19 feb 2008

Turismo académico-sexual




Siguiendo con los aportes de los amigos colombianos, transcribo una valiosa carta que me hiciera llegar ayer nuestro conocido César Rodríguez, en respuesta a un (digámoslo así) llamativo, asombroso texto del renombrado jurista español García Amado, contando sus "experiencias" (y sobre todo, las de sus colegas españoles) por Colombia. Vale la pena leer el texto (me pregunto si este tipo de "experiencias" y "testimonios" también quedarán incorporados al test de españolidad que nos promete Rajoy). Ahí va:

"Sabíamos que existía el turismo académico, ese que hacemos todos los profesores en los ratos libres que dejan las clases o congresos en ciudades ajenas. Y, por supuesto, que existe el turismo sexual, el que les da de comer a las agencias de prepagos y que tiene inundados de machos europeos a Cartagena, La Habana o Rio de Janeiro.

Pero faltaba un blog de un conocido jurista español para ver de frente la síntesis perfecta: el turismo académico-sexual. Turismo en el que destacan algunos académicos españoles en sus andanzas por estas tierras, a juzgar por lo que dice su autor, Juan Antonio García Amado, profesor visitante más de 40 veces en Colombia.

Comienzo por hacer dos advertencias bien claritas: mi crítica al blog no es nacionalista, ni va contra la academia española en general. Lo primero porque aborrezco el nacionalismo y porque el problema no es que un intelectual español se venga lanza en ristre contra la “patria”, como la llaman ahora tantos en Colombia sacando pecho y con la mano en el corazón. Lo segundo porque, como en todas partes, en la academia jurídica española hay mucha gente competente y responsable que, imagino, tomaría distancia de lo que dice García Amado (y que ojalá lo hagan más temprano que tarde).

Ahora sí, al punto: el blog me parece tan agudo como infame. Agudo al retratar el lado oscuro de tantos posgrados colombianos y latinoamericanos que esconden su mediocridad detrás de una lista de profesores españoles invitados que, oh sorpresa, son tan mediocres como los profesores y estudiantes locales que se descrestan con el sólo acento. Infame al olvidar convenientemente la responsabilidad que le cabe a los profesores españoles en semejante embuste. Y al no darse cuenta de que hace rato nos pillamos el engaño y que ningún académico serio en Colombia o en América Latina daría un peso por la carreta que vienen a repetir a ingenuos y perezosos por igual. Pero dejemos que sea el propio García Amado el que nos cuente la historia de esta nueva colonización a partir de su gozosa experiencia:

“Han vuelto los pícaros conquistadores, pero ahora bien avenidos con los caciques locales. Les estamos enseñando liderazgo empresarial, teoría de la comunicación, técnicas de negociación, ciencia de las finanzas, filosofía deconstruccionista y Derecho constitucional, mucho Derecho constitucional. A tanto la hora y una prima por derecho fundamental que se crean. Los espejitos de hoy tienen nombre de filósofos alemanes o gringos, incrustaciones de esotéricas doctrinas y forma de títulos oficiales. Doctor, que mire que me gustaría hacer un doctorado y no sé cómo. Pues lea, buen hombre lea y luego se lo piensa. Ay, doctor, pero es que yo preferiría unos cursitos, mire que ya tengo especialización y maestría y con poco más me apaño. Pero, caramba, debería hacer usted una investigación larga y complicada para doctorarse. Pues mire que han estado aquí unos señores de una universidad de Madrid y nos han comentado que nos convalidan todo y que con poco más y veinte mil euros nos conseguimos el título. Pues váyase con esos tipos y que le nombren hasta cardenal, hijueputa, malparido.”

Tiene razón García Amado en lo de los espejitos: muchos estudiantes así me he topado. Pero lo que no dice es que en los mismos espejitos se refleja su rostro cínico y el de sus colegas, que siguen el juego mientras cobran en euros. Y que ya ven como parte del paquete de remuneración la nada incierta promesa de sexo tropical (con “una escapadita a Cartagena, por la cosa del color”):

“A los colombianos les gusta mucho que los profesores extranjeros les cuenten cosas de gran empaque y mucho vestir. Les apasiona el soniquete doctrinal. Su mérito tienen, pues después de levantarse de madrugada, trabajar diez horas y pasarse otras dos en el atasco, que aquí se dice trancón, sacan tiempo y fuerzas para aguantar dos o tres horas más de serenata teórica en la especialización o la maestría. Qué más se les puede pedir. Se quedan con la música y la letra les interesa bastante menos. Mire doctor, la semana pasada nos dictó clase el doctor M. que es español y un berraco del Derecho, ¿no le suena? No, de nada, ¿qué escribió? No sé qué escribiría, doctor, creo que trabaja en la judicatura; pero es el Putas y un rumbero de primera. Se comió dos viejas de nuestra clase el tipo, puro genio…”

“Los que han venido más ya saben, pero a los extranjeros novatos hay que advertirlos a tiempo. A algún amigo llegué a escribírselo bien clarito antes de que cogiera por primera vez el avión hacia acá: mira, colega, cuando una colombiana jode contigo es porque tiene las mismas ganas de joder contigo que tú con ella, no le des más vueltas. Aquí a joder le dicen tirar o comer. Es que uno ya ha visto demasiados compatriotas metidos en verdaderos desastres: mira, que estuve con una colombiana maravillosa que me parece que me quiere y me siento muy comprometido con ella, creo que voy a replantearme mi matrimonio. Y así varios. Y quién es ella, acaba uno por preguntar. Te lo diré en confianza, es X. Hostias, la misma en los tres casos. Prodigio de hembras.”

Pues ya sabemos por qué muchos colegas españoles llegan tan disminuidos a clase y sólo atinan a balbucear comentarios refritos sobre Kelsen, Foucault, Habermas o Luhmann. O defensas tan apasionadas como anacrónicas del positivismo jurídico. O respuestas trilladas a preguntas tan novedosas y brillantes como si el derecho es una ciencia. Para no hablar del machismo de los sementales metropolitanos que sostienen la conversación en el blog. Machismo que, claro, suponen que nadie nota por acá porque, al fin y al cabo, la nuestra es una “sociedad machista a carta cabal”, donde “los estudios de género se los hacen con afeites y medias de seda”. Irónico giro histórico del colonialismo: pasamos de la conquista de Indias a la conquista de indias.

Pero el machismo palidece en comparación con el cinismo profesional que sale a flote en perlas como esta, en la que el autor nos cuenta una conversación típica con un estudiante que le pregunta: “Doctor, a mí me interesaría hacer una investigación sobre teoría de la decisión administrativa desde el punto de vista de la teoría de juegos, la teoría de sistemas y la lingüística estructural, ¿qué lecturas me puede recomendar?” Y él responde: “Las primeras veces te quedas apocado, piensas que ahí te pillaron y, por no callar, les recomiendas que comiencen por Elster, Luhmann y Saussure. ¿Elster es con hache, doctor? ¿Liuman se escribe así como suena? Luego vas aprendiendo. Te puedes inventar los autores, no pasa nada. Mire, sobre eso hay un libro muy bueno de Lockerbie y otro de Stammtisch. Y tan contentos. Nunca se van a molestar en descubrir el engaño.”

Ahí, repito, es donde se equivoca: todo el mundo se pilla el engaño. Otra cosa es que le sigan el juego al conquistador que, como siempre, supone la ingenuidad del noble nativo. Porque el negocio es redondo también para los que siguen el juego: una maestría o un doctorado sin dolor, con profesores rumberos que no rajan a nadie aunque no contesten ni un correo electrónico al regresar a casa. Estarán ocupados recuperando el tiempo perdido con sus familias, digo.

El broche de oro viene con esta invectiva contra los intelectuales locales:

“Muchos intelectuales viven de la guerra, que aquí no se llama guerra, sino conflicto. El día que se acabe el conflicto, adiós chollo. El esquema siempre es el mismo: un grupo de profesores sin corbata ha elaborado un programa sobre alternativas para la paz o estrategias de reconciliación, con muchas citas en inglés y varios párrafos de Boaventura de Sousa Santos, y paga casi siempre una ONG noruega. Vuelan los muy sesudos eruditos del dólar a las ciudades conflictivas pero no tanto, y se echan en cada una una novia, como los marineros de antaño. Luego le pasan una encuesta al alcalde y otra al jefe del puesto de policía y con los resultados envían a Oslo un memorandum con manchas de semen. Los noruegos piensan que se trata de sangre, sudor y lágrimas y aumentan la dotación económica, ya que los esfuerzos pacificadores van de vicio.”

“…Proliferan los grupos de investigación y los proyectos de investigación en todas las universidades. Siempre con variantes interesantes. Unos versan sobre violencia y justicia; otros sobre justicia y violencia. Hay muchos sobre Derecho y globalización, pero no menos que sobre globalización y Derecho. Lo del género también se va metiendo poco a poco, aunque todavía se les escapa la risa y la cagan.”

No creo que el veneno de este comentario venga del deseo de desacreditar a la competencia: al fin y al cabo, si le creemos a los comentarios anteriores, aquí hay cursos y mujeres para todos. A mí se me hace, más bien, que es la nostalgia propia de una academia donde abundan los sectores en decadencia: los de tantos glosadores, traductores y clases de 500 estudiantes. Nostalgia de tener una academia y unas ONG a las que les importe el sufrimiento fuera de la torre de marfil y que estén dispuestas a arriesgar la vida en el intento. (Imagino que alguien le habrá contado a García Amado que en las “ciudades conflictivas”, además de novias, hay bala para todo el mundo).

Afortunadamente tanto aquí como en España la gente seria está en otro cuento."

www.cesarrodriguez.net

17 comentarios:

Gonzalo Ramirez Cleves dijo...

Interesante la nota de César Rodriguez que no conocía, pero que ya fue motivo de acaloradas disputas en el blog del no bien amado profesor García Amado (en noviembre de 2007)... Estuve buscando el original del blog de Garcia Amado:www.garciamado.blogspot.com

Y me parece que ya le dierón suficiente "palo" en el blog de este señor a su nota sobre Colombia... Ver los comentarios... Sin embargo, yo también reproduje la noticia en Amicorum... en todo caso no solo tenemos a Ámbito JurÍdico (El periódico de abogados en Colombia) para enterarnos de lo que piensan los profesores de derecho...

Por favor miren la noticia original y los ofensivos comentarios antes de reproducirlos aquí también Roberto.

Post original de García Amado con comentarios algunos bastante fuertes y ofensivos:

http://garciamado.blogspot.com/2007/11/ay-colombia.html

rg dijo...

gracias. si, la novedad es la nota de Cesar. Cesar me habia anticipado que tenia ganas de hacerla, a fin de año, y yo estaba con ganas de leerla desde entonces, y me parece que esta muy bien.

Lucas A dijo...

Uh!, la verdad es que de García Amado leí su libro del Externado -ya hace tiempo- sobre Habermas y Luhmann y un artículo de Doxa sobre Habermas.

La verdad es que no me pareció muy bueno, su escritura no me atrapó además de ser trabajos introductorios, aunque debería releerlo, pero siempre valoré alguien que abre puertas hacia autores como Luhmann y Habermas, aunque no sean desde una teoría sociológica propiamente dicha sino más bien desde algún lado indeterminado (filosofía del derecho, tal vez, no lo sé). En definitiva, me parecía bueno e interesante. Ahora veo la posibilidad de separar obra y autor.

Me veo tentado, como dijo RG -no en el mismo sentido, pero algo en sintonía- a repetir un 'despedimos a otro "ídolo" '.

Al menos voy a separar ese libro de los libros de JH, NL y Karl Otto Apel que tan arriba en mi estima y tan bien ubicados en mi biblioteca tengo.

Sigamos,
Lucas.

Gonzalo Ramirez Cleves dijo...

Lo que quiero decir en el comentario es que la nota de Garcia Amado es una opinión mordaz y critica de la Academia en general quizas muy critica para nuestro temperamento (Se quizo creer Céline o Fernando Vallejo y no estamos acostumbrados en ver a profesores de derecho en estas lides )... pero tampoco es para que se vete en la Argentina... Su libro "Hans Kelsen y la norma fundamental", Madrid, Marcial Pons, 1996 lo utilice para mi tesis de doctorado y me pareció bueno....

fbarbosa dijo...

Me parece muy buena la nota de César. He leído el original del texto escrito por este personaje. Sencillamente vergonzoso. No hay derecho a ser tan torpe y estúpido.

No vale la pena seguir, mejor otro tema.

rg dijo...

pero el tema no es defenestrar a g.a., sino en pensar sobre una situacion mas comun y extendida, relacionada por caso con la actitud de los profes de afuera llegando a latinoamerica. cuanto nos respetan, que piensan de nos, que quieren de nos (y logico, la contraparte. pero a mi me interesa mas pensar un poquito en ellos).

GB dijo...

Realmente increible...no tuve la suerte de Lucas, yo tengo en lista de espera tres artículos de g.a. vinculados con el Dcho. penal, que voy a seguir postergando...Ahora, respecto de lo que señala rg me parece que en lo que refiere a algunos profesores extranjeros que vienen sobre todo a dar conferencias, puedo decir que los que trabajan en D. Penal dan conferencias muy muy básicas casi de manual. Esto siempre me ha llamado la atención y nunca pude determinar, si el ámbito de una conferencia no permite un vuelo más alto, si era subestimación del expositor a su audiencia o si por el contrario en algunos casos se debía el bajo nivel del expositor (en algún caso esto último es más que notable). Creo que puede haber de todo. No quiero tomar como referencia a g.a., pero la subestimación es un posibilidad. Otra cosa que me extrañó es a profesores en un reciente coloquio con profesores de D.Penal alemán era como los tipos eran requeridos al mejor estilo rock star, para firmar libros, autográfos,sacarse fotos, etc. ...en esas situaciones yo no se que puedan pensar ellos...
nada mas por ahora...

rg dijo...

uf, GB, contra ese rockstarismo es que hay que vacunarse...Ok, entiendo que, como dice Cesar en su comentario, hay quienes asumen la mentira y juegan a su negocio, intercambio espejitos por elogios, e invitaciones aqui por becas alla. Esto es irritante, mientras que lo de los autografos y el babeo frente a quien habla una lengua diferente aunque no diga nada, es triste, al menos en una mayoria de casos, en donde uno ve al colonizador que logra arrodillar a los colonizados, en fin

Anónimo dijo...

Hola... muy muy interesante esto. Aprovecho para plantear algo. Creo que muchos de los problemas descriptos se potencian porque el posgrado es una vaca lechera.

De alguna forma, las Universidades públicas, por ejemplo, han decidido no leer el art. 75 inc. 19 de la CN ("gratuidad y equidad de la educación pública estatal"), y han decretado que el posgrado hay que pagarlo.

Por las dudas, para ampliar el mercado, desde 2003, la ley 25.754 (sancionada 16 Jul 2003) estableció que ya no es necesario el título de grado para inscribirse en el posgrado (ver nuevos arts. 39 y 39bis de la Ley de Educación Superior, agregados por la 25.754).

Entiéndase bien: no estoy en contra de abrir las aulas universitarias a todo el mundo, incluso si no hay tal o cual título específico. Lo que me resulta dudosa es esta "apertura" selectiva: no importa si no tenés título, pero SÍ IMPORTA si no tenés plata.

Será que la educación gratuita de grado va a desaparecer?

Chau, un abrazo

Horacio, pasando calor en
Radio Tosco

David Hume dijo...

Amigos,

Yo no seria tan duro con Garcia Amado. El articulo es cero politically correct y peca de exceso en varias descripciones. Personalmente no me gustaria que alguien escriba en ese tono de Buenos Aires.......

Pero ilusta la enorme falta de seriedad y otros problemas derivados de la industria de los postgrados ligth en temas ligth.

Por ultimo, en cualquier caso, esto no deberia perjudicar la valoracion de su obra (si es que la tiene !). Dicen que Rosseau era un verdadero cabron !

Me meti en su pagina, hay partes donde me da un poco de lastima. Creo que muchos no han entendido la finalidad del (algo odioso) articulo.

Es decir, "no matemos al mensajero"....

Por ultimo, no creo que la academia espanola, en muchos temas, sea mucho mejor que la colombiana. Por lo menos en mi corta experiencia (donde no me levante a nadie....lamentablemente !!!)

Abrazo
DH

rg dijo...

pero fijate que estamos demasiado lejos de matar al mensajero. obvio que nadie lo va a perseguir, ni herir, ni daniar. nadie es lo suficientemente tonto como para pensar que si tiene algo bueno, escrito, no hay que leerlo. pero eso no quita que uno quede indignado por conocer el "punto de vista interno" de alguien, sobre uno. entonces se desilusiona, o ata cabos o empieza a encuentra razones para sospechar cuando lo ve citando extraniamente extraniamente a elster. pero repito, que es lo que a mi me intereso decir: el problema va mas alla de garcia amado, es mas estructural, y es mancha de aceite sobre los que vienen a la region. habla de la actitud colonizadora-cabrona-mentirosa de muchos de los que vienen (y luego hablamos de quienes van a escucharlos como asombrados).

Numerio Negidio dijo...

Soy lector habitual del blog de garcía amado y les aseguro que la Universidad española no sale mejorparada que la colombiana en sus críticas, ni tampoco los profesores o los estudios de postgrado, aquí y allí. Mejor que echarle la culpa sería reflexionar un poco sobre una situación que es generalizada en España y América del sur en esta calse de enseñanzas ¿no les parfece?

rg dijo...

Pero, Luisa, van tres comentarios donde trato de insistir sobre el mismo punto: no cargar las tintas sobre Garcia Amado, sino mirar un fenomeno que creo que es mas estructural. Por otro lado, solo una pequena cuestion sobre tu referencia a Garcia Amado: si alguien fuera (no digo que el) racista con los extranjeros, y racista con los que viven en su pais, el problema no se disolvio, sino que se hizo mas grande.

David Hume dijo...

Roberto,

Estoy de acuerdo ! Mi comentario, desafortunado, era en realidad respecto de la desmedida paliza y ausencia de autocritica que vi en blog de GA.
Saludos
David

Apelaez dijo...

Señor Gargarella: Apoyo su punto de mirar mas alla del profesor este. Hace poco comenté la columna de su colega en mi blog y recibí una andanada de insultos del E.Lamprea, que tambien es profesor de los Andes y colega de Cesar. Mi humilde opinión de ignorante era que Cesar era tan serio como el profesor. Bueno, la cosa iba medio en joda, pero desnuda tambien el desprecio que sienten los "académicos" contra los que no somos nada pero nos "atrevemos" a opinar pendejadas. El señor Lamprea llega al ridiculo absurdo de invitarme a la autocensura por cuestiones éticas y estéticas. Por dios. Eso lo esperaría uno de cualquier columnista indignado, pero no de un profesor universitario. Bueno, saludos.

Anónimo dijo...

J'ai appris des choses interessantes grace a vous, et vous m'avez aide a resoudre un probleme, merci.

- Daniel

Anónimo dijo...

Tengo tres tipos de observaciones para el blog de Cesar Rodriguez:

1. Creo que incurre en diversos errores de tipo empírico.
Por ejemplo, sostiene que en Colombia todos nos "pillamos" el engaño de los españoles, de modo que ningún académico "serio" paga un peso por los cursos y profesores de tercera categoría en España.
Un hecho notorio es la gran demanda que tienen las cursos, especializaciones, maestrías y doctorados en España por parte de los abogados colombianos. Entonces, a la luz del argumento de Cesar, o ninguno de esos muchos colombianos son "serios", o aùn no nos hemos "pillado" el engaño. En cualquiera de los dos casos le da razón al profesor García Amado.

2. Incurre también en errores lógicos y conceptuales.
Por ejemplo, pretende desvirtuar su crìtica a la academia colombiana afirmando la mediocridad de la española. Pero el que la academia española sea mediocre no niega sino confirma la tesis de García Amado. Y el que la academia española sea mala no le confiere calidad a la colombiana.

También se confunde cuando cataloga al "positivismo jurìdico" y a autores como Kelsen o Foucault como anacrònicos. Nuevamenten, afirmar esta anacronía supone, o comprender erroneamente sus tesis, o desconocer la forma en que estas corrientes teóricas se han renovado y enriquecido a lo largo del tiempo. En cualquiera de los dos casos el mismo Cesar demuestra que necesita con urgencia unas clases sobre positivismo jurídico (contemporáneo).

3. Finalmente, y aunque esto no desvirtúa el contenido de las afirmaciones de Cesar Rodríguez, creo que sí explica su "ira" por el acertado y agudo texto de GA.
Creo que él se siente aludido cuando habla de los "abogados sin corbata", de los estudios sobre "globalizaciòn y derecho" o "derecho y globalziaciòn" "políticas públicas y violencia" o "violencia y políticas públicas", o de las personas que se lucran del conflicto. ¿No es él el abogado sin corbata que ha abanderado los estudios sobre globalización del derecho y sobre el desplazamiento formado? ¿No se sintió retratado?

Creo que el escrito de GA es, dentro de su estilo, agudo, sincero y divertido.