11 nov 2007

Aclaración habermasiana sobre las reglas del discutir

Especialmente después de cruzada la barrera simbólica de los 100 posts podemos aprovechar para repasar algunas reglas del juego que jugamos, de lo que habitualmente hacemos por aquí: debatir, dialogar, deliberar, intercambiar ideas, puntos de vista, disentir, discutir, etcétera. Ahora, ¿Qué reglas implícitas aceptamos cuando entramos en una discusión? Intentaremos presentar una aproximación habermasiana a la cuestión.

Desde esta perspectiva se piensa que aceptamos cierta ética mini-universalista al discutir. Una ética propia del mundo social, no metafísica sino emergente de una práctica que realizamos tanto en nuestra esfera privada como en la pública. La práctica de tomar a nuestro entorno social como susceptible de entender e intercambiar razones con el fin de comunicar, entender y comprender, o sea, esta ética es con-natural a la práctica de la comunicación y discusión (una práctica social del también muy habermasiano "mundo de la vida"). Aquel que argumenta contra la discusión realiza una contradicción performativa (niega su propio actuar, por ejemplo, al decir "dar razones no sirve para nada, por tal o cual razón" etcétera). Así, la justificación de la práctica de discutir que realiza Habermas, "quiere evitar la remisión, tradicional en filosofía moral, a la conciencia, al fuero interno, y apoyarse en las formaciones intersubjetivas, consiste en explicitar los presupuestos de naturaleza ética que siempre están presentes en la práctica cotidiana, en las circunstancias de los actos de palabra y en la argumentación."


Entonces, ¿Cómo se justifica su ética? Se "parte del hecho de que quien se mete en una discusión (aun el que es escéptico en el campo de la práctica" de discutir "o el cínico partidario de la violencia) ya está comprometido con el elemento moral, en la medida, al considerar válida una pretensión propia, apunta necesariamente al acuerdo: desde el momento que habla, el participante no puede no suponer el consenso como fundamento de la legitimidad de la relación entre las personas, aunque fuera para despreciarlo oficialmente".


"Desde luego, se puede decir que la participación consecuente en una argumentación ejerce una coacción sobre todo el campo de acción de un agente que se vincula, inmediatamente o no, con su objeto. Finalmente, el que discute (aun el relativista) es sin embargo universalista: por ejemplo, en el nivel más simple, porque la discusión supone idealmente valores, tales como el carácter respetable de las personas suceptibles de intervenir en ella y de sus intereses, su igualdad de principio, la exclusión de la violencia en favor de la reciprocidad, etc. - valores que no pueden dejar de ser realmente experimentados, aun intuitivamente, como fuentes de obligaciones específicas-".


"Pero sobre todo, en la medida en que el participante en una discusión debe admitir implícitamente que la verdad de un enunciado, pero también la validez de una norma, son suceptibles de ser fundamentadas racionalmente por la misma discusión, se puede decir que ha admitido también que existe un fin mínimo de la voluntad, al que se puede conferir incondicionalmente una fuerza de obligación: la exigencia, precisamente, de hacer que una norma de acción pueda ser reconocida como válida por cada uno en una discusión sin coacciones".


Por lo tanto, si pensás que lo transcripto es discutible, estamos de acuerdo. Estás adentro.

Extractos del libro de Stéphane Haber - Habermas y la sociología, Nueva Visión, 1999. (Habermas et la sociologie, Presses Universitaires de France, 1998).

23 comentarios:

beto dijo...

Quisiera agregar algo:

"Se claro, honesto y eficaz, y ve directo al punto", Van Emmeren y Grootendorst. Principio de la Comunicación, "Argumentación, Comunicación y Falacias", Ediciones Universidad Católica, Santiago de Chile.

Faltarían, además, unas pequeñas reglas de cortesía.

Y, por último, faltaría, siempre, una buena cuota de humor (aunque no tiene que venir expresado en reglas del uso del humor en la práctica argumentativa).

Saludos. Felicitaciones por este espacio de discusión.

En un próximo comentario, espero distinguir entre debate y discusión desde una perspectiva pragma dialéctica.

A D'O dijo...

Pocos actos comunicativos escapan a la discusión en su totalidad. Solo aquellos que se agotan en pocas palabras, quizá. Mientras seamos seres comunicativos, la discusión no nos deja opción: manifestamos nuestras opiniones o deseos para diferenciarnos del resto. Voilà, ya estamos en el umbral de la discusión.

Adhiero a lo de las normas de cortesía, sin duda.
Con respecto al humor, si bien no puede venir como regla quizá lo podemos incorporar personalmente quienes estamos de acuerdo con que el humor allana canales comunicativos.

Martin Böhmer dijo...

Che, Lucas, no seas imperialista!
Para que necesitás la traducción castellana de un texto francés que intenta dar sentido a un texto alemán, cuando tenés al criollazo de Carlos Nino a mano?
CN lo dice antes, mejor, saca más conclusiones útiles para el derecho, es menos pro status quo, lo aplica a problemas nuestros y encima escribió en castellano!!!
Voto a Palas Atenea! Cuánto cipayo dando vueltas!!! :)
Abrazo
MBohmer

Dushyant dijo...

Antes de participar podria aconsejarse tomar este test:

http://www.yourmorals.org

Lucas A dijo...

Me extraña Martin. Justamente Nino y tomar en serio lo que decía me hizo llegar a estos textos de Habermas, Otto Apel y Albert.

Nino dice "Habermas intenta mostrar que cuando argumentamos para convencer a otros presuponemos necesarimente el principio de universalización entendido como imparcialidad (pág.101)". Y sigue "Según Habermas, un escéptico sólo podría librarse de este presupuesto si se aparta de la comunidad de quienes argumentan. Pero no hay una solo forma vital socio-cultural en el mundo que no esté, conectada, por lo menos implícitamente, a una prosecución de la acción comunicativa, por muy rudimentaria y poco institucionalizada que sea. Si alguien pretendiera alejarse durante un tiempo prolongado de los contextos de acción orientada hacia el entendimiento, se sumiría en un aislamiento tal que se expondría a la esquizofrenia y al suicidio (pag. 101)".

Obviamente no te digo qué libro estoy citando porque sé que tenés uno idéntico (pero con una dedicación del autor =) ).

Realmente fue azarosa la elección, aunque estoy muy en esas lecturas ahora. No sabía que me iba a cruzar con el nacionalismo vernáculo, pidiendome Nino. Justamente a mi!!!!

Tema interesante es ver la evolución Habermas y Nino. Me parece súper importante ese tema. Son casi contemporáneos los desarrollos de sus ideas y varios aspectos. La Tanner Lectures de Habermas en Harvard debe haber caído en manos de Nino.

Nino y Habermas van a terminar, de diferentes formas y con justificaciones no tan distintas (pero sin con densidad desigual), hablando de lo mismo: Derecho, Moral y Política.

Es más Habermas tendrá su artículo: "Razón y positividad: sobre el entrelazamiento de derecho, política y moral".

El gran Ángel Oquendo hizo un muy buen artículo sobre ambos Nino-Habermas, salión en Oxford Journal of Legal Studies (2002). Lo intentaré comentar en el corto plazo por estas playas.

La próxima cito al Nino de R.Alexy en alemán, che. Auf Wiedersehen

Alejandro Haimovich dijo...

Hablando del amigo Jürgen aprovecho para meter un bocadillo en relación a un tema que me parece interesante y que tiene que ver con las concepciones consensualistas y conflictivistas de lo político y de las relaciones en este sentido que pueden explorarse con las concepciones de democracia, representación, deliberación, juego, ingenieria constitucional y muchisimos etceteras.

Estuve viendo ultimamente el texto de Chantal Mouffe "en torno a lo político" que critica a Habermas despiadadamente

Mouffe cuestiona aquellas perspectivas que, fundamentalmente desde el campo “progresista”, proponen una visión optimista de la globalización constituyéndose en defensores de formas consensúales de democracia; exponiendo que aquellas, lejos de favorecer a la profundización de la democracia o a su fortalecimiento, contribuyen en cambio a acentuar los problemas de las instituciones democráticas actuales.

Para ella estas concepciones se niegan a reconocer la dimensión antagónica que es constitutiva de lo político. Son, en definitiva, concepciones “antipolíticas” que no solo son erróneas teóricamente sino que además implican riesgos políticos.Estas visiones se fundamentan en una concepción errónea e idealizada de la condición humana, en la cual los hombres se encuentran impulsados por la empatía y la reciprocidad. Concebir la política en términos de consenso y reconciliación, en términos de un “consenso racional universal”, lleva por un camino opuesto al formulado en el discurso teórico político, recreando en realidad las condiciones de emergencia de nuevos antagonismos al no proveer a los conflictos y actores formas legítimas de expresión asi que considera el ámbito de lo político como un espacio de antagonismo, de poder, de conflicto.
Aqui el liberalismo, como posición teórica y política hegemónica, se caracteriza por un enfoque racionalista e individualista que impide reconocer la naturaleza de las identidades colectivas.

Nuestra amiga se la agarra especificamente con Habermas en tanto uno de los defensores mas sofisticados de la superioridad moral de la democracia constitucional liberal planteando que en Habermas los derechos humanos constituyen la respuesta de Occidente a los desafíos específicos planteados por la modernidad social, sosteniendo que todas las sociedades, al enfrentar problemáticas similares, están destinadas a adoptar sistemas legales standards basados en los derechos humanos, independientemente de su bagaje cultural. Ellos (según Habermas) proveerán el único fundamento aceptable de legitimación, no existiendo alternativas a las democracias constitucionales liberales basadas en el consenso ni a la occidentalización de las sociedades.
Para Mouffe otro aspecto antipolítico de la concepción de Habermas reside en que en su interpretación teórica discursiva de la democracia se requiere atribuir una función epistémica a la formación democrática de la voluntad, donde el proceso democrático extrae su legitimidad no ya de la participación política y de la expresión de la voluntad popular sino mas bien de la accesibilidad general a un proceso deliberativo que busca expectativas sobre resultados racionalmente aceptables.

bueno me parece que se me fue la mano con el bocadillo y me salio esto un poco desprolijo, las disculpas del caso.

Saludos

Lucas A dijo...

Alberto, claro que el humor importa y mucho. Me importa mucho, aunque las formas y la solemnidades a veces priman en muchos de los partícipes de las discusiones, especialmente las legales académicas. Esperamos tu distinción debate-discusión desde una perspectiva pragma dialética, wow!

Ya habrá discusión y humor. Pronto! Me diste una idea genial!

Coincido con Aldana D'O en que el humor puede venir más como suma personal. Pero simplemente para hacer el contrapunto, pienso que no hay acto comunicativo que escape a la discusión, incluso aquellos que se agotan en pocas palabras comunican y entran en el. Hasta el silencio comunica! Todo es comunicación, incluso cuando entra la fuerza y rompe la comunicación. La fuerza (algo diferente) comunica.

A D'O dijo...

Sí, Lucas, de acuerdo. El silencio comunica...pero...¿El silencio implica discusión?

Leonardo Filippini dijo...

Y si todo es comunicacion, Lucas, cual es la gracia?

Un abrazo,
L.

Lucas A dijo...

Alejandro, Creo que Mouffe tiene un punto que no es el suyo sino de tantos críticos del liberalismo, con C. Schmitt a la cabeza, pero bien lo señala.

Ahora Habermas, me parece que le escapa o intenta escapar con mayor soltura a la problemática, a pesar de que no lo logra del todo. Mi impresión, con lecturas siempre insuficientes en este tema complejísimo será que está mejor parado para recibir este tipo de golpe que muchas/os otros (tal vez con la exclusión de H. Arendt entre otros).

Leí el capítulo que Mouffe le dedica a Rawls ahí me parece que es más claro y efectivo el golpe. Podrá haber defensores de Rawls sober eso.

No leí el de Habermas. La edición de Paidós (tengo la idea) me resulta imposible de adquirir y todavía no lo pude encontrar en oferta. Pero tengo La Paradoja democrática (gedisa, más baratita, leída). Pero intentaré responderte desde mis lecturas de Habermas.

Habermas puede recibir ese golpe porque no confude deliberación política con deliberación moral. Que es lo que Mouffe parece criticarle al liberalismo. Schmitt en "Sobre el parlamentarismo" señala esto, por ejemplo. Sus procesos de toma de decisión pueden aceptar razones ético-políticas las que serán objeto de negociación (y deliberación) en la teoría habermasiana. Habermas, quiere conciliar el liberalismo con el republicanismo, Kant con Hegel, Kant con Rousseau, de hecho lo pretende hacer para fundamentar su posición lo que le quita ese caracter antipolítico que los hegelianos-comunitaristas le denuncian. Ojo, los liberales le dicen que es insuficientemente liberal. En fin..

Tengo entendido (ya más difusamente) que Habermas es uno de los que afronta más directamente el caracter político, lo político a lo Schmitt, la definición del enemigo, el decidir en la excepción, lo adversarial, agonal, el conflicto permanente. No lo niega, eso, pero lo procedimentaliza y lo deja afuera de su teoría de la democracia basada en la ética de la discusión.

Lo que se debe mantener, no de la crítica de Mouffe (que no leí para Habermas), pero he visto varias críticas a su modelo de racionalidad ideal (que es muy compleja y no entiendo) y, otro tema criticable, ya devuelta en la línea de Mouffe es, qué hacemos con el conflicto político que no es discursivamente institucionalizado/institucionalizable, las relaciones de fuerza y el poder más en bruto (a veces racional a veces no racional, que suelen ser los que provocan la comunicación coaccionada e impiden la comunicación sin coacciones).

Todo esto, entre otros ochenta mil aristas criticables (psicológicas, sociológicas, politológicas, antropológicas, religiosas, linguísticas, pragmáticas, históricas, hermenéuticas,en un extenso etcétera) de una teoría que Habermas construyó en sus casi ochenta años =).

O sea. sigamos, che, que hay para rato...

Dushyant dijo...

De Habermas recomiendo "Theorie des kommunikativen Handelns"

Parece que recien en esta obra Don Jürgen se ha dignado en seguir la observacion de Popper. Dijo Popper: "Estoy seguro de que (Habermas) es completamente sincero. Pero pienso que no sabe cómo
exponer las cosas con sencillez, claridad y modestia, y no de un modo tan impactante. La
mayor parte de lo que dice me parece trivial: el resto, erróneo."

(RG: A veces hay que insultar para lograr como dijera
Habermas 'kommunikative Kompetenz', competencia comunicativa)

Alejandro H.:

En cuanto a Mouffe, ella parte de la concepcion schmittiana de politica, la distincion amigo-enemigo.

La de Habermas y Cia, es en efecto una concepcion anti-politica en terminos schmittianos.

(Disgresion:En Argentina tienen Uds. un magnifico schmittiano, Dotti que escribio un libro un poco denso que incluye algunos parrafos sobre RG solamente para decir que RG le dedica uno o dos renglones a Schmitt si mal no recuerdo).

Lucas A dijo...

Aldana, tengo intuiciones encontradas. Dame tiempo y te intento dar una respuesta que seguramente no resultará satisfactoria.

Leo, no sé a dónde apuntás con tu pregunta. Lo que digo es que todo acto es comunicativo, no en términos Habermasianos, sino en terminos más generales. Toda acción u omisión comunica. Un acto no linguístico, un acto del no-habla, es tan interpretable como la comunicación linguística al mismo tiempo que comunica (algo, tal vez, siempre indeterminado). Esa era mi idea.

Beso para Aldana y Abrazo para Leo.

Alejandro Haimovich dijo...

Bueno claro esta que Mouffe retrabaja sobre categorías de CS, en especial la de amigo/enemigo, transformando la ecuación de antagonica en agonica con el rescate de lo adversarial. Eso ya esta como bien apuntaba Lucas en "la paradoja democrática"...pero plantea la imposibilidad de erradicar el antagonismo y al mismo tiempo la posibilidad de un pluralismo democrático y sostiene (contra Schmitt) que tales afirmaciones no resultan mutuamente excluyentes. La forma que debería adquirir una construcción democrática del binomio debe ser aquella o aquellas que no destruyan la asociación política, reconociendo vínculos comunes entre los actores del conflicto. lo que me parece interesante de "en torno..." son las criticas a las propuestas consensualistas, universalistas, cosmopolitas de JH y de otros autores como UBeck, digo, creo que ahi hay una clave de lectura interesante en el sentido de confrontar aquellos modelos con estas posiciones que se asignan fundamentos "reales" del sentido de lo político


Respecto a J. Dotti no se si el que haya escrito sobre CS lo hace "Schmittiano"... pero hay un dato mucho mas interesante sobre JD y es que aparece en el filme "asesinato en el senado de la nación" según se comenta.

Lucas A dijo...

Muy buen dato! jaja Jorge Dotti un grande! Sus libros de Rousseau, Kant, Hegel (Dialética y Derecho) y Schmitt son muy recomendables. También tiene un librito sobre Alberdi, Justo y Aricó. Todos de primera. Muy buen profesor.

La revista, Deus Mortalis, también excelente. Un artículo suyo "Una lectura decisionista de Moby Dick" (algo así) simplemente fascinante.

Leonardo Filippini dijo...

Gracias Lucas,
Te queria preguntar adonde te lleva tal afirmacion. La fuerza es interpretable tanto como un argumento escrito bien articulado, decis. Muy bien, aceptamos eso, y entonces?
L.

Lucas A dijo...

Leo, a ver. No sé dónde me estoy metiendo pero exploro mis intuiciones. Ahora entiendo a dónde apuntabas un poco más.

Simplemente quiero hacer énfasis en que usualmente vemos como actos comunicativos, a aquellos actos que se vinculan más con los argumentos, las razones, la discusión y la deliberación, y por otro lado, estoy interesado en ver si no estamos siendo un poco miopes al dejar todo otro espectro de símbolos fuera de nuestra atención sobre los actos comunicativos.

Hace un tiempo estoy interesado en estudiar (pero hace tiempo que no tengo tiempo) qué comunica el diseño arquitectónico de las instituciones. En el 2002 me resultaba claro. Hoy también está presente, de muchas formas. La casa rosada tiene ochenta mil puertas pero se entra por una pequeña entradita cerca de una garita con un guardia. El congreso tiene unas escalinatas enormes pero se entra por un lugar que cabe una sola persona, en una puerta giratoria. La facultad de derecho de la UBA tiene unas escalinatas enormes, pero no son de ingreso, uno las usa, cuando le entregan el título. Las escalinatas son de egreso, no ingreso. A mí, todo esto, me comunica muchísimo.

Tantas otras prácticas y usos no línguísticos me comunican cosas, sin tener un mensaje, ni muchos fundamentos preconfiguarados, ni razones, pero al pertenecer a una sociedad o a un sistema (político, económico, etc) y al estar yo ahí, le busco sentido.

Lo que veo ahí es la forma simbólica, sugestiva, de la comunicación no linguística. También algo me sugiere que de esta forma puedo encontrar sentido que se expresa de otra vía (forma), no argumentativa o linguísticamente. Y sobre todo, lo que digo, es que importa interactuar con el mundo de la comunicación linguística pero también con el mundo de la comunicación extralinguística. Pero primero hay que abrirse a ese mundo.. y verlo. Primero hay que identificar esa comunicación. En fin, no sé.

Sigamos...

Lucas A dijo...

Al diseño y el uso (oficial, público, social, etc) de las estructuras arquitectónicas me refería. Aclaro..

rg dijo...

lucas, una tesis ahí

Leonardo Filippini dijo...

Otra pregunta Lucas, vos igual dirias que los argumentos deben recibir una consideracion privilegiada en nuestra comunicacion constitucional? O todo lo que comunica merece el mismo tratamiento?

En la Argentina reciente encontramos algunos intercambios con un poco mas de osmosis entre la argumentacion razonada y la arquitectura.

La discusion para la construccion de rampas de acceso al Palacio de Justicia, por ejemplo, se planteo como una cuestion de "acceso a la justicia" juridica y arquitectonicamente hablando.

Tambien el destino de un edificio publico como la ESMA parece signado por una discusion fundamentalmente simbolica, que permea fuertemente sobre las conclusiones juridicas a su respecto.

Y recuerdo que en derecho penal leiamos al analisis de Foucault sobre el panoptico.

No se si hay tanta miopia, Lucas, la discusion esta por ahi, flota a la espera de que le des mejor articulacion e impulso cuando te decidas.

Abz,
L.

Lucas A dijo...

Leo, disculpá la tardanza. Estoy no miope, sino ciego en estos temas. Lo que diré es muy tentativo y me dejaré guiar por las intuiciones.

Comienzo por lo último. Sí, lo veo. Tenemos más de eso y está súper bien con respecto al acceso de justicia, esma y panóptico (pensé en desarrollar una idea sobre eso al escribir y finalmente omití), pero sigo sosteniendo que es muy grande o, como decís, hay mucho por hacer.

Los intentos que vos marcás me parece vienen a romper algunos esquemas de lo estático que es todo, pero no a poner en la agenda eso.

Debe la comunicación no argumentativa tener un status equivalente en la comunicación constitucional?

Mi idea acá es que muchas veces vemos sólo la interacción argumentativa, por ejemplo, entre los poderes. Y no la fáctica, no la comunicativa no linguística.

Entonces para evaluar cuán fuerte, independiente, dispuesto a poner frenos, a ser guardián, es un poder, tengo que ver su capacidad de manejarsse a través de procesos no argumentativos porque los demás actores del poder, lo hacen. La interacciones comunicativas de los actores constitucionales que repercuten en la realidad constitucional puede estar estructurada argumentativamente pero es más compleja.

Lucas A dijo...

Apreté, publicar, che.
Me faltó: Abrazo, che, sigamos"..

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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