Me acuerdo de la época de la dictadura, cuando se naturalizó la idea de las células terroristas que nos amenazaban. Entonces, algunos eran detenidos, su "guarida" allanada la policía, y luego aparecían enseguida los medios a señalarnos, con aire de escándalo, que se habían encontrado panfletos de izquierda, fotos reivindicativas de Cuba, una impresora desde donde los detenidos planeaban seguir inundándonos de su propaganda mentirosa, molotovs. Finalmente, se certificaba la legitimidad y legalidad de la detención, diciéndosenos que el grupo en cuestión quería imponernos sus ideas por la fuerza. Así que todos a dormir tranquilos. Los terroristas estaban detenidos, el Estado nos protegía.
Veo en estos días actitudes y procedimientos muy similares, contra integrantes del Movimiento Teresa Rodríguez, un movimiento de base que trabaja desde hace años, silenciosamente, en tareas comunitarias; mantiene la independencia que puede, frente al gobierno; e insiste dignamente con ideas que siguen una retórica a veces vieja, a veces -como en este caso, y en mi opinión- de forma muy equivocada, con color de izquierda.
Repudiamos todos los rasgos inaceptablemente antisemitas que tuvo su acto de la semana anterior. Pero los errores que cometieron no justifica lo que está pasando: cantidad de detenidos sin pruebas que avalen la detención; un centro comunitario allanado y destruído, una impresora y papel en blanco secuestrado, denuncias de "panfletos de izquierda," "sorpresivos hallazos" de bombas molotovs, y alegatos durísimos en nombre del art. 213 del Código Penal, dirigido contra grupos que pretenden "imponer sus ideas por la fuerza."
Me resulta claro que el gobierno quiere despegarse rápidamente de los vínculos que ha tenido y tiene con el grupo -uno más que recibe, también, miles de subsidios oficiales- por lo que hoy está ansioso de demonizar al grupo, despegándose de él y señalándolo como lo que no es. Jueces, funcionarios políticos y medios se dan la mano, y volvemos a hablar de grupos terroristas enloquecidos. Me parece que se trata de otra cosa, me parece que hubo una actitud equivocada, inaceptable, por parte del grupo, pero también estoy convencido de que no estamos frente a una célula terrorista nazi. Se trata de un grupo de desocupados, que recibe subsidios de parte del Estado, que realiza increíbles tareas de gestión solidaria, y que como tantos grupos de izquierda a veces asumen actitudes incomprensibles, erróneas. Pero a los jueces, a los medios, a los funcionarios del gobierno debemos insistirles en que no vuelvan a demonizar, a inventar historias de enemigos terroristas que nos acechan.
Veo en estos días actitudes y procedimientos muy similares, contra integrantes del Movimiento Teresa Rodríguez, un movimiento de base que trabaja desde hace años, silenciosamente, en tareas comunitarias; mantiene la independencia que puede, frente al gobierno; e insiste dignamente con ideas que siguen una retórica a veces vieja, a veces -como en este caso, y en mi opinión- de forma muy equivocada, con color de izquierda.
Repudiamos todos los rasgos inaceptablemente antisemitas que tuvo su acto de la semana anterior. Pero los errores que cometieron no justifica lo que está pasando: cantidad de detenidos sin pruebas que avalen la detención; un centro comunitario allanado y destruído, una impresora y papel en blanco secuestrado, denuncias de "panfletos de izquierda," "sorpresivos hallazos" de bombas molotovs, y alegatos durísimos en nombre del art. 213 del Código Penal, dirigido contra grupos que pretenden "imponer sus ideas por la fuerza."
Me resulta claro que el gobierno quiere despegarse rápidamente de los vínculos que ha tenido y tiene con el grupo -uno más que recibe, también, miles de subsidios oficiales- por lo que hoy está ansioso de demonizar al grupo, despegándose de él y señalándolo como lo que no es. Jueces, funcionarios políticos y medios se dan la mano, y volvemos a hablar de grupos terroristas enloquecidos. Me parece que se trata de otra cosa, me parece que hubo una actitud equivocada, inaceptable, por parte del grupo, pero también estoy convencido de que no estamos frente a una célula terrorista nazi. Se trata de un grupo de desocupados, que recibe subsidios de parte del Estado, que realiza increíbles tareas de gestión solidaria, y que como tantos grupos de izquierda a veces asumen actitudes incomprensibles, erróneas. Pero a los jueces, a los medios, a los funcionarios del gobierno debemos insistirles en que no vuelvan a demonizar, a inventar historias de enemigos terroristas que nos acechan.
10 comentarios:
Uf!, estamos en llamas profesor! (leía apasiblemente su nota al juez Blanko y me saltó el post en plena cara).
Gracias por tan desafiante provocación.
1.- No es coincidencia, no puede serlo...tu percepción (que comparto) de "demonización" al MTR, poco después de tus posteos anteriores sobre monstruos...y sobre el "apalling" estado de nuestra democracia.
La deshumanización como forma de discurso "decible abiertamente" en la vida pública nos tiene completamente fucked up, "desfraternalizados".
Todo (todos) es (somos) demonizable, monstuosable, animalizable...y entonces, tirémosles con el derecho penal (un derecho para monstruos?)
2.- Hay entre el universo de lectores/as del blog genios/as del derecho penal que puedan voluntariarse para asegurar el debido proceso de los/as sospechosos/as?...o la vinculación posible de los/as sospechosos/as con actos tan repudiables y vergonzantes como los ataques realizados demandaría a los/as abogados de bien abstenerse de defenderlos/as?.
Yo tambien sigo insistiendo que hay aires de dictadura con discurso democratico...
Igual, ojo, que una cosa es ser antisemita y otra cosa es ser antisionista: uno puede no tener ningún tipo de prejuicio contra los judíos (e, incluso, serlo o tener ancestros judíos...como mi caso), pero estar MUY en contra y repudiar las prácticas terroristas del estado de Israel contra el pueblo Palestino.
Digo, ya que estamos hablando de la dictadura, decir que alguien que repudia las prácticas terroristas de Israel es "antisemita" es un argumento tan faláz como el que sostenía que había una campaña "anti-Argentina" en la época de la dictadura (cuando era claro que no era contra Argentina, sino contra la dictadura genocida que la gobernaba en aquel entonces).
Hola Gust, realmente creo que, en todo caso, los chicos y chicas del mtr necesitan ayuda, por mas que eventualmente no coincidamos con lo que han hecho, o lo repudiemos (aunque, aclaro, lo que yo vi que hicieron -que no se si es todo lo que hicieron- fue un repudio al estado de israel por politicas que muchos de nosotros atacariamos. claro, en el contexto argentino, me parece un desatino no advertir que estamos en el marco de una sociedad que ha cometido atentados gravisimos contra instituciones de la colectividad, y por eso me parece que lo de ellos fue super-irresponsable. pero digo esto porque no quisiera decir que realizaron actividades directamente antisemitas, porque eso -que pudo ser, y si fue lo super repudio- no me consta realmente)
La situación es compleja, y da para pensar varias aristas. Cuando no tengo respuestas opto por las preguntas ¿los medios de comunicación consideran antisemitismo a todas las situaciones que merecen denominarse así o solo cuando se “ataca” a determinado grupo (religioso, de clase, de raza, etc)? ¿qué lugar ocupa y cómo juega el “poder” en esta situación?
En la última revista noticias, pág. 34 (ay...la leí, sí...la foto que acompaña la nota es toda otra contribución a la demonización) Karina Lourenzo, del MTR responde a un par de preguntas: "noticias: por los incidendes se los llamó antisemitas" "LOURENZO: No somos antisemitas, somos antisionistas" "NOTICIAS: Había pintadas y cantos en contra de los judíos" "LOURENZO: Estamos en contra de las políticas de Israel, no contra el pueblo judío".
Pertinente aclaración de Lourenzo.
Creo que a la luz de la historia de prejuicio y estigmatización antisemita, el MTR bien podría comunicar públicamente ahora con muy buen grado de precisión el alcance de su expresión y su crítica a las políticas del gobierno de Israel que identifica como injustas, violatorias de derechos humanos, etc..
La "demonización" también se solidifica sin gestos claros (cuando son posibles) que eviten la tergiversación del mensaje.
Sobre todo, porque la insoportable liviandad con que los medios etiquetan no debe ser ignorada por quienes lanzan(mos) mensajes públicos.
si, es cierto. igual, yo lei cantidad de comunicados de ellos desde entonces, pero si
> "LOURENZO: No somos antisemitas,
> somos antisionistas"
Traducción: "somos antisemitas, pero sabemos que no queda bien decirlo".
"Antisionista" se declaraba la revista Cabildo ya a principios de los '80. Es el eufemismo más común usado por todos los nazis que conozco. Aun cuando fuera legítima esa diferencia, el uso la vuelve irrelevante a esta altura. Salvo que los del MTR hayan vivido en una cueva las últimas decadas. Lo cual es posible, claro.
Seguramente no son una célula terrorista, pero no puedo creer que "somos antisionistas" no les haga ruido, chicos.
huili, lo digo (que no son antisemitas) por conocer algo de algunos de ellos, pero obvio que puedo estar equivocado
No, claro. Obviamente yo también puedo estar equivocado. Simplemente comentaba que esa declaración no es nada tranquilizadora, más bien todo lo contrario...
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