6 sept 2008

Macri y la política de los jueces (I)

Según las declaraciones del procurador porteño, l@s jueces no pueden hacer política. Sus frases parecen asumir que los jueces están afuera del ámbito de lo político, como en un eter de la legalidad, y que toda acción con efectos (políticos, presupuestarios, administrativos, también legales, etc.) considerables es un exceso inadmisible. Todo esto, al decir: “Nosotros no estamos dispuestos a que siga actuando políticamente desde un cargo de juez".

Seguramente leyeron las notas de varios diarios (acá, acá y en especial acá) que comentan los pedidos de recusación (masiva, en todos los expedientes) que realizó el gobierno de la ciudad a un Juez.

Más allá de que (nos) guste o no lo que hacen los jueces activistas, y en especial, el peculiar activismo del Juez Gallardo, deberíamos leer sus sentencias, estudiar las razones, los fundamentos legales de sus decisiones, casi caso por caso, o sea, poner en perspectiva los hechos, y ver la implementación de sus decisiones (más allá de su impacto mediático). Sin haberlas leído, pero conociendo los compromisos con ciertos derechos que contiene la Constitución Nacional y especialmente la Constitución de la Ciudad Autónoma, el fondo de varias de las decisiones que tomó en referencia a derechos y necesidades básicas (dejo afuera las demás, muchas de alto impacto en la prensa) tienen fundamentos en derecho, más allá de que sea atípico que los jueces quieran/puedan/intenten asegurar esos derechos, los derechos sociales y otras garantías que el mismo orden legal (nacional o local) le reconoce a tod@s pero que la práctica judicial (histórica y actual) parecen negarles sistemáticamente. O sea, tomarse en serio esos derechos, en especial los derechos sociales, puede significar tomar decisiones que sacan al sistema político y a los mismo jueces de cierta inercia institucional.

Más allá del arbol, veamos el bosque. El mensaje dado por el gobierno de la Ciudad parece tener una dirección familiar, parece ser bastante claro. Suena a algo así como: "Ojo, cuidado con ejercer un activismo judicial!!! A quedarse en la autorestricción cotidiana!!! Sino les reforzamos las restricciones y de paso adoctrinamos a l@s jueces activistas. Bueno, al menos hasta que necesitemos un activismo amigable y a pedido del gobierno de turno, esto es, algún per-saltum, una arrancatoria, un zig-zag en precedentes que compliquen, alguna resolución abstracta de tema candente, alguna licitación que se resuelva de alguna forma determinada vía judicial, etcétera, etcétera... todos posibles modelos de activismo amigable al poder y, por ende, tolerables". Es@s jueces no estarán haciendo política.... seguro que no, por supuesto que no.

8 comentarios:

Alan dijo...

Totalmente de acuerdo.
Lo que hizo Macri es la embestida pública más fuerte contra la independencia del Poder Judicial en años... qué pasa que La Nación, siempre tan antenta al respeto a las instituciones, no se escandaliza?

Al margen, me parece que de todas formas sería bueno que Gallardo repasara el gran librito de Duncan Kennedy, "Libertad y restricción...". Usualmente, falla en "legalizar" sus decisiones y eso influye en que después sean revocadas o el gobierno, simplemente las incumpla.

De todos modos, al lado de los jueces pretendidamente ascépticos, me quedo toda la vida con el muñeco Gallardo!

dn dijo...

Es "autodescalificante" realizar tal solicitud masiva sin detenerse en cada hecho, cada razón y norma. Abrir el paraguas de accionar politico en poder judicial sin detenerse en los fundamentos es una especie de argumento suicida.

Además, porque respetar la cuestion politica no judiciable o la (supuesta) politica desde el poder judicial y pasar por arriba la independencia de los jueces como arbolito ahi arriba escribía.

Y, personalmente, me resultó siempre un tanto "chocante" repudiar la politica desde el PODER judicial.

Saludos!

Lucas A dijo...

A ver, ahí el problema, Arbolito.

Qué pasa si lo jueces leen a los mejores autores y también, porqué no, a DK y hacen más sólidas sus sentencias en terminos legales, que nuevamente, la legalidad, los principios de la interpretación de los DDHH, marcan una dirección muy clara. Todos los jueces, en una jurisdicción donde la constitución dice que todos los derechos son operativos (acá como en muchas provincias) deberían ir en la misma dirección. Qué pasa cuando en lugar de la embestidad o con la embestida hay indiferencia o los políticos ignoran conscientemente al poder judicial y este parece no poder hacer nada?

Si el esquema institucional permite eso, bueno, adios frenos y contrapesos. O quedarán guardados para hacer una ficción, una vez cada tanto, un teatro con guión, entre poderes.

Daniela, muy bueno traer la doctrina de las cuestiones políticas no judiciables, un hijo de estas creencias sobre política y justicia. O un padre de este tipo de reacción, porque el mismo Marbury vs. Madison, parece tener esta división, tal vez no de idéntica forma, pero con similitudes relevantes. Por eso la importancia de identificarlo y discutirlo 205 años después.

Sigamos, che
Lucas

Alan dijo...

De acuerdo, pero a lo que apuntaba es a que Gallarado debería ser un poco más estratégico. Un juez activista, para poder seguir cambiando cosas con sus decisiones, tiene que ser consciente de sus límites.
Ya se salvó de un juicio político (muy burdo, por cierto) que le inició Ibarra. Ahora tiene que enfrentar este ataque de Macri... vale la pena entonces que se exponga por cuestiones como ordenar cambiar el nombre de las calles???
Es cierto que no es este el caso, pero con ese tipo de movidas resta para cuando tiene que garantizar realmente un derecho.

Lucas A dijo...

Ser conscientes de los límites, es primero testearlos. Ese es un primer problema.

Y "gran librito" (en tu referencia al libro de DK), es un oxímoron, una contradicción en términos, che (no es que yo sea un fanático de la lógica y todo eso) pero es como decir besito grande, agua seca, mar dulce, azucar salada, constitucionalista democrático y juez activista =)

Sigamos,
L.

Alan dijo...

exactamente, es un oxímoron... y como tal, fue adrede.

siguiendo con este tema, solo dos cosas que me preocupan:
1. Decía que a Gallardo a veces le falta estrategia... hacer una conferencia de prensa en la legislatura, con diputados opositores, me parece la mejor muestra.
2. Es inentendible que no hayan pronunciamientos públicos sobre el tema de los opinólogos de siempre... por qué Gallardo les cae mal, no dicen nada?
Me parece que hay un silencio atroz con respecto a esta embestida macrista.

Lucas A dijo...

Sí, hay que ver cómo evoluciona la situación. Y cuál es el escenario en el consejo de la magistratura de la ciudad y en las instancias posterior.

Sí, la mezcla jueces y diputados opositores sería interesante, novedosa... tal vez explosiva, también... no sé..

las instancias de participación, de experimentalismo judicial, me parecen que las prefiero más que las netamente políticas sin participación y deliberación pública y transparente, por eso una reunión con los opositores, puede ocultar algo, no sé. no sé. dudas.

Sigamos. L.

Pedro Caminos dijo...

Buenas... me permito una pequeñísima disgresión. Está claro que los ataques directos contra jueces, como ocurre ahora con Gallardo, son repudiables.
Si la pregunta es por qué hay cierto "silencio" con respecto a la avanzada macrista, creo que en este caso puede haber dos respuestas (no excluyentes). Una es, como ya sugirieron Uds., que las ideas de Gallardo no son en general bien recibidas (y eso hace que no tenga muchos amigos). La otra tiene que ver con que, quizás, en un fuero que no se caracteriza precisamente por la eficacia en el servicio de administración de justicia, el juzgado de Gallardo no es, precisamente, uno de los mejorcitos. Y probablemente eso tampoco le debe sumar demasiados amigos.
En fin, tenía ganas de meter baza, y creo que me mandé cualquiera. Saludos,