.... etc. !!!! Aplaudo !!!!!y que sirva para reflexionar la totalidad.
Felicidades

Anónimo dijo...

a ver si pueden publicar más info sobre el autor de la nota brillante y aplaudida. Está muy buena.
Gracias

Daniela Arripe dijo...

Apostillas en un día de lluvia….

“La práctica política es bastante menos limpia que el discurso teórico”

No comparto la idea de que la práctica es bastante menos limpia que el discurso. Porque en ese caso estamos hablando de que la práctica va por un lado y la teoría por el otro. En todo caso, me parece más auspicioso pensar que la práctica y la teoría van de la mano, en busca de la COHERENCIA.

“La preocupación por las formas no es vacía”

Claro, porque no hay forma sin sustancia, ni sustancia sin forma, vuelvo a insistir sobre lo mismo, pero desde otro plano.
Pensar en el sistema democrático, desde lo formal no resuelve los problemas básicos de existencia de millones de personas que han quedado a los márgenes del sistema.
La opción, es pensar en un sistema democrático, que avance sobre lo formal, no solo el representativo, estipulado en nuestra CN es la alternativa a un modelo en crisis.
Pero resuelta que da miedo pensar en otras formas de construcción política. Mientras el miedo y las formas operen sobre el “inconsciente colectivo” no habrá posibilidad de salir de un modelo obsoleto que mata de hambre.
Claro, que tampoco soy ingenua, y pienso que los cambios se gestan de la noche a la mañana, pero considerar el humanismo como PUENTE en toda construcción política me parece en este momento una de las opciones constructivas básicas.
Se podrá decir, se podrá hacer, pero si olvidamos la EMPATIA con el otro, nos olvidamos de nosotros, que somos el otro.

Daniela Arripe dijo...

...hacía falta un poco de concepto y fundamento del norte, gracias

Daniela Arripe dijo...

anónimo, yo por suerte lo tuve de profesor, y nobleza obliga decir, que es MB...

Daniela Arripe dijo...

claro si estamos hablando de Juan Francisco Gonzalez Bertomeu, docente en concepto y fundamento del master en ddhh de la unlp

M. dijo...

Gracias Juan,

Coincido en mucho, pero me da también una sensación similar a la que he leído muchas veces en comentarios de aportantxs de este blog.

Yo entiendo que las críticas se centren en el gobierno, por varias razones (entre las más importantes: es el gobierno y tiene el poder, dice ser de "izquieda", etcétera), pero lo cierto es que el desprecio por las formas institucionales campea por la mayoría del cuadro político y estaría bien recalcarlo.

¿Por qué estaría bien recalcarlo?

Primero, porque parece que las críticas al gobierno son moneda corriente (es decir, no se puede decir que esta crítica es parte de un discurso minoritario, desatendido, etcétera -aunque, obviamente, no con la calidad de tu escrito).

Segundo, porque el enfoque oficialismo-céntrico creo que está teniendo cierto efecto performativo, construyendo la idea de que estos problemas son privativos de ciertos actores y no de otros.

Dirigir -también- una férrea crítica a los actores opositores me parece muy importante, precisamente porque se están apropiando de la bandera de las formas democráticas (me animaría a decir que es "su bandera") y que no le hacen ningún, pero ningún honor a ellas. Y si esta bandera encima es progresista, peor.

Se convierten,performativamente, en adalides de la democracia cuando no están ni cerca de serlo.

Creo que ganaría el escrito si dedicara también algún espacio a cómo diferenciar la reivindicación desde la izquierda de estas formas de la reivindicación que hacen otros actores.

Besos,

M.

Pd. Addenda personal. Una verdadera reivindicación, verdaderamente democrática, desde la izquierda, debería parecerse más a un remedio institucional contra la derecha (que, a mi criterio, es por esencia antidemocrática) que el establecimiento de reglas de juego que les permita llegar también a ella al poder...

M.

juani bertomeu dijo...

Hola. Contesto muy rapido porque no tengo acceso a internet a mano, y esta maquina tiene más taras que yo. Marians, coincido en la critica a parte de la oposicion. Hago una mencion a eso, pero el articulo que me interesaba era sobre el gobierno. Hace unos dias, en su discurso, Cristina se mostraba sorprendidisima por el hecho de que los medios se concentraran tanto en ella a la hora de buscar defectos, pero menos en la oposición. Y la respuesta es simple, creo: es el gobierno; actua en nuestro nombre, maneja el dinero de todos. El hecho de que parte de la oposicion sea pesima no borra esta circunstancia. Sobre los mecanismos institucionales para frenar a la derecha no sé, me gustaría saber qué pensás más específicamente. Abrazo, j.

Anónimo dijo...

Marians,

Comparto casi todo lo que decís de la oposición pero tu addenda me parece terrible.

La alternancia en el poner entre personas o partidos con ideas diferentes hace a la esencia del sistema democrático.

Aunque desde tu cosmovisión te parezca imposible, hay gente en la derecha que es decente y democrática y que, con medios seguramente discutibles, busca alcanzar muchos de los mismos fines que vos buscás.

Es cierto que cierta derecha es antidemocrática, pero también en la izquierda todavía encontrás gente que defienden o justifican a las FARC. O los que justifican cuanta payasada antidemocrática y autoritaria hace Chavez simplemente porque dirige su retórica contra la "oligarquía".

Tu idea de que no se deben establecer reglas de juego que permitan a la derecha llegar al poder revela una intolerancia manifiesta hacia los que no piensan como vos. Tenés una visión absolutamente estereotipada de la "derecha", tan "estereotipada" como la visión que tiene de la "izquierda" cierta gente de la derecha.

Las formas son importantes. Para todos. Por eso me parece excelente el artículo de Bertomeu.

Nowhere Man dijo...

¿Sabés cuál es el problema? Que ustedes los "republicanos genuinos" no hacen nada por diferenciarse de la derecha pseudo-republicana. Las críticas que le hacen al gobierno son equivalentes a las de La Nación y eso debería importarles. Si pretenden ser intelectuales públicos, nos deben una explicación de la diferencia entre su posición y la derecha. Si no, las instituciones se convierten el caballito de batalla de una derecha que esconde detrás del republicanismo un interés por mantener el statu quo. Ustedes creen que no es necesario elaborar esa distinción, que no hay que hacerle el juego al gobierno con su estrategia de polarización y que no le deben nada a nadie. Me parece bien, pero se quedan a mitad de camino. Explíquennos porque la polarización vacía el debate razonado, pero también muestren cómo su crítica es distinta a la de la derecha, porque al final del día, en las condiciones políticas que se cristalizaron el 28 pasado, su posición institucionalista estaba representada por gente como Cobos y Carrió.

M. dijo...

Hola, el autoritarismo es una construcción cultural, como todo.

No me parece tan terrible la addenda. Quizás requiera una enorme justificación de a qué me refería con izquierda y a qué me refería con derecha, ambos extremos de alguna forma caricaturizados. Hurgando fino, como indica Juan, posiblemente estemos de acuerdo con muchas cosas.

En términos de caricatura, los elementos que corrientemente se utilizan para hablar de la derecha me parecen esencialmente antidemocráticos. Es decir, violan a mi criterio los pilares que una democracia deliberativa debe defender (ej: ver a cada persona con igual dignidad y respeto).

Ergo, no me siento ni autoritario ni antidemocrático cuando sostengo que es útil pensar anticuerpos contra posiciones que violan los prerrequisitos del sistema.

Uno de esos anticuerpos es, precisamente, más y mejor democracia. Creo que muchas de las proclamas que corrientemente son la base de lo que llamamos "la derecha" son inmorales y si la democracia es un buen camino para legar a lo más parecido a la moralidad -pública, no autorreferente-, posiblemente termine excluyendo ella solita a la derecha, como la conocemos, transformándola o condenándola a la derrota -democrática- permanente.

Si la derecha -esa estereotipada, caricaturizada- llega al poder, yo vería ahí algún déficit previo en nuestra democracia más que un sistema virtuoso.

Si no hablamos de esa caricatura, por supuesto encontraremos mil matices, puntos de acuerdo, etcétera.

Besos,

M.

Anónimo dijo...

Marians

Ahora entiendo mejor por dónde rumbeabas. En todo caso, a mí la derecha retrógada y facha me parece tan nociva para la democracia como la izquierda violenta (en sus versiones estereotipadas o caricaturescas).

Saludos

rg dijo...

nowhere, la verdad es que posiciones como las tuyas me molestan bastante, porque son rapidas para el prejuicio, y siempre descuidadas para las disculpas. muchos de los que escribimos aca en la linea que criticas, arrancamos cada cosa que escribimos criticando la desigualdad economia, defendemos una vision de la libertad de expresion que implica criticar el poder de los grandes medios, objetamos la conexion politica-dinero, exigimos mayor espacio para la participacion popular dando propuestas para ello, defendemos y defendimos la protesta social de piqueteros y otros grupos desaventajados. para vos, esa es la posicion de la nacion? sabes que? imaginate

Anónimo dijo...

Anónimo 1.46:

¿Cuál es el problema con la izquierda que defiende o justifica a las FARC?

Seguramente lo de las FARC es anacrónico (o demodé), pero no salieron precisamente de un repollo... Vos sabés quién fue Eliécer Gaitán? Vos sabés lo que pasó con la Unión Patriótica, luego de que aceptaran volver a la legalidad, en la década del 80'? Mirá el documental "Memoria de los silenciados"

Y ya que estamos, contanos cuáles serían las "payasadas antidemocráticas y autoritarias" de Chávez, vos que sos uno de esos "campeoncitos de la democracia"...

Anónimo dijo...

Ahí está el ejército hondureño reprimiendo brutalmente a pacíficos manifestantes que apoyan a Manuel Zelaya, porque, claro, "no habían dialogado lo suficiente"...

Pablo dijo...

Nowhere Man, tu comentario parece suponer que una crítica es valiosa sólo si puede describirse en algún sentido como una crítica de izquierda. Discrepo con el reduccionismo que involucra este supuesto. La distinción izquierda-derecha es sólo una de las muchas maneras en que puede dividirse el arco político, y me parece que nos perdemos mucho si insistimos en evaluar a un partido o candidato concentrándonos exclusivamente en si es "de izquierda" o "de derecha". En particular, considero que la distinción que podríamos llamar republicanismo-despotismo sirve para iluminar parte de lo que hay de malo en la gestión K. El despotismo como tal no es una tendencia de gobiernos progresistas o conservadores, pero es en sí mismo un disvalor que debe condenarse independientemente de cuán progresista o conservador sea el partido o candidato criticado. Es por eso que no veo la necesidad de diferenciar la crítica republicana de lo que denominás "pseudo-republicanismo de derecha". Se puede ser republicano genuinamente sin ser de izquierda, y viceversa. Lo importante, en todo caso, es distinguir la crítica genuinamente republicana de la que sólo aparenta serlo, al margen de que una y otra crítica sean de izquierda o de derecha.

Anónimo dijo...

AL que pregunta sobre las FARC,cuál es el problema? Sinceramente hay que vivir en un repollo para no darse cuenta cuál es el problema. Tirar cilindros de gas contra la población civil que se protegía en una iglesia de un pueblito perdido es un problema (al que HRW calificó como crimen contra la humanidad), el secuestro de civiles es un problema, la ejecución y matanza de indígenas es un problema (comprobada HRW y AI), el narcotráfico es un problema. Es imposible, de buena fe, ignorar las atrocidades cometidas por las FARC en Colombia. Como ha dicho Moreno Ocampo y también HRW, sus crímenes son crímenes contra la humanidad. Lo quieran o no, las FARC son, como lo dice la izquierda colombiana democrática, funcionales a Uribe y a los paramilitares. Y no me vengas con lo de la UP, porque de ninguna forma ese "genocidio político" puede justificar las atrocidades que hacen las FARC contra los civiles. Además, la izquierda democrática e inteligente ya ha demostrado en Colombia que puede acceder al poder por la vía electoral (ver el caso de Bogotá, por ejemplo).

Y Chavez, bueno. La expulsión de Vivanco de Venezuela (casualmente el mismo Vivanco al que Uribe acusó de ser cómplice de las FARC!!) fue patética. Me hizo acordar, salvando las distancias, a los imbéciles que usaban los escuditos de "los argentinos somos derechos humanos" y que iban a cantarle a la Comisión Interamericana cantitos de fútbol durante su estadía en Bs As. La represión a los estudiantes universitarios (muchos de los cuales lejos están de ser miembros de la oligarquía) también es lamentable. La persecusión a la prensa libre, advertida por HRW en su informe es también problemática. En fin, la lista es larga.

Ah, y para ser coherente, podría hacer una lista tan larga, o mucho más larga que la de Chavez, con las atrocidades de Uribito o de Fujimori.

LO que pido es COHERENCIA en el discurso de DERECHOS HUMANOS.

Anónimo dijo...

Excelente el articulo!, me parece que este gobierno ha estado siempre muy lejos de la estética de cualquier tipo. ¿Es posible todavía reivindicarse en algún lado de la izquierda cuando en sus principales filas habitan Redrado, Echegaray, Boudou, Masa, Scioli y todos los pichones de la derecha mas recalcitrante de este país?.

Mat dijo...

Impecable Juan, se me ocurren una par de cosas pero trato de resumir en dos; las formalidades de la forma: Con onda sarmientina homogeneizando las formas (y hegemonizando la suya) la multiculturalidad juridica/institucional deberia sostener opciones multiples de discurso (forma) pra mayor respresentatividad (entoncees a lo mejor los discursos solo caqmbian de matices en la misma derecha/ que bien podria ser una coincidencia con lo que decis al final, la responsabilidades es de no construir actores que cambien no solo de matices)

y la otra en el pasaje sobre la decada del 90 y los ataques contra la institucionalidad... me resulta claro sobre las omisiones y acciones del oficialismo actual pero a juzgar por los ultimos resultados electorales hay una derecha mas a la derecha, mas presente, que se mide en fuerza y gana, mientras que Menem era la derecha, casi no quedaba mas a la derecha. No quiero decir que compre el "yo o el abismo" o "el volvemos a los 90 o al 2001" etc etc (no, porque no los vote). Pero con el diario del lunes, la foto sonriente es la de los berlusconi Argentos! (o Colombianos segun...)

perdon por esta digresión
Saludos J.

PD: R lei tu recomendacion y me baje Max Manus, esta buenisima.

Anónimo dijo...

Anónimo 5.58:

Salí del repollo!

En primer lugar, lo que diga o deje de decir HRW o Moreno Ocampo... bueno, ejem, no es concluyente acerca de nada.

En particular, HRW - a diferencia de AI - no me inspira mucha confianza... me parece que es una organización que tiene una "agenda política", y que utiliza los "derechos humanos" para promoverla.

En segundo lugar, tenés que dar cuenta de toda una historia muy compleja, que se remonta a Jorge Eliécer Gaitán y el Bogotazo.

En tercer lugar, ¿dónde las FARC tiraron cilindros de gas CONTRA población civil?

http://www.es.amnesty.org/noticias/noticias/articulo/amnistia-internacional-condena-los-ataques-contra-la-poblacion-de-toribio/

En todo caso, son CONTRA objetivos militares y como efecto colateral mueren civiles. Nada muy diferente de lo que hacen superpotencias militares en medio oriente, no te parece?

"Y no me vengas con lo de la UP, porque de ninguna forma ese "genocidio político" puede justificar las atrocidades que hacen las FARC contra los civil."

Mirá, primero que nada, el documental.

http://video.google.com/videoplay?docid=3833186377925394599&q=baile+rojo&total=563&start=0&num=10&so=0&type=search&plindex=3

"el narcotráfico es un problema"
Sobre la vinculación entre las FARC y los narcos, no sé si en tu repollo sabrán que las FARC originalmente se opusieron al cultivo y a toda vinculación con el narcotráfico, para después pasar a cobrar un "impuesto revolucionario" (gramaje) y proponer sustitutos del cúltivo.
Y nunca se comprobó que estuvieran directamente involucradas en el narcotráfico.
Leé por lo menos la entrada de Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Fuerzas_Armadas_Revolucionarias_de_Colombia#Narcotr.C3.A1fico

Por lo demás, quizás habría que cambiar el foco del asunto y preguntarse un poco sobre la justificabilidad de todas estas "guerra contra las drogas", no te parece?

Esa idea de que hay una "izquierda democrática e inteligente" y el resto son todos boludos no me cierra por ningún lado.

Después sigo sobre Chávez.

Anónimo dijo...

Te pido que investigues mejor antes de postear. Te paso la info sobre la Masacre de Bojayá (info que está disponible por toda la web, basta con poner en google "masacre de Bojaya). Tiene entrada en wikipedia tambièn.

"El 2 de Mayo de 2002, 300 personas que se encontraban refugiadas en la Iglesia de BellaVista, en el municipio de Bojayá (departamento del Chocó), se vieron sorprendidas por un cilindro de gas cargado con dinamita que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tiraron hacia la iglesia.
El ataque dejó 117 personas muertas, entre estos 47 niños, y 114 heridos, 19 de ellos de gravedad. La población de Bojayá era de 1100 personas, antes de ocurrido el incidente, que se produjo por un combate entrelas FARC con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)".
Solo un cinico puede decir que esto fue un atentado contra un objetivo militar.

Te pido tambièn que hagas algún comentario sobre la ejecuciòn de los 8 indìgenas que las FARC hicieron este año en Nariño y reconocida por ellos mismos. El delito: "colaborar con el gobierno". Lindas personas, no???

Tambièn me olvidé de mencionar el hecho de que ponen a combatir a menores, pero para gente como vos me imagino que eso es un detalle insignificante.

Los tipos como vos que defienden a las FARC son funcionales a los uribistas.

mm dijo...

va en dos intervenciones seguidas

I-

hola,
voy leyendo las intervenciones..
anónimo 1.46(pongan un nombrecito al pie, facilita el diálogo), cuidado que en el artículo juanib no alega sobre la importancia de las formas en sí, sino específicamente sobre la estética de las formas insitucionales que caracterizan una posición republicana y democrática. Sobre el contenido(la sustancia)que permite diferenciar al republicanismo, de la avanzada de derecha que toma el discurso institucionalista pero con una perspectiva(contenido) muy diferente, mucho más próximo al paquete de medidas que caracterizó al "consenso de washington" y que se aplicó en la mayoría de los países latinoamericanos durante los 90', entre los que Argentina constituye un caso paradigmático.

Como muestra de esta diferencia que debe visibilizarse para dirimir qué se entiende por un republicanismo de izquierda y otro que avanza sobre ese imaginario, pero para ofrecer un triste "make up" institucionalista podríamos recordar el debate (tristisssiimmo)televisado de los candidatos por TN.

Uno de los puntos en cuestión en ese debate fue la propuesta sobre políticas de lucha contra la pobreza.

1)el candidato en ese momento de la coalición cívica Alfonso Prat Gay (casi leyéndola y esta claro por qué =!!) propuso la implementación de un ingreso básico universal que tomara en principio como grupo prioritario y de referncia a los niños, ancianos y embarazadas.
2)a renglón seguido Gabriela Miccheti primero interpela a Prat Gay diciéndole (impunementeeee!!!):Alfonso sincermente decime si tus hijos o los míos necesitan del beneficio de un ingreso básico-. Prat Gay sin palabras y haciendo agua por todos lados responde con un silencio de segundos y balbucea sobre algunos de los aspectos positivos de la aplicación de un ingreso ciudadano ( claro que antes le dice que sus hijos como los de gabriela efectivamente no lo necesitan)
Acto seguido la candidata del PRO alega sobre las bondades en el corto plazo de una política de lucha contra la pobreza de tipo focalizado y no universal.. argumentando que la aplicación de una política como la del ingreso ciudadano se podría aplicar "más adelante".

Y en este punto es en donde ese breve diálogo entre dos candidatos pierde lo anecdótico,visibiliza la sustancia de uno y otro proyecto y debe contraponerse al que juanib reivindica para el republicanismo de izquierda.

Mientras la candidata del PRO como expresión de una derecha que toma la república y las instituciones como toma la servilleta para almorzar ( con los dedos y por la punta)deja para más adelante "el ingreso ciudadano" y asume además que su hijo y el de Prat Gay no lo necesitan y propone políticas focalizadas "sin asistencialismo clientelar" porque el PRO gestiona y tiene bases de datos de TODOS LOS POBRES que necesitan ayuda, y es eficiente en la gestión porque llega casi al 80% de las familias pobres ( que grande el PRO, no?)
Prat Gay, dedse la Coalición Cívica EL UNICO ARGMUMENTO QUE RECUERDA Y QUE SE LE OCURRE ESGRIMIR EN DEFENSA DE LA POLITICA DE INGRESOS UNIVERSALES ES la ausencia de obligación de algún tipo de contraprestación por dicho beneficio.

mm dijo...

II - viene de comentario anterior

Ahora bien, es lógico que el PRO defienda una política social de tipo focalizada y acentúe sobre las bondades en la eficacia y eficiencia en la gestión. Porque el PRO expresa este institucionalismo neoliberal, de managment público que no alcanza a cuestionarse la situación de pobreza que atraviesa a millones de personas como resultado de una distribución desigual de la producción social, de la distribución de la riqueza y de las oportunidades sociales que permitirían a las mismas personas en una situación de igualdad hacer ejercicio de los derechos que consagran la ciudadanía y de elegir libremente entre esas oportunidades cuales para desarrollar sus estrategias de vida.
Tal vez porque el PRO "naturaliza la pobreza", lo vuelca en una planilla que denominan BASES DE BENEFICIARIOS sobre la que luego asigna algún tipo de ayuda en pesos o en alimentos que : 1) no contribuye a que esas familias, personas o niños puedan salir de la situación de pobreza en la que se encuentran ( tecnicamente denominado "trampa de pobreza") y que a su vez dependan del "beneficio" para subsistir y 2)que para recibir ese beneficio deban reunir la condición de "pobres".

También es lógico que Prat Gay balbucee alguna y poco convincente respuesta como ventaja de las políticas de base universal por sobre las focalizadas. Y en todo caso por qué la prioridad en la apliación porgresiva de una politica como la del ingreso ciudadano se centra en primer instancia sobre niños, ancianos y mujeres embarazadas.

Este (des)conocimiento en Prat Gay y esta falta de (re)conocimiento (ojo que no es lo mismo) por la candidata del PRO singularmente marcan la diferencia en el contenido de las formas institucionales entre un proyecto de derecha con make up institucional y una propuesta esencialmente igualitaria, republicana y de izquierda.

La política del ingreso ciudadano se articula sobre dos principios basicos: la ciudadanía como principio universal y el derecho a un ingreso como garantía de una linea igualitaria para el desarrollo efectivo de la ciudadanía.
Es por eso que "los hijos del PRO", como los hijos de Prat Gay y como el de cualquiera de nosotros tiene el derecho a un ingreso. ¿Y por qué los niños mejor posicionados no resultarían doblemente avantajados por sobre los de alguno de nosotros o por los de una familia con necesidades básicas insatisfechas?
Porque la implementación de estas políticas se sustenta con políticas orientadas hacia la redistribución progresiva del ingreso, de modo que el ingreso ciudadano que los hijos de Michheti perciben se compensa por lo que Micchetti, Mauricio Macri, Alfonso Prat Gay pagarían en términos impositivos por la riqueza que ostentan.

mm dijo...

III- (resultaron tres comentarios seguidos..)
Creo que este ejemplo,además Nowhere man, puede resultar también ilustrativo para comprender cual es la diferencia entre una propuesta republicana de izquierda y la DENUNCIA que como intelectuales de izquierda ejercemos CON LA DERECHA y LA CRITICA QUE EJERCEMOS CON EL gobierno K.

Pero además,nowhere man decís .."explíquenos porque la polarización vacía el debate razonado.."
Bien, cuando discursivamente se produce una polarización del campo político, básicamente se producen dos movimientos:
1) positividad - negatividad
amigo /enemigo. La carga de aquello que es el otro es negatividad absoluta- y es amenaza La diferencia es negativa. Y contra la diferencia "externa" se articula una identidad
2) Hacia adentro de esa identidad (constituída por pluralidades, por multiplicidades) a su vez se homogeneiza el significado y por lo tanto se niega cualquier discurso diferenciador que ponga en juego la identidad"política" construída. La relación entre forma- contenido en términos de identidad política cuando se plantea en términos dicotómicos es el resutaldo de una lucha hegemónica por la cual se define de manera contingente el contenido semantico de los significantes que articulan el sentido y organizan el campo ideológico.

Frente a la polarización del campo político entonces se obtura el debate razonado porque toda diferencia se resuelve como negatividad y toda identidad se construye sobre la disputa hegemónica del significado: del contenido que se volcará sobre el recipiente de la "forma".

ahí vamos-...

=)!!

mm dijo...

SUGERENCIA.. anónimos, por favor nombrecito al pie.. reivindiquemos la identidad y la diferencia..

merci!

=)!!

Anónimo dijo...

Anónimo 8.19:

Te copio textual una parte del comunicado de AI:

"En mayo del 2002, 119 civiles perdieron la vida cuando las FARC lanzaron un cilindro de gas contra unos paramilitares que estaban detrás de una iglesia donde se habían refugiado los civiles."

Esto se refiere precisamente a la masacre que mencionás (Bojayá), así que lo de que "investigue mejor antes de postear" está un poco demás.
Por otra parte, no contradice -antes bien refuerza-lo que sostuve: que las FARC atacan objetivos militares (o paramilitares) y a consecuancia de lo cual, a veces, mueren indirectamente civiles.

Si eran colaboradores del Ejército, que esperabas que hicieran?
Que los retaran y les hicieran chas chas en la cola?
Sos medio boludo o no te das cuenta que hay un conflicto ARMADO?

"Tambièn me olvidé de mencionar el hecho de que ponen a combatir a menores, pero para gente como vos me imagino que eso es un detalle insignificante."

Ja, cómo es la gente como yo?

Y no, el empleo por la guerrilla (y por los paramilitares) de menores de edad me parece preocupante.

Pero, primero habría que corroborar bien los datos. Hay un informe de tu querida HRW, yo no lo leí, vos lo hiciste?

Hay mucha desinformación y hay mucha gente interesada en mostrar que las FARC "se comen crudos a los chicos con calditos knorr suiza" como un modo de deslegitimarlas como parte beligerante.

Segundo, sin pretender justificar nada, te diría que para muchos niños o niñas pobres en áreas rurales en el medio de un conflicto armado, no hay muchas opciones de supervivencia: o se unen a las FARC-ELN o a AUC (paramilitares).

"Los tipos como vos que defienden a las FARC son funcionales a los uribistas."

Sí, claro. Contáte otro.

Anónimo dijo...

AI también reconoce el reclutamiento de menores por parte de las FARC. http://indh.pnud.org.co/files/rec/oportEltiemponoviembre21.pdf

De ninguna manera juzgo a los menors que se unen a las FARC o a los paramilitares porque no tienen otra vía de escape de su situación. Son otras víctimas del conflicto. Juzgo a los cerdos que los usan como carne de cañón.

Sigo esperando alguna explicación acerca de la ejecución de indígenas en Nariños.

Por cierto, estoy casi seguro que si Israel matara 47 niños palestinos en una mezquita con un cilindro de gas, te parecería una aberración. Pero bueno, formás parte de la izquierda hemiplégica que ignora las violaciones al ¡derecho internacional humanitario cuando son cometidas por grupos armados afines a tus ideas.

Ah lo que las FARC son funcionales a Uribe no lo inventé yo. Lo dicen todas las personas del Polo que he conocido en Bogotá.
C

rg dijo...

hola, anonimos varios. podrian discutir sin cruzarse insultos? sino, los invitaria a seguir la discusion en otro espacio, gracias, saludos

Anónimo dijo...

Anónimo:
Ahí ya te había respondido lo de Nariños (quité el exabrupto):

"Si eran colaboradores del Ejército, que esperabas que hicieran?
Que los retaran y les hicieran chas chas en la cola?
No te das cuenta que hay un conflicto ARMADO?"

"De ninguna manera juzgo a los menors que se unen a las FARC o a los paramilitares porque no tienen otra vía de escape de su situación. Son otras víctimas del conflicto. Juzgo a los cerdos que los usan como carne de cañón."

Antes de juzgar de modo altisonante y con tono moralista, habría que analizar mejor el contexto y ver bien los datos. No cabe la posibilidad de que un niño o niña de 15 años decida él sumarse?
Vos creés que en, por ejemplo, Vietnam no lucharon niños/as?

Si te tranquiliza, toda muerte me parece una aberración.

Y en el caso de la mezquita, bueno, habría que hacer algunas distinciones, no? (Por caso, se atacaba un objetivo militar o directamente a los civiles (niños)?)

Nunca dije que era marxista-leninista, o que compartía la ideología de las FARC o sus métodos, ni mucho menos.

Ahora creer que uno puede deshacerse de un plumazo de un complejo conflicto de más de 60 años con el sambenito que el que piensa otra cosa es "funcional a Uribe", o autotitulándose de "izquierda democrática e inteligente", es, por lo menos, curioso.

No conozco mucho de la política interna de Colombia, pero en el PD hubieron diferencias entre Carlos Gaviria y Gustavo Petro con respecto al posicionamiento frente al conflicto que envuelve a las FARC.

Anónimo dijo...

rg:
El único que insultó fuí yo, no el otro anónimo. Ya lo quité.
Saludos.
anónimo 10.35.

juani bertomeu dijo...

Perdón la demora. Sólo un comentario tal vez para ir cerrando el debate, que derivó en una discusión sobre las FARC.

Mi punto era que la vigencia de las instituciones democráticas nos debería importar muchísimo. Me refiero a cuestiones básicas para que la democracia funcione adecuadamente. Un par de ejemplos. Luego de modificar la Corte, el gobierno destruyó todas las instancias de control. Luego de prometer otorgar personería a la CTA, dio todo su apoyo a un sistema sindical que probablemente sea el más corrupto del mundo. No sólo no sabemos qué piensan los ministros o legisladores oficialistas sobre temas clave; tampoco hay un dato en el que podamos confiar. La lista es mucho más larga.

El gobierno, que en 2003 parecía tener una agenda muy interesante, la regaló en el camino. Y sí, parte de esa agenda, tal vez la más vacía o la que presenta cuestiones más problemáticas, fue adoptada por la derecha. Esto es culpa exclusiva del gobierno.

Pero ojo. Si la derecha y la izquierda llegaran a coincidir en algunas de estas críticas, esto no hablaría en contra de la izquierda, sino nuevamente del gobierno. Hay que ser bastante torpe para ponerte a todos en contra por motivos similares.

Si hay algún punto de contacto, entonces, se debe a que el gobierno hizo todo lo posible por ofrecer puntos flojos que pudieran ser criticados por grupos con diferencias entre sí (una especie de consenso superpuesto en contra). A mí la reforma del Consejo de la Magistratura me pareció muy grave. El hecho de que la critique La Nación, por las razones que sean, no hace que me deje de parecer grave.

Pongo el ejemplo opuesto, el tema de las retenciones. Reivindico el poder de un gobierno democrático de cobrar imnpuestos, si son progresivos, etc. A mí no me parecía que hubiera un problema con el tema de fondo (aunque sí con el tema de las formas, más problemático: impuesto por decreto, etc.). A La Nación sí, desde luego. Lo denunció como un ataque "institucional", principalmente porque se afectaba el derecho de propiedad. Esto es justamente lo que intentaba sugerir al comienzo del artículo. Defender las instituciones no es necesariamente defender el status quo.

Yo detesto a Macri y De Narváez, y me da mucho miedo la perspectiva de que ellos o sus amigos lleguen al poder. Pero esto no debería hacernos callar. Al contrario, tenemos que luchar por una mejor democracia, contra quien sea. Hay un vínculo lógico que no alcanzo a ver en la crítica a mi crítica. El argumento contra posiciones como las nuestras es que las críticas al gobierno fortalecen a De Narváez. Pero este punto pasa por alto algo central. Si las críticas son ciertas, y no hay nadie aquí que haya dicho que no lo sean, ¿por qué no exigirle al gobierno que cambie? El gobierno tiene un espacio enorme para hacerlo. ¿Por qué no lo hace? De hecho, está a tiempo todavía.

¿Por qué no pensar lo opuesto: que el gobierno va a perder no por las críticas sino precisamente por no cambiar?

Otro tema. ¿Por qué cargo las tintas contra el gobierno? ¿Por qué, cuando hay actores privados tan o más importantes? La opción no es una cosa o la otra. Es cierto que hay actores privados muy fuerte. Y todavía más. Algunos están intentando abrirse juego en la política (aunque el mejor antídoto contra esto, nuevamente, es mejor democracia, y no darle la espalda al pueblo; creo que Marians estaba pensando por este lado también).

En este caso elijo el gobierno porque, como decía antes, y aunque suene tonto, es el gobierno. Actúa en mi nombre, en nombre de todos. Y ellos pidieron nuestro voto para hacerlo, por lo que no tiene un derecho a no ser criticado.

juani bertomeu dijo...

Un último punto relacionado con nuestro deterioro institucional. Durante estas dos semanas luego de las elecciones se habló muchísimo sobre si los intendentes del conurbano habían o no traicionado a los Kirchner. Hubo cálculos de todos los colores para concluir si había sido así o no. Ahora, ¿no les llamó la atención esto? ¿No les llama la atención que se presuponga así, livianamente, que los intendentes tienen un control absoluto sobre sus votantes? Todos los partidos ejercen influencia sobre su electorado, ¿pero hasta este extremo?

Abrazos, j.

el extranjero dijo...

Comparto en buena medida el artículo, pero comparto más aún el aporte de Nowhere Man. Hay cosas que mejorar, sobre todo formas. Ahora, quienes están realmente preocupados en oponerse a la derecha, ¿no deberían preguntarse a quién son funcionales sus posturas y sus críticas? No parece lógico no considerar las consecuencias. No me gusta la polarización, y no me gusta que en muchos momentos la proponga el gobierno. Ahora, si me opongo a la polarización, termino oponiéndome al gobierno y siendo funcional a quienes supuestamente están en mis antípodas (la derecha). Creo que discursos de esta especie son los típicos que ha sostenido la izquierda nacional a lo largo de la historia, y que le ha impedido tomar posiciones serias de poder y haciéndole las cosa fáciles a la derecha.

juani bertomeu dijo...

Hola, Extranjero.

El punto es que no estamos analizando una obra que ya no se puede modificar. No estamos analizando si es bueno o malo, por ejemplo, catalogar al pintor El Bosco como precursor del surrealismo. Cualquier cosa que dijéramos no tendría impacto sobre las pinturas en sí.

Estamos analizando a un gobierno que hoy o mañana puede cambiar (y que ayer también pudo, y eligió no hacerlo). Que podría hacerlo si quisiera, en cualquier momento.

Intentaba convencerte de que al no hacerlo, el gobierno se perjudica (además de que nos perjudica), y no al revés. Y dado que es así, criticarlo no es hacerle el juego a nadie. Es más, no criticarlo sería un error.

Es cierto que la izquierda ha tenido problemas con la idea del poder. ¿Pero qué tiene que ver eso con esta crítica? No estoy diciendo que todo está mal, estoy señalando cosas puntuales, graves, que nos perjudican a todos/as.

Si tuviéramos que tomar al pie de la letra lo que dices, deberíamos anular nuestro juicio crítico (suponiendo, claro, que el gobierno es de izquierda).

¿Por qué hacerlo? Es el gobierno el que tiene que cambiar, no nosotros. La mejor forma de combatir a la derecha es haciendo un buen gobierno.

j.

Camila dijo...

JB,

No te parece que al identificar el gobierno con el oficialismo para realizar críticas relacionadas con nuestras instituciones, no se entra al menos en una cierta paradoja?

Anónimo dijo...

remontandome a un par de post atrás:

Renunció (?) José Nun y lo reemplazan en Cultura. Más allá del resto de cambios de figuritas son eso y nada más: el verborragico de justicia pasa a ser jefe de gabinete y lo reemplaza el corruptísimo ex-intendente de la plata, ex-interventor de aereolineas, el ex-anses, pasa a economia... y así. cambios de figuritas, nada más. Ahora lo de Nun... me sorprende. Y intento pensar que en su cambio hay algo más que "bueno, miren cuánto reflexionamos... cambiamos el secretario de cultura(al que ustedes no tenian ni de nombre)" pero no logro ver algo más. Quizás, sea solo eso. Quizás, Nun se aleje por convicción ante el desastre pero... ante sus comentarios en el blog no parecería ser esa la cuestión.

saludos,

xjxuax

Ramiro dijo...

Pero basta de suponer que el Gobierno es de izquierda... RG lo explicó con elocuencia unos posts atrás- Entonces el argumento (para mi radicalmente falso) de que este tipo de críticas son funcionales a la derecha opositora supone como premisa que hay una izquierda oficialista. Extranjero y Nowhere Man, ¿por que no dan argumentos a favor de esa premisa? Si tienen en cuenta lo que dijo RG, mejor. Preveo un monumental fracaso en el ejercicio.

Anónimo dijo...

Como que no es de izquierda? Boudou fue un trokysta de todas la vida.

Anónimo dijo...

http://revolucion-tinta-limon.blogspot.com/2009/07/como-rompen-las-pelotas-con-la.html

juani bertomeu dijo...

Camila, a qué te refieres exactamente?

j.

Mariela P. dijo...

Tal vez Camila se refiera al tipo de cuestiones que los postmodernistas suelen poner sobre la mesa. ¿Qué son las formas sino aquello que quiere el que las enuncia?. Si el que las enuncia es un gobierno democrático, con autoridad democrática para hacerlo, tu cuestionamiento a las formas democráticas debe afinar el lapiz para al menos hacerse cargo de esa primera dificultad lógica...

Las instituciones democráticas son paradojales en ese sentido. Y a mi me parecería un buen punto de partida hacerse cargo de ello, en lugar de decir que la teoría es mas pura que la práctica, y como vos hablás de la teoría, entonces las formas del gobierno son antidemocráticas. (y como todos los que estamos aca somos ferbientes antioficialistas -yo lo soy, al menos-, estaremos todos de acuerdo que las formas democráticas son aquellas que nosotros sostenemos, y no éste gobierno).

Cuando el gobierno adopto las "formas" norteamericanas para elegir los jueces de la Corte (ese concepto y fundamento del norte que alguien aplaudía aquí al principio) y así hizo posible que una élite de la argentina pida y critique jueces, (como otra estrategia de la "transversaldiad"), y acto seguido nombró su propia corte (como menem) pero con la bandera de la "forma" de selección norteaméricana...entonces, a mi, la verdad, no me dió por salir a aplaudir esa bandera (aunque los jueces me gustaran, porque yo, ideologicamente estaba claro muy cerca de esa élite). Pero no podía ignorar la farsa de ese rito, ni enamorarme de como se alzaba la bandera para hacer lo mismo que hizo menem.

A mi me parece muy encomiable tu escrito, porque creo que hay que tomar posiciones, usar banderas y salir a luchar por lo que se cree. Y la verdad no tengo nada en contra del credo de las formas, como no lo tengo en contra del credo de la izquierda. Cuando son credos honestos (y no como el del gobierno) fortalecen filas de la izquierda, pero sobre todo las filas de las luchas sociales que yo suelo compartir (pobres, excluídos).

El problema es cuando el credo adopta cierta "estetica de la inquisición" que percibo en el tono de tu escrito. Como si te enamoraras de la bandera, y ves ahi la causa última, el sentido, y salís a pedir más respeto. Ahi me da un poco de sospecha, me hace pensar que nunca entenderías ni te harías cargo de las paradojas que plantea camila, y pensarías que no hay dilemas posibles (mientras millones de personas los viven en carne propia día a día: robo-como o respeto la diginidad del otro-muero, etc.), que todo se zanja o se zanjaría con un poco de lógica, deducción y coherencia. En fin, ese opio de los pueblos que tiene tantas "formas"...
Y ahi no comparto. Si llegás ahi, disentimos republicanamente. (aunque según una versión inquisitorial de las formas, los que no compartan tu visión no-paradójica-de-las-formas no seríamos repúblicanos, o tolerantes, paradójicamente, again)

juani bertomeu dijo...

No sé a qué se refería Camila, vamos a ver si contesta. Tal vez sea lo que tu dices.

Sobre la estética de la inquisición. Yo creo en el poder de los argumentos. Creo que hay cosas que están bien, y otra que están mal. Y que la mejor forma que tenemos de saberlo es así, hablando, argumentando (en definitiva, no soy postmoderno). Yo intento sostener por qué pienso que tengo razón. Desde luego, tal vez me equivoque.

Pero de hecho, esta es una discusión extraña. Porque nadie parece negar estas cosas que hace el gobierno. La defensa es de dos tipos. O que no son importantes, o que le hacen juego a la derecha. Ambas son extrañas para mí.

Insisto, el gobierno se enfrenta cada día a la posibilidad de cambiar, y elige no hacerlo.

Finalmente, no estoy enamorado de la crítica. Como dije, hay causas del gobierno que comparto o podría compartir. Con el mismo sentido, alguien podría decir que quienes apoyan irreflexivamente al gobierno están enamorados de la no-crítica.

j.

Anónimo dijo...

Esta muy bien tu posting Juan. Creo que se ilusionan aquellos que piensan que algo pueda cambiar en el poco tiempo que le queda al kirchnerismo. Es muy dificl remontar a esta altura despues de todas las barbaridades que se han hecho. Como alguien dijo por ahi

"La economía no es un compartimento aislado de la seguridad jurídica, la credibilidad de sus gobernantes, el respeto por los derechos de propiedad y la calidad de sus instituciones. "

Good luck si alguien piensa que un cambio puede venir.

Lo que si quizas puedan hacer los nuevos legisladores es poner fin a los superpoderes y reformar el Consejo de la Magistratura para que no se cajoneen las denuncias.

Si hay algun cambio sera por parte del nuevo Congreso, no del oficialismo que seguira defendiendo el status quo. Pero eso tambien esta por verse.

Un dia peronista tenemos en estas latitudes.

Camila dijo...

JB,

Comparto la preocupación por las instituciones y las formas democráticas. La pregunta por la paradoja me surge con relación a que muchas veces se advierte con preocupación el (hiper) presidencialismo, el escaso o nulo debate en el Congreso, como crece la brecha entre los gobernantes y la ciudadanía, etc. Pero luego, exigimos al presidente en funciones (o al oficialismo) que haga los cambios para que las cosas funcionen bien, entonces ahí me pregunto si no se entra al menos en una cierta paradoja. No es ese también uno de los problemas?

juani bertomeu dijo...

Ahora entiendo, Camila. Creo que es un buen punto. Pero durante este gobierno se exacerbaron algunos de esos rasgos, de un modo que no es necesario para gobernar. Y otros de los problemas que me preocupan no tienen relación directa con el presidencialismo (por caso, otorgar personería a la CTA, o la reforma del Consejo de la Magistratura, o manipular información).

En todo caso, el gobierno antes de ser gobierno parecia coincidir en parte de este diagnóstico, sobre cosas que había que hacer. Luego se olvidó.

Saludos,

j.

el extranjero dijo...

Juan Berdomeau, gracias por tu respuesta. Un poco tarde y desprolija, pero va mi respuesta. A mi me da la sensación de que en muchos aspectos este gobierno no es modificable y si bien no es ideal, por lo menos desde yo tengo conciencia es el que más se acerca a mi forma de pensar. No es ideal, muchas veces no cambia por tozudez y eso no me gusta. Pero en política es muchas veces es así, se compra en bloque. No existe como opción (real) un gobierno con algunas cosas de éste y otras de otros (ideales), o todas de otros si preferís. Las opciones son este gobierno o el peronismo disidente (con De Narváez, Solá, Macri y, seguramente, Duhalde) o Carrió, Cobos y cía. Al menos hoy, eso es así. Creo que el caso de las testimoniales (cuestionadas duramente desde este blog) es un ejemplo típico. Aún concediendo que las testimoniales debieron ser rechazadas (cosa con la que no coincido, pero no viene al caso), no puede dejar de evaluarse que esas críticas necesariamente implicaban un empuje para De Narváez y Macri. Me podrás contestar que así nunca se podrá llegar a una opción superadora y quizás tengas algo de razón en que se haría más difícil conseguirlo, pero creo que de la otra forma lo único que se logra es que quienes son de izquierda o progresistas terminan siendo funcionales a los objetivos de quienes parecería deberían ser su última opción.

juani bertomeu dijo...

Hola. Tu respuesta no es desprolija.

Te iba a contestar pero me dí cuenta que iba a terminar reiterándome. Pero en mi respuesta de las 5.17 del martes intentaba responder a eso.

Abrazo, j.

el extranjero dijo...

Juan, en primer lugar, mi respuesta si fue desprolija. Empezando porque escribí mal tu apellido. Disculpas por eso. En segundo término si tu respuesta es la misma de antes significa que o nos trabamos en algo en que no podremos lograr un acuerdo o que mi comentario no logró afinar la puntería con respecto al anterior. Quisiera sacarme esta duda (no al chiste fácil). ¿Tu respuesta ante el ejemplo de las “testimoniales” sería una de condena y crítica? Si es así es probable que nunca logremos acuerdo y que esta respuesta no sea más que una reiteración. Es ahí donde creo coincido con Nowhere Man, no comparto que quienes se crean genuinamente progresistas o de izquierda se opongan a este gobierno y menos con cuestiones formales, aún cuando puedan ser de relevancia. Para hacerlo sería necesario o participar (diría, preferiblemente, desde adentro) o dar una alternativa, o tener una a que adherir. Yo no la tengo. Admito que una alternativa destinada al fracaso no la considero una alternativa válida, por lo menos frente a este gobierno. Otro ejemplo y me dejo de joder: al menos por hipótesis supongamos que “Vudú” es un mal ministro de economía, o pero aún, supongamos que es una figurita que manejará Nestor K desde las sombras. Aún así, estoy dispuesto a sostenerlo, porque lo prefiero a Cavallo o Martínez de Oz. O sea, tus argumentos son buenos e interesantes. Ahora, creo que si nos manejamos con lo que tenemos, tenemos que hablar de mejores y peores y no de buenos y malos, pues categoría tan absolutas no son realistas. Debemos ser más concientes de las formas en que se maneja el poder, de lo contrario creo que gente e ideas valiosas quedara condenadas a ser parte de un blog o un libro. Perdón que insista con el ejemplo pero me parece ilustrativo: nada le viene mejor a Grondona que respetados constitucionalistas, y si son considerados de izquierda mejor, critiquen las candidaturas testimoniales. Y si le viene bien a Grondona le viene bien al PJ disidente y eso muestra que la mayoría de estas críticas terminan siendo funcionales a quienes tienen posiciones antagónicas a las que creo profesan quienes critican.
De todos modos, quisiera recalcar lo que dije al comienzo de mi comentario. Comparto tu escrito y me parece muy bueno. Es probable que en abstracto podamos compartir casi todo, pero tengo la sensación de que en casos concretos y reales eso no sería tan así. Habría que ir caso por caso quizás.
Muchas gracias por el intercambio.
Un abrazo,

juani bertomeu dijo...

Pero sobre el tema del juego o no juego, te pregunto por qué tenemos que apoyar ciegamente al gobierno cuando tiene todas las posibilidades, día a día, de cambiar, y no lo hace.

¿Por qué no decir en cambio que es el gobierno mismo el que le hace el juego a la oposición de derecha? ¿Qué es lo que le impide cambiar? (Ahí los diarios anuncian algo, tengo que leerlos)

Respecto a lo de ministro sí o ministro no, eso es un tema político. La Presidenta tiene derecho a nombrar a quien quiera. A mi me preocupan cuestiones institucionales, no de estilo político.

Saludos,

j.

Ciudadano y ciudadana dijo...

Juan felicito su escrito por la extensa y diversa discusión que ha suscitado. quisiera referirme a las siguientes cuestiones sobre la democracia: privacidad de la esfera pública (algunos llamarían oligarquía pero en Colombia esta palabra no es muy grata) esta privacidad genera corrupción y por supuesto aleja a los ciudadanos del "real" debate político. la participación de los ciudadanos es muy importante, no entiendo porque autores como Sartori o Touraine tienen tan poca credibilidad en ella; pero lo mas preocupante es la ambiguedad de los partidos políticos (por lo menos en Colombia el partido Conservador, Liberal y la U) pues su discurso es una mezcla de intereses que incluso se contradicen y a la final terminan favoreciendo intereses privados o empresariales. Esa poca demarcación de los partidos le hacen bastante daño a la democracia pues confunde al elector, no hay consentimiento libre en el voto.


No podría callar sobre la defensa que un anónimo hace sobre las FARC: alguien que crea en el desarrollo de la Constitución Política de 1991 no tendría argumentos suficientes e importantes para salir bien librado de dicha defensa; en virtud del pluralismo que nos convoca el constitucionalismo, respeto esa postura pero no la comparto pues las farc son las primeras en desconocer con sus acciones y discurso, los valores y principios constitucionales que tanto hemos intentado defender como propuesta racional de organización social en Colombia "Estado Social y Democrático de Derecho". Agradecía a las FARC entregar las armas haber si por fin tenemos un presidente decente y no autoritario que tenga como excusa la lucha contra el terrorismo.

Daniel dijo...

Tanto clientelismo ves en este gobierno?

Te recomiendo el programa del Chino Navarro los domingos a la medianoche por canal 26.
A ver por donde se identifican las clases populares y en donde se apoyan para construir algo.

Salgan de las frases hechas.

Anónimo dijo...

Urteter nuytre: http://dwnmi.ugu.pl