8 oct 2007

Amigables con el poder



A veces me pregunto qué explica que tantos colegas tomen posiciones amigables o complacientes con el gobierno. Con éste gobierno o con los anteriores, o con cualquiera y, muy en especial, con gobiernos que conviven despreocupadamente con ambivalentes situaciones de opulencia y miseria. Me pregunto entonces por la misión de quienes dedicamos nuestra vida a estudiar, a escribir y a pensar en dicho contexto. Me pregunto por qué tantos de mis colegas comienzan a justificar aquello que cualquier marioneta de cualquier gobierno tendría dificultades o pudor de justificar.

Si uno les habla de la Constitución violada, ellos le miran a uno socarronamente, como si fuera un sobreentendido que hablar de la Constitución es hablar de un documento más o menos irrelevante. Pero no, debiera uno decirles, no es un sobreentendido, hay gente que ha perdido su vida, y hay gente que va presa, y hay derechos que se pelean, en nombre de la Constitución. Y si uno les dice de los niveles de corrupción existentes, se sonríen, como si fuera obvio que siempre han habido y nunca habrán de terminarse los delitos asociados con el Estado. Pero no, habría que decirles, ello no es obvio, porque siempre ha habido corrupción, pero sus niveles han variado en el tiempo, de país en país, de gobierno en gobierno. La corrupción, sin embargo, como las violaciones de normas, son para algunos detalles, aunque haya quienes se beneficien y haya quienes se perjudiquen extraordinariamente por esos detalles. La vida se nos va en los detalles.

Si uno les habla de la desigualdad, ellos responden inmediatamente, hablando de los modos en que se ha reducido la pobreza. Pasan así por alto el hecho de que este récord histórico de desigualdades se de en un marco de crecimiento con pocos precedentes; descuidando el hecho de que la desigualdad económica luego derrama sobre todos los dominios de la vida pública; olvidando que tales niveles de desigualdad son el germen de normas legales sesgadas a favor de unos pocos, y ciudadanos desinteresados por la suerte de los demás –ciudadanos que, previsiblemente, comienzan a pedir, como hoy lo hacen, medidas cada vez más drásticas destinadas a desplazar a quienes no piensan como ellos, o interfieren con la satisfacción plena de lo que quieren ellos. Acabar con la desigualdad les parece un lujo, como suele parecerlo cuando se mira la desigualdad desde los beneficios de la desigualdad.

Entusiasmados por la aparición de recaudaciones y superávits económicos históricos, respaldan la vocación no distributiva del gobierno, aunque ello implique tomar a algunos de sus compatriotas como meros medios; aunque ello conlleve pasarle por encima a derechos que podrían ser fácilmente resguardados –derechos sin rostro conocido, pero con cuerpo, familias y necesidades básicas insatisfechas. Con esa misma lógica con la que piensan la relación superávit-gasto, un día nos podrán decir que no es un problema que un gobernante no celebre una elección, dada la necesidad de preservar intactas las arcas el tesoro nacional. Para ellos, la inflexibilidad monetaria es una muestra de seriedad, y por lo mismo, la atención de necesidades fundamentales resulta un mero sentimentalismo. Para ellos, la realidad es la recaudación, y por ello, la distribución es fantasía pura, la negación de esa realidad.

Me pregunto por qué es que tantos colegas no utilizan sus conocimientos para convertirse en guardianes de los derechos de los que tantos no son conscientes. Me pregunto por qué no ponen sus destrezas al servicio de los que menos pueden, en lugar de ponerlas a disposición de los más aventajados. Me pregunto por qué no emplean su capacidad de influencia para denunciar -en lugar de cotidianamente encubrir o dejar pasar- lo que otros están demasiado lejos para ver. Me pregunto por qué, con la información privilegiada de la que disponen, no se dedican a criticar abusos y faltas, en lugar de elogiar lo que el poder hará por sí mismo, y sin necesidad de su poco útil ayuda. Me pregunto por qué se comportan de ese modo, y qué se les va con ello.

Si lo que buscan es ayudar a que nos tomemos el país en serio, habrá que decirles que en su ignorancia de las obligaciones constitucionales, contribuyen a que el país lo sea cada vez menos. Si lo que buscan es hacer un tributo a la realidad política, habrá que decirles que la realidad política se nos impone brutalmente, sin la necesidad de sus serviciales esfuerzos. Si lo que pretenden es darle estabilidad al crecimiento, habrá que recordarles que hace tiempo que de ese modo estabilizan la violación de derechos. Pero mis colegas amigables con quienes están en el poder se desinteresan por todo esto.

Curiosos los tiempos. Curioso que escribir este texto aparezca como un modo de buscar la aprobación fácil. Hablar de corrupción es abandonar lo importante para “hacer política.” Mencionar la palabra capitalismo es pecar de ideología. Pedir justicia es caer en la demagogia. Decir pueblo es atrasar medio siglo. Sin embargo, al mismo tiempo, la discusión está lejos de haber terminado. Y es que nos han privado aún de las palabras que necesitamos para empezarla.

25 comentarios:

Dushyant dijo...

Realmente no se si estas hablando de la Argentina o de los EE.UU. varios de tus comentarios se podrian aplicar a ambos paises. No veo que la gente hable tanto de corrupcion aqui como se habla en Argentina, por ejemplo. En cuanto a la situacion de la guerra es casi indefendible y mucha gente que en su momento apoyo -quizas mas por nacionalismo que por analisis de las justificaciones que se dieron - hace tiempo ha cambiado su posicion y entiende que es hora de salir de Irak. No obstante quedan lo "die hard" pero son cada vez menos. El precio mas alto lo estan pagando las minorias (inmigrantes de procedecia arabe) y los indocumentados (miles en procesos masivos de deportacion luego de estar afincados aqui mas de 15 o 20 años y con hijos nacidos aqui).

Rex

rg dijo...

La verdad es que lo escribi pensando exclusivamente en la Argentina, en donde he visto de modo mas dramatico o triste la conexion entre la academia y el poder. Deberia pensar como es la cosa aqui en los Estados Unidos, pero supongo que tienes razon.

Martin Böhmer dijo...

Parte de lo que decís, dejando de lado la fácil crítica clasista y para insisitir con algunas obsesiones personales, tal vez se deba a que la calidad de académicos de casi todos se complementa con otras calidades: las de abogados, jueces, funcionarios públicos o en general aspirantes a serlo.
Esa doble profesión genera el conflicto de intereses entre la crítica del académico y la prudencia del operador. Así, es difícil trajinar las mesas de entradas de los juzgados habiendo despotricado desde un diario, un artículo de doctrina o en el aula contra quienes tienen la capacidad de tomar decisiones contra los clientes cuyos derechos se defienden en ese trajín. Como también resulta difícil a quienes pretenden ser profesores o miembros del poder judicial ejercer la crítica contra quienes son actuales o eventuales jurados de concursos de profesores, o de concursos de jueces. También puede ser motivo de prudencia el hecho de tener (o tener como clientes) empresas reguladas, subvencionadas o controladas actual o potencialmente por el ejecutivo, como el hecho de ser un funcionario público y despotricar contra las políticas públicas de tus actuales o potenciales superiores.
En fin, no sé de qué "colegas" hablás, pero si hablás de los (que entre muchas otras cosas son) abogados, estoy de acuerdo con que sucede con demasiada frecuencia que en vez de traducir el interés de sus clientes al lenguaje del interés público (del "quiero" al "tengo derecho a") simplemente hacen la traducción al revés: el derecho es cualquier cosa que quiera el cliente.
Esta actitud tal vez se emparenta con la idea de que los abogados "esperan" a su cliente, y las causas que vos mencionás hay que salir a buscarlas. Es la perniciosa idea de pensar a la profesón del derecho como una profesión liberal en el sentido de una profesión sólo regulada por el mercado. Pero tal vez hayas estado hablando de otra cosa...

MB

rg dijo...

Todo lo que decis, Martinch, es mas que pertinente. Mencionas muchas de las razones principales que acercan a los abogados al poder, alejandolos de quienes tienen menos. Pero mi obsesion principal en el texto es con algunos amigos, abogados, economistas, politologos, que se acomodan al calor del gobierno de turno (no necesariamente al calor de todos los gobiernos, aunque tambien los hay; ni necesariamente trabajando para el, aunque tambien los hay, y no es pecado, creo). Lo que me irrita es su hegeliano amor por la real-politik, que convierte lo real en verdadero, unico y ne(ce)sario. Ese desden por el discurso de los derechos, esa alegria de la inflacion dando bajito y los restaurantes llenos. En fin Martin...

Martin Böhmer dijo...

Ah, si! Vos hablás de los puntos suspensivos en el siguiente diálogo:
Uno: -Pero eso es una cagada, no?
El otro: -...

rg dijo...

los que dejan puntos suspensivos al menos te conceden el empate. peor son los que te miran raro, pensando "vos lo que pasa es que nunca entendiste nada." a mi pasa seguido.

Alejandro Haimovich dijo...

pues seria mucho conceder creo yo el calificativo de hegeliano, en todo caso me estiro a un hegelismo sin conciencia de tal pero con conciencia de clase.

gA dijo...

Roberto:

Una cosa, en la que adhiero a tu visión, es cuando puntuás en eso de "elogiar lo que el poder hará por sí mismo, y sin necesidad de su poco útil ayuda", brillante.

Digamos que no acuerdo en cosas menores. Por un lado,La vida se nos va en los detalles, de acuerdo, pero no siempre la mirada casuística es la más apropiada.
Luego algo menor, casi anecdótico: el hecho de que alguien haya perdido la vida por la Constitución no me suma nada, también hay tipos que perdieron la vida por el nazismo, creyendo en él, se entiende.

Dicho esto (y no se te escapará tampoco) no me queda claro que cualquier oposición al "poder" sea una oposición por "buenas razones". Muchos incardinan sus críticas señalando como preferibles a caminos que conducen a la impunidad de los poderosos, a la opacidad del sistema, a la censura anticipada de toda forma de actuación judicial amparista, etc.

Por otro lado, también intuyo que incluso una visión crítica que se basara en "buenas razones" no está preñada de infalibilidad; por esa razón, y desde el específico rol del académico (que, aclaro, no excluye la "denuncia", calificada por sus saberes competenciales), el señalar trayectorias institucionales, hacer salvedades, hacer comparaciones intertemporales e internacionales emparentadoras y distintivas, no es inconducente.

De hecho, esa visión analítica y más desapasionada permite sí inmunizarnos contra consecuencialismos espúreos, el "eso no se puede", y también desmantela visiones idealizadas de realidades foráneas, evitando que "compremos" mansamente cosas problemáticas.

En otro orden de cosas, yo arrugo la nariz o hago "..." cuando oigo discursos simplistas y unidimensionales sobre el fenómeno corrupción (digamos, la idea de que esto se podría "resolver" o "evitar" con el solo acto de aumentar la escala penal, o prometiendo quien sábe qué escarnio al inculpado que cayó en desgracia). Pero esto no significa que uno sea condescendiente con el asunto o que deje de considerarlo un problema real, sino la intuición de estar ante asuntos más complejos.



Martin:

Adhiero a las explicaciones que puntuás. Pero uno tendría que decir también que hay quienes tienen impulso vocacional, casi inercial, por seguir en roles condenscendientes, anquilosados. En Argentina (y también en otros países, pero hablemos de lo que sabemos más) le falta punch al discurso académico en cualquier aspecto y materia, incluso en cuestiones donde no se interpela directamente al poder, parece que hubiera un sentido de amabilidad mal entendido que supone que la polémica es cosa fea, sea o no con el poder.

De nuevo, creo que (en concausa con alguna obsecuencia, ponele) lo que provoca eso es el apego a la tradición, igualmente nocivo claro -si no más- y eso es lo que provoca que a RG lo miren como lo miran cuando dice las cosas que dice.

VTC dijo...

Si hablamos de Argentina y más concretamente de la situación actual, me parece que se da en muchos académicos una suerte de miopía ideológica que tiende a armar un sistema de pensamiento donde no necesariamente lo hay. Me explico: entusiasmados por una afinidad ideológica, muchos académicos arman complejos análisis de la realidad actual que tenderían, pareciera, a la conformación de un sistema y una estrategia de pensamiento. Me parece que la realidad es bastante más plural y, consiguientemente, menos encasillable. Pero como muchos académicos tienen ideas bastante fuertes y están enamorados de ellas, prefieren atenerse a su construcción y soslayar las variables que no encajan. Entre ellas, el valor de las instituciones, de algunos derechos, de la transparencia, etc. Así, caen en la tentación de soslayar los datos que no caen en el modelo que armaron. Para peor (y esto me parece importante) un trasfondo importante de su ideología está formado por la convicción de que las formas son meros frenos a la real voluntad popular (encarnada en el poder y autenticamente interpretada por ellos). Así cierra el círculo: si uno marca alguna diferencia es porque no puede ver el marco general que lo justifica todo. Ese que armaron ellos, cual si fuera un fiel reflejo de la realidad política....

rg dijo...

Gustavo, no se si te entiendo en el rol de critico arquimedico. Veo los detalles del cuadro que presentas pero no veo el cuadro! El punto de mi texto tiene que ver con la recurrencia de academicos bien dotados intelectualmente, que se acercan al gobierno por una simpatia con los "grandes numeros" y al mismo tiempo ignoran los "detalles" (porque lo ven como detalles, o no lo ven) de derechos violados, procedimientos dejados de lado, menosprecio por las instituciones; al punto de tomar en sorna a quien hace referencia a tales "detalles." Todo ello me llama la atencion y me preocupa: la facilidad con que algunos amigos se acurrucan al calor del poder, o se acercan al fuego; la facilidad con que dejan de ver o minimizan el peso de males demasiado importantes; la altaneria con quien descalifican a los criticos. Sobre lo tuyo: quien esta en contra de acercarse a estos problemas con una "vision analitica"? Quien critica que se hagan distinciones? Quien niega que haya problemas complejos? Quien avala una critica al poder que ayude a la "impunidad de los poderosos" o propugne aumentos indiscriminados en las escalas penales?? (Si, en cambio, sospecho de la critica "desapasionada" y no entiendo lo de "consecuencialismos espurios," y desconfio de las referencias a las "realidades foraneas," pero estas son tambien cuestiones menores). Lo importante, para mi, es mantener el espiritu critico, cuando mas analitico y mejor fundado mejor, pero sin perder de vista el elefante que nos pasa enfrente. Me parece, y lo digo pensando en aquellos colegas, que a veces nos apuran con preciosismos o nos señalan matices que olvidamos, mientras el paquidermo embiste feliz contra platos, copas y los empleados del bazar.

gA dijo...

Roberto:

Lejos estoy de suponer que vos, en modo alguno, te afilies a ideas simplistas que yo consigno -también un poco superficialmente- en el comentario mío, que no era exactamente una "réplica" a lo que decías allí. El cuadro es el tuyo!

Una aclaración, que compartiremos tb creo, sobre el consecuencialismo espurio: digamos que es el que todo el tiempo juega con la carta de "está bien, pero si aceptamos eso, se cae el sistema", esto es, busca maximalizar las demandas del adversario para descalificarlas más fácil.

Para poner un ejemplo: derecho a la vivienda. Te van a decir que es programático, que es impensable que el Estado le regale una casa a cada habitante que se lo pida. Que eso es "comunismo" (ellos pueden llegar a usar palabras demodé, también, los mismos que critican a quienes hablan de "capitalismo").

La visión analítica "desapasionada" que propongo, y que quizá no lo sea tanto, buscará mirar las cifras detrás de eso, cuantificar el déficit habitacional, ver si no hay ahí "cifras negras" (gente que vive hacinada). Y por otro lado evaluará lo que se ha hecho, no en Noruega o en Finlandia, sino en muchas provincias chicas argentinas, de distintos gobiernos, en los que literalmente se ha "dado vivienda" a un sector importante de la población más pobre, a lo largo de la última década, con planes de barrio FONAVI o símil, o créditos / subsidios para los que hacían la suya propia.

Entonces, esta argumentación podría demostrar a nuestro adversario que detrás de su altanería negadora hay algo de ignorancia, si no cinismo, y que detrás de nuestro reclamo hay algo más que ingenuidad y almas nobles. Mostrar la posibilidad, la realizabilidad, de un camino alternativo (por cierto muy mejorable en su implementación) desbarata su premisa más fuerte -el "no factible"- y permite abrir un debate que estaba tácitamente "cerrado".

Camila dijo...

Comparto tu preocupación por la real-politick, desde mi punto de vista, teorías que vienen desarrollándose desde hace tiempo, subsumen los derechos sociales a la lógica de mercado. Teorías que promueven vaciarlos de contenido, para someter su definición a relaciones de fuerzas: hablan de preeminencia de las “prácticas”, de “puesta prueba”, de “verificación”, de “acciones efectivas”, de complejidad social con “resultados abiertos y ambivalente”, etc. Discurso que conduce a que los problemas sociales no sean vistos desde los derechos (en serio) sino desde categorías de gestión de riesgos sociales.

Un poco (resumida) es mi visión. Aunque no intervine en la discusión sobre delincuencia y pobreza, mi opinión es en este sentido, la pobreza pasa a ser definida por el delito y alimenta la percepción de sujetos disfuncionales que ponen en riesgo el orden social, con las ya sabidas consecuencias de mayor coerción, y así se legitiman categorías de gestión, de la inseguridad, de la violencia, mientras los derechos quedan fuera del discurso.

Este vacío de contenido a los derechos, este travestismo de contenidos, porque las palabras siguen utilizándose, en mi opinión forma parte de la privación de palabras a la que haces mención. La realidad se nos impone brutalmente, pero desde esta opinión también creo se le impone al travestismo, que a la larga, paradójicamente, tiene menor asidero en la realidad, en la vida de las personas.

Saludos,

rg dijo...

Gustavo, totalmente de acuerdo con vos (pero estaria feliz tambien si estuvieramos en desacuerdo). Lo que me angustia un poco es este ponerme a hacer distinciones (invitacion que suelo aceptar), mientras el elefante nos pasa enfrente y uno ahi pensando en los matices. A lo mejor hay que pensar en "ciencias sociales para situaciones de crisis," mas concentrada en terminar, ya, con lo inaceptable, y despues hablar de todo lo demas. Pero no se.
Camila! que excelente verte por aqui. Comparto todo tambien! Quisiera disentir pero no puedo!

Leonardo Filippini dijo...

Roberto, como deberiamos responder la misma pregunta dirigida a nosotros mismos?

Qué explica, para vos, que tantos colegas tomemos posiciones amigables o complacientes con instituciones culturales de elite en lugar de hacerlo con los gobiernos que al menos parecen haber sido capaces de atenuar algunos males sociales?

Los prestigiosos circulos intelectuales en los que participamos conviven despreocupadamente con ambivalentes situaciones de opulencia y miseria. Con el costo de una sola matricula, se le podria dar de comer a miles. Un festival de cine, son millones en microcreditos.

Si nos hablan de las dificultades de la construccion politica, miramos socarronamente, dando por sobrentendido que hablar de la dificulad de crear un espacio politico es hablar de una practica del poder más o menos irrelevante y barbarica. Es obvio que el gobierno solo quiere acumular poder, a diferencia de los grupos que apoyan nuestras actividades culturales.

Si nos hablan de las desigualdades y de nuestra comoda situacion social de privilegio, respondemos inmediatamente, hablando de los importantes esfuerzos intelectuales que discuten la cuestion de la pobreza y la exigibilidad de los derechos sociales y del lugar capital de las ideas y de la argumentacion.

Entusiasmados por las ultimas tendencias y gracias a becas de fundaciones e instituciones del primer mundo, participamos de una circuito intelectual del que no participan los excluidos, aunque ello implique no aportar una sola idea eficaz para que los pobres dejen de serlo y solo se nos ocurra criticar al gobierno y a quienes se amigan con el.

Mencionar la palabra politica es pecar de ramploneria. Pedir ciencia aplicada es caer en la demagogia. Decir gobierno es invocar al demonio. Aceptar cambios graduales es cobardia y hablar de consensos o de apoyos criticos es la peor traicion posible de un autentico intelectual. Sin embargo, la discusión está lejos de haber terminado. Pero hemos anulado incluso las palabras que necesitamos para empezarla.

Leo

rg dijo...

Leo, van respuestas a seguido de tus comentarios (me costo!)

Qué explica, para vos, que tantos colegas tomemos posiciones amigables o complacientes con instituciones culturales de elite en lugar de hacerlo con los gobiernos que al menos parecen haber sido capaces de atenuar algunos males sociales?

PERO CUAL SERIA EL SIGNIFICADO DE ESTO? CREO QUE LA ANALOGIA SE DARIA SI, PONGAMOS, LA UTDT O HARVARD AVALARAN EL ACOSO SEXUAL Y NOSOTROS DIJERAMOS “BUENO, PERO LAS MUJERES SUELEN PROVOCAR PRIMERO.” ES DECIR, SI ESTAS INSTITUCIONES VIOLARAN DERECHOS –O DEJARAN DE CUMPLIR EXPLICITAMENTE CON ALGUNAS DE LAS OBLIGACIONES QUE TIENEN- Y NOSOTROS SALIERAMOS A DEFENDERLAS. CREO QUE HAY UNA DISCUSION QUE DAR, APARTE, ACERCA DEL SENTIDO O VALOR DE FORMAR PARTE DE UNA INSTITUCION EDUCATIVA PRIVADA, Y ES UNA DISCUSION QUE ME IMPORTA, PERO EL PUNTO DEL TEXTO ES EL DE LOS COLEGAS QUE SALEN A RESPALDAR A POLITICAS VIOLATORIAS DE DERECHOS, DESENTENDIDOS DE ESAS VIOLACIONES.

Los prestigiosos circulos intelectuales en los que participamos conviven despreocupadamente con ambivalentes situaciones de opulencia y miseria. Con el costo de una sola matricula, se le podria dar de comer a miles. Un festival de cine, son millones en microcreditos.

ESTA BIEN, TODOS TENEMOS LA OPCION DE CONVERTIRNOS EN MADRE TERESA, PERO A) YO NO LE PEDIRIA HEROISMO A NADIE; B) HAY MUCHAS FORMAS DIGNAS DE VIVIR LA VIDA (EL MAESTRO QUE ES UN BUEN MAESTRO, EL PROFESOR QUE ES UN BUEN PROFESOR, EL CARPINTERO QUE AMA LOS MUEBLES QUE CONSTRUYE). EN RELACION CON EL ESTADO, SI, CREO QUE TIENE PRIORIDADES EN LA ASIGNACION DE RECURSOS, Y DEBERES QUE INCUMPLE DESDE LOS MODOS EN QUE RECAUDA IMPUESTOS. IGUAL, NO CREO QUE LA OPCION SEA “CINE O POBREZA.” MAS BIEN, RICOS MAS RICOS O UN PAIS SIN POBRES.

Si nos hablan de las dificultades de la construccion politica, miramos socarronamente, dando por sobrentendido que hablar de la dificulad de crear un espacio politico es hablar de una practica del poder más o menos irrelevante y barbarica. Es obvio que el gobierno solo quiere acumular poder, a diferencia de los grupos que apoyan nuestras actividades culturales.

NO, VERIA UNO POR UNO DE QUE GRUPO SE TRATA. POR EJEMPLO, PARTE DEL DINERO DE MI BECA VIENE DEL CONICET, INSTITUCION DE LA QUE FORMO PARTE, EN SUS COMISIONES EVALUADORAS. POR LO QUE VEO, LA INSTITUCION HACE UN ESFUERZO POR FUNCIONAR BIEN, AUNQUE TIENE MILES DE PROBLEMAS. CUANDO QUISE INGRESAR A ELLA, HACE UNA DECADA, ME PIDIERON UNA COIMA DESCOMUNAL. NO INGRESE, ME QUEDE AFUERA. ENTRE LUEGO, POR LA PUERTA DE ENTRADA NORMAL, Y HOY CREO QUE DENTRO DE LA DESTRUCCION GENERAL DEL ESTADO, ES UNA INSTITUCION QUE ESTA FUNCIONANDO ACEPTABLEMENTE BIEN. EL RESTO DEL DINERO DE MI BECA VIENE DE FULBRIGHT, Y LA VERDAD ES QUE NO ME PUSE A AVERIGUAR DE DONDE SACAN EL DINERO. LA OTRA PARTE DE LA REFLEXION NO LA COMPARTO TAMPOCO. NUNCA PONDRIA A “LA POLITICA” ENTERAMENTE EN LA MISMA BOLSA. PRIMERO PORQUE ES OBVIO QUE EN “LA POLITICA” HAY CANTIDAD DE GENTE DIGNA POR TODOS LADOS, Y SEGUNDO PORQUE CREO QUE EL PRINCIPAL PROBLEMA PROVIENE DEL EMPRESARIADO Y NO DE LA CLASE POLITICA, PERO ESA ES OTRA CUESTION. POR QUE HABRIAMOS DE MIRAR SOCARRONAMENTE FRENTE A UNA AFIRMACION SOBRE LAS DIFICULTADES DE CONSTRUIR POLITICAMENTE? CLARO QUE ES DIFICIL, PERO TAMBIEN ES CIERTO QUE DE LA CONSTRUCCION DEPENDE EL RESULTADO, Y EL MODO EN QUE ESTE GOBIERNO CONSTRUYE ES DE LO PEORCITO POSIBLE, ARRANCANDO DEL MINUTO UNO CUANDO PROMETIO Y ENTERRO BAJO CUATRO SUELOS CUALQUIER PROYECTO DE REFORMA POLITICA.

Si nos hablan de las desigualdades y de nuestra comoda situacion social de privilegio, respondemos inmediatamente, hablando de los importantes esfuerzos intelectuales que discuten la cuestion de la pobreza y la exigibilidad de los derechos sociales y del lugar capital de las ideas y de la argumentacion.

BUENO, QUE QUERES QUE TE DIGA, LA PELEA QUE DIERON ALGUNOS POR LA EXIGIBILIDAD DE LOS DERECHOS SOCIALES ME (NOS) PARECE FANTASTICA, DENTRO DE SU MODESTIA. CREO QUE SIGNIFICO MEJORAR EL NIVEL DE VIDA DE ALGUNA GENTE, FACILITAR EL ACCESO DE OTROS A LOS MEDIOS NECESARIOS PARA VIVIR. POR QUE VER ESA PELEA POR LA ARGUMENTACION COMO INDIGNA O SECUNDARIA?

Entusiasmados por las ultimas tendencias y gracias a becas de fundaciones e instituciones del primer mundo, participamos de una circuito intelectual del que no participan los excluidos, aunque ello implique no aportar una sola idea eficaz para que los pobres dejen de serlo y solo se nos ocurra criticar al gobierno y a quienes se amigan con el.

SI LA ACUSACION SE REFIERE A LA POBREZA INTELECTUAL DE UNO, QUE LE VAMOS A HACER. IMPORTA QUE UNO HAGA EL ESFUERZO! LUEGO, SI UNO HA SIDO DOTADO O NO DE TALENTO ES OTRA COSA. TAMBIEN HAY UN TEMA EN EL ENTUSIASMO CON LAS ULTIMAS TENDENCIAS. CREO QUE SI MERECE CRITICA EL ACADEMICO QUE VA DETRÁS DE LA ULTIMA TENDENCIA PORQUE ES ULTIMA TENDENCIA, Y NO PORQUE –SEGÚN ESTA CONVENCIDO- TIENE ALGUN VALOR INTRINSECO.

Mencionar la palabra politica es pecar de ramploneria. DESACUERDO. Pedir ciencia aplicada es caer en la demagogia. POR QUE DEMAGOGIA? ES SUPER IMPORTANTE Decir gobierno es invocar al demonio. EN ABSOLUTO (SI ME DECIS MERCADO, TODAVIA). Aceptar cambios graduales es cobardia NO, PERO HAY UNA DISCUSION QUE DAR AL RESPECTO y hablar de consensos o de apoyos criticos es la peor traicion posible de un autentico intelectual NO. DE TODOS MODOS MODOS, EL TEXTO NO ERA SOBRE EL APOYO CRITICO SINO SOBRE EL APOYO EMBELESADO, ACRITICO. Sin embargo, la discusión está lejos de haber terminado. Pero hemos anulado incluso las palabras que necesitamos para empezarla. BUENO, ACA ESTAMOS, DEBATIENDO

gA dijo...

Interesante el contrapunto Leo / Rg.

Miren esto que acabo de leer, es de Elihu Root y creo que da en el punto de por qué el gremio es intrínsecamente conservador:

"The trouble is that lawyers necessarily acquire the habit of assuming the law to be right.... As a rule, the pure lawyer seldom concerns himself about the broad aspects of public policy which may show a law to be all wrong, and such a lawyer may be oblivious to the fact that in helping to enforce the law he is helping to injure the public. Then, too, lawyers are almost always conservative. Through insisting upon the maintenance of legal rules, they become instinctively opposed to change, and thus are frequently found aiding in the assertion of legal rights under laws which have once been reasonable and fair, but which, through the process of social and business development, have become unjust and unfair without the lawyers seeing it."

rg dijo...

Gracias por la cita, esta buena. Igual, el contrapunto con Mr. Leonardo es menos sobre los abogados y mas sobre los academicos, que tienen -tenemos- tiempo para mirar la norma raro -como decias vos, con la nariz fruncida- y cuestionarla. Me pregunto cuan serio es el desacuerdo. No lo se.

Dushyant dijo...

En cierta forma entiendo el tema de las complicidades que destaca Martin. Basta ver la composicion de la Corte nomas en Argentina algunos de cuyos miembros (Zaffaroni) fueron funcionarios del Proceso y quizas ello explique su voto en el caso Riveros como muy bien lo fundamento Carmen Argibay en un articulo en la Nacion (22/7/06) oponiendose a lo que ella consideraba una venganza.Argibay eligio la justicia. Esa justicia de las complicidades de la que habla Martin es la deseable? Existio en la epoca del proceso y sigue existiendo ahora. Yo me acuerdo lo que un socio mio me dijo una vez (practicaba el derecho en una provincia argentina) "si perdemos las elecciones (apoyabamos al partido politico que estaba en el poder) tenemos que cerra el estudio y dedicarnos a otra cosa".Algunos han encontrado la formula para mutarse con cada cambio de gobierno y seguir sirviendo al poder. (Zaffaroni, Oyarbide, etc.)Son esos "los amigos del poder" de los que habla RG lo mismo que decir amigos de nadie.

Rex

Dushyant dijo...

Para complementar lo que exprese anteriormente recuerdo lo que me dijo un abogado en New York William Kunstler a quien solia visitar en su casa en Grenwich Village cuando estudiaba en NYU. "La Corte Suprema de EE. UU siempre estuvo del lado del poder."


Rex

rg dijo...

Bueno, con las diferencias que tengo con el, creo que equiparar a Zaffaroni con Oyarbide es un poco troppo

Alejandro Haimovich dijo...

Cita de Robert Burt: ""El interrogante especial planteado por la Corte era: -al momento de interpretar la Enmienda ¿puede decirse que la abolición de la segregación en las escuelas públicas se encuentra incluida entre las facultades judiciales?- Luego de varias semanas de investigación y debates exhaustivos, Marshall le propuso a sus colegas de la NACCP -Legal Defense Found la siguiente respuesta al interrogante planteado por los jueces de la corte: -Amos blancos, ustedes pueden hacer CUALQUIER COSA, que deseen, porque tienen el poder-"

Nuestro gobierno argentino de barniz progresista y corazon conservador ha tenido la cualidad de cooptar amplios sectores intelectuales y de derechos humanos
a los cuales quizas aquel barniz les hace confortable la conciencia.

No todo es lo mismo claro, hay profesores que resignan dinero a los efectos de trabajar seriamente,
o abogados que atienden causas sociales resignando honorarios, o politicos honestos o jueces imparciales. Sin embargo en un sistema capitalista (se podrá criticar al capitalismo sin que a uno lo acusen de estar a la izquierda de trosky?) estos casos siempre seran excepciones dado que estructuralmente el sistema funciona en base a la exclusión social y esto es de perogrullo.
Este es nuestro contexto y es en este contexto en el hay que recuperar la dignidad de la critica. La critica fundada y seria ,la desnormalización, la desnaturalización, la puesta en el juego de la visibilidad de ciertos procesos, discursos, practicas, racionalidades, es de toda potencia.
Forma parte del argot argumental de tantos defensores del status quo aquello de "no se ofrecen soluciones" "es facil criticar sin aportar recetas de solución de problemas", etc. Dejando de lado el razonamiento binario que esto implica aquellos argumentos curiosamente son repetidos sistematicamente desde el poder, no importa el signo político o el "barniz" de los coyunturales gobiernos que supimos conseguir.

Paradojalmente, en la sociedad moderna, la sociedad del riesgo, la sociedad punitiva, la sociedad globalizada, la recuperación del viejo liberalismo democratico e igualitarismo parece casi una utopía inconcebible. Ni hablar de (si se me permite el izquierdista e infantil anacronismo) plantear un cambio en el modo de producción.
Salute.

Leonardo Filippini dijo...

Roberto,

Los intelectuales y los gobiernos mantienen una relacion compleja en general. Tambien en los gobiernos anteriores hubo intelectuales cercanos y tambien, todos, desde 1983, coexistieron entre el poder y la misera. Si uno pone la vara muy alta termina sin hacer ninguna distincion relevante.

A diferencia de tu post general e implacable, mi pregunta, parafraseando tu nota, queria sugerir que puede no ser tan sencillo distinguir entre apoyos criticos y embelesados --mas alla de los casos groseros, claro--.

Ademas, para los genuinamente criticos del gobierno tampoco es tan facil distinguir entre todas las contradicciones posibles. Ni es tan sencillo ponerse de acuerdo acerca de cuando un gobierno viola el mismo un derecho. O cuando no sabe, no puede o no quiere detener las violaciones de derechos cometidas por otros.

Quiza, como vos mismo propones, deberiamos juzgar "caso por caso" quien esta siendo academicamente complaciente con la violacion de que derechos por parte del gobierno:

Los que apoyaron la reforma de la Corte? Los que quieren la despenalizacion del aborto y avanzan sobre la educacion en salud reproductiva? Los que dijeron que el fallo de la Corte sobre superpoblacion era una buena decision? Los que criticaron la reforma del Consejo de la Magistartura? Los que estan irritados por el manejo del INDEC?

Tiendo a ver un cuadro mas matizado que el que vos describis. No se hasta donde comparto que tanta gente este siendo tan complaciente. Pero es una impresion, quiza optimista, fruto de la distancia.

LF

rg dijo...

Mira leo, escribi pensando en un blanco bastante especifico, por lo cual tus distinciones en parte me exceden. Pensaba -y lo repito sin problemas- en los buenos colegas que menosprecian las cuestiones de derechos bajo el manto de que economicamente las cosas van bien (lo cual tambien es super discutible, para mi van muy mal). pero luego es lo que le decia a gustavo, creo que a veces demasiadas distinciones atragantan.
Asi, por ejemplo, para las violaciones de derechos: el gobierno ES hiper-responsable por la violacion de derechos sociales, masivamente. No digo que el equipo de gobierno deba ir a la carcel (bueno, ejem, en verdad, porque no soy favorable a la carcel, en general), pero ahi no hay mucho matiz que anotar. Si te llenas la boca, como gobernante, del superavit fiscal, y si cada dia le sacas el brillo a la chapa de progre que te pusieron (el barniz progre del que habla jaimovich), distribuime algunos de esos recursos. Es, lo hablabamos, inconcebible que tengamos, al mismo tiempo, un sistematico superavit fiscal y mantengamos (sino aumentamos) por anios y anios los niveles de desigualdad historicamente abrumadores, inigualados, con los que hoy contamos. Si el dinero extra no lo usas para eso, entonces como gobernante sos responsable, legalmente, mereces el mas fuerte de los reproches legales que pueda hacerte la comunidad. Punto, ahi sin matices. Luego matizamos en los margenes. en fin, me parece que alargamos la discusion y no nos ponemos de acuerdo

zatoichi dijo...

La complacencia puede deberse, en gran parte, a la comodidad de ciertos sectores de mantenerse en el estado en el que se encuentren.
No importa si un gran porcentaje de ciudadanas y ciudadanos de nuestro país no puedan acceder a las condiciones básicas de subsistencia mientras que un sector, más pequeño, pueda seguir elaborando tranquilamente sus teorías.
Tal vez, cuando la capacidad de pensamiento y análisis crítico pueda conectarse con la realidad, comiencen a modificarse las cosas por estos pagos.
Slds

Camila dijo...

Hablando de realidad, un dato…

“El censo nos brinda datos necesarios para que el país se conozca y pueda estimar correctamente las necesidades presentes y futuras en materia de vivienda, educación, empleo, salud, etc.” Fuente: INDEC

Hoy en oportunidad de la presentación del libro “Población y Bienestar en la Argentina del primero al segundo centenario, una historial social del siglo XX, de Susana Torrado (compiladora)” José Nun, comentando conclusiones a las que arribaron investigaciones realizadas en dicha publicación, dijo, que nunca las políticas sociales en Argentina se basaron en datos censales que tenían a su disposición.