17 may 2012

Chávez, la CIDH y la dictadura argentina



publicado hoy en clarín por el amigo Ariel Dulitzky







http://www.clarin.com/opinion/Chavez-dictadura-argentina_0_701929888.html

El pasado 30 de abril, el presidente Hugo Chávez solicitó al Consejo de Estado estudiar la eventual salida de Venezuela de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Acusa falsamente a la Comisión de haber apoyado el fallido golpe de Estado del 2002, por haber preguntado a los golpistas el lugar y condiciones de detención del Presidente. Algo que el propio Presidente, en una reunión en la que estuve presente, agradeció a la Comisión.


Las otras razones esgrimidas por Chávez y funcionarios de su Gobierno son variadas. Van desde que la Comisión es un mecanismo que utiliza Estados Unidos contra Venezuela, que la Comisión atenta contra la plena independencia y soberanía nacional hasta que la Comisión está parcializada en contra de Venezuela.
Todos argumentos, palabras más, palabras menos, iguales a los que la dictadura militar argentina utilizó cuando la Comisión hizo conocer su informe sobre la situación de los derechos humanos en nuestro país . Al igual que Venezuela hoy, la dictadura amenazó con retirarse de la Organización de los Estados Americanos (OEA) si se hacía eco de las categóricas y críticas conclusiones de la Comisión. Pero la historia nos demuestra lo fundamental que fue el trabajo de la Comisión para nuestro país.
Las similitudes de argumentos son importantes para tener en cuenta la gravedad de la pretendida acción venezolana y la necesidad de que Argentina y todos reaccionemos . En los tiempos de las dictaduras y guerras civiles y en los tiempos modernos de democracias en deuda con la solución de problemas estructurales de derechos humanos, la Comisión, con su independencia e imparcialidad, fue y continúa siendo un instrumento para la protección de los derechos humanos en el hemisferio , al apoyar a los Estados -cuando existen las condiciones- y a sus habitantes en la efectiva promoción y protección de esos derechos.
La Comisión, mediante la resolución de casos individuales, visitas, relatorías temáticas, medidas cautelares así como informes temáticos y sobre países, cumple un rol fundamental de denuncia y de alerta temprana frente a situaciones que comprometen la democracia y el Estado de Derecho, al tiempo que protege los derechos de los habitantes cuando éstos no son debidamente garantizados a nivel nacional.
La Comisión ha salvado y continúa salvando vidas; en el pasado ha permitido abrir espacios democráticos y en la actualidad contribuye a consolidar, fortalecer y profundizar democracias más inclusivas e igualitarias ; ha combatido y combate la impunidad y ayuda a asegurar verdad, justicia y reparaciones.
Al ser un órgano de la OEA, no es posible retirarse de la Comisión, sin retirarse de la OEA, algo no mencionado por el Presidente.
La salida de Venezuela debilitará seriamente los mecanismos de protección de derechos humanos de todos y todas los y las venezolanas . De hecho, el artículo 31 de la propia Constitución venezolana reconoce el derecho de sus habitantes de acudir a las instancias internacionales a buscar la tutela de sus derechos. Por eso es indispensable que el gobierno de Venezuela reconsidere su decisión. Una salida venezolana afectará a todo el sistema interamericano.

15 comentarios:

chalo dijo...

¿hace falta la comparación con la dictadura para cuestionar enérgicamente la posición de chávez? ¿no pierde autoridad la crítica haciendo una comparación falsa, injuriante, nula en fundamentación, ignorante y del todo efectista? y para colmo el intento de sostener semejante agravio en "palabras más palabras menos"?
patético, burdo, bravucón, procaz

rg dijo...

mira, me parece que nada que ver. ariel es tal vez el mayor especialista argentino en la cidh, por lo que me parece que tu comentario es merecedor de muchos de los adjetivos con que atacas el articulo. no se trata solo de un argumento de autoridad: quiero decir que el sabe de lo que esta hablando, porque trabajo toda la vida en ese circulo, y reconoce la gravedad de la linea que se esta atravesando. no hablamos de decirle que no al alca, sino a una organizacion de derechos humanos que historicamente cumplio un rol fabuloso, en los peores momentos (y por mas que yo tenga montones de cosas que criticarle)

Heber dijo...

Roberto este año no hay Seminario?

rg dijo...

en la segunda parte del anio

CV dijo...

Coincido con Chalo. La nota es muy floja. Digo, es una enormidad comparar la dictadura 1976-1983 con un gobierno electo.

Lo mismo que los problemas de derechos humanos que pueda haber en la Venezuela actual, con la desaparición forzada y el asesinato de "7000 u 8000" personas, etc., etc.

http://www.lanacion.com.ar/1464937-videla-admitio-el-asesinato-de-mas-de-7000-desaparecidos

Para mí la CIDH y el sistema interamericano necesitan una profunda reformulación. Estuvieron muy pensados para otra época (la de la Guerra Fría), en la que desde EE.UU. te mandaban a los Dan Mitrione a asesorar en técnicas de tortura y a las Patt Derian a socorrer a los torturados.

Eduardo Reviriego dijo...

La justicia, tanto la parroquial, como la internacional, es fabulosa, siempre y en cuanto se ocupe del pasado. Cuando comienza a indagar sobre las tropelías del gobernante de turno, se convierte en algo incómodo y conviene ponerle límites, como hizo nuestra presidenta con la parroquial, por intermedio de Boudou, en la ya famosa "conferencia" de prensa, y hace Chavez con la CIDH.
Como todavía la CIDH no se ha entrometido mayormente en cuestiones internas de la actual administración, no se han levantado demasiados voces críticas de su accionar, pero es evidente que ya se comienza a abrir el paraguas, sabiendo que tarde o temprano les llegará el turno, como se nota en algunas respuestas. Por supuesto, van por todo.

Anónimo dijo...

Chalo y CV harían bien en comenzar a repasar algún que otro manual de lógica.
Si yo digo en referencia a un país como Venezuela: 'el hecho de que un gobierno haya sido electo democráticamente no necesariamente implica que sea legítimo', y cito como ejemplo de un gobierno tal el que se implantó en Alemania luego de las elecciones del 33', no implica que yo esté comparando el gobierno de Chavez con el gobierno de Hitler. Sólo implica que la legitimidad de origen no comporta legitimidad de ejercicio, aún teniendo en cuenta que hay ilegitimidades de ejercicio de diferente grado y que la ilegitimidad de Venezuela no es la misma que la de Alemania.
De la misma forma, si el autor de la nota sostiene que el discurso de Chavez se parece al discurso que otrora sostuvieron los dictadores, no está comparando el gobierno de Chavez con el de la dictadura argentina. Allí se habla de discursos, no de 'gobiernos'.
Con todo, coincido con que la nota no es todo lo acertada que podría haber sido, en especial teniendo en cuenta la cantidad de cosas que podrían haberse dicho a propósito de lo que la CIDH viene criticando en el gobierno de Chavez con más de un fundamento atendible. Desde ya, esto no invalida la tarea de Dulitzky ni lo transforma por eso en alguien que merezca nuestro repudio. Él es una persona seria y por demás confiable. Sin embargo, creo que aquí no encontró la mejor manera de escribir una nota. Punto, no hay nada más para reprocharle.
El Imparcial del Norte

chalo dijo...

reitero la pregunta porque no fue contestada (aunque, y esto es claro, no hay obligación de hacerlo) ¿hace falta esa comparación? y agrego esta ¿no es también cruzar una línea peligrosa esa comparación? jamás cuestioné los pergaminos del autor, ni el rol de la CIDH, incluso dije cuestionar enérgicamente la posición de chavez. me desilusiona un poco el post

CV dijo...

Imparcial:

Es muy confuso lo que decís. Tal vez deberías mirar un poco ese manual que recomendás...
(y de paso mirá también ad Hitlerum en Wikipedia).

De todos modos, mi comentario pretendió ser más general: independientemente de la situación actual de Venezuela, Latinoamerica (y más específicamente, Ámerica del sur) necesita otro esquema de protección regional de derechos humanos.

Para Eduardo Reviriego, una aclaración: yo no voy por nada. Mi punto es completamente independiente de qué partido gobierne Venezuela (o la Argentina).

Saludos.

Ramiro dijo...

Chalo,

A no todos nos gusta ser editores autonominados del trabajo ajeno. Por eso, preguntar si hace falta o no la comparación es una pregunta irrelevante. La cuestión es la de fondo: cómo los gobiernos que se ven arrinconados por la CIDH tienden a amenazar con salirse del sistema.

No es una respuesta sorprendente, es casi esperable: el sistema internacional de DDJJ se sostiene sobre unas bases endebles de legitimidad: por una parte, la aquiesencia o tolerancia del Estado y por el otro el apoyo y utilización del sistema por parte de la sociedad civil de la región. Si el Estado deja de aceptar al SIDH como espacio válido en el cual es interpelado, el sistema es inviable. Si la sociedad civil deja de usarlo, el sistema es inútil.

Y ahí la paradoja: el sistema está HECHO para incomodar a los Estados. Cuanto más atienda a la sociedad civil, más incomoda a los Estados. Cuanto más pleitesía rinde a los Estados, menos usado es por la sociedad civil.

Que haya gobiernos que critican al SIDH significa, ni más ni menos, que éste está haciendo su trabajo (mal, bien, más o menos, lo está haciendo). Que haya gobiernos que amanacen es lógico: allí trae AD la cuestión de cómo la Argentina lo hizo una vez, y ahora lo hace Venezuela. Son dos respuestas posibles que coinciden. Que no te guste la coincidencia porque el gobierno de Argentina era de un tipo y el de Venezuela es otro es otra cuestión. Pero coinciden.

Lo especielmente preocupante (y el punto sobre el cual AD llama la atención) es que que se vaya un país como la Argentina de 1976 era esperable. Pero que se vaya una DEMOCRACIA como la de Venezuela, hoy, es terriblemente grave para un sistema que sirve al pueblo de AmLat. Eso es lo que señaló Dulitzky, ni más ni menos. Pero si querés editarle la nota, no se, postulate a un cargo de Clarín, qué se yo.

Anónimo dijo...

el argumento de la legitimad de origen me causa gracia. No hace falta ir al ejemplo de Hitler.
La tripe AAA fue creada por un gobierno que tenia legitimidad de origen. Fujimori tenía legitimidad de origen. Álvaro Uribe tenía una flor de legitimidad de origen. Eso cambia algo? Es como que si la evaluación de Pinochet dependa de si ganaba o perdía el referéndum. Que haya sido votado por una mayoría circunstancial no significa que no viole sistemáticamente los derechos humanos. Una cosa no quita la otra.

CV dijo...

Anónimo (Imparcial?):

No sólo afirmé q la comparación es absurda por la muy diferente "legitimidad de origen", sino también por la diferente "legitimidad de ejercicio".

Cualesquiera sean los problemas de derechos humanos de la Venezuela actual, no son comparables, me parece, con la desaparición forzada y el asesinato de "7000 u 8000" personas, centros clándestinos de detención, vuelos de la muerte, sutracción y supresión de la identidad de menores, etc.

Antes de q salgas corriendo a leer el último informe de Human Rights Watch-nada q ver con Helsinki Watch-, Alice Maniotis te lo explica mejor: http://www.youtube.com/watch?v=scgsTsOUrBQ

Anónimo dijo...

Roberto, dijiste que tenés un montón de cosas que criticarle a la CIDH. Me interesa saber alguno de ellos. Gracias.

Oxonian dijo...

Coincido con El Imparcial del Norte: quienes critican la nota por "comparar" el régimen de Chávez con la dictadura de Videla no han entendido la estructura del argumento criticado. El argumento no es: "El gobierno de Chávez es parecido al de Videla. El gobierno de Videla fue un gobierno nefasto. Ergo, el gobierno de Chávez es un gobierno nefasto." El argumento es: "Las críticas de Chávez a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos son parecidas a las críticas de la junta militar a esa misma Comisión. Las críticas de la junta militar son claramente inválidas. Ergo, es probable que las críticas de Chávez también lo sean."

CV dijo...

Por más "malabarismos verbales" q se quieran hacer (del tipo, "no, por favor, no es una 'comparación' entre ambos gobiernos; es una 'comparación' semiótica entre los discursos de ambos gobiernos"), no se puede tapar el Sol con una mano.