En una semana de indagación cultural brasileña, me quedé con tres joyas que desconocía, y que remiten al abrumador Nordeste de Brasil: un escritor; un músico y una película
1) Un extraordinario escritor, del que habláramos 3 posts atrás (acá: https://seminariogargarella.blogspot.com/2020/01/graciliano-ramos-escritor-comunista.html), Graciliano Ramos, nacido en Alagoas, y autor de "Vidas Secas" entre otras (pocas) obras. Que me llevó a recuperar la magna obra sobre el tema, "Gran Sertón: Veredas" (1956), de João Guimarães Rosa.
1) Un extraordinario escritor, del que habláramos 3 posts atrás (acá: https://seminariogargarella.blogspot.com/2020/01/graciliano-ramos-escritor-comunista.html), Graciliano Ramos, nacido en Alagoas, y autor de "Vidas Secas" entre otras (pocas) obras. Que me llevó a recuperar la magna obra sobre el tema, "Gran Sertón: Veredas" (1956), de João Guimarães Rosa.
2) Un músico notable, de la estirpe de Django Reinhardt y nuestro Oscar Alemán: Jacob do Bandolim. Nacido en 1918, y descendiente de una familia judía-polaca, tuvo una vida dura, que en parte se advierte en su música, fundamentalmente en su interpretación de choros.
3) Una gran película, que mencionara en el post anterior, de Andrucha Waddington: Casa de Arena, sobre la desolación nordestina. Que me obligó a volver a ver no sólo la versión fílmica de "Vidas Secas," sobre la que ya hablamos, sino sobre todo la potentísima "Dios y el diablo en la tierra del sol," que Glauber Rocha estrenó en el 64.
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