3 mar 2018

Por qué pierde el peronismo? El peronismo y el problema narco


Interesante reportaje a CP, personaje ideológicamente muy inatractivo, pero siempre bien informado.

El reportaje, aca


Y este párrafo en particular:


LA CRISIS DEL PERONISMO Y EL PROBLEMA DE LA DROGA



"Muchas interpretaciones creen que al peronismo le está yendo mal porque Cristina robó demasiado o porque trataba mal a la gente y es un problema de mucho más arrastre que incluye un factor que para mí es central en los últimos 15 años: la droga. La droga en el mundo de los pobres. Descompuso el mundo de los sectores populares. Lo volvió inseguro, algo que no era. La mamá que tiene un chico fisurado por la droga, esa señora por ser pobre, ¿vos creés que no se enoja con la política? Y ella sabe cuál es el dealer y el político que lo protege. (…) Acá apareció un grupo que dice 'Venimos a cambiar eso', y eso rige una política".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa hipótesis es central para explicar el triunfo de Vidal en provincia, por ejemplo. Anibal Fernández era la representación más cabal de lo que dice Pagni. Respecto de la ideología, me parece a mí, tal vez me equivoque, que Pagni es un liberal. Un liberal a secas, no un liberal igualitario. Lo que ocurre es que aquí esas categorías han sido prostituidas, pero en cualquier país en donde eso no suceda Pagni sería considerado un liberal, con simpatías hacia la derecha, pero un liberal al fin.
Sebastián

Pablo M dijo...

La verdad que estoy preocupado por las cosas que escucho por ahi. Es obvio que el malestar social está aumentando y la situacion no es buena. Pero hacia tiempo que no escuchaba gente (relativamente estudiada) decir "poque no entramos en la Rosada y lo sacamos a las piñas?" (sic). Parece que los golpes de estado y la crisis del 2001 no dejaron enseñanzas... y la única autocritica que se escucha es "perdimos por culpa de la Campora que no saben de politica".

Eduardo Reviriego dijo...

Siempre me resultó interesante la síntesis que hace Alfredo Pucciarelli, coordinador de la obra “Empresarios, tecnócratas y militares. La trama corporativa en la última dictadura.” Siglo XXI. Bs. As. 2004. páginas 7/23:
“Existe un constante juego de ida y vuelta en el que se entremezclan funcionarios, iniciativas, estrategias, intereses y hasta las propias instituciones públicas y privadas. Todos parecen lograr sus objetivos –el crecimiento de los negocios, la acumulación súbita de capital, el enriquecimiento injustificable, etc- por medio del manejo ilícito de los poderes estatales. Pero aunque estas fracciones converjan en la formación de un mismo bloque, tienen distinto origen, se manejan con diferentes procedimientos y ejercen distintas funciones: unas provienen del campo empresario y son especialistas en la acumulación de capital propiamente dicha, otros provienen del campo político y son especialistas en la acumulación de capital político-electoral. Entre ambos han constituido una especie de gran asociación ilícita que controla y administra un nuevo tipo de Estado, plagado de instituciones que tienen como misión fundamental favorecer el desarrollo de ganancias privadas de carácter extraordinario. Ganancias que por su propia naturaleza, van en oposición a los intereses generales de la sociedad, pero que, a la vez, necesitan ser legitimizadas por ella misma a través del consenso, por lo menos pasivo, que le otorga la partición en procesos electorales periódicos organizados por los grandes partidos tradicionales. Cada cual pone lo suyo y, en función de ello, se define el reparto de los réditos obtenidos.”
Para completar la descripción solo habría que agregar el negocio del narcotráfico, aún incipiente en esos años.-