Agrego el último pronunciamiento de Plataforma, sobre el caso Chevrón (y también un buen artículo de Maristella y Quique Viale sobre el tema, acá)
PRONUNCIAMIENTO DE PLATAFORMA 2012
LLAMADO A LA REFLEXION A LOS LEGISLADORES NEUQUINOS:
FRENTE A LA INMINENTE ENTREGA DE VACA MUERTA A CHEVRON
27 de agosto de 2013
Ante la inminente discusión por parte de la Legislatura
de la provincia del Neuquén del convenio con YPF, que habilitará el ingreso de
la empresa transnacional Chevron a Vaca Muerta, desde Plataforma 2012 queremos
expresar nuestro repudio por este acuerdo que sintetiza un paso más en la
entrega de nuestros bienes naturales a una empresa transnacional, al tiempo
que llamamos a la reflexión a los y las legisladores y legisladoras neuquinos,
quienes tienen hoy una oportunidad histórica de rechazar el convenio con YPF y
exigir que se abra un verdadero debate democrático sobre el tema.
En mayo de 2012, desde Plataforma 2012 elaboramos un
documento crítico sobre el tema (1). Entre otras cuestiones sosteníamos
que la ley no proponía cambio alguno del marco regulatorio ni política de
nacionalización de los hidrocarburos; que no asistíamos a una verdadera
estatización de la empresa y que, de este modo, no se resolvían las cuestiones
centrales de la crisis energética de una matriz productiva basada en
hidrocarburos. En julio de este año nos pronunciamos críticamente sobre el
convenio entre YPF y Chevron (2), denunciando que dicha emp resa
lucrará con la destrucción de nuestros territorios y del ambiente.
Pasado poco más de un mes entre el anuncio del
convenio y su inminente tratamiento en la legislatura neuquina (prevista para
el 28 de agosto), los hechos reconfirmaron de modo incontestable que estamos
ante una nueva estafa realizada a la sociedad argentina, cuyos responsables son
el gobierno nacional y sus socios provinciales, y cuyas consecuencias nefastas
aún hoy resulta difícil de dimensionar en todo su alcance. Ello, al menos
por cuatro razones:
En primer lugar, en la expropiación de capital
accionario de YPF por parte del estado, de modo deliberado se procedió a elegir
la figura de la sociedad anónima en vez del modelo de una sociedad de Estado
para evitar los controles públicos, lo cual abrió la puerta a un hecho
inconcebible en el marco de cualquier sociedad democrática: que el convenio
firmado entre YPF y Chevron tomara un carácter secreto y fuera ocultado incluso
a los legisladores de la provincia del Neuquén, que debaten estos días la
cuestión.
A esto se suman otros atropellos, como por ejemplo, no
hubo llamado a audiencia pública, el acuerdo ni siquiera fue tratado por la
comisión de medio ambiente (pese a los pedidos y presentaciones judiciales de
algunos diputados de la oposición), y éste se coloca en el marco de una
flagrante violación del Convenio 169 de la OIT, que exige el consentimiento
libre, previo e informado de las comunidades Mapuches sobre lo que pueda
ocurrir en sus territorios.
Por otro lado, a través del decreto presidencial 929
conocemos sólo algunos de los beneficios otorgados a Chevron, pero todo indica
que existirían otras cláusulas en el convenio secreto, que agregarían nuevos
beneficios para la empresa multinacional, difíciles de justificar en el marco
de una discusión verdaderamente democrática.
En segundo lugar, hoy sabemos que YPF firmó
un convenio con una empresa multinacional que, además de tener un historial
sórdido, es prófuga de la Justicia ecuatoriana, luego de ser sentenciada a
pagar 19 mil millones de dólares por graves delitos ambientales y violación de
derechos de indígenas. A esto se agregan cuestiones de índole económica, que
enturbian aún más el acuerdo. Así, hasta mayo de 2013 el gobierno neuquino
estaba estudiando “sacarle los bloques concesionados a Chevron, porque no
invertía lo suficiente” (3). Sin embargo, sólo dos meses después esa
misma empresa aparece como el “mejor socio” de YPF y el &ldquo ;más
solvente”, para la explotación de hidrocarburos no convencionales en la
formación Vaca Muerta.
En tercer lugar, con esta decisión la
Argentina se interna de modo ciego e incontrolado por una senda cercada por
enormes riesgos sociales y ambientales, a través de la explotación masiva y
a gran escala de los hidrocarburos no convencionales con la metodología del
fracking. Para convencer a las poblaciones, voceros del gobierno y del
establishment se sirven de un cierto “saber experto”, retomando argumentos que
a nivel global difunden desde el poderoso lobby petrolero. Así, en los medios
periodísticos nacionales, a lo largo de este mes, fueron desfilando los
defensores de un supuesto “fracking sostenible”. Lo cierto es que
los estudios técnicos demuestran que é ste es un terreno cargado de muy malas
experiencias y de grandes incertidumbres, pues como ha sido demostrado, la
experiencia del fracking masivo y a gran escala en Estados Unidos da cuenta de
grandes impactos ambientales: contaminación de aguas subterráneas y
superficiales con gas metano; activación de fallas geológicas que originan
microsismos, impacto sobre la salud de las personas y los animales, emisión de
gases de efecto invernadero, incluso más que otras energías. Además, las
manifestaciones de petróleo o gas en acuíferos o en la superficie pueden
aparecer años o décadas más tarde. Quizás para cuando Chevron u otras compañías
ya no estén en nuestro país y tengamos que estar, como los ecuatorianos,
buscando amparo legal en otros países y haciéndonos cargo de los pasivos
ambientales…
Para cubrir estos problemas, en Neuquén el gobierno
provincial armó una parodia de “debate democrático”, con el objeto de
calmar las voces disidentes de los movimientos ciudadanos y algunas fuerzas
políticas. Esto sucedió en el marco del seminario convocado por la legislatura
neuquina sobre “Recursos Hidrocarburíferos no convencionales y medio ambiente”,
en junio de este año (4), inaugurado por la vicegobernadora Ana Pechen,
quien habló de un "segundo descubrimiento del petróleo,” que salvaría a la
provincia y al país. En dicho seminario, la gran mayoría de los expertos (entre
ellos tres ingenieros especialistas en petróleo con larga trayectoria) cuestio
naron fuertemente el método de extracción de los hidrocarburos no
convencionales y señalaron sus impactos negativos. Pero a la hora de difundir
los resultados de este encuentro, dichas críticas fueron ignoradas tanto por la
prensa regional como por los legisladores del oficialismo neuquino (Movimiento
Popular Neuquino) y otras fuerzas partidarias que promueven el acuerdo
con Chevron.
En fin, resulta útil recordar que la contaminación
ligada a la explotación hidrocarburífera no es un fantasma o una posibilidad,
sino una realidad efectivamente existente. Así, en este corto mes y medio
hubieron 5 graves accidentes en Neuquén, entre ellos, “cuatro derrames en
sólo once días y, en dos casos, el hidrocarburo llegó hasta el río Colorado
(cuenca compartida por cinco provincias), que involucran a Petrobras y a YPF” (5),
a los cuales hay que añadir la explosión e incendio de un pozo de gas en el
ejido urbano de la localidad de Plottier en Neuquén (empresa Pluspetrol); por
último, un derrame petrolero que produjo mortandad de peces en Catriel (Río
Negro), que es hoy motivo de una protesta de comunidades indígenas (6). La
pregunta que muchos se hacen entonces, sin tener por ello que pertenecer a una
organización ecologista, es: si no existen controles ambientales y no es
posible evitar graves accidentes con la explotación de petróleo y gas
convencional, ¿qué sucederá entonces en cuanto se avance de modo masivo con la
explotación de los no convencionales? La Argentina se apresta a ingresar a un
escenario de desastres ecológicos a gran escala, cuyas consecuencias
económicas, sociales y ambientales son imprevisibles.
Mitos y falacias, pero sobre todo poderosos lobby
económicos, buscan asimilar soberanía energética con soberanía
hidrocarburífera, y afirman que no hay posibilidad fáctica ni económica de
desarrollar energías alternativas que apunten a la salida de una matriz
dependiente de los combustibles fósiles. Y bajo esa supuesta "verdad"
se consolida el peor de los caminos. Así, en vez de pensar una agenda de
transición y orientarse hacia las energías limpias y renovables, el gobierno
actual reafirma su dependencia de los combustibles fósiles y se embarca en la
explotación de hidrocarburos no convencionales, los cuales presentan mayores
costos operativos, son más difíciles de extraer, más contaminantes y sus
yacimientos presentan una vida útil inferior respecto de otros tipos de
energías.
Cuarto y último, el oficialismo nacional y neuquino
pretenden ignorar el reclamo democrático de las poblaciones locales. En
todo el mundo existe un descreimiento cada vez más fundado de parte de las
sociedades locales ante este tipo de extracción. Por eso,
el fracking ya fue prohibido en Francia y en Bulgaria, así como en el
estado de Vermont (USA) y en Quebec (Canadá); mientras que en otros lugares se
aprobó una moratoria, como sucedió en Nueva York y en varias regiones de
Europa, basada en el principio precautorio, pilar del derecho ambiental,
también presente en nuestra legislación.
En nuestro país las poblaciones ya comenzaron a
manifestar fuertes resistencias contra el avance de la explotación de los
hidrocarburos no convencionales, tal como lo muestran diferentes ordenanzas
municipales que prohíben el fracking: a la decena de municipios declaradas
libres de fracking (Cinco Saltos, en Río Negro; 10 municipios en Entre Ríos
y cuatro departamentos en Mendoza -dos de los cuáles enfrentan hoy un veto-),
se sumaron recientemente Carmen de Patagones (Pcia Buenos Aires) y la localidad
rionegrina de Allen, donde la explotación de gas no convencional pretende
avanzar entre plantaciones centenarias de peras y manzanas. Asimismo, la Confederación
Mapuche del Neuquén ha manifestado su rechaz o rotundo al fracking.
En suma, desde Plataforma 2012 rechazamos este nuevo
giro en la política energética, que entrega a Chevron nuestros bienes comunes y
lo habilita a utilizar el peor método de extracción (el fracking), llamamos a
la reflexión a los legisladores neuquinos que hoy tienen una oportunidad
histórica de pronunciarme en defensa de una verdadera YPF estatal y al servicio
del ambiente y del debate democrático, y nos solidarizamos con los
movimientos ciudadanos y los pueblos originarios que hoy luchan contra el
avance de la frontera hidrocarburífera, mediante el fracking, defendiendo la
vida y el territorio.
Contactos: plataforma2012@plataforma2012.org.ar
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