3 feb 2009

Chávez

Se viene el referéndum de Chávez para apoyar la reelección sin límite de todos los cargos electivos. Deberíamos discutir del tema antes de que llegue, y además hay varios colegas amigos, en el país, empujando una campaña a favor. Aquí, por principios (rg) estamos en desacuerdo con cualquier reelección boliviarianamente indefinida, se trate de quien se trate. Entiendo que sobre el trabajo de Chávez estamos habitualmente mal informados (por responsabilidad que no es sólo suya, aunque él no sea completamente ajeno a ello), pero la respuesta seguirá en todo caso siendo negativa. Qué le vamos a hacer.

28 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy totalmente encontra de cualuqier intento de perpetuarse en el poder, sea quien sea el que lo intente. Me parece un atentado a la democracia como estilo de vida. A lo largo de la historia se ha demostrado que toda perpetuacion en el poder termina en un desgaste profundo de los cimientos de la sociedad que terminan pagando los sectores menos beneficiados.
Ademas me parece una propuesta que profundiza el sistema presidencialista...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Tanto la reelección de Uribe como la de Chavez sería nefasto (y no lo digo por las políticas que puedan implementar sino por la reelección en sí). Si los ciudadanos creen que la salvación de su país (sea Colombia o de Venezuela) depende de un sólo tipo entonces están perdidos. Pero es muy complicado cambiar esa mentalidad. En la Argentina, este tema lo vemos quizás con mayor claridad después de la nefasta reelección de CSM. Pero en su momento compramos el mismo combo que muchos colombianos y venezolanos.

Lucas A dijo...

Ni bolivariana ni de ningún color. Eso es el principio.

Otro debate es impedir elecciones o reelecciones ilimitadas en los altos niveles (presidencias y gobernaciones) y no impedirlas en los niveles inferiores (municipios). ¿ Se pueden o se deben diferenciar cargos ejecutivos, legislativos y/o administrativos?

Para mi permitirlo en un nivel ayuda a fomentar las expectativas, vicios y la sobredimensión del las virtudes del otro nivel.

L.

rg dijo...

claro, pero hay que discutirlo porque muchos dicen "si lo vota hoy la mayoria, entonces por que no"?

Unknown dijo...

yo considero, respecto de esto último que apuntás Roberto, que en realidad lo que la mayoría vota es la idea de un proyecto (o el miedo a un cambio de proyecto) y me parece legítimo. Lo que me parece grave es la (falta) de responsabilidad de quienes "encarnan" ese proyecto, que se sienten los únicos que pueden llevarlo adelante y no confían en otras personas, comprometidas con el mismo, para seguirlo... Lo que implica también no confiar en su propio equipo de trabajo, sus electores, etc.. a quienes suponen oir. Probablemente también implique falta de transparencia, porque durante la gestión se concentró todo en pocas cabezas y a la hora de pensar en una continuidad, no se encuentre quienes tengan las herramientas/información para seguir. Entonces, las opciones son a todo o nada. A mi criterio esto no es responsabilidad de quienes votan, sino de que los sistemas prescriban la periodicidad de las funciones o no.

Unknown dijo...

Coincido con lucas.. No hay que olvidar el tema de los cargos municipales eternos que han destruido la vida civica en los municipiios.

Si bien puede o no ser votado por la mayoria, para mi pierde un poco de legitimidad en el sentido de que el gobierno oficialista venezolano ejerce demasiada presion propagandistica, intentando lograr que aquellos que tienen menos poder analitico crean que Chavez es su unico remedio contra el "perverso imperialismo"..
No creo que a ningun ciudadano se le explique las contras de tener a una misma persona instalada indefinidamente en el gobierno.

Natalia Sobrevilla dijo...

Increíble la vigencia del cesarismo democrático en Venezuela, es mas su renacimiento. Uno pensaría que después de Gómez, de Pérez Jiménez y demás, los venezolanos estarían ya inoculados contra la idea de gobiernos de tan largo aliento. Pero quien sabe, si la constitución vitalicia marcó el inicio del fin para Bolívar, quizás sea aquí también así.

rg dijo...

merci por los comentarios, acuerdo mucho. necesitamos desacuerdo!!!!

Tomás Marino dijo...

Ahi va mi intento Rg.

Probablemente diga una estupidez, pero en el fondo —muy en el fondo— pongo en duda hasta dónde es compatible el cambio bolivariano que propone Chávez y el modelo de país por el cual aboga, con ciertos valores netamente democráticos como son aquellos referidos en la alternancia de los cargos, en la imposibilidad de sujetar el futuro de la gente a una única persona.

Esa única pesona bien puede ser elegida una y otra vez por el sano criterio de la gente, o bien puede ser fruto de una voluntad viciada (mala educación deliberada y sistemáticamente instaurada, sistemas de corrupción, presión, mafias, fraudes, miedos, etc.). Con mirar un poco la historia uno ve que eso no es taan imposible.

Pero, insisto, no sé hasta dónde la reelección indefinida es incompatible con el proyecto de Chávez (y en la forma que él lo impulsando.). Hasta dónde no pasaría a ser un mal menor (y hasta necesario diría)dentro del combo bolivariano que ha venido a instaurar.

El cambio busca darle a él la posibilidad de cumplir legalmente un deseo obvio, que no es otra cosa que quedarse en el poder. Quién sabe por cuánto.

No sé.

Personalmente estoy en contra de cualquier reelección indefinida, desde un centro de estudiantes universitario (se los he dicho a los cancerígenos Fra*ja Mor*da en su cara) hasta el presidente mismo.

Anónimo dijo...

Sigo preguntándome, perpleja, sobre las razones de un persistente silencio de RG sobre lo ocurrido en Gaza.
Saludos.

rg dijo...

anonimo, estamos hablando de otra cosa, y esto no es un tele diario que tenemos que cubrir todos los temas para alegria del publico, lo siento

Martín Juárez Ferrer dijo...

jajaj que grande roberto tu respuesta a "anónimo"
hay montones de cosas en los blogs anónimo...
respecto del tema reelecciones indefinidas, así muy rápido, digo lo siguiente: es un tema donde la democracia debe ceder, ulises no debe ser desatado, y las reelecciones no deben ser permitidas, a mi juicio. Si con un periodo intermedio. Y digo más, aunque quizá no sirva, y la práctica se lleve puesto un dique, habría que ponerle un cerrojo a las cláusulas de reelección, o mejor dicho dos (al menos): (uno) para su reforma se necesita una super mayoría (pongámosle, 3/4 del total de los convencionales); (dos) reforma que permite reelección no sirve para el gobernante de turno (así se quiso hacer en Córdoba en 1987, infructuosamente, claro está). No me olvido que después la práctica puede violar todo esto, pero un par de candados siempre hacen más difícil entrar en la casa y llevarse todo...

un abrazo, ya acá instalado, y escribiendo sobre bolivia!
martín

anónimo dijo...

Ahí va la disidencia, no por convicción, sino, por pedido. empezamos con una fraternal ironia. No advierto que se pueda ser tajante sobre la posibilidad de reelección con un sí o con un no. Tengo mi posición en realición a que la particularidad de cada sociedad tiene un trama compleja de historia e intereses por lo cual el mecanismo (reelección sí o no) no debe ser férreo. Lo que yo advierto es que más que quién gobierna está bueno visualizar quién tiene el poder (delinear el modelo de convivencia social). yo no tengo acceso a votar a tipos que son ejecutivos de las grandes corporaciones que influyen y mucho en la vida de las actuales (mercantiles) sociedades.
Además, pongamos sólo como ejemplo a, EEUU en los últimos veinte años existió alternancia formal en el poder, pero no parece que haya existido real modificación de quienes detentaban el poder (el complejo militar-industrial-tecnologico-financiero). En la periferia en la que nos pusieron/estamos (responsabilidades compartidas) no es inusual que para que sectores postergados hayan salido a la luz fue necesario un vínculo personalista lider/ciudadanos. Lo que me preguntaría es ¿si realmente los sectores mas desventajados de venezuela han sido intergrados en este proceso, se puede desacelerar el mismo por la aplicación de una regla: reelección no? Salute!!!

rg dijo...

martin, manda mas cronicas bolivianas!
anonimo (por que no un nombre, que hace todo mas facil?): pero no pueden tratarse ambas cuestiones -juntas o separadas? quiero decir, lo del entramado del establishment es cierto, pero por que alentar o facilitar la concentracion de poder en el ejecutivo?

Anónimo dijo...

Según interpreto (en esto quiero ser cuidadoso porque por ahí no reflejo ni si quiera
tenuemente lo que se postula desde esta localidad virtual) la cosa estaría girando en que
si se permite la reelección se concentra poder en el ejecutivo. No estoy cierto que eso sea
tan fácil de sostener. aquí nomás tenemos un poder ejecutivo (creo que) fuerte en atribuciones
y con posibilidad de reelección y no parece haber detentado la concentración de poder sufieciente
ni si quiera para cumplir el primer mandato. Allí percibo que el establishment cambió figuritas
pero el modelo de convivecia social delineado estalló. Ejemplo inverso fueron todos los momentos de
quiebre institucional siendo que existía o no posibilidad de reelección (en este caso porque no
se delineaba el modelo de sociedad que pretendía congigurar los sectores domintantes). De allí que no se si lo que
se postula es que existan ejecutivos con una concentración de poder menor (cosa que comparto) o si
se deriva que de la posibilidad de reelección de chavez -en este caso- surge en sí misma la concentración de poder(en
el sentido señalado (de excesivas facultades)?

Anónimo dijo...

Hola... qué buen tema. Me gustaría aportar algo, pero no sé si después podré seguir "prendido" en el debate/despiole.

1. Quien sostenga el principio mayoritario de modo (casi) absoluto tendrá problemas, me parece, para negar la reelección indefinida (o limitada). Es que... ¿quién puede hoy limitar a las mayorías de mañana o pasado? ¿Con qué derecho/legitimidad prohibirían votar por el mismo personaje una o cien veces?

2. Pero creo que esa postura es medio insostenible, y hasta incompatible con la adopción de una Constitución (entendida, al menos, como norma cuyo trámite de modificación es distinto del de las leyes ordinarias).

3. Ahora, si adherimos a un modelo "deliberativo" (más o menos) de democracia, hay algunos puntos para formular.

La reelección impide la
incorporación de nuevas personas (esto es, nuevas ideas, mentalidades, biografías, experiencias) al entramado institucional. Esto empobrece, casi por definición, la diversidad de los participantes en la deliberación pública. La falta de renovación conduce a menores cuestionamientos o críticas a lo establecido. A la vez, impide a los funcionarios ocupar otro cargo o volver a la "vida común", lo cual recorta también para ellos la posibilidad de ganar nuevas ideas/experiencias compartibles en el marco de la deliberación.

4. La reelección fomenta, además, la consolidación de entendimientos "personales" entre las instituciones (por ejemplo, un mismo presidente con los mismos legisladores). Esto reduce su necesidad de argumentar en público las decisiones/propuestas. Disminuye, además, la "impersonalidad" de las instituciones, necesaria para que constituyan un instrumento de la voluntad creada deliberativamente (en lugar de ejecutores de la voluntad de sus circunstanciales ocupantes reelegidos).
Esta permanencia de las mismas personas en diferentes instituciones puede debilitar, por esa via, la división de poderes, su control mutuo.

5. Todo esto, claro, si uno acepta la necesidad de la deliberación y el efecto positivo en ella de la diversidad de participantes.

6. Por eso, me parece que la reelección limitada aparece como un compromiso entre ambas ideas (el "mayoritarismo" y el "deliberativismo", digamos). Pero su extensión depende, entre otras cosas, de la historia y características de cada país, de su situación concreta, etc. Se resuelve, entonces, por grados. Incluso puede haber cargos (en ciertas circunstancias) que por sus características hicieran aconsejable la prohibición de la reelección, aun limitada.

7. En lo que no estoy de acuerdo es en equiparar "reelección indefinida" con autoritarismo o dictadura. En lo personal, por las razones que di recién (y alguna otra), yo no apoyo la reelección indefinida. Pero Estados Unidos adoptó esa modalidad en su Constitución de 1787 (Art. II, Sec. 1). Y la mantuvo hasta 1951, en que se aprobó la Vigesimosegunda Enmienda. Franklin Delano Roosevelt pudo acceder así a 4 (cuatro) presidencias consecutivas, y cuesta pensar en él como un dictador/tirano. Más allá de que algún "Republican" esté leyendo esto, creo que no da para poner a FDR en el mismo estante que Mussolini...
Sí, algún lombrosiano puede alegar que "Estados Unidos es una democracia y Venezuela no". Pero ese argumento parte de lo que hay que demostrar, justamente... O bien da por supuesto que los norteamericanos son genéticamente "democráticos" y nosotros los latinos, unos niños mentales que buscamos un padre protector. La cárcel de Guantánamo ayuda a pensar por qué las cosas no son tan simplonas.

Al final te quería dar la contra, Roberto... y no me salió.

Un abrazo

Horacio, de
Radio Tosco

rg dijo...

yo estoy muy en contra de la reeleccion (indefinida), y entiendo que parte de los argumentos pasan por la defensa de la deliberacion. creo, de todos modos, que son menos lineales, van en direcciones diversas aunque si, supongo que en general van contra la reeleccion. para mi es mas que nada una cuestion de aprendizaje historico y constatacion practica: la reeleccion hace mal, ayuda a que el que esta en el poder trabaje solo para quedarse, las estructuras se aburguesan, se crea una clase que permanece en el poder, la cabeza del poder se entusiasma con su propia figura, se diluye la practica de discusion mas abierta, a la hora de decidir la gente empieza a mirar arriba mas que a los costados, se consolida la idea de que el poder esta arriba y no abajo. no por casualidad, todos los radicales interesantes que lei eran anti-presidencialistas, anti-bolivarianos: en chile, en peru, en colombia. esa es la historia que reivindico. pero en fin, igual quiero que pensemos mas el tema del argumento democratico que tantos salames levantaron cuando mendez buscaba la tercera reeleccion

Mat dijo...

Hola a Tod@s
Entre las palabras execradas que conozco por ser periférico es la re-re-re-elección. Créanme ser del interior del interior es una experiencia demasiado dura que termina exiliando a cualquiera.
Pero con toda la intención de tirar la piedra y esconder la mano se podría plantear:
1- El intento reformador frustrado del chavismo entre otras cosas planteaba un cuarto nivel en la organización del Estado, por abajo del estado nacional, provinciales y municipales. Constituidos en asambleas iban a contar con el 30 % del presupuesto nacional (algo así como lo que sucede con el presupuesto chileno pero ellos lo gastan en las fuerzas armadas) Artículo 168 se refiere a los medios de producción socialistas:
"En sus actuaciones el Municipio estará obligado a incorporar, dentro del ámbito de sus competencias, la participación ciudadana, a través de los Consejos del Poder Popular y de los medios de producción socialista."
El artículo 184 se refiere a la construcción de una economía socialista:
"Una ley nacional creará mecanismos para que el Poder Nacional, los Estados y los Municipios descentralicen y transfieran a las Comunidades organizadas, a los Consejos Comunales, a las Comunas y otros Entes del Poder Popular, los servicios que éstos gestionen.
2- Probablemente el sujeto político necesite tiempo de maduracion. Existen sectores que copatoron los privilegios del estado durante muchas generaciones (Bush-bush clinton-clinton son solo un boton de la muestra)

Saludos y cariños a todos
Llantuh (MA)

rg dijo...

ya, lo que pasa es que cuando se intercambia mas poder real, inmediato, para el presidente a cambio de poder hipotetico, futuro, dependiente de leyes y toda una nueva practica, para la gente, es que lo primero se termina por devorar lo segundo

Alfonso dijo...

Hola R

No se a riesgo de que pueda parecer una burrada, actualmente ando como un tercio de la obra de Sunstein "Why societies need dissent" que no va por ahí? ( en cuanto al desacuerdo como forma para evitar por ejemplo la perpetuación del poder), te repito aún no termino ese trabajo pero muchos de las argumentos que esgrimes me parecen muy parecidos a los argumentos establecidos por Sunstein en el principio del trabajo

rg dijo...

si, esta bien Alfonso. Sobre ese libro, ay, yo creo que sunstein debio haber escrito un paper corto pero hizo un libro. tiene esa pasion por tener mas y mas libros!

Anónimo dijo...

A ver, voy a romper mi silencio absoluto desde hace tres años que leo con mucho interés este blog, el de Gustavo Arballo, Radio Tosco, Derecho Leído y otros, para meterme en la discusión, pero aseguro que no la voy a seguir porque hacerlo comporta mucho tiempo y tengo que concentrarme en un artículo que terminar, en otro que evaluar, etc. Tomo la propuesta de “salirme del coro” y defiendo la reelección indefinida (sin estar plenamente convencido al respecto).

Aclaro que no voy a participar en el debate posterior, no por temor sino por una cuestión de concentración y tiempo. Además, la discusión en los blogs me dan mucha inseguridad, porque uno escribe a mano alzada y después la letra queda..... mientras que no es lo mismo en una discusión oral, ni mucho menos, por otras razones, en una discusión en revistas por medio de artículos, donde en el primer caso no queda constancia de la eventual gansada que uno dice y en el segundo uno tiene mucho tiempo de hacerse cargo de lo que va a decir. Esto es un intermedio entre los dos, con las ventajas y desventajas que ello conlleva. Yo me concentro, y por eso no participo, en las desventajas...... Fin de la disgreción y voy al punto.....).

Creo que el temor a las reelecciones indefinidas pasa bastante por lo que dijo Horacio (Radio Tosco) y no veo gruesos problemas con aceptarla (no conozco la propuesta venezolana, por lo que me concentro en el plano teórico y a nivel del Ejeuctivo nomás) en una democracia plena y consolidada, con mecanismos de pesos y contrapesos, con igualdad sustancial entre sus miembros, con libertad de expresión real, etc. El problema, por cierto, es que eso se da –si es que aceptamos que se da en algún lado- en muy pocos países y, seguramente, no en Argentina. Pero la crítica a la reelección indefinida pasa, creo, porque con ello se consolidaría el autoritarismo: es así? Por supuesto, quién está en el poder goza de mejores elementos para poder ser reelegido (propaganda oficial, fondos públicos, etc.) pero también –y esto no lo han considerado- tiene el “logoramento” (desgaste) del gobernar. O sea, no todo es “favorable” a quién gobierna y hay que demostrar lo que dice RG de que se gobierna “sólo” para perpetuarse en el poder, etc. Y por qué lo votan después, entonces? Creemos en la democracia o no? En lo que se refiere a la deliberación, también hay que ver..... No estoy seguro que en las “democracias latinoamericanas” actuales –que empiezan a admitir la reelección indefinida- haya menos deliberación que antes........

Por tanto, si al menos hablamos de que se trata de elecciones limpias (y podríamos discutir niveles de este tipo de elecciones, pero aceptemos el más elemental, es decir que no haya fraude), me parece positivo, “democrático”, que si un candidato quiere seguir –y el sistema se lo permite y la mayoría lo apoya- pueda hacerlo. Ojo, donde está el autoritarismo?: lo vuelven a elegir por mayoría, quiere decir –en principio- que está haciendo las cosas bien desde una visión mayoritaria....... Y no me parece que el argumento del impedimento del cambio de personas, si bien importante, sea más fuerte que la voluntad popular.... Por supuesto, me imagino que nos referimos al “cambio de personas” en relación con el partido en el gobierno.... aunque a veces parece que se quiere “exigir” el cambio de personas en relación también con la oposición..... Bueno, sí, es deseable desde la teoría política pura la alternancia, pero no la vamos a imponer normativamente, no? Si la mayoría sostiene un gobierno, liderado por una persona (el problema de los liderazgos es otro “file” a considerar) creo que tenemos que aceptarlo..... aunque a muchos no les guste. En fin, hay mucho para discutir (presidencialismo o parlamentarismo; democracia real o sustancial y democracia solo formal como la nuestra, poder formal y poder real como ya se ha planteado en los post anteriores, las características sociales, políticas, económicas, culturales de que se trate, etc.) pero ya he escrito mucho y la corto aquí, pero seguro que dejo cosas para el debate, tal como era la intención de mi amigo RG (aclaro, siempre he estado en contra de sacar el impedimento de reelección en Argentina, a nivel provincial por ejemplo, pero ahora estamos discutiendo desde lo teórico y no en un caso concreto, no?). Para enriquecerlo más, acompaño un artículo de Borón en el Página de hace unos días, interesante, que toca el tema desde una perspectiva de los EEUU y las relaciones internacionales. Un gran abrazo y espero no volver a intervenir en los debates bloggeros por mucho tiempo.................. Andrés Rossetti



Reelecciones buenas y malas
Por Atilio A. Boron * , Página 12, 27 de Enero de 2009.
El rotundo triunfo de Evo Morales, el tercero consecutivo desde el 2005, difícilmente servirá para acallar las críticas de quienes vieron en este referendo constitucional apenas una estratagema del líder boliviano para perpetuarse en el poder. Caso omiso se hace del denso articulado de la nueva Constitución boliviana que, en sus 411 artículos, establece un marco normativo protectivo de las grandes mayorías populares, por siglos oprimidas por los distintos gobiernos de Bolivia, al paso que reafirma los derechos de los pueblos indígenas, garantiza el control público de los principales recursos naturales y perfecciona la calidad de las instituciones republicanas. Pese a que unos 350 observadores internacionales de organismos como la OEA, la Unasur, la Unión Europea y el Centro Carter declararon que las elecciones se desenvolvieron de manera inobjetable, el líder de la derecha fascista de Santa Cruz, Branco Marinkovic, manifestó su impotencia lanzando una ridícula acusación de fraude, preparando el terreno para una nueva ofensiva sediciosa en contra de la nueva Constitución.
Una de las críticas más socorridas, escuchada también en estos días a propósito de la propuesta de enmienda de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela facultando la reelección indefinida del presidente Hugo Chávez, es que tal cláusula revela una vocación totalitaria que debe ser rechazada a cualquier precio. La secretaria de Estado de George W. Bush, Condoleezza Rice, no se cansó de predicar esta tesis, repetida luego ad nauseam por los principales medios de prensa, periodistas y analistas “independientes” de América latina. No se conocen todavía comentarios de su sucesora, Hillary Clinton, pero a juzgar por sus muy desafortunadas declaraciones en la audiencia confirmatoria sostenida ante el Senado de EE.UU. no sería de extrañar que en los próximos días apareciera un comunicado oficial deplorando lo que sería visto como una sinuosa maniobra de Evo Morales para eternizarse en el Palacio Quemado.
En vista de ello, conviene recordar que la reelección indefinida es una norma en la mayoría de los países europeos: fue por eso que Helmut Kohl pudo ser canciller primero de la República Federal Alemana y luego de la Alemania unificada durante dieciséis años, desde 1982 a 1998, sin que en ningún momento la opinión “bienpensante” y la prensa “independiente” (mucho menos el Departamento de Estado) pusieran el grito en el cielo ante tan prolongado monopolio del poder político. Podría haber seguido en el timón de la Cancillería; si no lo hizo fue por el estallido de un escándalo que lo obligó a renunciar. En España, el principal lobbista mundial de las transnacionales españolas y sedicente custodio de los valores democráticos, Felipe González, fue presidente del gobierno desde 1982 a 1996, un total de 14 años, sin despertar preocupación alguna en la Casa Blanca y los gobiernos “democráticos” del mundo desarrollado. En el Reino Unido, Margaret Thatcher fue primera ministra durante 11 años. Nada le impedía haber seguido en el poder, pero su coalición perdió peso electoral y tuvo que renunciar. Hay varios casos similares en Europa. Francia, sin ir más lejos, autoriza una reelección presidencial para un mandato de siete años cada uno. Todos los últimos presidentes de Francia duraron 14 años en el poder.
Más interesante todavía es el significativo (y cómplice) silencio de Washington ante la dilatada permanencia en el poder de una serie de mandatarios amigos, aliados incondicionales del imperio: en Egipto, el actual presidente Mohamed Hosni Mubarak ejerce el cargo desde octubre de 1981, lo que no obsta para que reciba toda clase de elogios por la “estabilidad política” lograda en ese país y generosos apoyos financieros y militares de parte de la Casa Blanca. Total: 28 años ininterrumpidos en el gobierno. En Camerún, el presidente Paul Biya gobierna con poderes omnímodos desde 1982: 27 años. En el pequeño enclave petrolero de Gabón, otro aliado de Estados Unidos, el presidente Omar Bongo Ondimba preserva el orden con mano de hierro desde 1967: 42 años. En Angola, el gobierno pro americano de José E. dos Santos se encuentra en el poder desde 1979: 30 años. Por último, uno de los aliados fundamentales de Estados Unidos, Arabia Saudita, es un país en el que impera el más primitivo y brutal despotismo: allí rige una monarquía hereditaria que jamás ha convocado a elecciones de ningún tipo, ni siquiera para el Legislativo, cuyos miembros son designados “a dedo” por el rey Abdallah entre su séquito de familiares y favoritos. Jamás el Departamento de Estado ha dicho una palabra acerca de las amenazas que la perpetuación de estos regímenes plantea para el futuro de la democracia en el mundo. El problema son casos como los de Fidel, Evo y Chávez, no estos otros. Si son útiles a los intereses de Washington podrán permanecer en el poder el tiempo que quieran y, además, ser respaldados por todos los medios imaginables. Si se rebelan contra el imperio se los denuncia como déspotas o tiranos. En fin, amigos son los amigos.
* Politólogo.

rg dijo...

dale, repetamos tu vuelta a la cueva andres, gracias por intervenir. de todos modos, en lo que a mi respecta, insisto, tengo menos una posicion de certeza teorica (por eso le decia a horacio que no hay obvia linealidad entre dem deliberativa y no reeleccion), que de conviccion practica: creo que la historia ensenia que no conviene, como la historia ensenia que no conviene -que se yo- que en la ruta haya limites a la velocidad, aunque creemos en la autonomia individual y muchos van rapido y no se matan

mm dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
mm dijo...

Creo que este tema tiene que ver con el post de GOD sobre presidencialismo y democracia. Liderazgos fuertes, partidos políticos débiles y un modelo de democracia débilmente institucionalizado. Entonces me pregunto si una cláusula que prohíbe la reelección indefinida es suficiente para poner bajo cuerda un estilo cultural y político antiinstitucional ,o, por el contrario si la reelección indefinida puede actuar como mecanismo “autoregulador” sobre las expectativas y posibilidades de permanencia, al transformar en institución el fundamento de la práctica antinstitucional: la permanencia ilimitada en el poder.

Tomo la sugerencia de Martin Juarez Ferrer aquí en el post, y digo¿qué pasa si antes que amarrar a Ulises se objetiva el deseo en institución? Concretamente, ¿qué pasa si se habilita el acceso para la permanencia ilimitada en el poder, pero mediante la competencia en el campo político? En principio tendríamos que 1) la competencia con otro es más importante que el deseo por el poder. De este modo, las posibilidades para la reelección indefinida quedarían “amarradas” a la dinámica y a la “confrontación” política.( principio de realidad). 2) y, tal como las sirenas SOLO existen en la mitología, aquí, la permanencia ilimitada sería posible pero SOLO como realidad acotada: el tiempo real del período de gobierno regulado por el juego democrático.
Digamos qe la “confrontación política” supone una praxis: una práctica política que podría entenderse como afirmación del “principio de realidad”: período de gobierno concreto. Así visto, la lucha por el acceso y permanencia en el poder estaría mediada por la praxis en el campo político; de este modo cuanto más crece la confrontación(democracia robusta??), más acotada/ reducida la posibilidad (re)electoral por la dinámica/disputa electoral.

Por otra parte, ¿cuántos mandatos consecutivos pueden sostenerse efectivamente en un sistema democrático, más allá de las expectativas de trascendencia en el poder? Cuáles las posibilidades de una reproducción continuada del carisma (fundamento de un liderazgo personalista) en el poder y de la reproducción concentrada de poder en el poder? (pensemos en Chavez, en Carlos Saúl como personas que logran concentrar estos atributos, pero que además deben acumularlos y reproducirlos perpetuamente).

Como bien lo han señalado por aquí, el sistema democrático articula un sistema de frenos y contrapesos. En este caso, enfatizaría más en el proceso de selección de representantes a cargos legislativos que eluden la confrontación electoral. (en las elecciones internas partidarias como en las elecciones generales) favorecidos por el “efecto arrastre” de la lista sabana y por el primer cuerpo de la lista ( presidente/ gobernador/intendente/) con el que luego consolidan/garantizan una mayoría oficialista en las Cámaras . En esta dirección, si se desvinculara “la sabana”, y los cargos legislativos confrontaran electoralmente creo que “la permanencia en el poder” sería una variable atenuada y corregida/controlada también por mayorías no oficialistas, en coalición en el ámbito legislativo. Y tal vez también, más orientadas a controlar la gestión de gobierno

Anónimo dijo...

¿Cómo podemos explicar la propuesta de Chávez?

El referéndum sobre la reelección indefinida hace manifiesto un síntoma, un cierto desequilibrio patológico que trastoca el universalismo del concepto de democracia. Este desequilibrio, lejos de anunciar la imperfecta realización del principio democrático, funciona como su elemento constitutivo, esto es, como un elemento paticular que subvierte su propio fundamento universal, una especie que subvierte su propio género.

El ensayo de democracia reciclada de Chávez es un punto de ruptura a un campo ideológico determinado --la democracia formal, reprsentativa--, y al mismo tiempo, necesaria para que ese campo alcance su forma acabada.

Este procedimiento implica una cierta lógica de la excepción: cada universal ideológico --democracia representativa-- es falso, en la medida que incluye necesariamente un caso específico que rompe esa unidad, esto es, deja al descubierto su falsedad.

La democracia es una noción universal, pero en el caso que nos ocupa, es una necesidad estructural, un ejercicio de democracia específico que subvierte esta noción universal. La reelección indefinida es lo opuesto a una democracia efectiva, sea consensual o participativa. Aquí el punto crucial es que esta democracia paradójica, sintomática --la forma de lo opuesto a ella--, es la que clausura el círculo de la democracia representativa, del liberalismo político.

Con cordiales saludos.

rg dijo...

pero no veo en que sentido es "necesaria que ese campo alcance su forma acabada". yo creo que, mas alla de como evaluemos el proceso, no es necesario en ningun sentido. repito, mas alla de si nos parece un proceso bueno o malo

Hernando Javier dijo...

Para varios países suramericanos, la reelección indefinida se ha convertido en una opción no política sino de esperanza o mejor en una posición de fe en personajes que por su tozudez han calado en la mentalidad y corazón de las sociedades que representan. Pero la pregunta es, ¿se piensa en la reelección de personas o de políticas?, lo perverso es que si una política necesita para consolidarse y explicarse perpetuar el poder, es conveniente para la sociedad en que se aplica. ¿Quienes están detras de ella?, son políticas de partido dentro de una democracia o de personas o pequeñísimos grupos de presión con gran poder?.

La pregunta que deberíamos hacernos y que me hago ¿A quien o a que le voy a dar tal facultad y no es suficiente la política plantada para que la organización política que la plantea la mantenga?