2 jul 2008

Siegel-Post / Post-Siegel: Post-Fissianos

Ayer se llevó acabo la primera jornada de discusión del Seminario de Derecho Constitucional que están dando Reva Siegel y Robert Post en la Universidad de Palermo. La primer sesión fue sobre "Equality Protection After Brown" y se concentró en formas de protección, estrategias y estudios de acciones antisubornidatorias en el ámbito de la discriminación de género, especialmente, en los entornos laborales.

Después de la presentación, por parte de Sebastián Elías, los profesores realizaron una exposición introductoria sobre las ideas principales que querían discutir. Posteriormente hubo, como siempre, una ronda de preguntas y comentarios.


Ante una pregunta sobre las razones, los motivos personales, por los cuales ambos autores se especializan en "temas de igualdad", la respuesta de Reva Siegel fue (siempre, algo como.., una aproximación..): "Seguramente tuvo un gran impacto haber tenido a Owen Fiss como profesor, especialmente por ser alguien que maduró y trabajó fuertemente en momentos claves de la política de derechos civiles de los 60/70 en los Estados Unidos. Él influyó mucho en nosotros. Pero, sin lugar a dudas, también haber crecido en otro tiempo, otro contexto, nos hizo más escépticos sobre el rol de las Cortes y su real impacto en el proceso político, de su poder, además de ser también más escéptico sobre la autonomía del derecho frente a la política, en contraste a Fiss". En esa suerte de de "Post-Fissianismo", Reva dijo que ella se sentía muy escéptica sobre las grandes reformas/valores y que se encontraba más inclinada a explorar datos y contextos puntuales/locales en búsqueda de cosas interesantes.

Al igual que Fiss el lunes, Post/Siegel nos sorprendieron y posiblemente lo seguirán haciendo. Ante una pregunta sobre la construcción de datos sobre discriminación, Robert Post dijo (algo como esto): "Tomá, en ese caso, la noción de Bio-Política de Foucault. Esa noción te permite ver que la construcción del dato, es la construcción de poder como conocimiento, del poder-saber. " Entonces, la idea podría ser, ojo con eso, pero obvio que necesitamos datos. Y muchas/os en el público remarcaron que en Argentina ni el Estado ni los particulares (empresas y demás) generan datos, por ejemplo, para permitir realizar estudios de discriminación de género en contextos laborales (entre muchos otros problemas para los que necesitamos datos institucionales, económicos o sociales).

La sesión de hoy, miércoles 19:00 hs, será sobre roles del poder judicial y las estrategias de los litigios desde una perspectiva que defienden los autores: la del Democratic Constitutionalism.

Por materiales y coordenadas de la jornada de hoy, ver acá. Realmente promete, promete...

8 comentarios:

Ulrich dijo...

Muy atinada la cita a Foucault (tan abusado, incomprendido o manipulado)! El problema de la ausencia de datos es real: en Argentina hacer investigación jurídica empírica es complicadísimo, ya que el Estado se maneja cada vez con menor transparencia, y el sector privado (ONGs, cámaras empresarias, empresas) no tienen cultura de la difusión de datos. Si quiero buscar series estadísticas sobre seguros, lo que voy a encontrar es poco y malo.

Pero sobre el tema de discriminación, tenemos problemas ahí para juntar datos: la información suele ser "sensible", y recolectarla no sólo que puede ser considerado discriminatorio -erróneamente, a mi juicio- sino incluso ilegal. Los standards de la ley de proteccíón de datos personales son malos: muy protectiva en algunas cosas, y por el otro deja agujeros brutales -pienso en los sistemas informáticos, que los abogados y políticos insisten en seguir llamando "nuevos" a casi treinta años de la primera PC-.

No sé que te parece, pero creo que hay que hacer un trabajo largo -jurídico pero también cultural- para que la recolección de datos se empiece a institucionalizar.

Lucas A dijo...

Ulrich, coincido en que habrá que generar una práctica para la recolección de datos. Se viene padeciendo hace tiempo, pero me parece que también, actualmente, están muy en boga los estudios empíricos y eso puede ayudar a ofrecer un viento a favor, para generar esa práctica.

Práctica que como dijiste es cultural, pero también académica, institucional, política, total. Nuestra tradición legal tiene mucho que ver con nuestra desapego a los datos empíricos y a la investigación de campo, sin querer decir eso, como me gusta remarcar, eso es la panacea, eso nos dará respuestas "correctas" e "indisputables".

Pero como dijo Post, citando (otra vez, sorpresivamente) a Foucault, ojo con endiosar el dato y los estudios empíricos, me parece que por eso es muy atinada la cita, y el warning!, además de lo genial resulta escuchar una pareja como Siegel/Post citando, como ayer, a Luhmann o a Schmitt, o al mismísimo Foucault.

Sigamos, che.
Lucas.

TavoG dijo...

¿Por qué vale la pena leer a Foucault? ¿Qué aporta?

Lucas A dijo...

A ver, alguien erudito en Foucault (no es mi caso) podría responderte haciendo una biografía personal y académica de Foucault y hablando del nacimiento de la clínica, la historia de la locura, las palabras y las cosas, sus libros sobre la historia de la sexualidad, o sus últimos cursos ahora editados (donde está más presente la concepción de biopolítica, mencionada por Post), pero como sucede con el fútbol o el ajedrez, eso sería explicar el juego por sus reglas, y la mejor explicación del juego no es una explicación teórica sino una práctica, es practicar el juego, en ese caso, para mi, es leerlo y jugar con las ideas de primera mano.

Se me ocurre, podés leer Vigilar y Castigar o La verdad y las formas jurídicas, dos libros accesibles y a mano en cualquier lado, para saber qué aporta, al menos a temas vinculados a la criminología, el derecho penal, la epistemología y la teoría del derecho, por lo menos, entre otros puntos.

Pero realmente, hay mucho más para decir y muchos pueden decir mucho más (tan en boga que está Foucault), pero nuevamente, me parece la respuesta menos atractiva. La respuesta más convincente es recomendar su lectura. La respuesta más atractiva es la que te invita a buscar tu propia respuesta a pregunta.

Por lo menos, así lo veo yo, yik, yik..

En última instancia, aportará lo que vos le dejes aportar, como todo autor y toda obra.

Esa es una respuesta posible. Sigamos,
Lucas.

Jorge Garrido dijo...

Gracias Lucas por la respuesta.
Justamente el punto es ese, a mí no me aporta nada. Es otro autor oscuro cuyo prestigio descansa en el misterio de su ininteligibilidad. Me parece que estuvo y está sobrevalorado, me parece que su propia teoría ni siquiera le aportó a él en su "praxis", y me refiero a su militancia en la adultez y a su labor (loable, parece ser) en tema de las cárceles, en el GIP. Dudo + todavía: ¿en qué consisten sus aportes a la filosofía política?
En Vigilar y castigar, creo, Foucault compara dos prácticas de castigo para fundamentar dos paradigmas distintos, ¿por qué no utilizó la práctica + común de la guillotina para graficar el primer paradigma? Asumo que entonces hubiera tenido que salir a explicar en dónde se para él con respecto a los valores de la revolución francesa. Pero esto último, reconozco, es muy tirado de los pelos. Igual, me hace dudar de la honestidad intelectual de este hombre. De nuevo, gracias por contestar. Siempre los visito, el blog está muy interesante. saludos

Lucas A dijo...

Puedo entender lo que decís, pero no lo comparto. Especialmente, cuando referís a lo sobreestimado que está, por ahí, ahora está sobrecitado y sobreeditado.

Desde mi punto de vista y mis lecturas de Foucault, el tipo comparte mucho de las agendas de investigación, por ejemplo de Weber, de Bourdieu, de muchos contemporáneos y no contemporáneos.

Y esas agendas de investigación, por ejemplo con el nacimiento del estado (en territorio, segurida y población y demás) son muy pero muy importantes para los abogados o los publicistas. Su forma de investigación, la arqueología del poder (y derivados), abre puertas hacia lugares muy interesantes.

Ahora, hay quién dice que Foucault, ocultó a Nietzche o a Heidegger en sus escritos, quien dice que no hay nada que Foucault haya dicho, que no haya dicho mejor "con mayor claridad" (sic) un siglo antes E.Durkheim, por ejemplo, o hablar de la influencia de Lacán en el mismo Fucó, pero me parece que eso es inventar un muñeco de paja y derrotarlo con un soplo (más allá de que haya algo o nada, no lo sé, de cierto en todo eso). Y vaya que flaco muñeco si lo derrotamos tan fácil!

Lo único que digo, con todo esto, es vale dar segundas oportunidades a ciertos autores, es más, diría que a ciertos autores hay que darles muchísimas oportunidades.

En ciertos libros uno tiene que dedicarse seis o más meses para "meterse" y empezar a entender el espacio que abre. Para después empezar a entender sus silencios, sus omisiones y, como diría mi amigo Ludwig Wittgenstein, el libro no escrito: el más interesante de todos, ja

Sigamos, che
Lucas.

Jorge Garrido dijo...

Ok, le voy a dar una vigésima oportunidad a Fucó. Igualmente quiero hacer una pregunta más puntual. ¿Dónde está Fucó en la teoría de RG? Bue, comento un poco mi situación para contextualizar mejor la pregunta: vivo en Comodoro Rivadavia y hace unos años di clases de Formación Ética y ciudadana en un colegio. La mejor clase que dí (casi todas fueron horribles como corresponde a un profesor nuevito) la preparé en base a un librito de RG en que analizó el tema del constitucionalismo y el sistema de frenos y contrapesos (para Capital Intelectual). Simpático, no? Le agradezco a RG por ese texto simple y clarito. Te pregunto a vos también, Lucas

Lucas A dijo...

Jorge, tarde pero seguro. No sé si soy el más autorizado para responder la pregunta.

Como un lector en la misma posición que vos, diría que puede estar o no, de diferentes formas.

Ahora está presente en algunos textos sobre derecho penal, si bien de forma de complemento, no en el centro.

Pero, pienso que lo que hace a ciertos autores interesantes, puede ser justamente eso, que uno los lee para nutrirse, para explorar, para enriquecerce para ponerse en duda, para leer otras formas de pensamiento, de justificación, de crítica, aunque uno viva en un mundo particular, es como visitar otros mundos.

Ahora cuando uno viaja a otro mundo intelectual (incluso si muy pobre y muy poco interesante) se trae algo. Y bueno, después del viaje, volvés a la rutina, pero hay algo más, algo te traes siempre. Leer, pensar, recibir, visitar a "otros autores" que no sean los que lees habitualmente es como visitar otros continentes de pensamiento, otras latitudes intelectuales, y descontextualizarte y salir del ensimismamiento que estar en "una corriente", o un paradigma, te provoca.

Por ejemplo, podés leer la nueva reedición del "discurso filosófico de la modernidad" de Habermas para una crítica a Foucault (tiene un capítulo dedicado a él). Hay reedición de ese libro donde Habermas critica, una por una, las teorías que el ve como contramodernas, identificando modernidad y su negación en cada teoría. Es muy interesante.

La actitud de Habermas, me parece ejemplar, porque toma una posición ideal (los toma en serio -aunque puede haber errores-) y años luz del prejuicio bastante recurrente de "esos son todos posmodernos indescifrables" o "no hacen filosofía".

Hay otro libro que editó Nueva Visión sobre Habermas/Foucault. Muy bueno, y muy recomendable.

En fin, sigamos, che
Lucas.