Después de días en los que se estuvo hablando sobre temas afines, como con el texto de Paola Bergallo , también un poco con la regulación del aborto legal y en las notas de diarios que comentan la apertura de la oficina de violencia doméstica de la CSJN, estamos/estaremos en el día (23/09) de los derechos políticos de la mujer.
Parece oportuno transcribir un muy buen reportaje que le hiciesen a Alejandra Pizarnik. De directísima relación y de primera calidad (en sept. 1970). Ella, única..
1. ¿Cree que la mujer, en todos los planos, ha de tener los mismos derechos que el varón?
La mujer no ha tenido nunca los mismos derechos que el hombre. Debe llegar a tenerlos. No lo digo solamente yo. Rimbaud también lo dijo "quand sera brisé l'infini servage de la femme, quand elle vivra pour elle et par elle, l'homme -jusqu'ice abominable- lui ayant donné son renvoi, elle sera poéte, elle aussi! La femme trouvera de l' inconnu. Ses modes d'idées différeront-ils des notres?- Elle trouvera des choses étranges, insondables, repoussantes, délicieuses; nous les prendons, nous les comprendrons".
Inútil agregar que las exaltadas palabras del poeta conforman un razonamiento utópico. Es que nada temen tanto, mujeres u hombres, como los cambios.
2. ¿Cree que la sociedad actual necesita una reforma y que redundará en beneficios de la mujer?
No creo que la sociedad actual necesite una reforma. creo que necesita un cambi radical, y es en ese sentido que pueden redundar beneficios para la mujer.
3. ¿Cree necesaria la educación sexual?
Por cierto, puesto que lo sexual es arduo.
4. Por el hecho de ser mujer, ¿ha encontrado impedimentos en su carrera? ¿Ha tenido que luchar? ¿Contra qué y contra quién?
La poesía no es una carrera; es un destino.
Aunque ser mujer no me impide escribir, creo que vale la pena partir de una lucidez exasperada. De este modo, afirmo que haber nacido mujer es una desgracia, como lo es ser judío, ser pobre, ser negro, ser homosexual, ser poeta, ser argentino, etc. Claro es que lo importante es aquello que hacemos con nuestras desgracias.
5. ¿Cree que las leyes que rigen el control de natalidad y el aborto deben estar en manos de la Iglesia y de los hombres que gobiernan o bien en el de las mujeres que, a pesar de ser las protagonistas del problema, no han tenido ni voz ni voto en algo que les concierne vitalmente?
Esta pregunta hace referencia a un estado de cosas absurdo. Cada uno es dueño de su propio cuerpo, cada uno lo controla como quiere y como puede. Es el demonio de las bajas prohibiciones quien, amparándose en mentiras "morales", ha puesto en manos gubernamentales o eclesiásticas las leyes que rigen el aborto. Esas leyes son inmorales, dueñas de una crueldad inaudita. Cabe agregar, a modo de ilustración, la sugerencia de Freud de que aquel que inventara el anticonceptivo perfecto o infalible sería tan importante para la humanidad como Jesucristo.
6. ¿Es partidaria del divorcio?
¿Acaso es posible no serlo?
7. ¿Dónde cree que está el problema más urgente de la mujer?
Los conflictos de la mujer no residen en un solo problema posible de señalar. En este caso, y en otros, la consigna sigue siendo: "Changer la vie".
8. ¿Está usted enterada de la lucha de la mujer por sus derechos en los siglos XIX y XX? ¿Sabe cuáles fueron los primeros en reconocerlos y hasta qué límites?
Ignoro estos temas.
17 comentarios:
que lucidez, no la habia leido en entrevistas, caramba!
excelente
Yo siento que Pizarnik es dueña de una verdad incomunicable, y canta la tristeza de no poder comunicar esa verdad.
y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo
Y lo que la gente valora se vuelve trivial, pequeño, frívolo.
"¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte, un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?"
La búsqueda infructuosa de algo auténtico en este mundo. Alejandra mirando a su alrededor y diciendo:
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Alejandra mirandose a sí misma al espejo y diciendo:
El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.
Y luego:
Insiste en tu abrazo,
redobla tu furia ,
crea un espacio de injurias
entre yo y el espejo,
crea un canto de leprosa
entre yo y la que me creo.
Perdonen este post, solo queria mostrar mi profunda admiracion por Pizarnik.
Sí, muy lúcida y actual, no? 1970!!
Cold in blue hand! Extraordinario!
No sé si actual (tal vez también) pero quería decir: de avanzada.
Es muy tempranoooo
Sigamos,
L.
CANTORA NOCTURNA
Joe, macht die Musik von damals nacht.
La que murió de su vestido azul
está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.
Adentro de su canción hay un vestido azul,
hay un caballo blanco,
hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.
Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.
Ella canta.
A.P.
sl habla de una verdad incomunicable capturada por Alejandra. Su poesía, un canto a las formas también, una declaración de amor al estilo, a la armonía, a la belleza de las palabras cambia notoriamente en los últimos siete u ocho años de su obra (poesía y prosa). Especialmente la prosa se torna brutalmente descarnada (en buena medida escrita durante sus diversas y prolongadas internaciones psiquiátricas). Poesía y prosa se degradan. Al parecer, la degradación del reino de las palabras "coincidió" (quién puede aventurar si lo fue como causa, consecuencia, por azar, qué sabe nadie de su universo) con la degradación de la propia Alejandra. Sus líneas se volvieron brutales, korsakovianas, arrítmicas, sangrantes. Bio-bibliografías recientes intentan exorcizar el tabú de su muerte, las circunstancias del fin de Pizarnik, con su "toparse" con el fin de las palabras.
Parece claro que en razón de ello es que estudios más que interesantes intersectan la obra de Alejandra y la de Wittgenstein quien, según leí hace tiempo, pronunció la frase "Dígales que mi vida ha sido maravillosa" y no habló más hasta morir (lo que sucedió apenas después). Algunos le atribuyen a Alejandra la 'última frase': "Me he quedado sin palabras". Luego los barbitúricos, el relato de su hallazgo y muerte tan góticos... Sólo me interesaba marcar que se internará en un espacio trágico y maravilloso, siento yo, quien hurgue en la obra de Alejandra y Wittgenstein que, pese a su contento, ¿habrá inspirado a Alejandra cuando supo que
‘Para poder establecer un límite al pensamiento, ambos lados del límite deberían ser pensables (esto es, deberíamos poder pensar lo que no puede ser pensado).
Será pues solamente en el lenguaje que pueda establecerse el límite, y lo que resida del otro lado del límite será simplemente absurdo (nonsense)’.
Saludos
GAP
Increíble, que intelectual consecuente.
Saludos!
Sebas
Cuando leo a este tipo de feministas me surge una empatia enorme. Empatia no porque me suceda algo parecido, si no porque quiero compartir su sufrimiento y ayudarla en su lucha. Quiero cargrame su peso y acompañarla en esa lodosa, justa y desigual trinchera. Sentimiento que me surge con varios temas de naturaleza similar.
He leído que buena parte de la obra de Alejandra Pizarnik está inédita, especialmente sus diarios personales, que parece que son los más descarnados. Hay razones para pensar que Alejandra, si viviera, se negaría a publicarlos. Pero yo soy admirador de Max Brod, el gran traidor, y ojalá alguien se encargue de publicarlos.
Che qué impactante la mención de Max Brod. Yo también lo admiro. Hace algún tiempo estuve en Praga con un grupo de estudiantes ingleses. Fuimos al museo de Kafka y relampagueó todo bajo la foto de Max Brod, que reproduce el diálogo entre los dos colegas y amigos. Me gustaría recordarlo:
“—Mi testamento será muy sencillo. En él te pido que lo quemes todo.
Todavía recuerdo exactamente lo que le respondí en aquella ocasión:
—Si me encargas seriamente eso, te digo desde ahora que no cumpliré tu ruego. Toda la conversación se llevó a cabo en el tono de broma que nos era habitual, pero, sin embargo, con esa secreta seriedad que siempre estaba supuesta entre nosotros. Si Franz hubiera estado verdaderamente persuadido de que me negaría a cumplir su voluntad y si hubiera tomado esas disposiciones verdaderamente en serio y con un carácter definitivo, habría designado otro ejecutor testamentario.
No le agradezco el que me haya colocado en este conflicto de conciencia que tenía que haber previsto, pues Kafka conocía la veneración fanática que yo tenía por cada una de sus palabras y que en los veinte años de nuestra amistad nunca turbada me impidió tirar ni la menor nota, ni una simple tarjeta postal suya. ¡Por lo demás, es menester no interpretar mal las palabras: "No le agradezco"! ¡Qué puede importar un conflicto de conciencia, por gravoso que sea, frente a la dicha infinita de que soy deudor a mi amigo, que fue el verdadero sostén de toda mi existencia espiritual.”
Y sobre Ella...
Durante mucho tiempo la obra de Pizarnik no se había publicado pero ediciones Lumen se hizo cargo y publicó básicamente todo, creo que en este orden:
Poesía completa, Prosa completa y Diarios de Alejandra Pizanik.
Algunos estudios de su biobibliografía son bien interesantes, especialmente el de María Negroni, “El testigo lúcido” y todo aquello relacionado con “La condesa sangrienta” y lo que sus intérpretes creen tiene sustento suficiente para ubicarla en cierta manifestación o “forma” de literatura gótica (especialmente su prosa tardía).
Un gran saludo.
Gracias GAP por la información que me das sobre Max Brod y Alejandra. Interesantísima la mención de Wittgenstein, supongo que habrá algún ensayo sobre eso, me interesaría conocerlo. Yo con Alejandra siento algo especial, no sólo con su poesía, que es impresionante, sino con su vida, con las distintas etapas de su vida, con las circunstancias que le tocó vivir. Imaginarla en un cuartito en un piso compartido de París, la soledad, la busqueda de la salvación en las palabras, la vuelta a buenos aires, sentir que la ciudad ya no es la misma porque ella ya no es la misma, tal vez un sentimiento profundo de fracaso, la sexualidad reprimida, sentir que las palabras no sirven para que te quieran, en fin, todo eso me genera tanto afecto hacia su historia, hacia su literatura, en fin. Un abrazo grande
Hola SL, me identifico mucho con tus “sensaciones Pizarnik” y pienso que va a interesarte contenido y tono del extenso ensayo que Graciela Tocce, poeta y profesora de filosofía (solía escribir bajo un pseudónimo), le dedica a Alejandra y que podés consultar en este link, sólo para empezar por algún punto de la rueda:
http://www.con-versiones.com.ar/nota0164.htm
Hay más cosas, voy a hurgar de nuevo en mis carpetitas.
El paralelo con Wittgenstein se sugiere, me parece, a partir de dos hechos: primero, su relativo carácter de contemporáneos (durante veinte años) y el probado conocimiento que ella tenía de la obra de él; segundo, el desenlace de ambos en esa opacidad de lo inefable, el “arrojar la escalera después de haber subido a ella” o el “de lo que no se puede hablar, hay que callar” (para resumir en un par de frases tamaña filosofía o, como diría W., “A whole cloud of philosophy condensed into a drop of grammar”) y la identidad absoluta que Alejandra trazó entre existencia y lenguaje. Como vos decís, la búsqueda de la salvación en las palabras. Sebastián, que escribió ayer, la llamaba “intelectual coherente”, hallazgo que calificaba como increíble. Por diversas razones esa línea me hizo sonreír; lo cierto es que el des-elogio a la coherencia le llevó buena parte de su obra a Alejandra. Sentía que las palabras no servían para que la quisieran, entonces dejó de encontrar las palabras. Calló. Si mirás el link, verás que recuerda mucho a ella el acápite de Rilke en el punto 2: “Si mis demonios han de dejarme, me temo que mis ángeles también levantarán vuelo”. Creo que con ella pasó un ángel y ahí nos explicamos, como si fuéramos chicos de nuevo, tanto silencio.
Un abrazo grande.
Gracias GAP, voy a esperar tus carpetitas entonces.
Yo (para terminar) ahora pienso que a Alejandra, alquimista de las palabras, pudieron haberle pasado dos cosas: o bien dió con el poema, con las palabras por las que vale la pena vivir, y se dió cuenta que no las merecía; o bien encontró que la verdad que buscaba no estaba cifrada en palabras, sino en una visión aterradora, en una fuga, en un gesto, y sintió el dolor de los años perdidos, del pasado irrecuperable ("¿[cómo] explicar con palabras de este mundo que partió de mí un barco llevandome"?). Y se dió a la locura.
Suerte GAP, ya volveremos a encontrarnos por acá.
Para despedirme por ahora yo también, a ver qué decían esos cuadernitos...
César Aira, Alejandra Pizarnik, Beatriz Viterbo Editora, 1998
Olga Orozco, “Presentación de Los Trabajos y las noches de Alejandra Pizarnik”, en Páginas de Olga Orozco, Celtia, 1984
Cristina Piña, La palabra como destino. Un acercamiento a la poesía de Alejandra Pizarnik, Centro Editor de América Latina, Colección Los grandes poetas, 1988
Rodolfo Alonso, “Primera memoria de Alejandra Pizarnik”, en No hay escritor inocente, Librería del Plata, 1985.
Buma, Flora, Blímele, Alejandra, Sasha: cinco nombres para un mismo desamparo, parecida a los tumultos de luz sobre ese tanque de agua tan metálico, Irene Sauce y tu final.
Si allí sólo quedan las palabras, como alguien dijo, yo me guardo estas líneas de Alejandra para revertir su ausencia:
“Y que de mí sólo quede
la alegría de quien pidió entrar
y le fue concedido”
Gracias GAP!! un abrazo grande
Otro abrazo grande para vos, SL. Gracias y hasta pronto!
Publicar un comentario