18 dic 2013

Dos condiciones para el "moral standing" del Estado

En su artículo "Punishment, Communication, and Community" (no en el libro del mismo nombre), Antony Duff menciona cuáles son las dos situaciones que, en su opinión, son capaces de socavar la "legitimidad moral" del Estado para demandar a alguien por las faltas que ha cometido. La primera, que nos interesa menos en este punto (pero es muy relevante) tiene que ver con el no tener vínculos apropiados con la persona acusada, o con la acción en cuestión. Esto es decir, hay un problema cuando no es la misma comunidad (comunidad en un sentido relevante) a la que pertenece el acusado (y que está en condiciones de acusarlo), la que lo acusa (las consecuencias de este principio son obvias y muy significativas). 

La segunda situación, que es la que más nos interesa, es la que aparece cuando mis acciones u omisiones previas, en relación con el acusado, socavan mi autoridad de reproche frente a la misma. Ello ocurre, por ejemplo, cuando el Estado desarrolló acciones (u omisiones) graves, en relación con los deberes que tenía hacia dicha persona. Por ejemplo, cuando de un modo sistemático no le he asegurado los derechos fundamentales que se había obligado (i.e., constitucionalmente) a asegurarle. En tales casos, el Estado pierde autoridad y legitimidad ("moral standing") para reprochar. Como diría Duff: "Yo he cometido una falta, es cierto, pero quién es Ud. para reprochármela?"

Con todos los problemas que tiene el paralelismo entre familia y Estado, la situación tiene vínculos con la que enfrenta el padre abusador, frente al hijo al que abusa, y que hoy a cometido una falta. El hijo (y esto es importante) i) puede haber cometido una falta que reconocemos como tal; ii) puede ser responsable moralmente de haber cometido esa falta (esto es, no necesitamos negar ni la gravedad de la falta, ni su responsabilidad al respecto), pero iii) eso no invalida la pregunta restante, acerca de quién tiene autoridad para reprochar la falta en cuestión, y quién carece de ella. El hijo puede repetir frente a su padre, entonces, la pregunta de Duff: "Yo he cometido una falta, es cierto, pero quién es Ud. para reprochármela?"


24 comentarios:

julieta eme dijo...

estoy de acuerdo con vos en este punto.

la tía martha dijo...

Estimado Roberto, tiene razón ....-pero marche preso como diría mi abuela- :P
De todos modos permítame hacer una evaluación crítica de los asertos de Duff y los suyos propios, en la figura del padre abusador, no veo que se aplique del mismo modo porque en el caso del padre es una sola voluntad y una sola decisión. En el caso del Estado son muchos los actores involucrados y de una comunidad que puede estar -y de hecho lo está- integrada por muchas, muchas personas que luchan por mas igualdad y mas respeto de los derechos humanos de tod@s y que de última seremos las víctimas del acto delictivo.
Y tampoco puede afirmarse una consecuencia logica dela falla del estado como causante del acto delicitivo, tal vez el padre delincuente no tenga derecho al reproche pero nosotros como comunidad involucrada sí tenemos el derecho al mismo.
En fin son sólo reflexiones, sólo llamo aquí a ejercer el sentido crítico. De acuerdo a una serie de investigaciones tenemos la tendencia a apagar los centros cerebrales de la decisión y evaluación cuando una autoridad habla...y eso es peligroso para cualquier sociedad mas que nada para la democracia.
De todos modos volviendo al punto, tiene razón, hay muchos casos como el emblemático de María Ovando donde el estado sólo se hace presente a la hora de castigar. Y hay que reconocer que toda la sociedad actual esta montada y engastada sobre la injusticia y que el aparato represivo está orientado a la defensa de la propiedad privada, mayormente. Tal vez se me ocurre, como modo transicional hacia una justicia mas justa, se podría implementar la figura de la amnistía social(a cuento del caso delos chicos de greenpeace) donde el condenado por un delito pueda negociar la reducción o anulación de la pena con las víctimas y que la misma sea convalidada por un jurado (en representación de la comunidad) anónimo que debe preservar la integridad del acto (que no hayan coimas amenazas o cualquier forma de exacción). Sería positivo y creo que ayudaría a reducir el malestar que genera todo este estado de cosas.
Muchos saludos

F dijo...

Fantástico. La víctima, sin embargo, quizás sí podría tener moral standing, ¿qué efectos tendría este moral standing de la víctima en la aplicación de castigo estatal?

la tia martha dijo...

Agrego, acerca del sistema de indulto por jurados. Lo importante aqui esque este sistemo llamemoslo "restaurativo" exije necesariamente una instancia previa que es la retributiva, debe haber una sentencia firme y condena. Y el sentido de esto es para que la norma no se desdibuje y quede claro que el acto es disvalioso y merece un castigo.
A partir de alli el condenado puede pedir la instancia retributiva y negociar con las víctimas directas. Previamente he tenido fuertes reparos a este sistema debido a los casos que afectan a mujeres y niños principalmente y a personas pobres, donde a veces la familia complice del agresor negocia la impunidad del agresor para no romper su homeostasis interna. O el pobre que recibe dinero a cambio de justicia. otro Ejemplo: el caso del juez que abusaba de sus nietas o muchos de mujeres golepadas. Por eso yo exijo aqui una instancia de representación de la comunidad, ya que esta tambien recibe un daño por el acto delictivo si éste queda impune. En este caso el jurado en representacion de todos puede convalidar o denegar lo negociado sin dar ninguna explicacion y para ello se exigiria la conformidad absoluta de todos (como para abrir el juego) Por poner el ejemplo del juez, si las nietas aceptan un pedido de disculpas del mismo, una explicacion y una reparación económica está muy bien. Pero si el jurado no acepta ese trato como justo y no quiere que este tipo de comportamientos quede sin castigo entonces denegara el indulto.
O por dar otro caso, el del cabo Benitez que participó en un secuestro y apremios ilegales. Si los directos involucrados consideran que es un pobre diablo y que no merece despues de todo ser castigado ok. Pero debe ser un jurado quien diga si eso es aceptable.
Otro caso si una familia como Luque ofrece una propiedad a cambio del perdon...y así.
Aqui yo creo que sería necesario preservar el anonimato del jurado y del contacto con quienes negocian.
El sistema es que el jurado acepta o deniega lo peticionado, no hay segunda instancia ni se negocia con el jurado, Esto es para que los defensores propongan un perdon razonable y fundamentado. En casos donde no se puede llamar a todas las victimas lo puede hacer el estado en representacion del delincuente (pedir su indulto)-para los de lesa humanidad deberia haber previa aprobacion de las camaras- previo presentar el caso a su indulto.
Se podría se podría poner a un jurado que dictamine sobre varios casos de una sola sentada....etc... etc..
Nadie puede objetar nada ni siquiera el hiperpunitivismo.-Me parece a mi-

rg dijo...

sobre la victima: no jugueteemos con el tema de la letigitimacion moral. la victima esta legitimada para muchas cosas: defenderse, quejarse, denunciar. no para hacer justicia por mano propia

la tia martha dijo...

genial roberto, pero si el estado le expropia a la víctima el derecho a la justicia por mano propia y luego no hace justicia, por lo que sea por inhabilidad moral o lo que sea entonces que? qué se supone que debemos hacer las víctimas?

rg dijo...

defendernos si nos atacan, no salir a matar gente. no es obvio?

la tia martha dijo...

En una gran parte de la población se da el acatamiento externo a las normas y valores no todos los tienen incorporados. Los saqueos lo probaron, la mujer con la 4x4 que salio a robar el plasma-.
Ante la falta de castigo es muy simple para el delincuente, que te hace varios focos de delincuencia para sacar a la policía a defender los puntos y atacan el que les interesa. Si solo te vas a defender estamos en problemas....
Yo no voy a salir a matar a nadie pero no quiero defenderme con barricadas ni tener que contratar a un guardaespaldas privado..tampoco podría hacerlo,...no podría pagarlo, disculpame ¿la policia me va a defender?

rg dijo...

que la policia te defienda o no no depende de lo que yo diga, o de lo que vos y yo discutamos. por suerte, o no

Anónimo dijo...

Roberto:

Creeria que se ha abolido el derecho penal al menos algunas figuras como las de lavado de probarse que esos pagos de Baez a NK existieron.

Que "moral standing" puede tener el estado con fiscales como Gils Carbo que deliberadamente son participes de encubrir hechos delictivos, o el poder coercitivo del estado es solo para los giles?

Martin

la tía martha dijo...

Y no te parece Roberto que defendernos si nos atacan implica la creacion de grupos con caciques y capangas que eventualmente van a linchar a uno -morocho seguro- si la policia no los ve? o si no se puede defender?
Valoro mucho tu defensa de la humanidad del delincuente pero no veo que este sea el camino...una discusión no es pelea, Roberto.

Anónimo dijo...

Copio la segunda parte de tu texto: "La segunda situación (...) es la que aparece cuando mis acciones u omisiones previas, en relación con el acusado, socavan mi autoridad de reproche frente a la misma. Ello ocurre, por ejemplo, cuando el Estado desarrolló acciones (u omisiones) graves, en relación con los deberes que tenía hacia dicha persona. Por ejemplo, cuando de un modo sistemático no le he asegurado los derechos fundamentales que se había obligado (i.e., constitucionalmente) a asegurarle. En tales casos, el Estado pierde autoridad y legitimidad ("moral standing") para reprochar. Como diría Duff: "Yo he cometido una falta, es cierto, pero quién es Ud. para reprochármela?"".
Ahora te pregunto: ¿No pensás que el mismo argumento que desarrolla Duff podría aplicarse para invalidar el reproche que el Estado podría querer dirigirle a quien se venga por mano propia de un acto delictivo que lo tiene por víctima? Después de todo, siguiendo el mismo razonamiento, quien resulta víctima de un acto delictivo también es alguien que ha sufrido el desamparo del Estado, que lo ha dejado indefenso frente a la delincuencia.

El Imparcial del Norte

rg dijo...

que el estado no pueda reprocharme de mi venganza privada (si fuera el caso) no significaria que mi accion sea aceptable o permisible o irreprochable, o que no sea yo responsable de la misma.

Anónimo dijo...

Buenísimo el tema. Comparto la idea del autor sobre el alcance de la legitimidad moral para reprochar conductas penalmente punibles. El problema, sin embargo, es de otro orden, me parece. El problema se presenta cuando el estado tiene legitimidad legal para investigar, prevenir y sancionar pero sistemáticamente viola los derechos y garantías de las mismas personas a las que por ejemplo tiene bajo prisión preventiva por años y en condiciones de poca correspondencia con la dignidad humana. Aquí, creo se fisura el sistema.
Erica.

Anónimo dijo...

Si me permitís, yo me atrevería a ver las cosas desde otra perspectiva, más en la línea de Durkheim, si querés. Dado que, según mi opinión, no es el Estado de por sí el que debe reprochar, sino el Estado hablando en nombre de la ciudadanía -específicamente, de sus valores y principios de moral pública-, tanto el tipo que delinque movido por una necesidad material como el tipo que hace lo propio movido por un sentimiento de venganza merecen sendos juicios de reproche, siempre atendiendo a los rasgos que presente cada caso en particular. Obrar de otra manera no hará sino poner en evidencia ante la ciudadanía de qué forma el Estado desconoce los valores y principios de moral pública que todavía reclaman vigencia. Llamale a esta concepción como quieras: noción equilibradora de la pena, noción reparadora, retribucionismo a secas, o como te guste. El nombre es lo de menos.
El punto es que tanto en un caso como en el otro se han infringido valores y principios ciudadanos que resultan esenciales para la convivencia pacífica. Desde ya, también el Estado infringe a menudo estos principios y valores, actuando por acción u omisión. Sin embargo, te repito, porque es el Estado el único que puede reprochar penalmente en nombre de la ciudadanía, en última instancia es el mismo Estado el que está obligado a reprochar cualquier acción que se aparte de estos principios y valores (que no es lo mismo que emplear las modalidades de castigo inhumanas que todos conocemos).

El Imparcial del Norte

Anónimo dijo...

Comparto la reflexión expuesta en el segundo comentario, en cuanto a que considero que cuando el Estado aplica las normas penales lo hace en nombre de toda la sociedad, en virtud de una delegación de la facultad de hacer justicia de esta hacia aquél, o expropiación del conflicto, contrato social, o como quiera llamársele, situación que no es análoga a la del padre de familia. La legitimidad del estado a la hora de castigar, más allá de la actuación del gobierno de turno o de algunos funcionarios en particular, tiene origen en ese consenso. Supongamos que a mi, víctima, me roban o me matan a un ser querido: partiendo de que el derecho me impide hacer justicia por mano propia, esperaría -razonablemente- que el Estado intervenga en el conflicto e imponga una sanción (penal) al agresor. En ese caso me importaría poco las deudas sociales del gobierno actual, o la actuación de algunos funcionarios dentro de la justicia.

Tomás

rg dijo...

pero no entiendo por que aplanarlo todo y asumir un solo tipo de estado. en la misma epoca de durkheim uno podia hablar de estados totalitarios. no veo por que reconocerle el mismo tipo de poderes y capacidades. algunos estados (peores de aquellos en los que pensaba en el post) merecen ser directamente combatidos y sus tiranos volteados (khadafi, aunque la argentina lo premiaba). en tu teoria eso no seria posible porque es el unico que puede hablar...?

Anónimo dijo...

Entiendo el punto, y comparto que hay estados con menos grado de legitimidad para castigar que otros (hablo de grados porque no creo que se pueda hablar de la existencia de legitimidad o de su falta, en absolutos).
Mi idea se relaciona a lo que dice F en su comentario.
Descartando la justicia por mano propia, no tiene la víctima "moral standing" para reclamarle al estado que sancione al infractor, independientemente de la actuación del estado?
Tomás

la tia martha dijo...

Me parece que no es asi Roberto, si el estado es totalitario o pierde legitimidad es la comunidad en su conjunto la que tiene derecho a levantarse contra el estado tirano. Nada que ver con lo que vos planteás del individuo levantándose contra el resto de la comunidad con un acto que daña y lesiona el cuerpo social....
Eso no quita ni la injusticia ni el abuso ni un monton de cosas que muchos quiero creer que una mayoria no condonamos ni aceptamos.

la tía martha dijo...

y aclaro, aunuqe no deberia hacerlo, que estoy de acuerdo con Tomas, la víctima sí tiene el moral standing y el derecho a reclamar, en un sentido generico. En algunos casos, como el que es víctima de un piquete es comprensible el derecho del infractor, que realiza una acción política por el reclamo de un derecho superior urgente y desatendido por la comunidad toda, su alimentación su derecho a vivir, no deberia ser castigado. Pero si la transgresión no tiene un valor moral o politico porque condonarlo?

Anónimo dijo...

No, RG, estoy lejos de plantear el punto en los términos en que vos lo sugerís con tu pregunta. Por supuesto que el estado puede y debe ser reprochado y/o hasta combatido si eso es necesario (Locke hubiera dicho que esta necesidad se comprueba cuando el estado atenta contra el bien público, que es ni más ni menos que la condición de su existencia). Ahora, eso no implica que el estado no sea el único capaz de transmitir de forma institucionalizada la voz del pueblo, mientras esta voz no sea distorsionada por los funcionarios de turno.
Por otro lado, ¿por qué suponer que suscribo la existencia de un solo tipo de estado? Sin ir más lejos, no ha sido sino el propio Durkheim quien, planteando la cuestión en los términos de una división social del trabajo, dejó entrever la existencia de múltiples esferas estatales. Si seguimos esta propuesta, podríamos suponer que algunas de estas esferas cuentan con mayor legitimidad que otras. Por ejemplo, en Arg., ¿por qué no suponer que Conicet no cuenta con mayor legitimidad que Télam o la Sec. de Ds. Hs. con mayor legitimidad que el Afsca? El estado que reprocha siempre será un estado multifacético. Este dato, sin embargo, no dice nada sobre la necesidad y la modalidad que debe revestir el reproche en casos concretos. En Argentina, tal como están dadas las cosas, desechar la función reprochadora porque el estado en su conjunto no ha sacado carta de legitimidad equivaldría a socavar aún más ese mínimo de legitimidad que es condición de toda legitimidad posible.

El Imparcial del Norte

JP Chirinos dijo...

El texto me recordó las palabras de un interno del penal de General Roca que en una audición dijo: "yo cometí el delito, la ley me castigo y uds los jueces me condenaron a 12 años, pero es la propia ley la que los obliga a darme trabajo y educación y condiciones dignas dentro del penal. Porque sólo se aplica la primera y no la segunda?"

Nadie le dio respuesta al interno y todos buscamos una justificación interna ante una pregunta sin repuesta.

Abrazos
JP Chirinos

JP Chirinos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ernesto dijo...

Sobre la misma idea es de provecho leer "Casting the First Stone: Who Can, and Who Can't, Condemn the Terrorists?" y "Ways of Silencing Critics" de G.A. Cohen, ambos en el póstumo Finding Oneself in the Other (Otsuka ed., Princeton UP).