16 oct 2007

Tiempos demasiado peligrosos

Perilous Times: Free Speech in Wartime From the Sedition Act of 1798 to the War on Terrorism By Geoffrey R. Stone
730 pages. W.W. Norton & Company.

En su libro “Tiempos Peligrosos,” el ex decano de la facultad de derecho de Chicago, Geoffrey Stone da cuenta de una historia interesante: muestra el modo en que, en los momentos en que más se la necesitaba, la libertad de expresión fue sistemáticamente coartada. Consistentemente, en tiempos de guerra, la voz de los disidentes resultó restringida, de distintas maneras. De modo habitual, tales iniciativas tomadas por el poder político fueron certificadas y legitimadas por la Corte Suprema (aunque, cabe notarlo, no siempre estos actos llegaron a los estrados del máximo tribunal).
Stone distingue 6 períodos fundamentales, que vienen a probar su tesis.
1)Durante la presidencia de John Adams, el partido en el poder dictó las vergonzantes Sedition Acts de 1798, que prohibieron que cualquier persona escribiera, publicara o utilizara frases de naturaleza “falsa, escandalosa y maliciosa” contrarias al gobierno -algo que sistemáticamente se utilizó para fortalecer el poder de los Federalistas en el gobierno.
2)Durante la Guerra Civil, el Presidente Lincoln suspendió el derecho a un habeas corpus en 8 ocasiones, al tiempo en que se arrestó a individuos que desarrollaron discursos contrarios al gobierno.
3)Durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno de Wilson persiguió a más de 2000 personas por su opisición a la guerra. El Espionage Act de 1917 y la Sedition Act de 1918 permitieron condenar a opositores por períodos de hasta 10 o 20 años.
4)Durante la Segunda Guerra Mundial, 120,000 japoneses o descendientes de japoneses fueron internados en virtuales campos de concentración. El Alien Registration Act de 1940 (the Smith Act) prohibió, por su parte, los discursos destinados a derrocar al gobierno, mientras que un comité legislativo comenzó a investigar las actividades anti-americanas, y a quienes supuestamente las desarrollaban.
5)Durante la guerra fría, el Presidente Truman creó un programa de lealtad al gobierno para todos los empleados públicos; y el Un-American Activities Committee citó a más de 135 personas por actividades aparentemente contrarias al gobierno. Este fue el período en donde el famoso senador Joseph McCarthy desarrolló sus cuestionadas actividades de investigación sobre personas y asociaciones. La Corte acompañó condenando a líderes de partidos o agrupaciones de izquierda, como Eugene Debbs, bajo la vaga y no comprobada acusación de conspirar contra el gobierno.
6)Durate la guerra de Vietnam, el FBI desarrolló un programa destinado a neutralizar y disrumpir las actividades de los disidentes. El gobierno procuró por todos los medios impedir la publicación de los famosos “Pentagon Papers,” y al mismo tiempo persiguió a aquellos críticos que quemaban o faltaban el respeto a la bandera nacional o destruían sus cartas de reclutamiento. En 1968, la Corte condenó a un individuo por la quema de bandera, rechazando la idea de que esta fuera una expresión protegida. Cabe decir, sin embargo, que la Corte sí permitió la publicación de parte de los “Pentagon Papers.” Esta fue, según Stone, LA PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA NORTEAMERICANA EN QUE LA CORTE SE PUSO DE PIE, EN EPOCA DE GUERRA, PARA TOMAR UNA DECISION PROTECTIVA DE LA LIBERTAD DE EXPRESION.
El período que queda para el análisis actual es el que nace luego del 11 de Septiembre, enmarcado por la vigencia de la Patriotic Act.
(El post resume las opiniones de varios sitios sobre el libro. El texto me fue recomendado por Adam Przeworski)

1 comentario:

Dushyant dijo...

Tortured Logic

From yesterday's White House press conference:

Q: Thank you sir, a simple question.

The President: Yes. It may require a simple answer.

Q: What’s your definition of the word “torture.”

The President: Of what?

Q: The word “torture.” What’s your definition?

The President: That’s defined in U.S. law and we don’t torture.

Q: Can you give me your version of it, sir?

The President: Whatever the law says.


http://theboard.blogs.nytimes.com/2007/10/17/say-what-2/